tag:blogger.com,1999:blog-73385950867573877442024-03-29T00:24:57.004-07:00Manuelblas. Historia y personajesUna visión de la historia de España a traves de sucesos y personajes mas o menos conocidos hecha con el deseo de suscitar la curiosidad de los lectoresmanuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.comBlogger235125tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-3303277147507282042024-02-28T08:20:00.000-08:002024-02-28T08:20:21.221-08:00Breve Historia de los Judíos en España, de Paloma Díaz-Mas. (Tercera y última parte)<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><i><br /></i></span></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0X0JBptaVVwKxpIDRSgLd6obo58_u4P_3aWETCIusCOrBWd4xqcQAP17OGTqfxjY_sWO-01SPBb3S-Khvyz5wuXF1UOfYXlSPo1WUqsVj6U6uM2ON8zUAz76dA5tXIvx0z_qpQcK3P5WTz5YEBJV9Y9SLvh5Etw6lUkzSPhB0oPgIL8RR8yG2n03aILog/s1200/Libro.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0X0JBptaVVwKxpIDRSgLd6obo58_u4P_3aWETCIusCOrBWd4xqcQAP17OGTqfxjY_sWO-01SPBb3S-Khvyz5wuXF1UOfYXlSPo1WUqsVj6U6uM2ON8zUAz76dA5tXIvx0z_qpQcK3P5WTz5YEBJV9Y9SLvh5Etw6lUkzSPhB0oPgIL8RR8yG2n03aILog/w640-h426/Libro.webp" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: medium;"><br /><i><br /></i></span><p></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: medium;"><i>Viene de </i><a href="https://manuelblascinco.blogspot.com/2024/02/breve-historia-de-los-judios-en-espana.html"><span style="color: blue;">Breve historia de los judíos en España, de Paloma Díaz-Mas
(segunda parte) | Manuelblas. Historia y personajes
(manuelblascinco.blogspot.com)</span></a></span><i> <o:p></o:p></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b> </b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: large;">JUDÍOS EN UN PAÍS SIN JUDÍOS</span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde la expulsión de los judíos
en 1492 hasta principios del siglo XX no hubo oficialmente judíos en España. El
decreto de expulsión nunca se revocó y la prohibición de que vivieran judíos en
España se mantuvo oficialmente durante más de cuatro siglos. Sin embargo, y
pese a la prohibición, en momentos concretos, si hubo presencia de judíos
extranjeros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con Felipe II ya rey de
Portugal, conversos portugueses pudieron circular por sus dominios, aunque
siempre expuestos a ser procesados como judaizantes por la Inquisición.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante los reinados de Felipe
III y Felipe IV, sus respectivos validos propiciaron, por motivos económicos la
circulación y asentamiento en España de cristianos nuevos portugueses
procedentes de Portugal y de los Países Bajos a fin de obtener financiación
para los gastos de la Corona, dinamizar la economía en tiempos de crisis
económica y atenuar la dependencia con respecto a los banqueros genoveses que
imponían condiciones más duras en los préstamos. Aunque estos hombres de
negocios se hacían pasar por católicos, su condición de conversos judaizantes
era bien conocida hasta el punto de que en la España del siglo XVII la palabra
portugués llegó a ser sinónimo de judaizante o marrano, término despectivo
usado en la época. También en tiempos de Felipe IV circularon por España judíos
residentes en el norte de África.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtSSY7kf44dcrc6yq4Hq-FyjEC1ihZzS6Hzlvt43pqd4lCS74bsPx4ptQ5-S5sSp9bgpSr67hVBDWaBMMyDujv-0yx6XF_eWC-Dha3JQciyTSQw18GFYbKOgMe5LJP4MlgBCDEl2vT7XhLKuH7-oUoW8jNwRGpmnf1zDeGsSD6b5Z3Wo4PlpUHafBCr3sv/s727/1%20Quevedo.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="727" data-original-width="480" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtSSY7kf44dcrc6yq4Hq-FyjEC1ihZzS6Hzlvt43pqd4lCS74bsPx4ptQ5-S5sSp9bgpSr67hVBDWaBMMyDujv-0yx6XF_eWC-Dha3JQciyTSQw18GFYbKOgMe5LJP4MlgBCDEl2vT7XhLKuH7-oUoW8jNwRGpmnf1zDeGsSD6b5Z3Wo4PlpUHafBCr3sv/w264-h400/1%20Quevedo.png" width="264" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En algunas ocasiones, tuvo que
intervenir la Inquisición. Así, en 1663, aparecieron en Madrid diversos
carteles escritos en portugués que exaltaban la religión judía. La Inquisición
ofreció una recompensa para quien denunciase a los autores y el Consejo de
Castilla publicó un edicto en el que se declaraba a los asentistas portugueses
enemigos de España. También intervino en el caso Francisco de Quevedo que
escribió el folleto titulado “<i>Execración por la fe católica contra la blasfema
obstinación de los judíos que hablan portugués”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La mentalidad con respecto a
judíos y conversos empezó a cambiar – al menos ente las elites políticas e
intelectuales ilustradas- en el siglo XVIII, aunque sus efectos fueron escasos
ante la gran fuerza que tenían en el siglo la Iglesia y la Inquisición. En 1782
y 1783, Carlos III rehabilitó legalmente a los chuetas de Mallorca
declarándoles libres para habitar cualquier parte de la isla y prohibiendo la
aplicación a los mismos de apelativos infamantes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los procesos inquisitoriales
continuaron, no obstante, en España durante el siglo XVIII. Se calcula que en
este siglo fueron procesadas como judaizantes más de 1.500 personas a los que
se siguieron aplicando las mismas penas que en siglos anteriores como la
confiscación de bienes, la cárcel, los azotes o la muerte en la hoguera. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La cuestión de los judíos y judaizantes
se planteó de nuevo en los debates de las Cortes de Cádiz y en la Constitución
de 1812 quedó abolida la Inquisición, pero, como es sabido, la vuelta de
Fernando VII dio al traste con la obra gaditana y en 1819<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>este monarca renovó la prohibición de que los
judíos pudieran entrar en territorio español, aduciendo que un número
considerable de hebreos procedentes de Gibraltar – donde estaba establecida una
importante colonia judía- y de otros puntos del norte de África arribaban a los
puertos de Andalucía, Cádiz, especialmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir de 1823 la Inquisición
dejó prácticamente de funcionar y fue abolida definitivamente en 1834. La
Constitución de 1837 derogó los estatutos de limpieza de sangre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">DEBATES SOBRE LA VUELTA DE LOS
JUDÍOS EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIpvJr2RwKDxIXeUVhjpM2WGMD5joDnm4WgrL4DT0M8jZIyNCc40thBUT44swhNzIgFMoL_UfQX2CIbTwyp3pYqXQxWzWGotNup4rZJ0il2b-c8CIMBF5oWQB_xvoDvvGCQTR4ms40E14ulK5TrXkWnq9V19oUsNF-TkB5VxF0qO3VoWWPlXzcWcP9t9iB/s1326/Castelar.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1326" data-original-width="939" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIpvJr2RwKDxIXeUVhjpM2WGMD5joDnm4WgrL4DT0M8jZIyNCc40thBUT44swhNzIgFMoL_UfQX2CIbTwyp3pYqXQxWzWGotNup4rZJ0il2b-c8CIMBF5oWQB_xvoDvvGCQTR4ms40E14ulK5TrXkWnq9V19oUsNF-TkB5VxF0qO3VoWWPlXzcWcP9t9iB/w284-h400/Castelar.jpg" width="284" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Emilio Castelar</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante el siglo XIX tuvieron
lugar en España debates entre políticos con respecto a las causas y efectos de
la expulsión de los judíos, la abrogación de edicto de expulsión y la posible
readmisión de los mismos. Estos debates se iniciaron con ocasión de la
discusión parlamentaria para la redacción del Constitución de 1854-1855
(nonnata) y especialmente en el proceso de redacción de la Constitución de 1869.
Con este motivo tuvo lugar en el Parlamento la famosa disputa entre el canónigo
carlista Manterola y el líder republicano Emilio Castelar, defensor de la
libertad de cultos y de la vuelta de los judíos en base a los argumentos de reparar
la injusticia histórica de la expulsión de 1492 y el beneficio que la vuelta de
los judíos podía producir en la economía nacional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la época del Gobierno Provisional,
entre 1868 y 1871, algunas comunidades judías solicitaron la revocación del
edicto de expulsión y la vuelta de los judíos y un judío de Madrid, Alidor Lewy
solicitó permiso para constituirse oficialmente en comunidad y construir una
sinagoga, lo cual indica que ya por entonces había una comunidad judía de hecho
en Madrid y posiblemente en otras ciudades españolas como San Sebastián y
Sevilla. Finalmente, el Gobierno Provisional no derogó expresamente el edicto de
expulsión entendiendo que quedaba implícitamente derogado por el
establecimiento de la libertad de cultos y con respecto a los judíos declaró
que “<i>son libres de entrar en nuestro país y ejercer libremente el culto, así
como a los miembros de otras religiones</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1881 y 1882, a raíz del
asesinato del zar Alejandro II, tuvieron lugar en Rusia, “pogromos”
(persecuciones) contra los judíos y sus propiedades que tuvieron mucha
repercusión en la Europa occidental. Un diplomático español, representante de
España en Constantinopla, intentó que los judíos huidos de Rusia- algunos de
origen sefardita- pudieran trasladarse a España, planteando lo beneficioso que
ello sería para las relaciones económicas de España con el Imperio Otomano,
pero no consiguió ayuda del Gobierno para sufragar los gastos del transporte
marítimo e instalación. No obstante, algún pequeño grupo consiguió llegar a
Barcelona, con la ayuda de compañías navales extranjeras. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el siglo XIX nació en Europa
un tercer tipo de antisemitismo, además de los ya conocidos, religioso y
económico, el llamado antisemitismo racista cuyos orígenes pueden rastrearse en
la obra de los franceses Joseph Arthur Gobineau “<i>Ensayo sobre la desigualdad
de las razas humanas</i>” (1853-1855) y Edouard Drumont “<i>La Francia judía,
ensayo de historia contemporánea</i>” (1886). En 1902 se publicó en San
Petersburgo el panfleto difamatorio contra los judíos titulado “<i>Protocolo de
los sabios de Sión</i>” que tuvo una amplia difusión por todo el mundo y en
1920 el empresario estadounidense Henry Ford publicó “<i>El judío internacional</i>”,
asimismo muy difundido. Toda esta literatura antisemita fue forjando las ideas fundamentales
que tendrían su manifestación más extrema en la Alemania nazi.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Todo este antisemitismo tuvo poco
arraigo en España al menos hasta la guerra civil de 1936-1939.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LA GUERRA DE ÁFRICA Y LOS
SEFARDÍES<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La guerra que sostuvo España
contra el Sultán de Marruecos, en tiempos de Isabel II, con O´Donnell como presidente
del Consejo (1859-1860), tuvo una consecuencia inesperada: el descubrimiento de
los sefardíes por parte de la opinión pública española. A la entrada de nuestras
tropas en Tetuán les salieron a recibir los judíos de la ciudad que vieron con
alivio su presencia pues vivían recluidos en un barrio judío y estaban en una situación
de sometimiento con respecto a los musulmanes de los que frecuentemente
recibían ataques físicos, robos y saqueos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSf8F3Rgxo6Ize97WhC8sIktzyHsLa2tASQ1l01LwlDxEm68Ve0J4FlGyPd5iTqQluso0eowvfOa9rbaGa1Ptq78pVJJehrDT3frMVumJKWIr_TswyUxlmf3WCsEfUvQGvJwio9GWKjrEFOr3gynX6FIrTK24qi6Yx-HaBJVeMs_-5uCrUfN9442xA5s6k/s1152/Plaza%20mayor%20de%20tetuan.Llegada%20ejercito.%20Los%20judios%20salen%20de%20su%20barrio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="964" data-original-width="1152" height="536" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhSf8F3Rgxo6Ize97WhC8sIktzyHsLa2tASQ1l01LwlDxEm68Ve0J4FlGyPd5iTqQluso0eowvfOa9rbaGa1Ptq78pVJJehrDT3frMVumJKWIr_TswyUxlmf3WCsEfUvQGvJwio9GWKjrEFOr3gynX6FIrTK24qi6Yx-HaBJVeMs_-5uCrUfN9442xA5s6k/w640-h536/Plaza%20mayor%20de%20tetuan.Llegada%20ejercito.%20Los%20judios%20salen%20de%20su%20barrio.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Administración española del
momento y la posterior representación diplomática tendieron a considerar a los
judíos como aliados y a protegerlos en la medida de lo posible y, por su parte,
los judíos vieron la conveniencia de aprender español contemporáneo lo que
produjo, a mediados del siglo XIX, “<i>un proceso de rehispanización del
judeoespañol norteafricano, que se consolidaría durante los años del Protectorado
español en Marruecos (1912-1956</i>)”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con motivo de la guerra se
produjo también emigración de judíos de Tetuán hacia otras poblaciones del
norte de África como Tánger, Ceuta o Melilla y aproximadamente unos 5.000 se desplazaron
temporal o definitivamente a España, instalándose en Canarias, Madrid y otras
ciudades de Andalucía, especialmente a Sevilla donde formaron la primera
comunidad judía tras la expulsión (constituida oficialmente en 1913).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LA CAMPAÑA PROSEFARDÍ DE ÁNGEL
PULIDO<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La polémica sobre la libertad de
culto y el caso de los judíos refugiados tras los “pogromos” de Rusia en 1881,
tuvieron un amplio reflejo en la prensa española y en la posición de algunos políticos
liberales, seguidores de Castelar como Joaquín Costa y, especialmente, Ángel
Pulido Fernández, médico y senador quien emprendió una campaña política en
favor de las relaciones entre España y los sefardíes. Ángel Pulido, (1852-1932)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
el paladín de la causa sefardí, conoció en un viaje por el Danubio a Haim
(Enrique) Bejarano, director de una escuela sefardí en Bucarest y de este encuentro
surgió una estrecha amistad que sirvió de acicate para que el senador
emprendiese una campaña política en favor del acercamiento de España a los sefardíes.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La campaña se inició con un
discurso de Pulido en el Senado el 13 de noviembre de 1903 fundado, en buena
parte, en un argumento que luego fue recurrente en toda la corriente del
filosefardismo español: que, si los sefardíes habían conservado como lengua
propia una variedad del español, ello era una prueba de su amor hacia España,
pese a que esta había expulsado a sus antepasados.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitykz2m6N1QCUvwGV9x-ahFP2QRkkX2ZTzLJzbbbyviybWBOw-P5DwAw2WmSGg3JM9fGYTY6kzRb8_eJoSAV5dzsW9dlJ6yzZgtKFSZVf-nkLboy5K8A0NRNQkmkEhZv-RcvoToireTxo6jifZ0NUr1FHQzyw0zPhybsdpc8ts4E8KYeY90omJ4QGcOFcP/s1000/Angel%20pulido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="645" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitykz2m6N1QCUvwGV9x-ahFP2QRkkX2ZTzLJzbbbyviybWBOw-P5DwAw2WmSGg3JM9fGYTY6kzRb8_eJoSAV5dzsW9dlJ6yzZgtKFSZVf-nkLboy5K8A0NRNQkmkEhZv-RcvoToireTxo6jifZ0NUr1FHQzyw0zPhybsdpc8ts4E8KYeY90omJ4QGcOFcP/w258-h400/Angel%20pulido.jpg" width="258" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El impulso principal esta campaña
se la dieron dos libros de Pulido: “<i>Los israelitas españoles y el idioma
castellano</i>” (1904) y “<i>Españoles sin patria y la raza sefardí</i>” (1905)
en los que proponía una serie de acciones a llevar a cabo por el Gobierno y las
instituciones para estrechar lazos con los sefardíes, unas referidas a la lengua
y otras de carácter político -como conceder la nacionalidad española a los
sefardíes que la desearan- y económico. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las repercusiones prácticas de la
campaña de Pulido fueron escasas, pero si consiguió concienciar a la opinión pública
española sobre la existencia de los sefardíes, especialmente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a algunos escritores e intelectuales como Rafael
Cansinos Assens (1882-1964), poeta de vanguardia, perteneciente al movimiento ultraísta,
con probables orígenes judíos, quien participó en la creación, en 1910, de la
Alianza Hispánico-Hebrea, institución inspirada en la campaña de Pulido y
encaminada a estrechar lazos entre España y los sefardíes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Quizás la repercusión más
relevante y duradera de la campaña de Pulido fue el nombramiento de académicos
correspondientes por la Real Academia Española, dirigida por Menéndez Pidal, a
varios intelectuales sefardíes, algo que ya había propuesto Pulido en el Senado
y en sus libros y artículos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La campaña de Pulido dejó también
huella en la mentalidad española y dio origen a lo que se ha llamado
filosefardismo español, una corriente de simpatía e interés por la cultura
sefardí que supuso un cambio de actitud con respecto a los judíos en las
primeras décadas del siglo XX y que perdura hasta la actualidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">CONSTITUCION DE LAS PRIMERAS
COMUNIDADES JUDÍAS ESPAÑOLAS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde la segunda mitad del siglo
XIX parece que ya había judíos en España, en Cádiz, especialmente, y en menor
medida en Barcelona y Madrid Entre 1840 y 1860 emprendedores judíos del sur de
Francia se trasladaron a España para invertir en la industria textil y en los
ferrocarriles. Otros vinieron refugiados de la guerra de África como el médico
e investigador Philip Hauser (1832-1925)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
asentado en Madrid cuyo hijo Enrique Hauser y Neuberger (1866-1943)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
fue ingeniero y profesor de la Escuela de Minas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otros judíos europeos llegaron a
España como el húngaro Enrique Masberger y Klein (1837-1909), relojero, quien,
en asociación con Julio Nelken, un judío alemán, abrió una joyería en la Puerta
del Sol. Nelken, casó con una hija de su socio, Juana Esther, y de esa unión
nacieron la escritora y feminista Margarita Nelken (1894-1968) y la actriz y
dramaturga Magda Donato (1898-1966).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A raíz de la primera guerra
mundial llegaron a España procedentes de Francia, donde eran maltratados,
judíos de la clase acomodada como el médico y escritor Max Nordau (1849-1923) y
Friedrich Aub, uno de cuyos hijos fue el escritor Max Aub (1903-1972).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZnWSW8DrnH0tjSInvLyrg_4Z27KKx18HqvhnRNZj0CAffS5VHy5lAHYCzBo54gHdWl0to7Vl6d98W8varAOGjLKWSjOlG0f_aKq5O_k8SMmhf3PInoo6DHxtZ4zdelL2fpquhN1omigPyEZhhn-szejw_Gk3yxKFwh-sp7bkjaBApaHNYUtT5SPePWfMi/s326/Ignacio%20Bauer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="326" data-original-width="244" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZnWSW8DrnH0tjSInvLyrg_4Z27KKx18HqvhnRNZj0CAffS5VHy5lAHYCzBo54gHdWl0to7Vl6d98W8varAOGjLKWSjOlG0f_aKq5O_k8SMmhf3PInoo6DHxtZ4zdelL2fpquhN1omigPyEZhhn-szejw_Gk3yxKFwh-sp7bkjaBApaHNYUtT5SPePWfMi/w300-h400/Ignacio%20Bauer.jpg" width="300" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otras personalidades judías que
llegaron a España a principios del siglo XX fueron el escritor Máximo José Khan
(1897-1953) que, con el seudónimo de Medina Azahara, publicó artículos en la
Revista de Occidente y en La Gaceta Literaria y el financiero Ignacio Salomon
Bauer (1827-1895), el primero de una saga que ejercieron como representantes en
España de la banca Rostchild. A Ignacio le sucedió su hijo Gustavo Bauer
Morpurgo (1865-1916) diputado y senador del Reino, y a este sus hijos Ignacio (1891-1961)
y Alfredo Bauer Landauer (1893-1956). Ignacio Bauer Landauer, fundador de la
Compañía Americana de Publicaciones (CIAP) fue uno de los grandes impulsores de
la constitución de comunidades judías españolas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otro nombre a unir a los
anteriores, como gran impulsor de comunidades judías en España fue Abraham
Salom Yahuda (1877-1951), sefardí de Jerusalén, que llegó a ocupar una cátedra
de Lengua y Literatura Rabínica en la Universidad Central e Isaac Alcheh
Saporta que visitó España en 1916 como representante de la comunidad sefardí de
Salónica y pudo asistir a la inauguración, en 1917 del llamado Oratorio de la
calle del Príncipe, número 5, la primera sinagoga de Madrid, acondicionada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a expensas de los hermanos Ignacio y Alfredo
Bauer y del banquero Alberto Salzedo. En Barcelona, la primera sinagoga se estableció
en 1919 en un edificio muy céntrico, confluencia de las calles Provenza y
Balmes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Más numerosa y visible que en la España
peninsular era la población sefardí de Marruecos “<i>lo que propició que los
españoles residentes en Marruecos (funcionarios, militares o emigrantes
económicos procedentes de la península) se familiarizasen con la existencia de
judíos y se acostumbrasen a tratar con ellos, cosa que no sucedía en la España
peninsular por el escaso peso demográfico de la población judía”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">DURANTE LA DICTADURA DE PRIMO
DE RIVERA<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8DbbV2Z-kFTfRgEpvLuNaaeEmNxjlDTFNeKTwkL4dKkA3O9KjmlAhSYZp6UgvWz3qHJpHEX-50RVle218CKD4ToeJi0IB2QE2btsXboYHOGOLf8qhhimXsbo_AlgzeMjgDJQvkgihWNJA9t9ckvMWSc4Qihs2Z0ea15C66EquCXHqrL-ZvsVQKzFDL5qP/s872/Primo%202.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="872" data-original-width="755" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8DbbV2Z-kFTfRgEpvLuNaaeEmNxjlDTFNeKTwkL4dKkA3O9KjmlAhSYZp6UgvWz3qHJpHEX-50RVle218CKD4ToeJi0IB2QE2btsXboYHOGOLf8qhhimXsbo_AlgzeMjgDJQvkgihWNJA9t9ckvMWSc4Qihs2Z0ea15C66EquCXHqrL-ZvsVQKzFDL5qP/s320/Primo%202.png" width="277" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante la Dictadura de Primo de
Rivera (1923-1930) se produjo un hecho que afectó a los sefardíes y a su
posibilidad de convertirse en ciudadanos españoles. Esto fue que en el Imperio
otomano estaba vigente desde mediados del siglo XIX un régimen llamado de
capitulaciones consistente en que un súbdito otomano podía obtener la
protección de un Estado extranjero, sin que ello afectase a su nacionalidad de
origen, pero beneficiándose de forma temporal o permanente de las leyes del Estado
que le protegía. Varias naciones, entre ellas España tenían protegidos en el
Imperio Otomano y una parte de estos protegidos eran judíos sefardíes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como consecuencia de las guerras
balcánicas de 1912-1913 muchos judíos huyeron a Estambul y solicitaron la
protección del Consulado de España. Lo mismo sucedió en Salónica, arrojando una
cifra de 330 familias sefardíes en Estambul y 310 en Salónica, en total unas
2.600 personas que venían a añadirse a las ya protegidas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1923, el Tratado de Lausana
puso fin a este régimen de capitulaciones y entonces la Dictadura de Primo de
Rivera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>publicó un real decreto de 20 de
diciembre de 1924 que establecía un plazo improrrogable de seis años para que
los antiguos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>protegidos españoles o sus
descendientes y en general individuos de familias<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de origen español inscritas alguna vez en
registros españoles pudieran solicitar la nacionalidad de manera individual
ante los cónsules y agentes honorarios españoles en sus respectivos países, lo
que venía a significar la posibilidad, por vez primera en la historia, de conceder
la nacionalidad española a los sefardíes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo, bien por
desconocimiento o por falta de interés, no pasaron de 3.000 personas las que
pudieron beneficiarse de este real decreto. Muchas de ellas pudieron luego huir
y salvar la vida, acogiéndose a la nacionalidad española, durante los regímenes
filonazis en varios países balcánicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">EN LA II REPUBLICA<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBYc8W_oQDR_In0CgFx3XHFlV9nkROGx48_8l_1MZ6wFP5p5dFdA26NTtYB5VWAJpzhppkmv5jwfskSc7XIFAJolMQAJJnS-Ep4VFXZNpjW_-zDQn8RNiM7Qa-bD17L1MZIfwjQz2-yI2jSWBg5qSdPsyDSiV2nW7L-o_OJmw-OyJsdAdD5BZ74_J9lx7y/s768/II%20Republica.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="569" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBYc8W_oQDR_In0CgFx3XHFlV9nkROGx48_8l_1MZ6wFP5p5dFdA26NTtYB5VWAJpzhppkmv5jwfskSc7XIFAJolMQAJJnS-Ep4VFXZNpjW_-zDQn8RNiM7Qa-bD17L1MZIfwjQz2-yI2jSWBg5qSdPsyDSiV2nW7L-o_OJmw-OyJsdAdD5BZ74_J9lx7y/s320/II%20Republica.jpg" width="237" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La proclamación de la II
República (1931) fue acogida favorablemente por los escasos judíos que entonces
vivían en España. Muchos miembros del nuevo Gobierno republicano
(Alcalá-Zamora, Miguel Maura, Lerroux, Fernando de los Ríos, Azaña…) habían
mostrado actitudes filo judías en tiempos de la monarquía. La primera medida
que favoreció a los judíos españoles fue la Constitución de 1931 que declaró la
no confesionalidad del Estado y la libertad de cultos. El primer Gobierno
republicano llegó a plantearse la derogación expresa del decreto de expulsión
de 1492 y el desarrollo de una ley que facilitase el retorno a España de las
personas de origen español residentes en otros países, lo que afectaba
directamente a los sefardíes, sin embargo, las resistencias de los sectores
conservadores en el interior y en el plano internacional la oposición de
Francia y los Estados balcánicos hizo que esta intención no prosperara.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El 29 de abril de 1931 se publicó
un decreto por el que se facilitaba la obtención de la nacionalidad española
por vecindad para nacionales de los países hispanoamericanos y naturales de la
zona marroquí del Protectorado. Esto último beneficiaba a los sefardíes del
Protectorado que por estar bajo administración española podían trasladarse
libremente a España y solicitar la nacionalidad en el plazo de dos años. Este decreto
no llegó a desarrollarse formalmente, pero los representantes diplomáticos
españoles en el extranjero recibieron instrucciones al respecto. En el mismo
sentido, algunos diplomáticos comisionados por el Ministerio de Estado, como
Agustín de Foxá y José María Doussinague realizaron informes favorables a la
concesión de la nacionalidad española a los sefardíes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tras las leyes raciales de la
Alemania nazi, casi 3.000 judíos alemanes y polacos se refugiaron en Barcelona
y unos 500 en Madrid. Sin embargo, el Gobierno no implementó medidas de acogida
específicas para ellos y muchos acabaron emigrando a Hispanoamérica o a
Palestina.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">DURANTE LA GUERRA CIVIL</span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEcmuMZw3bnjlho_QGkFAcnN3SY8n6If1UTHX5w90jyZAiSt5pZGGfUpPZmDSPet4dY06vDJ1T3rEKDZmg0krkixL_yOQaWNDy3Oqn7VlX7E_XX57J7a2ehzfCipxklpsu79gas0WoFI7EpzgSuJFyXfXxalxpAVpgsylbcR8E_327AwuGkf13d6rI2msh/s1280/Compa%C3%B1ia%20Botwin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="548" data-original-width="1280" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEcmuMZw3bnjlho_QGkFAcnN3SY8n6If1UTHX5w90jyZAiSt5pZGGfUpPZmDSPet4dY06vDJ1T3rEKDZmg0krkixL_yOQaWNDy3Oqn7VlX7E_XX57J7a2ehzfCipxklpsu79gas0WoFI7EpzgSuJFyXfXxalxpAVpgsylbcR8E_327AwuGkf13d6rI2msh/w640-h274/Compa%C3%B1ia%20Botwin.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Compañía Botwin</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El golpe de Estado del 18 de julio
de 1936 y la consecuente guerra civil suscitaron la solidaridad de los judíos
de todo el mundo con la causa de la II República. Voluntarios judíos de toda
Europa, de América y de Palestina vinieron a España para luchar en el frente.
En las Brigadas Internacionales hubo un alto porcentaje de judíos, calculado en
un 15%. Incluso en 1937 se formó la llamada compañía Botwin<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
compuesta exclusivamente de judíos. Esta compañía quedó deshecha tras la
batalla del Ebro y los supervivientes fueron fusilados por el bando sublevado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la España de Franco,
entretanto, cundió la idea de la conspiración judeo-masónica que presentaba a los
judíos como aliados, a la vez, del comunismo, del capitalismo y de la
masonería. Sin embargo- escribe la autora del libro que estamos resumiendo- “<i>sería
una simplificación dar por supuesto que en la Guerra Civil todos los judíos
estuvieron a favor de la República y todos los antijudíos en el bando
autodenominado nacional, ya que la situación fue mucho más compleja”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otro asunto interesante y
debatido es la actitud de los judíos del Protectorado de Marruecos y su ayuda
al bando sublevado. Tanto las comunidades judías como muchos de sus miembros a
título individual contribuyeron a los gastos derivados de la guerra en
supuestas aportaciones voluntarias e incluso el edificio del Casino Israelita
de Tetuán fue cedido “voluntariamente” a Falange Española.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al terminar la guerra, las
comunidades judías peninsulares prácticamente habían desaparecido; solo en
Barcelona quedaron unos 500 judíos en su mayor parte artesanos, comerciantes y
vendedores ambulantes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">FRANCO Y LOS JUDÍOS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La política de la dictadura franquista
con respecto a los judíos, nos dice la autora de este libro, fue contradictoria
y aparentemente arbitraria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El discurso sobre la conspiración
judeomasónica se difundió ampliamente a través de las arengas políticas, la
predicación de la Iglesia católica y los medios de comunicación de la España
peninsular mientras tuvo escaso eco en el Protectorado español de Marruecos
donde el régimen toleraba la existencia de comunidades judías (la población
judía en el Protectorado, según el censo de 1940, ascendía a 14.730, el 1,5% de
la población total).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al terminar la Guerra Civil en la
España peninsular las comunidades judías habían quedado desmanteladas y como para
ser inscrito en el Registro Civil había que estar bautizado, varias familias
judías de las pocas que quedaron en España hubieron de convertirse al
catolicismo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otra cuestión es la actitud de la
dictadura franquista con respecto a los judíos perseguidos por el nazismo. El
régimen franquista no desarrolló una política sistemática de detenciones y
deportaciones de judíos para entregarlos a los nazis, pero si aplicó medidas
discriminatorias contra ellos. La Dirección General de Seguridad del Ministerio
del Interior creó en 1941 un Archivo Judaico en el que registró a todos los
judíos españoles y extranjeros residentes en el país [<i>¿con que intención?,
me pregunto</i>].<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Un asunto muy debatido es el de la
acción exterior española con respecto a la salvación de los judíos perseguidos
por el nazismo. <i>“El régimen franquista no tuvo una política clara y sistemática
con respecto al asunto ni dio directrices específicas a sus representantes
diplomáticos, que se vieron obligados a improvisar sobre la marcha, con
frecuencia recibiendo instrucciones contradictorias o simplemente el silencio
por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo, analizando los
hechos, se pueden percibir algunas líneas maestras de la actitud de la
dictadura con respecto a los judíos perseguidos. En primer lugar, España no se
ofreció nunca como tierra de asilo, sino, en el mejor de los casos, como tierra
de paso. Otra de sus características fue que no se admitía a todos los
solicitantes de una vez, sino por cupos, de manera que no se permitía entrar a
un nuevo grupo de refugiados hasta tanto el anterior no hubiera abandonado el
país, lo que hizo más lento el salvamento de los huidos. Pese a tales
cortapisas, es cierto que, a través de España, judíos huidos del nazismo, menos
de los que habrían podido salvarse, pudieron emigrar a otros países,
especialmente a Hispanoamérica. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Caso distinto es el de los
sefardíes que habían obtenido la nacionalidad española, conforme al decreto de
Primo de Rivera de 1924. Estos eran legalmente españoles y les asistía el
derecho de refugiarse en España, pero tampoco se les ofrecieron muchas
facilidades y además se les aplicó la política de cupos, de manera que no se admitía
la entrada de un nuevo contingente hasta que el anterior no hubiera abandonado
España. Los sefardíes fueron llegando con cuentagotas y muchos no consiguieron
salvarse.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrtUY6jDEoaHogVS-etW3YnXMr4k5INAaClCf0tWVa20f7ELkYM8d2Gvc4oEdSoJwFRB7OCSrHpC8igT0bxqTbBbf0POJ03jnkNnIjXC0L935rcwwch_HMNhGNSe3FbOQKnNNXeX_Jda30lu660cJnZFxRpNglU1tJ93H0ztN-R1RYcXWvJhevb7WVrJdB/s421/Sanz%20Briz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="421" data-original-width="318" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrtUY6jDEoaHogVS-etW3YnXMr4k5INAaClCf0tWVa20f7ELkYM8d2Gvc4oEdSoJwFRB7OCSrHpC8igT0bxqTbBbf0POJ03jnkNnIjXC0L935rcwwch_HMNhGNSe3FbOQKnNNXeX_Jda30lu660cJnZFxRpNglU1tJ93H0ztN-R1RYcXWvJhevb7WVrJdB/w303-h400/Sanz%20Briz.jpg" width="303" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b>Ángel Sanz Briz</b></td></tr></tbody></table><b><br /></b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La mayor parte de los sefardíes
que se salvaron lo fueron gracias a la iniciativa individual de diplomáticos
españoles que actuaron por razones humanitarias, a veces llegando a falsificar
visados, engañando a las autoridades nazis, haciendo pasar por sefardíes
nacionalizados a quienes ni siquiera eran sefardíes, poniendo en riesgo su
carrera diplomática, si no su propia vida, y con poco o nulo apoyo de sus
superiores del Ministerio de Asuntos Exteriores. Merecen ser mencionados
Bernardo Rolland de Miota , cónsul general en Paris; Eduardo Gasset y Díez de
Ulzurrun, cónsul y encargado de negocios en Atenas y Sofía; Julio Palencia Tubau,
encargado de negocios en Bulgaria; Sebastián de Romero Radigales, cónsul
general en Grecia<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>; Ginés
Vidal, embajador en Berlín; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alejandro
Pons Bofill , vicecónsul honorario en Niza y el más conocido de todos ellos, Ángel
Sanz Briz, llamado el Ángel de Budapest que logró salvar de las garras del
nazismo a unos 3.500 judíos.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El número de judíos salvados del Holocausto por la intervención española es
difícil de establecer. Se ha estimado que unos 30.000 judíos pudieron salvarse
pasando de Francia a España y que la cifra de sefardíes que se salvaron
alegando tener nacionalidad española pudiera estar en torno a unos 4.000.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De otra parte, los servicios diplomáticos
españoles intervinieron al menos dos veces en la evacuación de sefardíes
residentes en Egipto. La primera en 1956, a raíz de la crisis del Canal de Suez
y la segunda en 1967 durante la guerra de los Seis Días. En ambos casos los judíos
de Egipto sufrieron persecuciones y algunos de ellos pudieron salir del país
mediante la intervención española.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Un hecho sorprendente, dado el
contexto internacional, fue la creación en 1941, del Instituto Arias Montano de
Estudios Hebraicos y de Oriente Próximo, dentro del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, fundado por el historiador de los judíos Francisco
Cantera Burgos y el hebraísta y arabista José María Millás Vallicrosa. El
Instituto empezó a publicar ese mismo año la revista “Sefarad” dedicada a los estudios
hebreos y judíos y de Oriente Próximo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A finales de los años cincuenta y
principios de los sesenta empezaron a desarrollarse los estudios sobre la
cultura de la diáspora sefardí. En 1963 se creó el Instituto de Estudios
Sefardíes<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
dirigido por el investigador sefardí español Iacob. M. Hassan, que organizó en
1964 el Primer Simposio de Estudios Sefardíes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1956 tuvo lugar la
independencia de Marruecos y la mayoría de los judíos allí residentes emigraron;
algunos, la mayoría de origen sefardí, lo hicieron a España donde engrosaron
las comunidades judías ya existentes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Ley de Asociaciones de 1964
permitió acogerse a la misma y así legalizar las comunidades judías de Madrid y
Barcelona que unidas crearon el Consejo Comunal Israelita. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El Concilio Ecuménico II,
celebrado en Roma entre 1962 y 1965, produjo un movimiento hacia el diálogo
interreligioso con otras confesiones no cristianas, entre ellas el judaísmo.
Una de las acciones que se realizaron en España en esa dirección fue la creación
en 1961 de la Amistad Judeo-Cristiana fundado por un grupo de religiosas y sacerdotes
interesados en promover un acercamiento entre cristianos y judíos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1967, por influjo del Concilio
Ecuménico II, se aprobó en España la Ley de Libertad Religiosa en la que
manteniendo oficial la religión católica, se establecía un marco de tolerancia
para otras religiones, Al amparo de esa ley se legalizaron varias comunidades
judías y en 1968 se inauguró la sinagoga de Madrid, construida de nueva planta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LOS JUDÍOS EN ESPAÑA DESDE LA
TRANSICIÓN HASTA HOY<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Constitución española de 1978
garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las
comunidades y en virtud de ese principio constitucional se aprobó en 1980 la
nueva Ley de Libertad Religiosa, A partir de entonces se sucedieron muchos
hechos que afectaron a los judíos en España y a la actitud de los españoles
para con los judíos y el judaísmo. Señalamos los principales:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->1986. Establecimiento de las relaciones
diplomáticas con Israel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->1990. Concesión del Premio Príncipe de Asturias
a las comunidades sefardíes dispersas por el mundo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->1992. Declaración del judaísmo como “confesión
de alto arraigo” en España.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->1992. Visita de los Reyes de España a la Sinagoga
Beth Yaacov de Madrid. Ali el Rey Juan Carlos I reconoció en un discurso que la
cultura judía es “<i>un aspecto fundamental demuestra historia y nuestra
identidad cultural</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->1995. Fundación de la Red de Juderías Españolas Caminos
de Sefarad.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyY8yqKBjqYNqPAI77WLvQIl4sJiMMHh4IJ6e6SCP9uvXGHgFJ60GGDreCIdAFApe3CCBpMZxun7R0P3pcuhtOnwd2wqy5q_PrK0Sgg7q2pw237RBYcK4UEuFWW7KGM2O4TEjYFPsXPzRn6YqZlRFmphwzHDOozkd2lQmZOmAR_XB_OFVS2NGX0l_UEh7-/s600/Red%20juderias.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="149" data-original-width="600" height="79" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjyY8yqKBjqYNqPAI77WLvQIl4sJiMMHh4IJ6e6SCP9uvXGHgFJ60GGDreCIdAFApe3CCBpMZxun7R0P3pcuhtOnwd2wqy5q_PrK0Sgg7q2pw237RBYcK4UEuFWW7KGM2O4TEjYFPsXPzRn6YqZlRFmphwzHDOozkd2lQmZOmAR_XB_OFVS2NGX0l_UEh7-/s320/Red%20juderias.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->2006. Creación en Madrid del Centro
Sefarad-Israel.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->2018. Creación de la Academia Nacional del
Judeoespañol correspondiente de la Real Academia Española<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 38.65pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->2020. Constitución del Academia del Judeoespañol
(o del Ladino)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la actualidad hay en España más
de 40.000, agrupados en 14 comunidades que mantienen a su propia costa una serie
de actividades y servicios como sinagogas (hay 30 en España) o colegios. La
mayor parte de estas comunidades se agrupan en la Federación de Comunidades Israelitas
de España.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 2015 se aprobó La Ley en
materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de
España. Pese las dificultades procedimentales de dicha Ley, más de 150.000
personas solicitaron la nacionalidad que obtuvieron más de 40.000. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">“La mayoría de los que
obtuvieron la nacionalidad no tenían intención de trasladarse a vivir a España.
De sus testimonios recogidos en varios libros recientes, se deduce que su
solicitud estaba motivada más por razones identitarias, afectivas o
sentimentales, por un deseo de obtener justicia reparativa del país que expulsó
a sus antepasados o por las ventajas que podrían derivarse de la posesión de la
nacionalidad de un país de la Unión Europea, cuando esta era compatible con la
conservación deus nacionalidad de origen”.</span><o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: "Agency FB",sans-serif;"><span style="font-size: large;">Hasta
aquí el resumen, casi trascripción en muchos de sus párrafos, del interesante
libro de Paloma Díaz-Mas “<b>Breve Historia de los Judíos en España</b>” que ha
recibido numerosas críticas elogiosas: “Su libro es excelente” (Luis María
Ansón. El Cultural 17.11.2023). Solo me queda recomendar la lectura completa de
este libro y, mientras tanto, acercar a los lectores este pequeño resumen hecho
con la mejor voluntad e intención.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Febrero de 2024<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
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<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase la
biografía de Ángel Pulido Fernández, circunscrita casi exclusivamente a su
labor como médico en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/24734/angel-pulido-fernandez">Ángel Pulido
Fernández | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Felipe_Hauser_y_Kobler">Felipe Hauser y Kobler - Wikipedia, la enciclopedia
libre</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Enrique_Hauser">Enrique Hauser - Wikipedia, la enciclopedia libre</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Nombre
elegido en homenaje a Naftalí Botwin, judío polaco comunista muerto por la
policía política polaca en 1925<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografíe en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/120270/sebastian-de-romero-radigales">Sebastián de Romero Radigales | Real Academia de la
Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/55303/angel-sanz-y-briz">Ángel Sanz y Briz | Real Academia de la Historia
(rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A%203.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En 1967
el Instituto de Estudios Sefardíes se integró en el Instituto Arias Montano del
CSIC.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div><br /><p></p>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-639828946517373072024-02-13T08:26:00.000-08:002024-02-28T08:22:56.255-08:00Breve historia de los judíos en España, de Paloma Díaz-Mas (segunda parte)<p> </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtbial21JSGPld8xZgGBdKc4llRdNL-n2W7noRvWBH2vCysSezljM-j_sxOMpYIJuY5fK4tUHxmFei4CdgRzIWEOPr1vEbda1T7WNc-8TnRgvdtZld8ChWryQfrszbPP2A_OybBgBgCSomrPClwLb3mTzEIQ3nNenCK8newKSFheU78eps7yJAGxL1v8Ab/s1200/Libro.webp" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtbial21JSGPld8xZgGBdKc4llRdNL-n2W7noRvWBH2vCysSezljM-j_sxOMpYIJuY5fK4tUHxmFei4CdgRzIWEOPr1vEbda1T7WNc-8TnRgvdtZld8ChWryQfrszbPP2A_OybBgBgCSomrPClwLb3mTzEIQ3nNenCK8newKSFheU78eps7yJAGxL1v8Ab/w640-h426/Libro.webp" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr></tbody></table><br /><p></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><b>Entrega anterior: </b><a href="https://manuelblascinco.blogspot.com/2024/01/breve-historia-de-los-judios-en-espana.html">Breve
Historia de los Judíos en España, de Paloma Díaz-Mas (1º parte) | Manuelblas.
Historia y personajes (manuelblascinco.blogspot.com)</a><b><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal"><b><span style="font-size: x-large;">El siglo XIII<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El siglo XIII fue, en general, un
periodo de prosperidad en los reinos cristianos debido a los avances en las
conquistas a los musulmanes. Ello condujo a un periodo de estabilidad política,
a un mayor desarrollo de las ciudades y a una mejora de las comunicaciones y
del comercio con el consecuente crecimiento económico.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De este crecimiento económico se
beneficiaron también los judíos que vivían en los reinos peninsulares. Hubo
judíos que contribuyeron con sus préstamos a financiar las conquistas
cristianas y a cambio los reyes solían conceder a estos financieros judíos la
recaudación de impuestos lo que les reportaba importantes beneficios y un poder
sobre los cristianos que les suscitaba el rechazo de parte de esa población <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Esta nueva situación contribuyó a
formar un nuevo antijudaísmo distinto del religioso tradicional: el
antijudaísmo económico “<i>ya que la población que pagaba impuestos (los
pecheros) empezaron a ver a los judíos como inflexibles recaudadoras y
prestamistas</i>”. De ese antijudaísmo participaron también los recaudadores de
impuestos y prestamistas cristianos competidores de los judíos en tales
actividades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las comunidades judías se
multiplicaron en los distintos reinos cristianos, si bien el número de judíos
no debió superar el 5% de la población total. De las juderías de Castilla, la
más importante era la de Toledo donde en el siglo XIII vivían unas cuatro o
cinco mil personas. En otras ciudades, Burgos, Sevilla, había comunidades más
pequeñas<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el siglo XIII la mayoría de
los judíos vivían en el medio urbano donde se ganaban la vida como artesanos y
comerciantes modestos, aunque también había algunas elites de hombres ricos
algunos de los cuales alcanzaron también poder político al servicio de los
reyes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dada la presencia de judíos en la
sociedad, se desarrolló también una legislación cristiana con respecto a ellos.
En el reino de Castilla los dos documentos legales más importantes que
contienen disposiciones sobre los judíos fueron el Fuero Real (a partir de
1255) y las Siete Partidas, especialmente este corpus normativo redactado entre
1265-1266 por un “equipo” de juristas bajo la dirección del propio rey Alfonso
X, el Sabio.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFS-6txTKKmnozxx8v93_cRtRypT3V-LkOwlQ7PIBOvFnuItJNjGA-468QGzgixgr13eMY9LqhS71lVxN33LNDdu4GVz0SJyOjRxJ1C6xWZfbwASsOVthTh9r9NOeMBRLGUs9uaShfvL9aYF34JJC5xAQ21doEifaAPfsgtM2dRoX7_tvn7tpc5b66aAQB/s450/Siete%20Partidas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="393" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFS-6txTKKmnozxx8v93_cRtRypT3V-LkOwlQ7PIBOvFnuItJNjGA-468QGzgixgr13eMY9LqhS71lVxN33LNDdu4GVz0SJyOjRxJ1C6xWZfbwASsOVthTh9r9NOeMBRLGUs9uaShfvL9aYF34JJC5xAQ21doEifaAPfsgtM2dRoX7_tvn7tpc5b66aAQB/w349-h400/Siete%20Partidas.jpg" width="349" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El titulo 24 de las Siete
Partidas se dedica especialmente a los judíos y refleja muy bien algunos
aspectos de la mentalidad de la época y de la actitud del hacia los judíos. La
ley parte de la base de la superioridad de los cristianos sobre los judíos y
así sanciona la prohibición (varias veces incumplida) de que los judíos
tuviesen oficio público que pudiese apremiar a ningún cristiano.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>También se les prohibía tener siervos
cristianos y si los tuviesen estaban obligados a darles la libertad. Aquellos
judíos que tuviesen relaciones sexuales con cristianas, tenían la misma pena
que la establecida para los adúlteros, es decir la condena a muerte. Sin
embargo, se acepta plenamente que los judíos puedan vivir entre los cristianos,
practicar su religión y tener sinagogas. Por otra parte, se establece que los
pleitos entre judíos y cristianos sean juzgados por los tribunales cristianos
locales (los pleitos entre judíos los juzgaban tribunales judíos).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Partida Séptima prohíbe que
los judíos hagan proselitismo entre los cristianos, pero también condena las
conversiones forzosas de judíos: si un judío se convierte al cristianismo debe
ser por su propia voluntad y también se legisla que estos conversos no han de
ser discriminados, ni ellos ni sus descendientes por razón de su origen (esto
ya no sucederá a partir del siglo XV).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Alfonso X contó con colaboradores
judíos para la elaboración de sus obras científicas y filosóficas y para la
traducción de estas del árabe al latín en la llamada Escuela de Traductores de
Toledo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el aspecto religioso es de
señalar el cultivo que alcanzó en la península ibérica la cábala, la mística
judía, que se desarrolló especialmente en la Corona de Aragón, (Gerona) donde
se produjo una gran polémica en las comunidades judías entre cabalistas y
seguidores de Maimónides. Además, en esta época (1263) se produjo la llamada
disputa de Barcelona entre cristianos y judíos organizada por Raimundo de
Peñafort y cuyo objetivo era demostrar la verdad del cristianismo y la falsedad
del judaísmo utilizando los textos sagrados judíos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">POLEMICAS Y CAMPAÑAS
ANTIJUDÍAS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El siglo XIV fue una época conflictiva
en la península ibérica, al igual que en toda Europa. Una serie de
acontecimientos se concatenaron para provocar la quiebra de la convivencia
entre cristianos y judíos, que desembocó en la oleada de asaltos a las juderías
y en las conversiones forzadas de 1391, que marca un antes y un después en la
existencia de los judíos peninsulares.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbtZMsR8Su0qcdAdMnTld37Cxqqmbz0UDUwXLx2Km_1OA1eJSWy9VaRGvu8YymxLuvt52f1w-SigSPT0ImuCEi2t3LF1oR7MZD58JQx_8mBmzqR7q8VV7YFU3SYqrTyZaPuLq5F3c-KnblvHQSm-hbQE7Zqgdte8TH9-i8RuaWsyYzCPODwQddNneV1iIo/s1200/Peste%20negra.webp" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="1200" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbtZMsR8Su0qcdAdMnTld37Cxqqmbz0UDUwXLx2Km_1OA1eJSWy9VaRGvu8YymxLuvt52f1w-SigSPT0ImuCEi2t3LF1oR7MZD58JQx_8mBmzqR7q8VV7YFU3SYqrTyZaPuLq5F3c-KnblvHQSm-hbQE7Zqgdte8TH9-i8RuaWsyYzCPODwQddNneV1iIo/w400-h300/Peste%20negra.webp" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los judíos se convirtieron en los
chivos expiatorios de los males colectivos. Así, por ejemplo, se les acusó de
provocar la peste negra, que provocó la muerte de un tercio de la población
europea, envenenando pozos y fuentes, calumnia que, nacida en Centroeuropa, se
difundió en la península ibérica, sobre todo en la Corona de Aragón.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las disensiones internas también
alimentaron el odio hacia los judíos. Durante la guerra fratricida entre Pedro
I, que tenía buenas relaciones con los judíos, y su hermanastro Enrique, hubo
frecuentes asaltos a juderías y vencedor este último, Enrique II, confiscó y
vendió en subasta los bienes de los judíos que tenían deudas y concedió una
moratoria a las “deudas judiegas”, aquellas que tenían los cristianos con
prestamistas judíos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el siglo XIV se produjeron
además algunos escándalos provocados por los propios judíos que, unidos a la
práctica por parte de algunos de actividades impopulares como la recaudación de
impuestos reales o la usura en tiempos de crisis fomentaron los sentimientos
antijudíos fomentados por las predicaciones antijudías de dominicos y
franciscanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A finales del siglo XIV todas
estas circunstancias desembocaron asaltos a juderías, saqueos y matanzas que
cambiaron radicalmente la situación de los judíos en los reinos cristianos
peninsulares. Se trató de una onda expansiva que se inició en Sevilla y fue
ascendiendo por la Corona de Castilla y el reino de Aragón hasta llegar al
norte de la península y hasta Mallorca. Desaparecieron comunidades importantes
como la de Barcelona y Valencia y la comunidad de Toledo, la mayor de la
península, quedo reducida a unas cuarenta familias.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKBvRIMkgLF7fH3BlJaTp8b95Z39TxzLG1PxMEu8ZPnEo5pyUwSPgCz6CciBtqEd1RQa9RL-OxjJKt8NttC6gwiXd2Drpa3_aRSkgjhJCHq7AsRMzBVt91q4SZoqRcv_nhI2VYtlO-s7n7dL0jOEz_AooYZAUtCTMvULbGNzmlIbo78XojSIl55DPQJfYt/s480/Sinagoga.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="329" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKBvRIMkgLF7fH3BlJaTp8b95Z39TxzLG1PxMEu8ZPnEo5pyUwSPgCz6CciBtqEd1RQa9RL-OxjJKt8NttC6gwiXd2Drpa3_aRSkgjhJCHq7AsRMzBVt91q4SZoqRcv_nhI2VYtlO-s7n7dL0jOEz_AooYZAUtCTMvULbGNzmlIbo78XojSIl55DPQJfYt/w438-h640/Sinagoga.jpg" width="438" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otra consecuencia de esta ola
antijudía, además de los robos, los saqueos, las muertes, la destrucción de
sinagogas y la práctica desaparición de varias aljamas importantes, fueron las
conversiones masivas al cristianismo forzadas por la violencia física y el
miedo. Esto hizo que muchas conversiones forzosas para salvar la vida no fueran
sinceras y que los así conversos (criptojudíos) siguieran practicando a
escondidas su antigua religión o que un siglo más tarde será percibido como un
problema religioso, social y político que, como veremos, llevara primero al
establecimiento de la Inquisición y luego a la expulsión de los judíos en 1492.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoB2a2TLcufWczVuolSFadhUZRld68jmhIaO_ECjHIsnUuSQkxYgijsFspLQPGBk15Ptm9MUp_4PPq7lJg62guR1Z_hs6_nh5-Ue03NZ4gjJ-FsUpy-YVtSq6PHgojE3UlXHTa488RPaM6e3JH2DYMViOJ-NhkD_LFB11RuOtejGylC-2aFl-cn4AgA74A/s852/Ni%C3%B1o%20La%20Guardia.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="852" data-original-width="687" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjoB2a2TLcufWczVuolSFadhUZRld68jmhIaO_ECjHIsnUuSQkxYgijsFspLQPGBk15Ptm9MUp_4PPq7lJg62guR1Z_hs6_nh5-Ue03NZ4gjJ-FsUpy-YVtSq6PHgojE3UlXHTa488RPaM6e3JH2DYMViOJ-NhkD_LFB11RuOtejGylC-2aFl-cn4AgA74A/w323-h400/Ni%C3%B1o%20La%20Guardia.jpg" width="323" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Catedral de Toledo. Claustro. Bayeu. Santo Niño de La Guardia</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con respecto al judaísmo, además
de las tradicionales acusaciones de deicidio y la hostilidad social hacia los
judíos se difundieron por toda Europa leyendas calumniosas contra ellos, acusándoles
de envenenar las aguas, robar hostias consagradas para profanarlas, o raptar
niños cristianos para reproducir en ellos la pasión de Cristo o utilizar su
sangre para amasar el pan ázimo que se consumen la Pascua judía. En España se difundieron
al menos tres leyendas de este tipo de crimen ritual: la de Dominguito del Val,
la del niño de Sepúlveda y la del santo niño de La Guardia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">EL IMPACTO DE 1391 EN LA VIDA
INTELECTUAL Y RELIGIOSA DE LAS JUDERÍAS<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pese al impacto de la peste negra,
las juderías peninsulares siguieron teniendo actividad económica religiosa y
cultural durante el siglo XIV. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una de
las obras principales escritas en castellano por un judío fueron los
“Proverbios morales” un largo poema sapiencial dedicado al rey Pedro I por Sem
Tob, judío de Carrión.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPUOP4gsBZxKiqB6TLRQfdf0DGVOcgzo6_SROdmC-kd50_JAsZK23FblwTlb4XjWf6nYUn4-gYLRQ2aJ0UPKI43dlmecSQsj6XXzA94xPwM45zPy-cQaXlPlsOunHsT3pv36fUdYW6wkEedTD2XPZ6jFf4Yw3bo4ErahBPfYX1J2Aig4c4OJ_STQklY2EX/s300/Sem%20Tob.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="184" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPUOP4gsBZxKiqB6TLRQfdf0DGVOcgzo6_SROdmC-kd50_JAsZK23FblwTlb4XjWf6nYUn4-gYLRQ2aJ0UPKI43dlmecSQsj6XXzA94xPwM45zPy-cQaXlPlsOunHsT3pv36fUdYW6wkEedTD2XPZ6jFf4Yw3bo4ErahBPfYX1J2Aig4c4OJ_STQklY2EX/w393-h640/Sem%20Tob.jpg" width="393" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En Castilla, el golpe de los
asaltos a las juderías de 1391 destruyó en gran parte esa vida cultural. Las
matanzas y conversiones forzosas afectaron al conjunto de la población judía,
incluidos varios científicos, intelectuales y cortesanos judíos relevantes. Lo
mismo sucedió en la Corona de Aragón donde el rey Pedro IV el ceremonioso había
promovido la astronomía, la cartografía y la medicina contando con
colaboradores judíos, muchos de los cuales fueron víctimas del odio antijudío. A
lo anterior vino a sumarse otro acontecimiento que laminó las comunidades
judías de la Corona de Aragón: la llamada disputa de Tortosa, una serie de
sesiones de adoctrinamiento promovidas por el papa Benedicto XIII, como
consecuencia de la cual se produjeron numerosas conversiones y la quema de
libros judíos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1499 se produjo en Toledo un
hecho relevante por su propia naturaleza y por las consecuencias que luego
implicaría: el Condestable don Álvaro de Luna impuso a la ciudad un impuesto
especial y encargó de su recaudación a un converso, Luis de Cota. Se produjo
una revuelta popular contra el Condestable a cuya cabeza se puso el alcaide del
Alcázar Pedro Sarmiento y los amotinados quemaron la casa de Cota y la de otros
conversos. Pedro Sarmiento promulgó una sentencia-estatuto por la que se
excluía a los conversos de cualquier cargo público y que fue el precedente de la
práctica de los estatutos de limpieza de sangre que la Inquisición impulsó a
partir de 1482 y que se extendió hasta el siglo XVIII, que vedaban a los
conversos y a sus descendientes el acceso a los cargos públicos, el ingreso en
determinadas órdenes religiosas y en algunas universidades y la emigración al
Nuevo Mundo. Para todas estas actividades era necesario demostrar con
documentos y con testigos, la limpieza de sangre, es decir que no se descendía
de conversos judíos o musulmanes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LA ÉPOCA DE LOS REYES
CATÓLICOS Y LA EXPULSIÓN <o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDLbxftw84FbvaRb6r8t5YteK7QxB-RwHcpsT6trPgV0uajV2E2hH3jPu3AqCkJWq2QHWFQo74F7LdEpjS4VX7RUZUDd1oH_TCF3lxTxH9Xkt4ekp_crcQ1xI-fmbOW6kqC-0B2z-GVqFC-fu7zPBKFeigYiOhLAKOFd3AqS2gGp3s1MgYkhxvyeezcbG6/s915/Reyes%20catolicos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="375" data-original-width="915" height="262" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhDLbxftw84FbvaRb6r8t5YteK7QxB-RwHcpsT6trPgV0uajV2E2hH3jPu3AqCkJWq2QHWFQo74F7LdEpjS4VX7RUZUDd1oH_TCF3lxTxH9Xkt4ekp_crcQ1xI-fmbOW6kqC-0B2z-GVqFC-fu7zPBKFeigYiOhLAKOFd3AqS2gGp3s1MgYkhxvyeezcbG6/w640-h262/Reyes%20catolicos.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como los anteriores reyes, los
Reyes Católicos, Isabel de Castilla y Fernando de Aragón tuvieron judíos en su
entorno cortesano. Uno de los más importantes fue Abraham Seneor<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que procedía de una familia de cortesanos judíos dedicados a la administración
tanto en Castilla como en Portugal. Ya durante el reinado de Enrique IV fue
recaudador de impuestos y alguacil mayor de la aljama de Segovia, apoyando decididamente
a Isabel en sus pretensiones al trono por lo que, tras la coronación de esta,
fue nombrado “rab” mayor de Castilla y consejero de la reina. Otros varios
conversos, sobre todo aragoneses, formaron parte de la corte de los Reyes
Católicos como los secretarios reales Juan Lope de Conchillos<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
Miguel Pérez de Almazán<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
o Juan de Coloma<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>; entre los
castellanos, el secretario real, cronista y escritor Hernando de Pulgar<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y el gobernador de Segovia Andrés de Cabrera<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
quien fuera ennoblecido por Isabel I con el marquesado de Moya y que, con su
esposa, Beatriz de Bobadilla<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
se integró con gran predicamento en la corte de los Reyes Católicos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIZiQ_fGbP8hKY4QnGngi9u25vMnTVJLNdNzUk9Z8vxTnKw9waqbbyQ99kj3y37A4b2rgu_-HJ71NqwCyqy0XgFXAunQljwi6uzldWQ5VMHTB6YDn39FEmBhmZmLN5KQlgVHRLf4NcBVqeFoLe4zeWOBzrNiBmduC-T6sJoH65fQdB7Ah4TFVSZbq5Xwo1/s262/Abarham%20seneor.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="192" data-original-width="262" height="192" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiIZiQ_fGbP8hKY4QnGngi9u25vMnTVJLNdNzUk9Z8vxTnKw9waqbbyQ99kj3y37A4b2rgu_-HJ71NqwCyqy0XgFXAunQljwi6uzldWQ5VMHTB6YDn39FEmBhmZmLN5KQlgVHRLf4NcBVqeFoLe4zeWOBzrNiBmduC-T6sJoH65fQdB7Ah4TFVSZbq5Xwo1/s1600/Abarham%20seneor.jpg" width="262" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Firma de Abraham Seneor </i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando comienza el reinado de los
Reyes Católicos, ya existía en Aragón el tribunal eclesiástico de la
Inquisición para perseguir la herejía, pero en 1478, Isabel y Fernando
solicitaron del papa Sixto IV que les otorgase la potestad de nombrar
inquisidores en Castilla lo que en la práctica venía a significar la creación
de una nueva Inquisición, de carácter nacional, bajo la tutela de los reyes. Lo
que decidió a los reyes a impulsar esa Inquisición fue un informe del dominico
Alonso de Ojeda sobre la existencia en Sevilla de numerosos conversos que
seguían practicando el judaísmo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los primeros inquisidores fueron
nombrados en 1480 y en un principio la Inquisición actuó solo en Sevilla y
Córdoba donde se habían detectado los mayores focos de judaizantes (el primer
auto de fe en el que fueron quemadas vivas seis personas tuvo lugar en Sevilla
en 1481) pero pronto se extendió a Castilla constituyéndose tribunales en varias
ciudades. Ese mismo año de 1480, las Cortes, reunidas en Toledo, decretaron la segregación
de los judíos en barrios cerrados, de los que solo podían salir de día,
debiendo quedar clausurados por la noche.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es importante señalar que la
actuación de la Inquisición no iba contra los judíos sino contra los
considerados malos cristianos, esto es los conversos judaizantes. “<i>Seguir
practicando el judaísmo después de haberse convertido al cristianismo constituía
en la mentalidad de la época, una herejía y era esa herejía la que se
perseguía”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por eso resultaron una relativa
sorpresa, <i>“decisión bastante inesperada, que suponía un cambio radical en la
política de los reyes con respecto a los judíos</i>”- <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los dos decretos de expulsión, uno para los
judíos de la Corona de Castilla y otro para los de Aragón, de 31 de marzo de
1492, que casi con las mismas palabras, recogen algunas de las ideas ya expresadas
en un decreto anterior, de 20 de marzo de 1492, firmado por el, desde 1483, inquisidor
general, Torquemada, expulsando a los judíos de algunos lugares.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiurH1chSnot1BbObVUnEwnCOQ6Penv8eoBlTTJKbp2vuckf4T1bp7-YzsF_6T3YCh3c2fLmSJbT1ocxh-xhWRhF-v3XXPiLnQzlBeFEY7X8K6Y4CKZjIoh-wmxrPIHcdWhxnPecXTObkPU_eKaonwhVsDt5ENxyok4d066LgBW-Of6g9iwsOk0nY79T6Hm/s600/Inquisici%C3%B3n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="403" data-original-width="600" height="430" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiurH1chSnot1BbObVUnEwnCOQ6Penv8eoBlTTJKbp2vuckf4T1bp7-YzsF_6T3YCh3c2fLmSJbT1ocxh-xhWRhF-v3XXPiLnQzlBeFEY7X8K6Y4CKZjIoh-wmxrPIHcdWhxnPecXTObkPU_eKaonwhVsDt5ENxyok4d066LgBW-Of6g9iwsOk0nY79T6Hm/w640-h430/Inquisici%C3%B3n.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La idea principal que se recoge en
los decretos de expulsión y en distintas provisiones dirigidas a las
autoridades es que se expulsa a los judíos para impedir que los conversos sigan
teniendo contacto con ellos, evitando que aquellos (los judíos) no puedan adoctrinar
a estos (los cristianos conversos) ni proporcionarles los medios para seguir
practicando el judaísmo. Y ese es el motivo, por el que, según el decreto, se expulsa
a los judíos, dándoles como plazo hasta finales de julio, sin posibilidad de regresar
bajo penade muerte. Los expulsados no podían llevarse ni oro ni plata – ni en
moneda ni en joyas- ni caballos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Muchas veces -escribe Paloma Díaz-Mas-
se ha repetido el lugar común de que los reyes dieron a elegir a los judíos
entre la conversión y el destierro, pero lo cierto es que en ninguno de los
documentos citados se menciona esta opción, aunque de hecho si pedían
bautizarse dejaban automáticamente de ser judíos y el decreto de expulsión no
les afectaba.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La mayoría de los expulsados no
tenían donde ir. Los que poseían tierras o inmuebles tuvieron que liquidarlos
al precio que les quisieron pagar; los que vivían de un oficio tuvieron que dejar
sus tiendas, talleres y clientela. Además, tuvieron que sufragar los gastos de
sus propios desplazamientos, por lo que no es de extrañar que una parte de los
abocados al exilio buscaran la solución de convertirse para poder quedarse como
así hicieron los consejeros reales Abraham Seneor y Yishac Abravanel<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Lo que sí parece claro es que el
decreto de expulsión vino a agravar el problema que pretendía solucionar, ya
que el número de conversos sin convicción aumentó siendo perseguidos por la
Inquisición durante los siglos XVI y XVII. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los aspectos económicos de la
expulsión resultan bastantes confusos pues las disposiciones legales sobre los
bienes de los judíos trasmiten una impresión de improvisación y están llenos de
situaciones contradictorias. Los reyes no se quedaron con los bienes de los
judíos, pero los inmovilizaron. Las deudas que tuvieran al marchar debían
liquidarse con cargo a sus bienes, especialmente inmuebles, dejándoles los que
restasen para sufragar su partida, salvo que fuesen oro y plata que no podían
sacarse del reino. Sin embargo, como toda esta liquidación dependía de comisiones
locales, se acabó actuando de manera diferenciada y se produjeron numerosos
agravios comparativos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con la expulsión de los judíos
los reyes se deshicieron de uno de los bienes de la Corona- recuérdese que los
judíos eran propiedad del rey y parte del tesoro real- y perdieron buen número de
contribuyentes que pagaban impuestos al rey y las instituciones locales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por tanto, si los reyes no
salieron económicamente beneficiados, está claro que los motivos de la
expulsión no fueron económicos, sino políticos movidos por el deseo que tenían
los monarcas de construir un Estado moderno en el que la religión fuera un
elemento de cohesión social y todos sus súbditos profesasen una misma fe
religiosa lo cual reforzaba la autoridad y el poder real.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LOS EXILIADOS Y LOS
PERSEGUIDOS<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc0VCuX0VZM-cmmpFjZJ8D2hR_JT4tW5T6by5W7Sy4md57mDDUsFfxiiN4I_qYclFp9E9jtq1GpG1Sd0VF9LesfBFt5hcULj27La5kA2gXW5N8sbCEJvDAm27AHqtyrobeYpYA1rGO9jvFd_v6J1X28tdvXjNdre-Oq56ZPWp3ZoZp6_JnL1CBS572BU5m/s800/Expulsi%C3%B3n%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="584" data-original-width="800" height="468" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjc0VCuX0VZM-cmmpFjZJ8D2hR_JT4tW5T6by5W7Sy4md57mDDUsFfxiiN4I_qYclFp9E9jtq1GpG1Sd0VF9LesfBFt5hcULj27La5kA2gXW5N8sbCEJvDAm27AHqtyrobeYpYA1rGO9jvFd_v6J1X28tdvXjNdre-Oq56ZPWp3ZoZp6_JnL1CBS572BU5m/w640-h468/Expulsi%C3%B3n%202.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En julio de 1492 se inició la diáspora sefardí.
Los historiadores no se han puesto de acuerdo sobre el número de expulsados,
manejando cifras muy diversas que oscilan entre los 40.000 y los 500.000. Por
lo que respecta a los judíos castellanos, el número de los que marcharon podría
estar en unos 100.000 como máximo y en cuanto a la Corona de Aragón no pasarían
de 30.000. Los estudios más recientes calculan que la cifra de exiliados debió
estar por debajo de las 100.000 personas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En cuanto a las vías por las que
salieron, estas fueron Navarra, Portugal, norte de África e Italia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los judíos que vivían en zonas
limítrofes con Navarra se refugiaron en este reino, aunque por poco tiempo pues
seis años más tarde fueron de allí expulsados, seguramente por presiones de los
Reyes Católicos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A los que quisieron salir hacia
Portugal, se les exigió por parte del rey portugués Juan II el pago de altas
tasas que solo las familias judías acomodadas pudieron satisfacer. Estos judíos
cultos y de situación económica saneada bien pudieran haber contribuido a la
expansión portuguesa como mercaderes, navegantes o banqueros, pero en 1495, el nuevo
rey portugués, Manuel I, preparó la expulsión de su reino, en virtud de la
aplicación de lo convenido en las capitulaciones matrimoniales con Isabel de
Aragón, donde se establecía como condición que en su reino no podía haber
gentes no cristianas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Finalmente, la
expulsión no se produjo, pero, agrupados en Lisboa, fueron obligados a
convertirse a la fuerza. Estos convertidos forzosos, llamados cristianos nuevos
y despectivamente “marranos” tuvieron en un principio cierto margen para poder
seguir practicando su religión en privado, pero cuando se implantó la
Inquisición en Portugal, a partir de 1585, fueron perseguidos como los conversos
judaizantes castellanos y aragoneses y muchos hubieron de exiliarse formando en
ciudades del norte de Europa, sobre todo marítimas, las llamadas comunidades
sefardíes occidentales de la nación portuguesa. Una de las comunidades más importantes
fue la de Ámsterdam, a la que perteneció el filósofo Baruch Spinoza, uno de los
fundadores de la filosofía racionalista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde los Países Bajos y el mismo
Portugal otros miembros de la nación portuguesa se expandieron por las colonias
holandesas y portuguesas de América dedicándose al comercio internacional de
especias, de azúcar y ron y de esclavos africanos. Otro grupo de sefardíes de Ámsterdam
logró en 1655 permiso de Cromwell para poder asentarse en Londres formando la
primera comunidad judía en Inglaterra después de la expulsión de los judíos por
el rey Eduardo I en 1290. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otros varios grupos de judíos del
norte de Castilla y de Vizcaya emigraron desde el puerto de Laredo hasta
Marruecos donde ya existían algunas comunidades judías. El norte de África fue también
el destino elegido por judíos procedentes de Andalucía y de las tierras pertenecientes
la orden militar de Santiago (en las actuales comunidades de Castilla-La Mancha
y Murcia). Muchos de estos exilados tuvieron “siniestras fortunas” como señala
el cronista Andrés Bernárdez, el llamado cura de Los Palacios, en su “Historia de
los Reyes Católicos, don Fernando y doña Isabel”. Por ejemplo, los que se refugiaron
en Fez fueron tan maltratados que se convirtieron al cristianismo para poder
volver a Castilla<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otros judíos castellanos se
embarcaron en Cartagena y los de la Corona de Aragón salieron por puertos de la
actual Comunidad Autónoma Valenciana y de Cataluña con destino a la península
italiana. Su situación y status en ella fue muy distinto según la política de
cada uno de los diversos Estados. Los que se refugiaron en el Reino de Nápoles,
entonces perteneciente a la Corona de Aragón, pudieron permaneceré en el hasta
1540 en que fueron expulsados por la Inquisición establecida unos años antes.
En la república de Génova los judíos fueron admitidos dos veces y expulsados
otras dos y algo parecido pasó en Roma donde la situación de los judíos fue
cambiante según varió el papado y donde la Inquisición papal persiguió a los
conversos judaizantes<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En Toscana, por el contrario, el
gran duque Ferdinando I, deseoso de activar la vida comercial en sus dominios,
promulgó una carta de privilegios, conocida como La Livornina, para atraer a los
judíos, estableciendo expresamente que estos eran libres, podían poseer libros
hebreos y prohibían cualquier actuación de la Inquisición contra ellos, aunque fueran
conversos. Lo mismo sucedió en la republica de Venecia, aun con limitaciones
(el primer “ghetto” de la historia se formó en Venecia) y en Ferrara donde hubo
una comunidad muy activa intelectualmente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Italia fue también para muchos sefardíes
una escala hacia otro destino que no fue otro que la actual Turquía. En ese
tiempo el poderoso Imperio otomano era un Estado multiétnico y multirreligioso
organizado en un régimen llamado de “millet”, en forma de pirámide donde el
grupo dominante eran los musulmanes que tenían algunos derechos en exclusiva
(formar parte del ejército y de la administración) mientras que los grupos no
musulmanes podrían organizar sus comunidades de manera bastante autónoma si
bien tenían que pagar elevados impuestos (a veces en especie) para mantener la
estructura del Imperio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El proceso de formación de las
comunidades sefardíes en Turquía fue largo y complejo y de hecho duró más de un
siglo. Las principales comunidades sefardíes estuvieron en ciudades como Estambul,
Salónica, Esmirna o Edirne, aunque también las hubo en territorios del Oriente Medio,
países balcánicos y norte de África entonces pertenecientes al Imperio Otomano.
En todos estos países, aun cuando ya había comunidades judías preexistentes, los
sefardíes formaron sus propias comunidades y utilizaron su propia lengua para
sus relaciones familiares y comunitarias, estableciendo sus propias escuelas,
lo que propició la formación de una variedad lingüística especifica, que hoy
llamamos judeoespañol cuyo elemento dominante fue el castellano medieval,
quizás porque la mayoría de los exiliados provenían de Castilla. En esta
variedad lingüística se produjeron durante los siglos siguientes numerosas obras
originales y casi 200 periódicos. Otra característica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue también el acceso de las mujeres a la
educación formal y a la cultura letrada, apareciendo, desde 1880 las primeras
escritoras sefardíes en judeoespañol.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">LOS PERSEGUIDOS POR LA
INQUISICIÓN<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVEiecGzXYSM1vgDUaAGhntEsspS8k6JutPbtxchGo6KuQLqVHb6kHOflbXAKxPdnQ9lKqVSy4pTPp2TzuIYRcj6b5SvZbynGwVLVcFK6zOOcCppt0Bjn0DiParq2t93GIhozMDaZG4V39S2KcXE4UAHK-tVfRYSQHMBOsVE0siuZwBDNcIB1_U4zcFFbM/s410/Auto%20de%20fe.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="410" data-original-width="250" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVEiecGzXYSM1vgDUaAGhntEsspS8k6JutPbtxchGo6KuQLqVHb6kHOflbXAKxPdnQ9lKqVSy4pTPp2TzuIYRcj6b5SvZbynGwVLVcFK6zOOcCppt0Bjn0DiParq2t93GIhozMDaZG4V39S2KcXE4UAHK-tVfRYSQHMBOsVE0siuZwBDNcIB1_U4zcFFbM/w390-h640/Auto%20de%20fe.jpg" width="390" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los judíos convertidos a raíz de la
expulsión que se quedaron en la península ibérica dieron lugar a situaciones muy
diversas. Parte de ellos se integraron plenamente en la religión cristiana, se casaron
con cristianas y educaron a sus hijos en el cristianismo. Sin embargo, estos
conversos o cristianos nuevos (por oposición a los cristianos viejos)
estuvieron siempre bajo el ojo de la Inquisición “<i>con el riesgo de ser
procesados y condenados como herejes a menos que pudieran probar su inocencia</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el polo opuesto, hubo judíos, que,
obligados directa o indirectamente a convertirse, desembocaron en un
escepticismo religioso, llegando a declarar ante los tribunales de la
Inquisición “no creer en nada” o manifestar “que no hay otra cosa sino nacer y
morir”. Serian – dice la autora- casos pioneros de ateísmo en una sociedad
europea.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otros, en cambio, fueron
criptojudíos y procuraron esforzadamente preservar el judaísmo practicándolo a
escondidas en el seno del hogar y en pequeños círculos de amigos, pero, a medida
que pasaba el tiempo, su vivencia del judaísmo se fue debilitando al
encontrarse sin maestros ni guías y con las sinagogas cerradas. A partir de la
segunda generación se olvidó la lengua hebrea y la única fuente para conservar
el judaísmo fue la tradición familiar. Con el paso de los años, el antiguo
judaísmo se convirtió en una especie de sincretismo religioso en el que se mezclaban
creencias y prácticas judías y cristianas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Inquisición, omnipotente en
los siglos XVI y XVII, se centró especialmente en la persecución de los
conversos judaizantes, favorecida por la creación de una red de “familiares” de
la Inquisición, personas laicas que colaboraban espiando y delatando a las
personas de su entorno. A veces eran los propios reos quienes se autoinculpaban
inducidos por sus confesores o con ocasión de un edicto de fe que se proclamaba
cunado los inquisidores visitaban una ciudad o un pueblo, en cuyo caso, y en
cuanto no hubiere intención de judaizar, las penas para quienes se
autoinculpaban solían ser leves<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las denuncias eran anónimas y las
personas delatadas, sospechosas de judaísmo, eran detenidas y conducidas a las
cárceles de la Inquisición donde podían estar meses o años, sometido en tanto
el acusado a varios interrogatorios, que incluían sesiones de torturas físicas,
para que confesara su delito de herejía. Pocos eran los que conseguían probar
su inocencia y muchos los condenados a diversas penas que incluían casi siempre
la confiscación de bienes. La condena más grave era la pena de muerte que no
ejecutaba la propia Inquisición, sino la justicia civil.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Para aplicar las penas se
organizaban autos de fe, ceremonias públicas donde los reos debían confesar sus
pecados y mostrar arrepentimiento declarando su adhesión a la fe católica. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los condenados a muerte eran “relajados al
brazo secular”, es decir, entregados a la justicia civil para ser quemados vivos
en la hoguera, si no se arrepentían, o previa estrangulación, en caso contrario.
Los bienes y propiedades de los ajusticiados eran confiscados por la
Inquisición, con lo cual esta institución se enriquecía mientras las familias de
los procesados quedaban en la indigencia y afectadas por la infamia y el
aislamiento social durante generaciones como sucedió con los “chuetas” de Mallorca
que fueron víctimas del rechazo social y la discriminación hasta el siglo XX<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><i><span style="font-size: large;">Continua en </span></i></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><a href="https://manuelblascinco.blogspot.com/2024/02/breve-historia-de-los-judios-en-espana_28.html" style="text-align: left;">Breve Historia de los Judíos en España, de Paloma Díaz-Mas. (Tercera y última parte) | Manuelblas. Historia y personajes (manuelblascinco.blogspot.com)</a><i><span style="font-size: large;"> </span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-size: large;">Este texto es un resumen del libro de <i>Paloma
Díaz- Mas</i> “<i>Breve Historia de los Judíos en España”</i>, publicado por Los
libros de la Catarata, 2023 <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">El resumen ha sido realizado por </span><i>Manuel<span style="mso-bidi-font-weight: bold;"> Martínez Bargueño </span></i><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">en<i> </i></span>febrero de 2024, añadiendo ilustraciones y notas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p><b style="font-size: x-large;">NOTAS</b></p><div style="mso-element: footnote-list;"><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/22692/abraham-seneor#:~:text=Es%20considerado%20uno%20de%20los,intervino%20como%20recaudador%20de%20impuestos.">Abraham
Seneor | Real Academia de la Historia</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/14929/juan-lope-de-conchillos-y-quintana">Juan
Lope de Conchillos y Quintana | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/37964/miguel-perez-de-almazan#:~:text=Miguel%20P%C3%A9rez%20de%20Almaz%C3%A1n%20fue,Estado%20o%20ministro%20de%20Exteriores.">Miguel
Pérez de Almazán | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/14853/juan-de-coloma-y-galceran">Juan de
Coloma y Galcerán | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/10435/fernando-de-pulgar">Fernando
de Pulgar | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/14091/andres-de-cabrera">Andrés
de Cabrera | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/13800/beatriz-de-bobadilla">Beatriz
de Bobadilla | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/4591/isaac-ben-yehuda-abravanel">Isaac ben Yehudá Abravanel | Real Academia de la
Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUD%C3%8DOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La
escritora Carme Riera noveló el proceso seguido en 1691 contra los chuetas
mallorquines en su libro “<i>En el último azul</i>”. Editorial Alfaguara. 2006</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-80121585378309018062024-01-31T08:15:00.000-08:002024-02-28T08:30:39.222-08:00 Breve Historia de los Judíos en España, de Paloma Díaz-Mas (1º parte) <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyL6nyVJR_lsHcsPYsDYzu9tUpBie6J9hr0JroMXWTTYWdgjzJuobUqIYYdXW7SmNN_5RZ3J4bg_ur_y0lB4G3Vz_-BvM3MQ0Qkk60VK3iunz1Rkymd0daM3sZkERyedpS6qi8Aj80yxMiHBBQb3Fv2ybhkN2U3z0ZpM-RjgUIWY9xw-28zUqAVeLLxHvQ/s340/Libro%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="340" data-original-width="340" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyL6nyVJR_lsHcsPYsDYzu9tUpBie6J9hr0JroMXWTTYWdgjzJuobUqIYYdXW7SmNN_5RZ3J4bg_ur_y0lB4G3Vz_-BvM3MQ0Qkk60VK3iunz1Rkymd0daM3sZkERyedpS6qi8Aj80yxMiHBBQb3Fv2ybhkN2U3z0ZpM-RjgUIWY9xw-28zUqAVeLLxHvQ/w400-h400/Libro%202.jpg" width="400" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">He leído estos días, con mucha
atención y agrado, este libro de Paloma Díaz-Mas, “<i>Breve historia de los
judíos en España</i>” (editorial Los libros de la Catarata, 2023), un ensayo
divulgativo, dirigido no tanto a especialistas como a aquellos lectores
interesados en el conocimiento de la historia de los judíos en nuestro país desde la Antigüedad
hasta nuestros días.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es un libro muy bien escrito y no
extenso (221 páginas) sin aparato crítico (notas, referencias y citas
bibliográficas), pero bien acompañado de tres índices muy útiles para el lector: una cronología que va desde el siglo III
al año 2018, un índice onomástico y una bibliografía recomendada de libros en
español.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiCHwdSYhXfwX8c3EqPqu0CZQYX4daule1tmyUZpEz8rQ3P2f9TX-AK_IS4dtOxtpEYaqQG9aZ9KQ7tM84Fr_9WiSIIQsX625TGuCOH5SbP0b6H35wKdeHHIhS_ix6MsLhL_ZcSjD9mnyjDKEGOVBPXOM-5fgtMjH64mSl3bYg0s9kQFXOmoT9Tx6Dl6rO/s1706/Paloma.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1706" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiCHwdSYhXfwX8c3EqPqu0CZQYX4daule1tmyUZpEz8rQ3P2f9TX-AK_IS4dtOxtpEYaqQG9aZ9KQ7tM84Fr_9WiSIIQsX625TGuCOH5SbP0b6H35wKdeHHIhS_ix6MsLhL_ZcSjD9mnyjDKEGOVBPXOM-5fgtMjH64mSl3bYg0s9kQFXOmoT9Tx6Dl6rO/w400-h225/Paloma.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su autora, la doctora Paloma
Díaz-Mas, especializada en el devenir del pueblo sefardí, ha sido desde 1983 a
2001, profesora de Literatura española en la Universidad del País Vasco “<i>donde
siguió el “cursus honorum” desde profesora contratada a catedrática de Universidad</i>”
e investigadora del CSIC donde ha realizado trabajos cuyo resultado más
visible, producto del proyecto de investigación “<i>Los sefardíes ante sí
mismos y sus relaciones con España</i>”, es la Sefardiweb<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que animo a visitar a los lectores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Además de estudios académicos
filológicos e históricos y ensayos Paloma Díaz-Mas ha publicado libros de
ficción, novelas, cuentos, teatro, dentro de la corriente denominada Nueva
Narrativa española, En 2001 fue elegida Académica de número de la Real Academia
Española donde ocupa la silla “i” y desempeña el cargo de Vicesecretaria. Su
discurso de ingreso en la RAE, leído el 6 de noviembre de 2022, versó sobre el
tema “<i>Ciencia en judeoespañol</i>” y fue contestado por el académico José
María Merino<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A continuación, voy a intentar hacer
un extracto de este libro en el buen entendimiento de que este resumen sirva de
acicate para su más completa lectura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los orígenes de la presencia
judía<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los primeros testimonios de la
presencia de judíos en la península ibérica son varias inscripciones
epigráficas (la mayoría de sepulcros) en varias ciudades importantes del
Imperio romano que datan de una época tardía (entre los siglos III y VI d.C.),
aunque es posible que la presencia de comunidades judíos fuese anterior, al
menos desde el siglo I d. C.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otras especulaciones sobre la
posible presencia de judíos en la península ibérica desde tiempos remotos
derivan de la interpretación de topónimos bíblicos, como Tarsis (que algunos
identifican con Tartessos, aunque su identificación es muy discutida) y, sobre
todo, con Sefarad, topónimo mencionado en el libro del profeta menor Abdías, al
que algunos comentaristas de la Biblia identifican con la Península Ibérica. “<i>Hasta
hoy pervive esa identificación, hasta el punto de que en hebreo moderno Sefarad
es el nombre del país actual España y la lengua española se llama “sefaradit”.
De ahí viene también que se llame “sefardíes” a los judíos de la península
ibérica y a sus descendientes”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aparte las inscripciones
epigráficas (sobre piedra), los primeros documentos sobre la vida de los judíos
en Hispania son textos legales producidos por los cristianos que datan del
siglo IV d. C. y en los que se comprueba la existencia de comunidades judías
organizadas y en estrecho contacto y relación con los cristianos. Un documento
muy importante son las actas del Concilio de Ilíberis (Elvira), a juzgar por
las cuales debía haber comunidades judías en muchas localidades. Las medidas
establecidas en los cánones de este Concilio, “<i>más que antijudías, tienden a
segregar a los cristianos con respecto a los judíos en una época en que el
cristianismo estaba todavía bastante cercano del judaísmo que le dio origen”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los judíos en la época
visigoda<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9gKW7MlKG6SelQbOTw0jVVasH6IDt_MsIsB7FxQC2EsILSJQ6W3ZEwg0yweK-v6O-pZVcp9XYnvaF5CY8prvHyvRU_lZ4ISTDy0EiNRX2MhdRy1aM6jDZiLg6IKK8u23NKUnTXtBT9P-a-OFRGHsMwvXnta4clMhQvn_AE_wtLoIyczCc4EaJ1uOAqmzK/s671/San%20Isidoro.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="531" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh9gKW7MlKG6SelQbOTw0jVVasH6IDt_MsIsB7FxQC2EsILSJQ6W3ZEwg0yweK-v6O-pZVcp9XYnvaF5CY8prvHyvRU_lZ4ISTDy0EiNRX2MhdRy1aM6jDZiLg6IKK8u23NKUnTXtBT9P-a-OFRGHsMwvXnta4clMhQvn_AE_wtLoIyczCc4EaJ1uOAqmzK/w158-h200/San%20Isidoro.jpg" width="158" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Después de la conversión de los
visigodos al catolicismo, a partir del III Concilio de Toledo (589 d. C.). los
judíos quedaron como la única minoría religiosa no católica del reino visigodo.
A partir de entonces comienza la literatura antijudía con figuras como Isidoro de
Sevilla, entre cuyas obras se encuentra el tratado “<i>De fide católica contra
iudaeos</i>” cuyos argumentos constituyen la base del antijudaísmo religioso
cristiano y de algunos de los prejuicios hasta la actualidad (pueblo deicida
que ha perdido el favor de Dios).<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las comunidades judías fueron
también objeto en el reino visigodo de Toledo de una legislación
discriminatoria en el terreno económico, social y religioso. Sisebuto, el más
culto de los reyes visigodos, impulsó, con la ayuda del clero, una política de
conversiones forzadas, precedente de la que tendrían lugar en siglos
posteriores. Tales políticas discriminatorias arrojan bastante información
sobre cómo era la sociedad judía en ese tiempo en la que parece que, aun
discriminados, los judíos no vivían recluidos ni apartados de la población
cristiana.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En los últimos años de
descomposición del reino visigodo se desarrolló una legislación cada vez más
antijudía, incluso orientada a la desaparición de las comunidades judías del
reino, por lo que no es de extrañar que proliferasen las leyendas sobre una
posible colaboración judía para facilitar la invasión musulmana. Es probable
que cuando esta se produjo (a partir de 711) los judíos viesen con alivio el
cambio de poder y colaborasen con los nuevos mandatarios.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los judíos en Al-Andalus<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEY0RLgOBXsDb4Q_Ua9KSobaET3c_t_Gov8WwxqBj8GNRF0Sit87fnN9SgQ2CAZftCZoQx7-_hwLHFNHGBdIadDMawN27Gw9s9sjpZY4oTzTXjwZyKgmoKYAkvpJUnjM06mLh95VWvD092VZUPM17iaQmr6j14STXnzLqqSfGsguhQxRJk5IgC2sOeFFzZ/s474/Al%20andalus.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="384" data-original-width="474" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEY0RLgOBXsDb4Q_Ua9KSobaET3c_t_Gov8WwxqBj8GNRF0Sit87fnN9SgQ2CAZftCZoQx7-_hwLHFNHGBdIadDMawN27Gw9s9sjpZY4oTzTXjwZyKgmoKYAkvpJUnjM06mLh95VWvD092VZUPM17iaQmr6j14STXnzLqqSfGsguhQxRJk5IgC2sOeFFzZ/w400-h324/Al%20andalus.jpg" width="400" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pocas noticias tenemos de la vida
cotidiana de los judíos en Al-Andalus durante las épocas del califato de Bagdad
y el emirato de Córdoba (siglos VIII y IX). De las fuentes conocidas, crónicas
árabes y “<i>responsa</i>” (respuestas de los sabios de Babilonia a consultas
de comunidades de judíos andalusíes) solo podemos saber que en Al-Andalus los
judíos “<i>se dedicaban a la agricultura y a determinadas profesiones urbanas
como el curtido y los trabajos del cuero, la fabricación y el comercio de la
seda, la platería y la joyería</i>”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>También
algunos judíos se dedicaban al comercio por tierra de productos orientales
(especias) entre Al-Andalus y los reinos cristianos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrSb66qsN4in92SjhuOT9n-J9c98D8AEXY10THZC5BKBDkdMLqJkYPGqW2sa1aP9FeP1AJujhtz7UWLaqTDw8UDS7Yz3Ue_8PeAlACH_Jid6CWRiM7QzBRiSLv9O2A_mNFMALJhyphenhyphenl7OpBT3Y8WBF2tFgamKL3hm267cLCByajJ1zFZRXNQeiAjolSjL3ej/s400/Hasday_Ibn_Shaprut_4.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="301" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrSb66qsN4in92SjhuOT9n-J9c98D8AEXY10THZC5BKBDkdMLqJkYPGqW2sa1aP9FeP1AJujhtz7UWLaqTDw8UDS7Yz3Ue_8PeAlACH_Jid6CWRiM7QzBRiSLv9O2A_mNFMALJhyphenhyphenl7OpBT3Y8WBF2tFgamKL3hm267cLCByajJ1zFZRXNQeiAjolSjL3ej/w151-h200/Hasday_Ibn_Shaprut_4.jpg" width="151" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Es a partir del siglo X cuando empezamos
a tener más noticias de los judíos de Al Andalus y es durante los siglos XI y
XII cuando se produjo -por influencia árabe- una edad de oro de la cultura
judía universal, florecimiento debido a personalidades judías que alcanzaron
altas cotas de poder e influencia como Hasday ibn Saprut,(915-970)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
médico y cortesano del califa Abderramán III, quien, además fue nombrado por el
califa “nasí” (príncipe), la más alta autoridad de las comunidades andalusíes. <o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hasday ibn Saprut fue protector
de poetas y gramáticos como Menahem ben Saruq de Tortosa que desarrolló una
importante labor como filólogo o Dunás ben Labrat a quien se considera el
fundador de la poesía hebrea andalusí. “<i>Su vida marcó un momento de pujanza
de los judíos en Al-Andalus, tanto en el aspecto de la influencia política como
del florecimiento de la cultura y de la literatura en hebreo”. <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al desmembramiento del califato
cordobés, surgieron los reinos de taifas, al principio numerosos. Por lo que respecta
a la situación de los judíos se sabe que en algunas de estas taifas (Sevilla,
Denia) hubo importantes médicos, astrónomos y matemáticos judíos, aunque la
figura más importante de esta época fue Semuel ib Negrela<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
de la taifa de Granada quien fue nombrado por el rey bereber Badis, visir y
general de sus ejércitos. Hombre de gran cultura, Semuel ibn Negrela ejerció
también como mecenas de rabinos, científicos y poetas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La entrada de los almorávides y
almohades cambió bastante la situación de los judíos andalusíes. Ambos pueblos
tenían una visión rígida del Islam muy alejada del relativa tolerancia que el
califato omeya había tenido con las gentes del libro (judíos y cristianos). Por
ello emprendieron una persecución sistemática de cristianos y judíos
imponiéndoles la conversión o el exilio. Muchos judíos pudieron huir a otras
taifas y otros emigraron al norte de África o a los reinos cristianos del norte
“<i>lo cual hizo que a partir del siglo XXI las juderías más importantes de la
península estuvieran precisamente en territorio cristiano</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrMAG7d8BJ8c77rphApOlRNyOZu5UaN4nWU2jzfdAkyH2L6tJuH-08wB0ORs0biY95hyphenhyphenDXo7pJBfMnI3RYN-RZZLLnPdOEewkmMR3RTNDsIfzbiY8I_1LFBIaYeRTjzbXgevka6eLt0jWk8AmQkcpCca8oZ9ZI7AhGIaGzd2nwmGfXMprXufn76LFWK7nu/s264/Maimonides-2.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="264" data-original-width="198" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrMAG7d8BJ8c77rphApOlRNyOZu5UaN4nWU2jzfdAkyH2L6tJuH-08wB0ORs0biY95hyphenhyphenDXo7pJBfMnI3RYN-RZZLLnPdOEewkmMR3RTNDsIfzbiY8I_1LFBIaYeRTjzbXgevka6eLt0jWk8AmQkcpCca8oZ9ZI7AhGIaGzd2nwmGfXMprXufn76LFWK7nu/w150-h200/Maimonides-2.jpg" width="150" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Este clima de intolerancia y
persecución marcó la vida de Maimónides<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
una de las grandes figuras de la cultura judía en Al-Andalus, aunque no le
impidieron escribir una amplia obra en árabe y en hebreo donde se encuentran
algunos libros fundamentales de la cultura judía de todos los tiempos: obras de
medicina, astronomía, literatura rabínica y filosofía, además varias cartas. La
más conocida de todas ellas es su “<i>Guía de perplejos</i>” o “<i>Guía de
descarriados</i>” en la que plantea el problema de la conciliación de la fe
religiosa judía con el racionalismo de origen aristotélico en la religión
islámica a través de los comentarios a la obra de Aristóteles que se introdujo
por el médico y filósofo musulmán Averroes.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el reino nazarí de Granada, el
último de los reinos de taifas, importante enclave comercial entre los reinos
cristianos y el Magreb, la comunidad judía no era muy numerosa (en 1492, año de
la conquista de Granada por Isabel y Fernando, debía haber unos 500 judíos, el
1% de la población) y estos pocos no alcanzaron nunca las cotas de poder ni el
esplendor cultural de los tiempos de Semuel ibn Negrela. Quizás por ello, las
capitulaciones de Granada, en las que se establecieron las condiciones para
musulmanes y judíos en el reino recién conquistado, dicen poca cosa de los
judíos, salvo que se establecía un plazo de tres años al termino de los cuales
todos los judíos que “no hubieren sido cristianos”, debían emigrar al norte de
África. Este plazo nunca se llegó a cumplir porque en la misma ciudad de
Granada los Reyes Católicos firmaron el 31 de marzo de 1492 el edicto de
expulsión de todos los judíos de sus reinos, como luego veremos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los judíos en los reinos
cristianos peninsulares<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde el siglo XII, las
comunidades judías más importantes de la península ibérica se hallaban en los
reinos cristianos. Su número se había venido incrementando a partir del siglo
XI debido a las conquistas de territorios de Al-Andalus en los que había
judíos, que siguieron viviendo allí bajo dominio cristiano. A las conquistas
cristianas de ciudades musulmanas en las que había judíos habría que añadir la
llegada de andalusíes que venían huyendo de las persecuciones de almorávides y
almohades. En general, con alguna excepción, (Sagrajas,1086) los judíos no
participaron de las luchas entre cristianos y musulmanes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿A que se dedicaban los judíos en
territorio cristiano? Al principio eran sobre todo agricultores, pero a medida
que fue avanzando el proceso de conquista y se habitaron los núcleos urbanos se
incrementó la población judía que se dedicaba a oficios artesanales (sastres,
tejedores, zapateros, orfebres, sederos). Además, como los judíos procedentes
de Al-Andalus sabían árabe, algunos ejercieron de “trujimanes”, es decir, intérpretes
y mediadores en los tratos comerciales entre los reinos cristianos y los
musulmanes. El conocimiento del árabe también facilitó el acceso de judíos a
las fuentes científicas de esa lengua y su participación en proyectos
culturales y científicos promovidos por los reyes o el alto clero. Algunos
judíos desarrollaron oficios especializados, como la cartografía, la
iluminación de manuscritos o la encuadernación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otra de sus actividades era el
préstamo con interés. En muchas pequeñas localidades había prestamistas judíos
a pequeña escala que prestaban tanto a otros judíos como a cristianos y en las
ciudades importantes hubo grandes prestamistas que prestaban moneda para
financiar las campañas militares y el mantenimiento de las casas de los reyes,
los nobles y el alto clero.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Además de ejercer el comercio
diríamos hoy “minorista”, debió haber en los reinos cristianos, desde época muy
temprana, judíos mercaderes internacionales como Benjamín de Tudela (1130-1175),<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
rabino, escritor y viajero que vivió durante el reinado de Sancho VI de Navarra
y escribió el que se considera el primer libro de viajes en hebreo, el “<i>Séfer
Massot</i>” (Libro de viajes), traducido al latín por Arias Montano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A lo largo de la Edad Media
algunos judíos alcanzaron puestos importantes en la corte, como
administradores, interpretes-diplomáticos o financieros. Estos judíos “privilegiados”
gozaban de la exención de impuestos y llevaban una vida profana poco ortodoxa,
pero estaban bien considerados por las comunidades judías porque desde su elevada
posición podían influir en que las leyes fueran favorables a los judíos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los judíos, en lo general, en los
reinos cristianos tenían un estatuto especial ya que eran “siervos del rey” y
“propiedad del tesoro real” y, bajo la protección real, podían seguir
practicando su religión, organizar internamente sus comunidades, mantener sus
instituciones comunitarias y tener sus propios tribunales para causas en las
que solo interviniesen judíos. Eran también libres para hacer negocios, poseer
bienes, comprarlos y trasmitirlos a otros por venta o herencia. Hasta el siglo
XV no se les impuso la obligación de residir en barrios especiales ni llevar en
las ropas signos distintivos. En contrapartida, debían pagar altos impuestos al
tesoro real que, aunque obligaban a los individuos, calculados según el número
de cabezas de familia (sistema de capitación), se satisfacían por las
comunidades judías como colectivo; de ahí que las aljamas establecieran sus
propios impuestos no solo para sufragar sus gastos y servicios sino para
recaudar los impuestos reales. Además, los judíos pagaban otros impuestos como
alcabalas, impuestos municipales y diezmos y primicias a la Iglesia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La vida de los judíos en los
reinos cristianos, a partir del siglo XII, nos es bastante bien conocida, no
solo por los abundantes restos materiales (barrios judíos, sinagogas, baños,
cementerios, lápidas etc.) que hoy forman parte de nuestro patrimonio sino
también por la proliferación de fuentes escritas, documentos cristianos,
legislativos o judiciales, escritos en latín o lengua vulgar y documentos
judíos en hebreo, arameo o en aljamía de una gran variedad. También hay
escritos particulares cartas, inventarios de bienes, listados diversos, que
ofrecen al estudioso un campo de investigación todavía abierto.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">La vida social y religiosa en
los reinos cristianos<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFHVaipjcFgzjJZFBa61zK6Xwt0oAtKVQhKA56EtpIUUopRbsLwcaX6oVJ9jkA1gKmTV3cHjmVtFS9RdbFNMn5eBH8-nxX9O8_nNFYzSP9_0XM0h-V02YAR9LL64mAf_wvHhFz8W2WCTaMOlkOdsQ1QREk6vSOBiMJwaRpkatQo5eRKFETSlQRbmfK6lh1/s323/Aljama.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="323" data-original-width="215" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFHVaipjcFgzjJZFBa61zK6Xwt0oAtKVQhKA56EtpIUUopRbsLwcaX6oVJ9jkA1gKmTV3cHjmVtFS9RdbFNMn5eBH8-nxX9O8_nNFYzSP9_0XM0h-V02YAR9LL64mAf_wvHhFz8W2WCTaMOlkOdsQ1QREk6vSOBiMJwaRpkatQo5eRKFETSlQRbmfK6lh1/w266-h400/Aljama.jpg" width="266" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En los reinos cristianos
peninsulares, la institución religiosa que agrupaba a todos los judíos de un
lugar se llamaba “aljama”. En Castilla<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
cada aljama contaba con una serie de cargos civiles: los “viejos” o ancianos,
miembros de familias distinguidas, eran los dirigentes, responsables de su
organización, de la administración y de la recaudación de impuestos; luego
estaban los jueces encargados de aplicar la legislación y dirimir los
conflictos y el “<i>bedino</i>” una especie de jefe de policía de la aljama.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La aljama, organización jurídica
y administrativa, no debe confundirse con la judería, conjunto de los judíos de
un lugar y también el barrio, espacio físico en el que viven los judíos. En
Castilla, los judíos no estaban obligados a vivir en barrios concretos, pero si
había barrios en los que se concentraba un mayor número de población judía y en
donde la comunidad judía les proporcionaba una serie de servicios. Así cada
comunidad judía mantenía una o varias sinagogas donde se celebraba el culto; solía
haber también una escuela para proporcionar educación primaria a los varones;
una carnicería en la que se podía comprar carne cáser y una panadería donde se amasaba
el pan ácimo que se consumía en la festividad de Pascua.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las aljamas tenían también sus
propias ordenanzas internas por las que se regulaban todas sus actividades,
desde la organización económica hasta el derecho de familia, el patrimonio o
las herencias y hasta los más diversos aspectos de la vida comunitaria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como intermediario entre las
comunidades judías y el rey, Alfonso X creó en el siglo XIII el cargo de “<i>rab</i>”
mayor que tenía autoridad sobre todas las aljamas y desde el siglo XIV existió
una asamblea con representantes de todas las aljamas castellanas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En lo que respecta a la religión,
el judaísmo, religión monoteísta, se basa en una serie de textos que se
consideran revelados por Dios. Estos textos sagrados se componen de las
llamadas ley escrita y ley oral.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Ley escrita es la Biblia (<i>Tanaj</i>)
que agrupa tres tipos de libros:1) la Torá, los cinco primeros libros de la
Biblia (El Pentateuco de los cristianos); 2) los libros de los profetas (<i>Nebiim</i>)
y 3) otros libros de distinto carácter, denominados escritos (<i>Ketubim</i>).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La ley oral es el Talmud,
compuesto por la Misná (“repetición”) y su comentario, la Guemará (“lo que
completa”). En el judaísmo ortodoxo, el Talmud se considera revelado por Dios, pero
hay otra corriente del judaísmo, el “caraísmo”, surgido durante el califato
abasida de Bagdad (siglos VII al IX) que niega este carácter revelado del Talmud
y que durante el siglo XIII creó casi un cisma en el califato de Córdoba y
entre las comunidades judías de los reinos cristianos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El judaísmo es una religión muy
normativa en la que existen numerosas prescripciones a cumplir que determinan y
pautan todos los aspectos de la vida personal, familiar y comunitaria.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Muchas de estas prescripciones religiosas se refieren a la pureza ritual que
debe presidir la vida del judío <i>(“caserut</i>”) y afecta a todos los
aspectos de su existencia desde la vida social y familiar hasta las relaciones
sexuales, el vestido, la higiene y la alimentación.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii77AS1HSCmjPfyc0ws7Tpw4-ht6M8wWUh1k7b9nvwLeogfgcuzw1V7gaDyUcFJL83J4HhglzIVs3ohtbBKMwUWugetcaPywCMJcYFgjZ1QXgfkf5vG8BWTu9WWM_bhlgQq20FIOiS32MjS_QmnRjE10cawvif3huuUG-GC1Sxo_Uoe-PskrWXpmOW7IZI/s480/Sinagoga.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="329" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEii77AS1HSCmjPfyc0ws7Tpw4-ht6M8wWUh1k7b9nvwLeogfgcuzw1V7gaDyUcFJL83J4HhglzIVs3ohtbBKMwUWugetcaPywCMJcYFgjZ1QXgfkf5vG8BWTu9WWM_bhlgQq20FIOiS32MjS_QmnRjE10cawvif3huuUG-GC1Sxo_Uoe-PskrWXpmOW7IZI/w438-h640/Sinagoga.jpg" width="438" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Uno de los servicios que la
aljama proporcionaba a sus miembros era la sinagoga, el lugar del culto. Cada
sábado (<i>sabat</i>) y en las festividades del ciclo litúrgico, se celebraba
en la sinagoga una lectura pública en voz alta de un pasaje de la Torá y a lo
largo del año se leía la Torá entera. Las sinagogas eran, por lo general,
edificios pequeños y bastante bajos, dado que la legislación cristiana establecía
que las sinagogas que se construyesen no podían tener un tamaño ni una altura
mayor que las iglesias de su entorno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En cuanto las mujeres, en el
judaísmo tradicional no recibían formación escolar, solían casarse jóvenes y lo
normal era que, tras la boda, se integrasen en la familia del marido. No
participaban activamente en el culto sinagogal y seguían los oficios desde la
galería de mujeres de la sinagoga. Sin embargo, su papel era muy importante
para la conservación de la pureza ritual del hogar, el cumplimiento de las
prescripciones, la celebración familiar de festividades y la trasmisión del
judaísmo a los hijos. Escribe la autora, al respecto, que: “<i>La documentación
conservada demuestra que su papel en la sociedad medieval era más activo de lo
que pudiéramos pensar; por ejemplo, intervenían por si mismas en lo que hoy
llamaríamos “actos jurídicos documentados”, y así hay mujeres que hacen
testamento, pleitean por la devolución de su dote en caso de divorcio o venden
las casas y viñas que poseen. Todo ello indica que podían tener propiedades y
disponer de ellas o reclamar sus derechos ante los tribunales</i>”.</span><o:p></o:p></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><span style="font-size: large;">C<i>ontinua en</i></span></p><p align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;"><a href="https://manuelblascinco.blogspot.com/2024/02/breve-historia-de-los-judios-en-espana.html" style="text-align: left;">Breve historia de los judíos en España, de Paloma Díaz-Mas (segunda parte) | Manuelblas. Historia y personajes (manuelblascinco.blogspot.com)</a><i style="font-size: x-large;"> </i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Resumen del libro “Breve historia de los judíos en
España” de Paloma Díaz-Más<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><b>Manuel Martínez Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Enero 2024<i> <o:p></o:p></i></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="http://sefardiweb.com/">PROYECTO LOS SEFARDÍES ANTE SÍ MISMOS Y SUS
RELACIONES CON ESPAÑA | Sefardiweb</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase el
discurso de ingreso de Paloma Díaz-Mas y la contestación de José María Merino
en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://www.rae.es/sites/default/files/2022-11/Discurso%20Ingreso%20Paloma%20Diaz-Mas.pdf">33480_DiscursoIngresoPalomaDiazMas.indd
(rae.es)</a> <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase la
biografía de Hasday ibn Saprut en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/16887/hasday-ben-saprut">Hasday ben Saprut
| Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Hay que hacer notar con respecto a esta época, que, con la conquista musulmana,
los judíos de la península ibérica se habían arabizado y que el judeo árabe,
escrito con letras hebreas en vez de con el alifato árabe, era su lengua de
cultura. El hebreo hablado dejó de usarse a partir del siglo II y muchos judíos
conocerían y usarían también, además, del árabe, la lengua romance que
utilizaban los mozárabes.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase la
biografía de Samuel Ibn Nagrela en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/15180/samuel-ibn-nagrela">Samuel Ibn Nagrela | Real Academia de la Historia
(rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase la
biografía de Maimónides en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/12679/maimonides">Maimónides | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase su
biografía en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://dbe.rah.es/biografias/13668/benjamin-de-tudela">Benjamín de Tudela | Real Academia de la Historia
(rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En la
Corona de Aragón la organización de las aljamas era más compleja que en Castilla
y, por lo general, tendía a imitar la organización del municipio de la ciudad
en la que estaban. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/BREVE%20HISTORIA%20DE%20LOS%20JUDIOS%20EN%20ESPA%C3%91A.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="line-height: 107%;">En el judaísmo judaísmo la
práctica religiosa tiene tres pilares: el individual, con el cumplimiento de
las prescripciones y la oración personal; el culto público, en la sinagoga y la
practica familiar que es muy importante</span>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-19073196756049941252023-12-20T09:14:00.000-08:002023-12-20T09:14:10.810-08:00"PARA QUE". Memorias de ANSALDO <p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGoY6gS8rywKUyqdltgZ8ZTh6IDnIOuxXYoAO9pbOlRsgiakxAvp-jjQgLK1T-YZLEIK6WTMZ_LXDQKxFyEHVCszUU51Rc25ZrALSEN76wuOmCegTn6uZ5bDWO3es67YzG1y53-t7gtGXu1LBqHQTs1TrJzAI9PN2C8MDTgx1ktsM68XIvMTSZ_jYeh0kx/s488/Para%20que.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="488" data-original-width="300" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGoY6gS8rywKUyqdltgZ8ZTh6IDnIOuxXYoAO9pbOlRsgiakxAvp-jjQgLK1T-YZLEIK6WTMZ_LXDQKxFyEHVCszUU51Rc25ZrALSEN76wuOmCegTn6uZ5bDWO3es67YzG1y53-t7gtGXu1LBqHQTs1TrJzAI9PN2C8MDTgx1ktsM68XIvMTSZ_jYeh0kx/w394-h640/Para%20que.jpg" width="394" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">1948 fue un año importante para
el mundo, el 10 de diciembre la Asamblea de las Naciones Unidas reunida en París
aprueba la Declaración Universal de Derechos Humanos y comienza un nuevo horizonte para la Humanidad, finalizada la Segunda Guerra Mundial. Mientras España,
con un régimen autoritario incompatible con los derechos humanos, se ve sujeta a
un cerco diplomático internacional. Dos años antes, en 1946 las Naciones Unidas,
en rechazo al régimen franquista, habían recomendado a los países miembros que
retiraran de Madrid a sus embajadores y representantes diplomáticos de superior
categoría. Para entonces, Francia ya había cerrado ya su frontera con España y
el “premier” británico, Clement Attlee había manifestado en público: “Detesto el
régimen de Franco”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En este contexto, la Editorial
Vasca Ekin, S. R. L. de Buenos Aires publicó en 1951, con un cierto retraso con
respecto las pretensiones de su autor el libro <i>“¿Para qué? De Alfonso XIII a
Juan III</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> de Juan
Antonio Ansaldo, escrito por él 1948 (con un añadido fechado en 1950). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Apunte biográfico<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPQQb6GHg8MIWHHELI0eH8_X8LLgWXuUYB_jHXhMVHwYqLgmuc5iPJZK3JVEwNUu84ZNZettN42M25vNcVmbhZADM1Yypw874wohgPmMZ66WbHxjBETov31d2hDCj9RuqP5p_uKtgjhCACGq4zLcfvhwXpuouhf0DnGH57E2ooRge9pqzkQIfHISkFn_RM/s1024/JAN%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="631" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPQQb6GHg8MIWHHELI0eH8_X8LLgWXuUYB_jHXhMVHwYqLgmuc5iPJZK3JVEwNUu84ZNZettN42M25vNcVmbhZADM1Yypw874wohgPmMZ66WbHxjBETov31d2hDCj9RuqP5p_uKtgjhCACGq4zLcfvhwXpuouhf0DnGH57E2ooRge9pqzkQIfHISkFn_RM/w394-h640/JAN%202.jpg" width="394" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Juan Antonio Ansaldo Vejarano
(1901-1958)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
aviador, al igual que sus otros cinco hermanos, los Ansaldo,<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
tomó parte como teniente en la guerra de Marruecos realizando numerosas
misiones de reconocimiento, ametrallamiento y bombardeo de las posiciones
enemigas por las que se hizo acreedor a la Cruz Laureada de San Fernando impuesta
por el Rey Alfonso XIII en una ceremonia castrense celebrada en el parque del
Retiro en 1927<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> . <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A la llegada de la República
Ansaldo causó baja voluntariamente en las filas del Ejército. Militante de Acción
Española, intervino en el levantamiento del general Sanjurjo (2 de agosto de
1932). Durante un tiempo estuvo vinculado a Falange por su amistad con Ruiz de
Alda, como jefe de objetivos o lo que es lo mismo organizador de las escuelas
terroristas de Falange de donde fue expulsado por discrepancias con José Antonio
Primo de Rivera (Ridruejo escribe que conspiró para suplantar al jefe) <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Ansaldo, conspirador nato, participó
activamente en los preparativos de la sublevación militar de 1936. El general
Mola le envió el 19 de julio a Estoril donde estaba afincado Sanjurjo para conducirle
a Burgos donde iba a encabezar la dirección del alzamiento. El 20 de julio, “<i>cuando
desde un campo próximo a Cascais, en Portugal, despegaba con el general Sanjurjo
para trasladarle a Burgos a tomar el mando de las fuerzas alzadas contra el
gobierno del Frente Popular, sufrió un grave accidente en el que el general
resultó muerto y él, herido de gravedad”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Incorporado a las Fuerzas Aéreas
del Gobierno de Burgos, sin apenas estar repuesto de sus heridas, desarrolló
durante los primeres meses de la contienda una extraordinaria actividad de tal
modo que en diciembre de 1936 “<i>contaba ya con ciento veintitrés servicios de
guerra realizados, con doscientas dieciséis horas voladas, habiendo tenido
veinte encuentros con la caza enemiga y sufriendo en sus tripulaciones nueve
heridos, uno de ellos el mismo</i>”. En 1937, continuó con sus actuaciones en
el Frente del Tajo y en las batallas del Jarama y Brunete. Participó también en
las batallas del Segre y del Maestrazgo, así como en la “<i>larga y cruenta</i>”
batalla del Ebro y en la ofensiva final sobre Cataluña. Por sus actuaciones en
campaña le fue concedida la Medalla Militar.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Finalizada la guerra, fue
nombrado jefe de la 2ª escuadra de la 2ª Región Aérea hasta que, ascendido a
teniente coronel fue designado agregado aéreo en las embajadas de España en Paris
(luego en Vichy) y Londres donde hasta su cese en 1942 tuvo una importante
actividad diplomática.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1943, por sus convicciones
monárquicas, mantenidas desde joven, y su incompatibilidad con el gobierno de
Franco, se exilió a Francia, muriendo en San Juan de Luz el 20 de abril de
1958.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">El libro<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Aristócrata (Vizconde de San Enrique), conspirador
contra la Republica y contra Franco, héroe de guerra condecorado, Juan Antonio
Ansaldo, sin duda un as de la aviación y una personalidad notoria por su
decidida defensa de sus convicciones monárquicas, no destacó tanto como
escritor. El libro que comentamos, un "tocho" de mas de quinientas páginas, figura como escrito por su perro Tarín,
“genialidad” de su autor, y lo subtitula “memorias de un caniche” que es quien
hace de narrador refiriéndose a sus amos con sus abreviaturas JAN (Juan Antonio
Ansaldo) y PLON (Pilar San Miguel Martínez Campos, también piloto como su
esposo y profesor).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsBh98c5dY3tq3NtAjXrWcmpbBH8BJ9U_U324ziKnBSSizmVuDnIVe1zRK-BHVdR8Ou_t9ZqMfxVQY9UWzXHSHe-39AVr-Lh2yBC19wSbTixNPIiIvqYDdfDk7Bb8EjQDEjMTXC2A7N1yqEL1diGh_4s2t9Mx4b0XIETluF7ByaO0A1TNW_V_9U8rTb9FZ/s940/Sanjurjo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="940" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsBh98c5dY3tq3NtAjXrWcmpbBH8BJ9U_U324ziKnBSSizmVuDnIVe1zRK-BHVdR8Ou_t9ZqMfxVQY9UWzXHSHe-39AVr-Lh2yBC19wSbTixNPIiIvqYDdfDk7Bb8EjQDEjMTXC2A7N1yqEL1diGh_4s2t9Mx4b0XIETluF7ByaO0A1TNW_V_9U8rTb9FZ/s320/Sanjurjo.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>General Sanjurjo</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De las muchas peripecias vitales
que cuenta Ansaldo en este libro el único episodio que hoy mantiene todavía un interés
histórico es la del accidente de aviación en el que pereció el general Sanjurjo,
llamado a ser el jefe del alzamiento militar, y que Ansaldo, piloto de la avioneta
accidentada, un biplano Puss-Moth, en un aeródromo improvisado cerca de Cascais,
cuenta así, narrándolo por excepción, en primera persona: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>El general subió al avión y
tras él, una inmensa y pesadísima maleta. Protesté discretamente ante la carga excesiva
que ello representaba, teniendo en cuenta la cantidad de combustible contenido
en los depósitos, en previsión de un vuelo largo y accidentado. “Son los
uniformes del general -me dijo alguien-. No va a llegar a Burgos sin nada que
ponerse, en víspera de su entrada triunfal en Madrid”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">… Cuidadosamente me dirigí al
borde mismo del terreno y enfrentando la avioneta hacia los árboles del otro
extremo, rogué al general que se incorporara, para poder levantar pronto la
cola. Metí motor a fondo, aun frenadas las ruedas; después, palanca en el
tablero, me lancé hacia adelante. Los árboles se acercaban con velocidad
vertiginosa; pero manteniendo el avión contra el suelo, fijos los ojos en el
cuenta-kilómetros, esperé a que la aguja marcara 15 kilómetros más de velocidad
de sustentación, para (siguiendo mi costumbre en despegues difíciles lanzarme
bruscamente al espacio con este margen de seguridad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una fracción antes de hacerlo, oí y sentí un
brusco golpe, acompañado de gran trepidación. Acostumbrado a roturas de ruedas
en estas circunstancias, tire de la palanca y me fui al aire, pensando que al llegar
a Burgos, ya me las arreglaría para aterrizar sobre la otra rueda y todo
quedaría reducido a un “caballito” y a algunos desperfectos sin importancia. No
trato de defender mi maniobra, pues bastante caro he pagado ya sus consecuencias,
pero quienes afirman- que habrá muchos- que despegué sin velocidad, de antemano
puedo rectificarlos, ya que pasé sobre los árboles, y el accidente ocurrió a
más de un kilómetro de distancia del lugar en el que el aparato se separó del
suelo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">En aquellos momentos
angustiosos, mientras ascendía sobre la arboleda, experimenté la terrible
sensación de que, no solamente mi velocidad no aumentaba, sino que por el
contrario, iba disminuyendo, al par que la trepidación inicial se acentuaba,
con tal intensidad, que amenazaba desarmar en el aire, la avioneta. “Se me ha
roto la hélice” -tuve aún tiempo de pensar y ya casi en la “mínima” velocidad
de sustentación, piqué, para en línea recta, aterrizar en una estrecha franja
labrada, que divisaba delante del “buje” de mi hélice. Para entonces había
tenido que cortar el motor por completo a causa de la inmensa vibración<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">Entre el terreno elegido y
nosotros había una cercade piedra de poco más de un metro de altura, que
intentaba saltarme. El calor de la hora y el peso de la avioneta sobrecargada
no lo permitieron, y de frente, embestí contra ella, faltándome unos
centímetros solamente para haber aterrizado, quizá con rotura parcial del
aparato, pero sin daño alguno de sus ocupantes.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">En un estado semi
inconsciente, semejante al despertar de un sueño hipnótico y bastante
placentero, me encontré sin dolor alguno y anegado en sangre. Volví la cabeza
atrás; allí estaba el general, sentado, sonriente, pero con la cabeza como
salpicada de polvo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>… El avión ardía como una
antorcha, y el depósito de gasolina suplementario interior adosado a mi
izquierda, con sus ochenta litros inflamados, me quemaba sin hacerme sufrir.
Comprendí que había que renunciar al morboso placer de dejarse morir. Intenté
abrir la portezuela, cerrada con pestillo de seguridad, pero mi muñeca rota no
lo lograba. “Mi general, mi general -grité- abra la puerta que nos estamos
quemando”. Pero mi pasajero no se movía, aunque en su boca entreabierta se dibujaba
una extraña sonrisa. Mi mono de vuelo era toda una llama; maquinalmente- no
comprendo cómo- conseguí abrir la portezuela desencajada, tirándome de cabeza al
suelo. Incorporándome, agarré las manos del general, que quedaba en lo alto,
sobre la cerca de piedra, en que se incrustara la avioneta. Tiré de él, pero nada
logré. El humo negro me asfixiaba y posiblemente debí perder por entonces el
poco conocimiento que me quedaba”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Contrariamente a la versión de
Ansaldo, en Portugal se dijo más tarde que el choque fue consecuencia de una
bomba anarquista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una constante de esta obra son
los epítetos que “el perro caniche” de Ansaldo vierte sobre Franco y su régimen.
Al primero le pone como no digan dueñas: usurpador, ególatra, soldado de
fortuna, verdugo del trono, carnicero del Pardo, guardián del cementerio, fatuo
de cultura rudimentaria e ignorancia casi enciclopédica, entre otras lindezas y
del segundo dice que es un régimen, corrompido, envilecido y opresor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las críticas al Dictador de España
se extienden también a muchos de sus colaboradores que Arnaldo conoció y trató:
Ramón Serrano Suñer, el cuñadísimo, el pro nazi Lequerica, su jefe en Francia,
Areilza, el general Vigón ministro del Aire… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El libro, destinado ser leído por
los enemigos del régimen, cuenta muchas pequeñas intrigas y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es pródigo en anécdotas de altos y menos altos
personajes. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con independencia de su recorrido
lector, el peso inexorable de la Historia ha dado respuesta a las interrogantes
finales de Ansaldo “¿Para qué? y ¿Hasta cuándo?. A pesar de los deseos de
Ansaldo, el pueblo español hubo de esperar a 1975 para pasar página, pero esto ya
el autor del libro, fallecido en 1958 no pudo disfrutarlo.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span><span style="font-size: large;"> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Diciembre de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
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<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<i>Para qué…” De Alfonso XIII a Juan III</i>” figura entre los libros
importantes publicados por Editorial Ekin fundada en 1942 por exiliados vascos
para la promoción de la cultura vasca y con un marcado carácter político. La
editorial estaba situada hasta 1970 en el domicilio particular de uno de sus
fundadores, Isaac López Mendizábal, calle Perú 175 de Buenos Aires <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Editorial_Ekin">Editorial Ekin - Wikipedia,
la enciclopedia libre</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase la
biografía de Juan Antonio Ansaldo en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/26535/juan-antonio-ansaldo-vejarano">Juan
Antonio Ansaldo Vejarano | Real Academia de la Historia (rah.es)</a> redactada
por Emilio Herrera Alonso.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Francisco de Asís, Enrique, José María, Juan Antonio, Ignacio y Joaquín. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> ABC, 17
de mayo de 1927.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/ANSALDO.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Paul Preston que conoce este relato, así como otros testimonios y comentarios
de Vegas Latapié y Sainz Rodríguez, observa que el viaje Sanjurjo a Burgos para
ponerse al frente de la sublevación militar pudo hacerse en un aparato más apropiado,
por ejemplo, un Dragon Rapid como el utilizado por Franco o incluso haberse
hecho por carretera (Paul Preston Franco. Edición actualizada. Penguin Random House Grupo Editorial S. A. U.. Barcelona. 2022, págs. 96-97).</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-53203512612739123872023-10-19T08:17:00.013-07:002023-12-08T23:30:10.778-08:00LA NOVIA DEL DICTADOR (PRIMO DE RIVERA)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTC5E7Aqdg_o-NVpsFTZfpwTLspOLaEmEE0tJp-dyI5YdNZOlU12LvTXhux6qRtKD8iTYCONF2dMN0DmH_v9__umk65swfFXG6aBoNB84GpucUU6H6hiLrupMRZRoTVg8OZR-jG1mPrGCoZ18VH4_AoIjwn81ih9qX_hTqRClKRtghZmP7LS2M9ku2aiIW/s880/ABC.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="698" data-original-width="880" height="508" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTC5E7Aqdg_o-NVpsFTZfpwTLspOLaEmEE0tJp-dyI5YdNZOlU12LvTXhux6qRtKD8iTYCONF2dMN0DmH_v9__umk65swfFXG6aBoNB84GpucUU6H6hiLrupMRZRoTVg8OZR-jG1mPrGCoZ18VH4_AoIjwn81ih9qX_hTqRClKRtghZmP7LS2M9ku2aiIW/w640-h508/ABC.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Se cumple este año 2023, el
centenario de uno de los hechos políticos más trascendentes de la historia
contemporánea de España: el golpe de Estado del general Miguel Primo de Rivera,
entonces Capitán General de Cataluña, entre el 13 y el 15 de septiembre de
1923. Comparada esta breve dictadura primorriverista (1923-1929) con la más
larga y sangrienta dictadura del general<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Franco (1939-1975) no <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es de extrañar
que muchos historiadores y hombres políticos hayan arrojado una mirada benevolente
sobre esos años veinte y que el régimen de Primo de Rivera haya sido calificado
como una dictadura “blanda y paternalista”, “sin muertos”, (en expresión de
Indalecio Prieto) y a la vez provechosa con logros de gran visibilidad (economía,
obras públicas, pacificación de Marruecos) en lo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que constituye un extraño paréntesis en la
evolución del país.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La bibliografía en torno al golpe
de 1923 es abundantísima (podemos citar, entre otras, las monografías de María
Teresa González Calbet<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
Shlomo Ben Ami<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> o Xavier
Casals<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a las que han venido a unirse últimamente,
con ocasión del centenario, las de Roberto Villa<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
Colette y Jean Claude Rabaté<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y alguna más. Por lo general, los autores que han tratado este periodo
histórico suelen coincidir en que la causa del fracaso de la Dictadura fue su
incapacidad para institucionalizarse y, a la larga, la falta de apoyos para
conformar una base social y política estable.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim43lRt11EKlWhAiarYhv8JEtKLY1WDO1h26CWgJ-sPZEUfh9oVpuPHSSjDCP-mQwabXe9XAtl4DiFVra7aMOwmY5PjveGE1f9MqfzFfiTWmT0Yu-yeMrzAuGdd4bJdeQIf9qDhGUAiX2TxLgUFomsBKNNkhCsPJGAFcePYD-hly1qOaBk1ShmIm41RSQb/s1472/Primo%20de%20Rivera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1472" data-original-width="1067" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEim43lRt11EKlWhAiarYhv8JEtKLY1WDO1h26CWgJ-sPZEUfh9oVpuPHSSjDCP-mQwabXe9XAtl4DiFVra7aMOwmY5PjveGE1f9MqfzFfiTWmT0Yu-yeMrzAuGdd4bJdeQIf9qDhGUAiX2TxLgUFomsBKNNkhCsPJGAFcePYD-hly1qOaBk1ShmIm41RSQb/w464-h640/Primo%20de%20Rivera.jpg" width="464" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En cuanto a la figura humana del
general, que, es la que ahora y aquí nos interesa en función del asunto que
queremos tratar, las fuentes citadas señalan su formación autodidacta, su
carácter trabajador, su vena “grafómana” y su aversión a las críticas. Gerald
Brenan, que vio al dictador jerezano “<i>como un anacronismo en la España de su
tiempo</i>” escribió de él que “<i>dictaba decretos a diestro y siniestro; hacía
de ellos caso omiso cuando se le antojaba; se conducía, en suma, como perfecto
anarquista. Como tantos andaluces, era hombre de un optimismo extremo y con una
ilimitada confianza en sí mismo, por hallarse convencido de sus buenas
intenciones</i>”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En cuanto a su labor, Brenan
añade “<i>sus costumbres personales eran tan irregulares y bohemias como su
propia mentalidad. Aunque trabajaba muchas horas, estas eran dispersas y sin
regla. Todas las noches estaba charlando en los cafés o los casinos hasta las
tres y las cuatro de la madrugada; dormía hasta las ocho o las nueve y, después
del almuerzo, en pijama y gorro de dormir, volvíase a la cama a dormir la
siesta hasta las once, al buen estilo español. Su único ejercicio corporal
consistía en la equitación, pero de vez en cuando se permitía una juerga; con
algunos amigos (mujeres incluidas), se encerraba en su casa de campo,
descolgaba el teléfono y pasaba un par de días divirtiéndose. Después con nuevas
energías volvía al trabajo</i>...”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigb2vqOa7wD1arnYikWIsVJZIG3YPhuEY_BE_L8dAKQ9txwArx45r9D31D751DtvWinHGA-o2YflvrAjLfUI71ws5As3FWUTdhs95-czJhlv5094eJkmrrj2QdsDZox07GmysTf6p3hj7wSTqVebBPLpQ6tBZzpuUEEgRrkGWpIsW-TMBbda6Dth9QAYt8/s1607/Mercedes%20Castellanos%201.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1607" data-original-width="1136" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigb2vqOa7wD1arnYikWIsVJZIG3YPhuEY_BE_L8dAKQ9txwArx45r9D31D751DtvWinHGA-o2YflvrAjLfUI71ws5As3FWUTdhs95-czJhlv5094eJkmrrj2QdsDZox07GmysTf6p3hj7wSTqVebBPLpQ6tBZzpuUEEgRrkGWpIsW-TMBbda6Dth9QAYt8/w452-h640/Mercedes%20Castellanos%201.png" width="452" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No tengo grandes simpatías por la
figura de los dictadores (será por haber padecido uno, y no de los pequeños, durante bastantes años de mi vida), pero últimamente, repasando en la
Hemeroteca Digital de la BNE, números antiguos de la revista ESTAMPA me he
topado con un reportaje firmado por el entonces joven periodista César González
Ruano titulada “<i>Lo que nos dice de su próxima boda la prometida del
Presidente</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Adentrándome
en la lectura de la entrevista conozco que la prometida del presidente es una
aristócrata, Mercedes (Mimí) Castellanos, al que, según ella misma cuenta,
conoció en una visita que el general hizo en 1921 al Hospital militar de
Carabanchel donde ella trabajaba de enfermera. Comenzaron entonces una amistad,
“<i>con sus alzas y sus bajas</i>” hasta que “<i>el otro día me pidió</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A la pregunta del reportero <i>¿qué ha sido
que más le enamoró del general</i>? “<i>la señorita Castellanos</i>” contesta:
“<i>Las mujeres necesitamos admirar a alguien, y yo admiraba a Miguel. Cuanto
más lo trato, descubro nuevos motivos para esta admiración. Miguel, sobre todas
las cosas, es muy inteligente y muy culto. Se prepara pronto para las cosas. Ya
ve usted que él no era político cuando el golpe de Estado. Pero no todo es
viveza e intuición. El otro día fuimos juntos al Museo del Prado, y yo estaba
encantada de oírle. Que me hablara de Goya en estos días podía ser una cultura
de pastiche: pero no había pintor del que Miguel no supiera datos de su vida,
particularidades de su estilo, haciendo observaciones acertadísimas y sutiles
ante sus cuadros. <o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Una digresión, entre paréntesis,
y citando otra vez a Gerald Brenan. “</span><i>En cuanto a su inteligencia</i><span> [la del
general], </span><i>puede decirse que era la de un hombre de dotes naturales, pero de escasa
instrucción. No poseía preparación alguna para el arte de gobernar. Despreciaba
a los intelectuales y a los técnicos, odiaba a los políticos y disponía de un
arsenal de ideas superficiales sobre todas las materias</i><span>”.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">José María Pemán, que fue estrecho
colaborador de Primo de Rivera, decía de él que lo que caracterizaba a su
figura era “una locura patriótica y una ausencia de libros” y que todo lo que sabía
lo había aprendido en un casino de Jerez llamado “El Lebrero”, “en donde se aprendían
muchas cosas, incluso la devoción a la Virgen de la Merced, pero no, desde
luego, teoría política”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sigamos con la entrevista. La “<i>señorita
Castellanos</i>” considera la “<i>gran boda</i>” con el general prevista para
el 24 de septiembre (de 1928) como “<i>un sueño para una simple señorita
Castellanos</i>”, “<i>pero lo único que importa es el gran cariño que tengo a
Miguel ¡Lo adoro</i>!”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La “<i>señorita Castellanos</i>”,
según refiere el periodista, resulta ser el “<i>alma viva y hada buena</i>” de
unas escuelas “<i>prácticas y populares</i>” sitas en el número 143 de la calle
de Toledo patrocinadas por las damas católicas donde las muchachitas pobres de
la barriada aprenden un oficio, que ella quisiera ver ampliada con un solar
adjunto donde instalar una biblioteca, un jardín… <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La entrevista, aunque pasó la
obligatoria censura de prensa, no fue conocida de don Miguel hasta después de
publicada y está claro que no le gustó nada. Leída ahora, cuando ya sabemos las
consecuencias que tuvo su publicación, da la impresión que el sagaz González
Ruano está tomando un poco el pelo a la “señorita Castellanos”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La entrevista tiene lugar “en un
moderno y elegante edificio” de la calle Juan Bravo, en el barrio de Salamanca
de Madrid, sobre el que luego hemos de volver.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLTrN6zDQErnKFyIYlC8zrDxWk7QqTWJ6RhHYMW316CBMwCWF6NuuOIij1RGeqRDMO4V_CsYwY58L6mSdV-ldKkj8qG2CCNm_PeFSebC-77TvDFJ4PRg6bOAKXpSIeScwkTZtWQ8GSJPK6yvW9GQt7RmTkYuYlpU2-H7ujO9vOU6d77-fmOle4uk3E9K7l/s498/Nini%20Castellanos%203.png" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="498" data-original-width="326" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLTrN6zDQErnKFyIYlC8zrDxWk7QqTWJ6RhHYMW316CBMwCWF6NuuOIij1RGeqRDMO4V_CsYwY58L6mSdV-ldKkj8qG2CCNm_PeFSebC-77TvDFJ4PRg6bOAKXpSIeScwkTZtWQ8GSJPK6yvW9GQt7RmTkYuYlpU2-H7ujO9vOU6d77-fmOle4uk3E9K7l/s320/Nini%20Castellanos%203.png" width="209" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">La lectura de esta noticia ha
motivado mi curiosidad por conocer quien fuera Mercedes Castellanos, la novia del
dictador y en que fue a parar su compromiso matrimonial. A averiguarlo me he
aplicado con ayuda de la documentación a mi alcance y, sobre todo del
imprescindible “tío Google”, en el que he encontrado bastantes referencias.</div><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Para empezar, hemos de volver a
dar un repaso a la figura de Primo de Rivera a quien Madariaga definió con
acierto como un político de café celebrado por los amigos que aspiraba, como
todos los políticos de café, a salvar España.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Miguel Primo de Rivera
(1870-1930), procedente de una familia de terratenientes, de linaje militar y
aristocrático, sobrino predilecto de su influyente tío Fernando Primo de Rivera
(1831-1921), era un andaluz típico “a quien la vida le venía estrecha”. En
1890, conoció a la que sería su mujer, Casilda Sáenz de Heredia y Suárez de
Argudín (1879-1908), hija de una acaudalada familia hispano-cubana de exaltado
patriotismo. La boda de Casilda y Miguel se celebró en julio de 1902 y
consolidó la carrera del joven militar pues su mujer era joven, bonita, culta,
encantadora y muy rica. El matrimonio tuvo seis hijos: José Antonio (1904),
Miguel (1904), María del Carmen (1905), las gemelas Ángela y Pilar (1906) y
Fernando (1908). Cuando nació este último vástago, murió Casilda a consecuencia
del parto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5m_Z_ZfjpLqsep95P8mtDCJNTkFAUbHpsBhp-NHCWC0LDzSEtoMIr-qh2CR9Rz35pLzXLk5DRZg2CsufRnnwN1isxp1KI5G7DjarN9OG_aKD6ni1zPAW1s66dwjHe-Ln62IgWc7uQY6hzNmNGWycMArei2U_Dvdky_s6wzpEhp5G3mEkWneWsy4xdYR7h/s264/Esquela_Casilda_S%C3%A1enz_de_Heredia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="264" height="364" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5m_Z_ZfjpLqsep95P8mtDCJNTkFAUbHpsBhp-NHCWC0LDzSEtoMIr-qh2CR9Rz35pLzXLk5DRZg2CsufRnnwN1isxp1KI5G7DjarN9OG_aKD6ni1zPAW1s66dwjHe-Ln62IgWc7uQY6hzNmNGWycMArei2U_Dvdky_s6wzpEhp5G3mEkWneWsy4xdYR7h/w400-h364/Esquela_Casilda_S%C3%A1enz_de_Heredia.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Viudo don Miguel se volcó este en
su carrera profesional dejando a los hijos al cuidado de su madre Inés Orbaneja
(1839-1910) y de su hermana María Jesús. En 1914, a su vuelta de Marruecos, donde
era conocido como “el joven Caíd”, sin destino y ocioso, invirtió parte de su
mucho tiempo en las mujeres y en el juego. Se decía que a Primo le gustaban más
las mujeres vulgares que las aristocráticas, según se deduce del testimonio, un
tanto despechado, de María Dolores de Armat-Cárcer y Ros (1867-1939), aristócrata
barcelonesa, abuela de José Luis de Vilallonga, recogido por su nieto: “<i>Cuando
Miguel Primo de Rivera era capitán general de Cataluña… me enamoré de él.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como era un hombre amable quiso complacerme
fingiendo que el también se había enamorado de mí. Pero la verdad es que, sobre
todo cuando estaba bebido, solo le gustaban las mujeres de baja estofa, las
golfas, que por lo general parece que son más divertidas que nosotras”</i>.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Una copla que circuló en Madrid durante la Dictadura se hizo eco de esta mala
fama: “<i>naipes, mujeres y botella/ son el blasón / del marqués de Estella</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una de estas relaciones equívocas
del dictador con mujeres de mala fama, alcanzo notoriedad no solo personal sino
política. Se llamaba o la llamaban “la Caoba” y era una mujer de vida azarosa, especializada
en “contactos militares” y participante ocasional en las “distracciones” del
dictador. Esta mujer fue denunciada en febrero de 1924 por tráfico de
estupefacientes y chantaje por los hijos de la presunta víctima. La Caoba apeló
al dictador para que este intercediese, quien lo hizo enviando una nota
personal al magistrado que instruía el caso para que dejase en libertad a la
encausada. El magistrado se negó y el presidente del Tribunal Supremo le apoyó.
Como respuesta, Primo destituyó al segundo y trasladó al primero, lo que causó
un gran escándalo, con el cierre del Ateneo, destierro de personas (ente ellas
Unamuno, a Fuerteventura), expedientes académicos a estudiante, procesos a
catedráticos etc.) <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbi4ZBBzxYBTtBw61hyphenhyphen362gnHLI1rRpYryA6nqcDDL1AQ2c0vMjgIAKbR5HllfS1SvcOjDaSW9SIB_p-CeeJLoG0vQyZ22aa-0caOr4Id9A9VQy5RIruVYsg80SXkTQsN_BhXNFqOUAppTenAR84gUJx89nRz14ncT8Ykm4ADNxHYCUx_jQykxOAOJCUD6/s763/La%20Nacion%2023.04.28.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="763" data-original-width="445" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbi4ZBBzxYBTtBw61hyphenhyphen362gnHLI1rRpYryA6nqcDDL1AQ2c0vMjgIAKbR5HllfS1SvcOjDaSW9SIB_p-CeeJLoG0vQyZ22aa-0caOr4Id9A9VQy5RIruVYsg80SXkTQsN_BhXNFqOUAppTenAR84gUJx89nRz14ncT8Ykm4ADNxHYCUx_jQykxOAOJCUD6/w374-h640/La%20Nacion%2023.04.28.png" width="374" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Así las cosas, el 24 de abril de
1928, el dictador ¿sorprendió? <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los
periodistas confirmando lo que ya era de conocimiento público: su próxima boda
con la señorita Mercedes Castellanos. “<i>Con la mujer elegida mantengo
relaciones de amistad hace siete años</i>- confesó el general<i>-; es buena,
distinguida y culta y, a mi parecer, bella. Hubiéramos podido decidir la boda
antes y no lo hemos hecho por que no se encontraba mi ánimo muy decidido para
el matrimonio, porque, aunque bien lejos ya de la juventud, mi carácter es
alegre e independiente. Ahora después de esta carrera de resistencia de cinco
años, me parece que voy necesitando la vida del hogar, de que en todo este
tiempo no he disfrutado pues a mis hijos solo los he visto los domingos”</i><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Días antes (21 de abril de 1924) ya lo había anunciado “<i>La Vanguardia</i>”
en un reportaje de la redactora René Hernández donde la novia se mostraba “<i>contentísima
y enamorada del jefe del gobierno, al que se propone hacer feliz, sin ser
obstáculo para su labor de gobernante</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los novios no eran ya unos jovencitos:
el dictador era más que cincuentón y la “señorita Castellanos”, debía ir ya por
los treinta y tantos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Algo más podemos añadir de la novia.
Mercedes Castellanos y Mendeville, nacida en Suecia, en fecha desconocida, aunque
residente en España desde los doce años, pertenecía a una de las familias de
mayor relieve en la sociedad madrileña. Su padre, Lorenzo Castellanos y Sánchez
Pereira, era diplomático y su madre, Mercedes Mendeville y Trapaní era
ascendencia argentina. Mercedes, madre, al enviudar de su primer marido, casó
en segundas nupcias con el coronel de Artillería Manuel de Alvear y Ramírez de
Arellano, conde de San Félix, del que volvió a enviudar en 1920. Al fallecer la
madre en 1925<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, el
título de Conde San Félix pasaría a su hija Mercedes.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAkJh_d3s3appA09z-WnXNwdFe97IGQzNLADRtAq4y2ve7GWNix5_IAC9W4cLMEfbnHL4wTXf2O01AisObcXQKpXeWagr9KzbTEZLPo-EmThwoGDLJlkvFHgLgbpr-R5HnQXUNZlVFCdLmP0sSw7eV0R_ZtCL5-iKpwd2WhGl_zcTvUrUXnKeeQ4noB7l2/s605/Mercdes%20madre%20Prado%20Sorolla.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="605" data-original-width="295" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAkJh_d3s3appA09z-WnXNwdFe97IGQzNLADRtAq4y2ve7GWNix5_IAC9W4cLMEfbnHL4wTXf2O01AisObcXQKpXeWagr9KzbTEZLPo-EmThwoGDLJlkvFHgLgbpr-R5HnQXUNZlVFCdLmP0sSw7eV0R_ZtCL5-iKpwd2WhGl_zcTvUrUXnKeeQ4noB7l2/w312-h640/Mercdes%20madre%20Prado%20Sorolla.jpg" width="312" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El retrato de Mercedes Mendeville, condesa de San Félix, pintado por Sorolla en
1906, legado en 1956 por su hija Mercedes Castellanos Mendeville de Aizpuru, se
guarda (no expuesto) en el Museo del Prado. Algún autor opina que la opulenta condesa
de San Félix pudo servir de modelo a doña Emilia Pardo Bazán para uno de los personajes
de su novela “<i>La quimera</i>” (1905).</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En Madrid, donde las tonterías
florecen más que las acacias, que dijera don Manuel Azaña, no se hablaba de
otra cosa, que de la boda del dictador. El enlace estaba previsto para el 24 de
septiembre y ya se contaba con la licencia del Rey y se había comunicado al
obispo de Madrid- Alcalá que sería el oficiante en la ceremonia, incluso los
ayuntamientos de algunas localidades, Yecla y Almagro, habían nombrado a la novia
“alcaldesa honoraria” sin duda para hacer méritos ante su futuro esposo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg52oh45FeuNddyt_0Ar8KnJCqH_r4MVo-h_SWbT5f9bygCGN0PN5FQ_urdjXqVDiFTLgGtYiwnWX4v_uo4zYBf7YBb72gnNvDnWTmQCprDzNZAhYT3IdECrz0v2ZsOfBKkikAD3aH3qI99-fR0cifawtZauaOJYPUw6fDQTML2i3uk8kJ0pUJhHl_RFSS_/s1082/El%20dictador%20y%20Mimi.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1082" data-original-width="1017" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg52oh45FeuNddyt_0Ar8KnJCqH_r4MVo-h_SWbT5f9bygCGN0PN5FQ_urdjXqVDiFTLgGtYiwnWX4v_uo4zYBf7YBb72gnNvDnWTmQCprDzNZAhYT3IdECrz0v2ZsOfBKkikAD3aH3qI99-fR0cifawtZauaOJYPUw6fDQTML2i3uk8kJ0pUJhHl_RFSS_/w602-h640/El%20dictador%20y%20Mimi.jpg" width="602" /></a></span></div><span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="font-size: x-large;">Figúrense los comentarios de todo
tipo cuando, pasadas las semanas, se vio que el proyecto de boda había quedado
en agua de borrajas (ABC, 9 de junio de 1928). Hubo miles de versiones. Hay
quien dijo que la novia había hecho uso de “información privilegiada” para
algún negocio de bolsa un tanto turbio, aunque creo que la versión más
verosímil es la que cuenta el propio González Ruano que tuvo ocasión de hablar
con el marqués de Estella en una verbena celebrada en el mes de julio en el
parque del Retiro. Asegura Ruano, en su libro de Memorias</span></span><span style="font-size: x-large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn17" name="_ftnref17" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[17]</span></span></span></a><span>
que, al reconocerle Primo de Rivera, le dirigió una mirada “insolente y
descarada” y le reprochó haber puesto en ridículo a la “señorita Castellanos”,
a lo que Ruano le contestó diciendo que él se había limitado a ser taquígrafo de
sus declaraciones. “Entonces la que se ha puesto en ridículo es ella”, concluyó
don Miguel. A partir de aquí, parece que cada uno siguió su propio camino.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAlblVaPANv12ClQ1Eyx0GQ2ykfZhUVckOVWR8WijQC-eLxC8ISIJV2ZAro_tWNXVo9ijiXlkAYDROCOHOZE-TCGUqCwUGx8uF-84NawLKw5AwsAQ_ax1pOl3FaMNiwnOvTUCFkve32N7-77xMbL1s4rrBR0dB7u7ibRx_Vkz0loZGo_jgg32TWKsc__M2/s598/Nini%20Castellanos.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="417" data-original-width="598" height="446" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAlblVaPANv12ClQ1Eyx0GQ2ykfZhUVckOVWR8WijQC-eLxC8ISIJV2ZAro_tWNXVo9ijiXlkAYDROCOHOZE-TCGUqCwUGx8uF-84NawLKw5AwsAQ_ax1pOl3FaMNiwnOvTUCFkve32N7-77xMbL1s4rrBR0dB7u7ibRx_Vkz0loZGo_jgg32TWKsc__M2/w640-h446/Nini%20Castellanos.png" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">¿Qué fue de la vida posterior de
Mercedes Castellanos? Desde luego no se quedó compuesta y sin novio porque sabemos
que poco tiempo después casó con un militar, el general José Aizpuru
Martín-Pinillos y que, estando ya casada, estuvo presente en la capilla
ardiente del general Primo de Rivera, fallecido en Paris el 16 de marzo de 1930
donde fue recibida cariñosamente por los hijos del difunto.</span><p></p></span>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A lo largo de su vida, y hasta su
fallecimiento el 19 de septiembre de 1955, Mercedes Castellanos estuvo muy
implicada en labores sociales. Su máxima preocupación, aparte su colaboración
con la Cruz Roja, fue la creación en 1940 del Colegio de Nuestra Señora de las Mercedes
para Huérfanos de Militares, administrado, en su primera época por una Junta de
Damas presidida por doña Mercedes Castellanos y regentado por Hermanas de la
Caridad, antes de pasar en 1951 al Patronato de Huérfanos del Ejército. También
donó parte de sus bienes para construir una Casa de Retiro para Hijas de Caridad
mayores y enfermas (Fundación Castellanos Mendeville. Casa de San José y San
Lorenzo, calificada como Fundación Benéfico-Docente en 1957). En 1932 ya había
creado también una Casa Cuna, con más de cuarenta cunas, para niños enfermos y para
hijos de trabajadores en precaria situación económica con sede definitiva en la
calle de Francisco Silvela , esquina con Avenida de los Toreros (obra racionalista
del arquitecto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luis Gutiérrez Soto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que después de la guerra civil, con las
necesarias adaptaciones, pasaría a ser la sede del colegio de Nuestra Señora de
las Mercedes.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyR_080INRGOUblJXsxPveJhegoCotkMCQmDreHndKORrz99vNySEyzQR7xII92bid9xAZbMbV6mzgLlNoFJgdKoy-odWGuPK58EBDF7xIcvgfkXk4d3xlgD_CwKUFeBb7_CAviibrhJvDt0dikP0SK5nlVfV5OFnv4shJJvAcufFtaCC2Z57lTrxj3fJY/s560/MercedesC%20astellanos.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="560" data-original-width="304" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyR_080INRGOUblJXsxPveJhegoCotkMCQmDreHndKORrz99vNySEyzQR7xII92bid9xAZbMbV6mzgLlNoFJgdKoy-odWGuPK58EBDF7xIcvgfkXk4d3xlgD_CwKUFeBb7_CAviibrhJvDt0dikP0SK5nlVfV5OFnv4shJJvAcufFtaCC2Z57lTrxj3fJY/w348-h640/MercedesC%20astellanos.png" width="348" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mercedes Castellanos, con buenas
relaciones en la “familia militar”, pues consta que fue recibida por Franco en
un par de ocasiones y que fue amiga y amiga y colaboradora del general Millán
Astray, dejó, al morir sin ascendientes y descendientes directos, todos sus
bienes a la Compañía de las Hijas de Caridad de San Vicente Paúl para el sostenimiento
de la citada Fundación Castellanos Mendeville y dejo encargadas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>misas en los aniversarios de su muerte y de otros
varios familiares y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>también el de la
muerte del general Primo de Rivera y en el día de San Miguel. Se ve que no le
guardaba rencor alguno. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">El edificio<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhukBk2gVoJ2qnvaF9fNiigWb3YVo5AwsVgqWXDbbxVSsVgyR5NXv0KCdz9HUPGc9dhDVld4yIIWNLLFmn2Z3JpZEaFZkqjasI2EVKMNSki0d1vCPKy8NdvOiuzVDf-PdpTLl1vi3xcN8ELAGLA3xd25Uu_9t3f280zIR909phuTRXm-GCz4UXOGIip3DQM/s594/APM.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="594" data-original-width="411" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhukBk2gVoJ2qnvaF9fNiigWb3YVo5AwsVgqWXDbbxVSsVgyR5NXv0KCdz9HUPGc9dhDVld4yIIWNLLFmn2Z3JpZEaFZkqjasI2EVKMNSki0d1vCPKy8NdvOiuzVDf-PdpTLl1vi3xcN8ELAGLA3xd25Uu_9t3f280zIR909phuTRXm-GCz4UXOGIip3DQM/w442-h640/APM.jpg" width="442" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mercedes Castellanos habitaba en
Madrid un edificio en el barrio de Salamanca, calle Juan Bravo, 6, que había comprado
en 1924 y cuyos orígenes se desconocen. La aristócrata encargó, en 1928, su
ampliación al arquitecto Luis Sainz de los Terreros y Gómez de las Bárcenas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(1876-1936) afín a las ideas políticas de Primo
de Rivera, que quizás fuera también su primer constructor. Su propósito
frustrado esa que en esta casa viviera la pareja, ya que “aunque sencilla era
suficiente para los dos”. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjovcPG5LQC8F-Ou0MBb-wTccyu4c9pozbA4Ax_tPcYvOZeGpBGwtk7Aj7_VdfoOhQvbpFj3umuHApuF35cPm_-ZQbyDmmuyZ2FRw-v8H91YYTXptQ1r09_ft4127KtNmXY7WUzsJENlpwhjBDdxQo-7YaAd6YjyfqiXE0OPgP2YBeeDHJ39jWnMRmFhP0Q/s452/Nini%20Castellanos%204.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="372" data-original-width="452" height="526" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjovcPG5LQC8F-Ou0MBb-wTccyu4c9pozbA4Ax_tPcYvOZeGpBGwtk7Aj7_VdfoOhQvbpFj3umuHApuF35cPm_-ZQbyDmmuyZ2FRw-v8H91YYTXptQ1r09_ft4127KtNmXY7WUzsJENlpwhjBDdxQo-7YaAd6YjyfqiXE0OPgP2YBeeDHJ39jWnMRmFhP0Q/w640-h526/Nini%20Castellanos%204.png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Según hemos leído<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
este palacete fue comprado en 1942 por el Sindicato de la Marina Mercante que
alquiló algunas estancias a “otras empresas y estamentos”. Posteriormente pasó
a manos del Estado y empezó su deterioro hasta que en 1970 fue devuelto a los
Sindicatos Verticales. En los años 80 el palacete fue cedido a la Asociación de
la Prensa de Madrid (APM) que lo reformó totalmente, aunque se conserva la entrada
original y la escalera interior. El edificio cuenta con varias salas de
reuniones, y un salón de actos instalado en el antiguo patio, así como una
valiosa biblioteca. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Me gustaria
visitarlo, a ver si algún directivo de la Asociación lee estas líneas y me
invita a ello.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hasta aquí cuanto hemos podido
averiguar, que no es todo ni mucho menos del frustrado enlace del dictador, general
Miguel Primo de Rivera y Orbaneja y de Mercedes Castellano Mendeville. Si algún
lector o lectora conoce algún dato más, estaría muy agradecido si me lo
comunicara.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">© <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez Bargueño<o:p></o:p></b></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><span style="font-size: large;">Octubre, 2023 (añadida fotografía, diciembre 2023)<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar o
comentar algo puedes dirigirte a mi dirección de correo </span></i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">manuelblas222@gmail.com</span></i></a><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"> con la seguridad de que serás
rápidamente atendido.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Gracias. Manuelblas</span></i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
González Calbet, María Teresa “<i>La Dictadura de Primo de Rivera. El
Directorio Militar</i>”. Ediciones El Arquero. Madrid, 1987.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Ben Ami, Shlomo. “<i>La dictadura de Primo de Rivera 1923-1930”</i>. Editorial Planeta,
Barcelona, 1980.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Casals Messeguer, Xavier “<i>Miguel Primo de Rivera, el espejismo de Franco</i>”
en “<i>Miguel Primo de Rivera y Orbaneja</i>” Ramón Tamames. Xavier Casals.
Cara&Cruz. Ediciones B. S. A. 2004<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Villa,
Roberto, “<i>1923. El golpe de Estado que cambió la historia de España</i>”.
Espasa, 2023<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Rabaté,
Colette y Jean-Cloud. “<i>Unamuno contra Primo de Rivera. Un incesante desafío
a la tiranía”</i> Galaxia Gutenberg 2023.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Brenan,
Gerald “<i>El laberinto español</i>” Ediciones Ruedo Ibérico, 1962, p. 63.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Brenan,
Gerald, ob. cit., pág. 64<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Revista
Estampa 24 de abril de 1928<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Leído en
el libro de Xavier Tusell “<i>La política y los políticos en tiempos de Alfonso
XIII</i>”. Biblioteca Cultural RTVE 88. Editorial Planeta. Editora Nacional.
1976, pág.107.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Citado
por Brenan, pág. 63.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> J. L.
de Villalonga. “<i>La cruda y tierna verdad</i>”, pág. 214., citado por Xavier
Casals<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase
para mas detalles <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/La_Caoba">La Caoba -
Wikipedia, la enciclopedia libre</a></span><o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “<i>La
Nación</i>”, 23 de abril de 1928<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn14" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Cuenta Mercedes que conoció al entonces capitán general en 1921 y en el
Hospital Militar de Carabanchel donde había ido de visita “para llevar a los
muchachos algunas chucherías” mostrando su contrariedad porque los heridos que cuidaba,
en el Hospital de San José y Santa Adela, estaban desatendidos. Días después
quedó gratamente sorprendida al recibir de parte del general un paquete con un
centenar de camisetas. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn15" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Está
enterrada en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn16" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Su abuelo paterno fue el médico José de la Cruz Castellanos Mojarrieta
(Camagüey. (Cuba). 1807- Madrid. 1875) que detentó entre otros los cargos de
Hombre de Cámara de Isabel II, Vocal del Consejo de Instrucción Pública y
Regidor perpetuo de la ciudad de Puerto Príncipe (actual Camagüey). La familia
tenia numerosas posesiones en Ultramar (Centro Documental de la Memoria
Histórica)<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn17" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> César
González Ruano. “<i>Mi medio siglo se confiesa a medias</i>”. Barcelona, 1951<o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn18" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Datos
extraídos del libro de Carlos Piserra Velasco y Tomás Gamero García “Historia
del Colegio de Nuestra Señora de las Mercedes para Huérfanos del Ejercito.
Asociación de Huérfanos del Ejercito. Imprenta- Escuela Pro Huérfanos de la
Guardia Civil. 2007. <o:p></o:p></p>
</div>
<div id="ftn19" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LA%20NOVIA%20DEL%20DICTADOR.docx#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="font-size: 10pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="https://www.madridvillaycorte.es/palacete-de-juan-bravo-6-sede-de-la-apm/"><span style="font-size: 11pt;">Palacete de Juan Bravo, 6 - sede de la APM - Madrid
Villa y Corte</span></a><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-14729225971385055782023-08-30T11:04:00.000-07:002023-08-30T11:04:43.224-07:00LEÓN DE ARROYAL, más que un ilustrado<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7cmTdpZ7fErvAKOVXp8diASBm1T89qDl9npCsDe4ykW5cnuP4W33kmIUJTtQ1-hoa11lmsysdxXtf0n2piuMoHyhMzGKcMpM3Se0muMciUaCu4erUcwH-AhzJ7V65bUo76Rshpg2stBWpsA8nQCIvIy7Sw6BPqI7zJaaFT3YEWRw6Xjx2T8b864drszZ_/s900/Leon%20Arroyal%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="698" data-original-width="900" height="496" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7cmTdpZ7fErvAKOVXp8diASBm1T89qDl9npCsDe4ykW5cnuP4W33kmIUJTtQ1-hoa11lmsysdxXtf0n2piuMoHyhMzGKcMpM3Se0muMciUaCu4erUcwH-AhzJ7V65bUo76Rshpg2stBWpsA8nQCIvIy7Sw6BPqI7zJaaFT3YEWRw6Xjx2T8b864drszZ_/w640-h496/Leon%20Arroyal%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Confieso que no había tenido
noticias de la existencia de León del Arroyal hasta que por casualidad ha venido
a mis manos un recorte de prensa<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
en el que el profesor e investigador de la Universidad Complutense, Enrique
Moral Sandoval daba cuenta de su vida y milagros de este “ensayista, filántropo
y emprendedor” al cumplirse los doscientos años de su fallecimiento. Motivado
por esta noticia he consultado algunas otras fuentes, con cuya ayuda, sin
mérito alguno por mi parte, cuento quien fue este caballero hasta donde me ha
sido posible averiguar. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">León de Arroyal nació en Gandía
(Valencia) el 12 de abril de 1755, según el Diccionario Biográfico de la Real
Academia de la Historia (RAH), y murió su casa de Vara de Rey (Cuenca)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
el 5 de enero de 1813, Fueron sus padres, el magistrado Fernando de Arroyal,
natural de Ayamonte (Huelva) y Juliana de Alcázar, natural de Vara del Rey
(Cuenca). La familia, perteneciente a la pequeña nobleza provinciana, gozaba de
una posición más o menos acomodada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El joven León, por cuyas venas
corría la sangre de varias generaciones de letrados, inició estudios de Leyes
en Salamanca donde consta que se encontraba hacia 1773<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
al mismo tiempo que su presencia se hacía frecuente en círculos ilustrados de
la ciudad como la conocida como Segunda Escuela Poética Salmantina<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
presidida primero por Cadalso y luego por Meléndez Valdés, donde León del
Arroyal adoptó el sobrenombre o máscara poética de “Cleón”. Según Moral
Sandoval, la atracción que sintió por estos círculos ilustrados, en los que hizo
sus primeros pinitos literarios, le hizo abandonar los estudios jurídicos. Más
explícito es el articulo recogido en el Diccionario de la RAH, firmado por
Alejandro Diz al señalar que, desde aquella época salmantina, se desarrolló en
Arroyal una doble inquietud intelectual, común a otros ilustrados de fuste como
Meléndez Valdés o Jovellanos, la de carácter humanístico-literario y la de
carácter jurídico, que estarían presentes a lo largo de su vida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">También data de aquellos años su
proyecto de fundar un periódico al estilo del “<i>Journal de París”</i><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
en el que se incluyera información sobre libros y resúmenes de obras, noticias
de actualidad y sobre temas de interés diverso. A pesar de que llegó a contar
con dieciocho colaboradores y tener las correspondientes autorizaciones, el
proyecto se frustró al tener Arroyal que abandonar Salamanca tras la muerte de
su padre y trasladarse a Madrid donde pasó el año 1778.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al año siguiente, 1779, lo
tenemos residiendo en Vara del Rey donde su nombre y su firma aparecen en una “<i>Solicitud
de vecinos de Vara del Rey para constituir una Sociedad Económica</i>” a la que
se adjuntaba un informe suyo poniendo de manifiesto el mal estado económico y
social del pueblo, a la sazón habitado por unos trescientos vecinos [es decir,
unos 1.200 habitantes]. Por resolución de 8 de octubre de 1779 el Consejo de
Castilla denegó la licencia para constituir tal Sociedad, debido al informe
negativo del corregidor de Sisante y Vara del Rey. No obstante, y a pesar de
que no logró la autorización, la Sociedad Económica de Madrid le reconoce como
director de la de Vara del Rey en 1781<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuoFf1rCb798FN8kZKl6_6dlxoF9Ns60Vm5BypwPHfEfzPOHAkosyac1oOYSz3feqxRRHjpQnPUu5wDfFvfPVZ0_2hdzmmtvpXVLHbgpfmyFDCeSe7I1Aee7X8-zye52dMfn17bfab_0QknlbGWtkg0E7ftlQLuq9EkJVBcz9AAjunAzCom1q56p17hxux/s1200/Le%C3%B3%20Arroyal%201.jpeg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="812" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuoFf1rCb798FN8kZKl6_6dlxoF9Ns60Vm5BypwPHfEfzPOHAkosyac1oOYSz3feqxRRHjpQnPUu5wDfFvfPVZ0_2hdzmmtvpXVLHbgpfmyFDCeSe7I1Aee7X8-zye52dMfn17bfab_0QknlbGWtkg0E7ftlQLuq9EkJVBcz9AAjunAzCom1q56p17hxux/s320/Le%C3%B3%20Arroyal%201.jpeg" width="217" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Residiendo al parecer a caballo
entre Vara del Rey y Madrid, fue en la corte donde León de Arroyal emprendió
distintos proyectos de índole literaria, social y religiosa. En concreto
emprendió traducciones de la Biblia y otros textos litúrgicos a la lengua
vulgar bajo la idea de volver a la pureza original del Evangelio, a través del
conocimiento y estudio riguroso de los textos sagrados, animado por el decreto
dado por el inquisidor general ilustrado Felipe Bertrán (1704-1783), de 20 de
septiembre de 1782 que permitía las versiones de la Biblia en lengua vulgar,
con tal de que fuesen aprobadas “<i>por la Silla Apostólica o dadas a luz por
autores católicos con anotaciones de los Santos Padres de la Iglesia o doctores
católicos, que remuevan todo peligro de mala inteligencia”</i>. La primera de
estas traducciones fue “<i>Salmos, himnos y consideraciones del imitador</i>”,
aprobada en 1779, adelantándose al mencionado decreto. Antes aun, en 1781,
había publicado su “<i>Versión parafrástica del Oficio Parvo de Nuestra Señora
según el Oficio Romano</i>”. La segunda edición de esta obra, más cuidada, en
1784, tuvo problemas debido a la oposición de los monjes de El Escorial que
pretendían tener el privilegio para impedir o vender para su provecho toda
clase de textos litúrgicos, litigio que finalmente se resolvió a su favor por
el Consejo de Castilla que recogió, quizás por influencia de Floridablanca su
argumentación de que se trataba de una obra dirigida a seglares y no a
eclesiásticos.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1783 le fue concedido el
privilegio exclusivo para la publicación de su “<i>Versión castellana del
Oficio de los difuntos, con otras preces y oraciones de la Iglesia, según el
breviario y ritual romano</i>” y en 1785 el misal dominical y festivo <i>“Versión
parafrástica de la Santa Misa como lo celebra Nuestra Madre la Iglesia en las
dominicas y festividades del año, según el Misal Romano y Cuaderno de Santos de
España</i>”, en dos volúmenes que también le causó problemas hasta que, después
de un largo pleito los censores autorizaron la obra con algunas correcciones.
Todas estas obras fueron editadas en la imprenta del famoso impresor Joaquín
Ibarra.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhen9b3Pjg-e9QMWGQEgS8NIk2NYqNyHHi9gH2ueM60D1jsHFco5fFi8k1mDy0GW-ZB1tB30ci4eyp3DvIgrLPpHFoFlS2Me9MJOSSAUStnY_DUUdtvRp7NPjijA6cw04mosOc0Ye2zrZHtORhB5gLZhDJ-Xv5su0RT__AxIoGaNm_1jgOSsxMG8-ozxu_F/s3264/Leon%20Arroyal%203.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="2448" data-original-width="3264" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhen9b3Pjg-e9QMWGQEgS8NIk2NYqNyHHi9gH2ueM60D1jsHFco5fFi8k1mDy0GW-ZB1tB30ci4eyp3DvIgrLPpHFoFlS2Me9MJOSSAUStnY_DUUdtvRp7NPjijA6cw04mosOc0Ye2zrZHtORhB5gLZhDJ-Xv5su0RT__AxIoGaNm_1jgOSsxMG8-ozxu_F/s320/Leon%20Arroyal%203.jpg" width="320" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br />También hacia 1783, León de
Arroyal asistió, al parecer, a las tertulias del círculo de jóvenes que se
celebraban en el convento de la Victoria dirigidas por el escolapio Padre
Estala donde pudo conocer a Moratín y reencontrarse con Forner, antiguo
condiscípulo en Salamanca. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A través de
este último pudo frecuentar a la familia de Juan Crisóstomo Piquer, capellán del
convento de la Visitación cuyas hermanas, Vicenta y Rita estaban casadas con
empleados del Ministerio de Hacienda.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Rita, mujer erudita y amante de las letras, le inspiró como musa Egeria dos
volúmenes de “<i>Odas”</i> y “<i>Epigrama</i>s” (publicadas en 1784) a las que
unió algunas composiciones de la propia Rita a quien presentaba como la “Safo
de aquellos tiempos”. El 1 de febrero de 1785, Rita, que se había quedado viuda
del funcionario de Hacienda Joaquin Assin Ximénez de Bates, esposó en segundas
nupcias con su rendido admirador a quien aventajaba en edad lo que dio lugar a
un sarcástico epigrama que Forner dedicó a su antiguo compañero de estudios.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hacia 1785 Arroyal y su esposa se
retiraron a Vara del Rey donde León desempeñó el cargo de procurador síndico
general y contador de Renta en el partido de San Clemente. En dicha localidad
residió hasta 1791 y su firma aparece en todas las reclamaciones que desde ese
pueblo se alzan en ese período. En 1786 organizó en la localidad una Junta de
Caridad con la finalidad de recoger y distribuir las limosnas de modo y manera
que se eliminase la pobreza ociosa. En 1788 elevó al Consejo de Castilla sus
quejas por el desorden y falta de justicia que imperaban en Vara del Rey
debidos a la ausencia y constante residencia del corregidor en la vecina
localidad de Sisante.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Paulatinamente se fue fraguando
en él una mayor radicalización en la crítica a los poderes establecidos lo que
es ya manifiesto en los planteamientos de índole social que aparecen en las “<i>Sátiras”</i>,
que presentó a censura en 1785 y que promovió un grueso y largo expediente que
acabó en su prohibición definitiva en 1799. Según Moral Sandoval este libro de “<i>Sátiras”</i>
lo escribió Arroyal bajo la inspiración del ministro Roda pero al morir este
fue prohibido y mandado destruir por la censura eclesiástica.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG9vlkku2_8WIJJlYqLQRNWo3N9Zg11rd4HdZiXsEce_ES6suPcQoGX4n7y36WkAWonLxmhfDV0yV-wn6LZ4gJEX14qr3fjm6Gf53YW_pb9s7BFHUxKSRODUdtp94eEVxobFecpmea2oPa_p4P3npTCQXm-6Cym34PYQBQimqHNxMdoV2R547dN436Umxs/s457/Leon%20Arroyal%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="457" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiG9vlkku2_8WIJJlYqLQRNWo3N9Zg11rd4HdZiXsEce_ES6suPcQoGX4n7y36WkAWonLxmhfDV0yV-wn6LZ4gJEX14qr3fjm6Gf53YW_pb9s7BFHUxKSRODUdtp94eEVxobFecpmea2oPa_p4P3npTCQXm-6Cym34PYQBQimqHNxMdoV2R547dN436Umxs/w263-h400/Leon%20Arroyal%202.jpg" width="263" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La obra de Arroyal más conocida y
estudiada son, sin duda, sus “<i>Cartas económico-políticas al Conde de Lerena”</i>,
fechadas entre 1786 y 1790, obra que quedó inédita en su tiempo, inicialmente considerada
de autor anónimo, luego atribuida a Campomanes en la edición de 1878 de Antonio
Rodríguez Villa, (de un manuscrito que dijo haber encontrado en el archivo de
Jovellanos, en Gijón) y posteriormente reconocida a Cabarrús por Menéndez
Pelayo. Sin embargo, ya en los años cuarenta, el profesor Sánchez Agesta puso
en duda estas atribuciones, siguiendo el prudente criterio que figura en la “<i>Biblioteca
de los economistas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII</i>” de Manuel Colmeiro,
publicada en 1861<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Actualmente
nadie duda de que las <i>Cartas </i>fueron escritas por León de Arroyal, sobre
todo cuando el propio autor nos ha contado en la carta primera las
circunstancias en que nació su proyecto como un desafío que le plantea el conde
de Lerena<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, recién
nombrado ministro de Hacienda y que el acepta, sin asustarse, marchando a su
rincón de Vera del Rey para escribir las cinco primeras.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Qué es lo que contiene estas Cartas? Según
Enrique Moral “<i>en ellas y denotando la influencia entre otros de Beccaria y
de Adam Smith, Arroyal se propuso acabar con el abigarrado e injusto sistema
fiscal imperante, que mediante reiteradas cargas indirectas gravaba los
productos elementales de consumo en perjuicio exclusivo del pueblo llano. En su
lugar, elaboró un plan sustentado en el catastro, con presupuestos anuales de
ingresos y gastos, que se basaba en una doble imposición, en proporción a la
renta de cada uno y sobre la propiedad -eclesiástica, civil- incluida la
familia real que eliminaba los escandalosos privilegios existentes</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otras Cartas posteriores, las
escritas entre 1792 y 1795, dirigidas a Francisco de Saavedra,<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
consejero de Guerra y después Ministro de Hacienda, se consideran como <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>uno de los primeros escritos del pensamiento
liberal moderno con un rechazo del Absolutismo y una defensa clara no solo de
la libertad económica sino también de la libertad política y civil con base en
un proyecto de Constitución racional influida por el espíritu revolucionario
francés con un gobierno representativo, división de poderes, un pacto social y
toda una serie de derechos individuales. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Ni que decir tiene que los
proyectos de Arroyal no prosperaron.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPcFLSUDj0uCbRCL2VepEXMNWeEt2MRZDXnE8jVIjyGCMbVqGzRYBHZjfzdVtaYT4c0WZi3aIgK7qr9U9bjBA_is6jefo9EiFGvDtmx9oseBM6pipZtfu4uilvSEaUHUjuoAH5OSnLwULpuDGlvFgjg9UUANJx5Vp_8cyuHXdKYRY-Kqx_TQUXN0Peq_Wx/s500/Leon%20Arroyal%204.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="352" data-original-width="500" height="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPcFLSUDj0uCbRCL2VepEXMNWeEt2MRZDXnE8jVIjyGCMbVqGzRYBHZjfzdVtaYT4c0WZi3aIgK7qr9U9bjBA_is6jefo9EiFGvDtmx9oseBM6pipZtfu4uilvSEaUHUjuoAH5OSnLwULpuDGlvFgjg9UUANJx5Vp_8cyuHXdKYRY-Kqx_TQUXN0Peq_Wx/w640-h450/Leon%20Arroyal%204.webp" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Arroyal fue también autor de una sátira
muy dura titulada “<i>Oración apologética en defensa del estado floreciente de
España</i>”, panfleto anónimo más conocido como “<i>Pan y Toros</i>” que
circuló clandestinamente por el país a partir de 1793 y alcanzó su máxima
difusión entre 1796 y 1799 pese a la reacción inquisitorial.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1798 intentó de nuevo la
publicación de las <i>Sátiras</i>, incluyéndolas en la reimpresión de sus
obras, a las que añadió otras dos más, “<i>Seis aprovechamientos de la mujer</i>”
y un “<i>Tratado de educación</i>” o “<i>Catecismo del hombre en sociedad</i>”,
pero la censura emitida en febrero de 1799 le fue de nuevo negativa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde esa fecha hasta la de su
muerte, el 5 de enero de 1813, nada sabemos que fue de su vida. Años antes, en
1785, Arroyal y su esposa habían hecho testamento y en la parte del esposo se
señalaban una serie de cláusulas reflejo de la actitud religiosa propia de un
hombre ilustrado como el rechazo al ceremonial barroco, su insistencia en la
sencillez de los ritos funerarios y el destino de sus restos mortales,
disponiendo que fuera enterrado fuera del templo con mortaja tradicional y la
prohibición del empleo de sus bienes en misas, fundaciones perpetuas, obras
pías, capellanías o mayorazgos, dado que los bienes con las que aquellas se
dotaban estaban exentas de tributación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Enrique Moral considera a León de
Arroyal como uno de los exponentes más avanzados del tránsito entre la
Ilustración y la nueva etapa liberal que aun tardaría varias décadas en
manifestarse en España.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">© <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez Bargueño<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Agosto, 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si te ha interesado esta
entrada y quieres preguntar o comentar algo puedes dirigirte a mi dirección de
correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás rápidamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias. Manuelblas</i><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Enrique
Moral “<i>León de Arroyal, más allá de la Ilustración</i>”. El País, 29 de
marzo de 2013.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La Biblioteca pública municipal de Vara del Rey (Cuenca) lleva el nombre de
León de Arroyal.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En el Archivo de la Universidad de Salamanca se encuentra la única descripción
física que de León de Arroyal se dispone cuando contaba dieciocho años de edad:
[…] <i>pelo y ojos castaños, ancho de rostro, con algunas señales de viruela<o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase <a href="http://hispanoteca.eu/Literatura%20ES/La%20escuela%20po%C3%A9tica%20de%20Salamanca.htm">La
escuela poética de Salamanca (hispanoteca.eu)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El “<i>Journal de Paris</i>” (1777-1840) fue el primer diario francés, fundado
por Antoine-Alexis Cadet de Vaux, Jean Romilly, Olivier de Corancez y Louis
d´Ussieux, siguiendo el modelo del “<i>London Evening Post”</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://en.wikipedia.org/wiki/Journal_de_Paris">Journal de Paris - Wikipedia, la enciclopedia libre</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="file:///C:/Users/manue/Downloads/las-cartas-politico-economicas-al-conde-de-lerena.pdf">las-cartas-politico-economicas-al-conde-de-lerena.pdf</a> Nota 11.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Juan
Pablo Forner era sobrino materno del padre de Rita, el medico Andrés Piquer.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
F. López. “<i>León de Arroyal, auteur des Cartas politico-económicas al Conde
de Lerena</i>”. Bulletin Hispanique / Année 1967/ 69-1-2/ pp. 26- 55 <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://www.persee.fr/doc/hispa_0007-4640_1967_num_69_1_3893">León de Arroyal, auteur des Cartas político-económicas
al Conde de Lerena - Persée (persee.fr)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El catedrático Luis Sánchez Agesta encontró y comentó una primera edición de
1841, impresa en la imprenta de Norberto Llorenci en Madrid, uno de cuyos
ejemplares se guardaba en la Biblioteca Nacional y estudiando las ideas en
ellas contenidas rechazaba su atribución tanto a Campomanes como a Cabarrús
(Luis Sánchez Agesta “<i>Sobre las supuestas cartas de Campomanes al Conde de
Lerena</i>”. Boletín de la Universidad de Granada, febrero-abril, 1949, págs. 41-147).<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Pedro
López de Lerena y Cuenca (1734-1792), Véase su biografía en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://dbe.rah.es/biografias/12309/pedro-lopez-de-lerena-y-de-cuenca">Pedro López de Lerena y de Cuenca | Real Academia de
la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/LE%C3%93N%20DEL%20ARROYAL.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Juan
Francisco de Saavedra y Sangrónis (1746-1819). Véase su biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/14614/juan-francisco-de-saavedra-y-sangronis">Juan Francisco de Saavedra y Sangronis | Real Academia
de la Historia (rah.es)</a></span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-439320223668045972023-07-28T08:33:00.008-07:002023-07-28T08:36:15.241-07:00MARÍA ÁLVAREZ TUBAU, actriz de teatro<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2hQWa3OZ32IrwaL5StTKyfuc4j0bZP-aJHglsQocwXRE3CZcJxOXI9cRALzJFzlO7-YQ8g_LDAM8EovF5aKw8P85dYx_OAABo0I09Xb1Zujn3OuSdVJnyWeMXkXmev96urdb9VDnYc_7iTvqK5gyeaaLaHBbl5D-1fTfr54HjjViWUGym1gLKsYDrDrWE/s640/Maria%20Tubau%20de%20Palencia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="486" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj2hQWa3OZ32IrwaL5StTKyfuc4j0bZP-aJHglsQocwXRE3CZcJxOXI9cRALzJFzlO7-YQ8g_LDAM8EovF5aKw8P85dYx_OAABo0I09Xb1Zujn3OuSdVJnyWeMXkXmev96urdb9VDnYc_7iTvqK5gyeaaLaHBbl5D-1fTfr54HjjViWUGym1gLKsYDrDrWE/w486-h640/Maria%20Tubau%20de%20Palencia.jpg" width="486" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las grandes actrices son
semejantes a pequeñas diosas que reciben el homenaje de los mortales mientras
están entre nosotros y nos estremecen con sus interpretaciones. Luego, cuando desaparecen
y no pueden emocionarnos con su voz y sus gestos, caen lentamente en el olvido.
Su brillo, aquel que tuvieron en su día
y que les procuró la admiración del público, viene a resultar efímero y las
nuevas generaciones no recuerdan ya quienes fueron.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tal sucede con la actriz que hoy
llena este comentario, Mará Álvarez Tubau, en el mundo del teatro María Tubau
(1864-1914), una de las grandes de nuestra escena, a caballo entre los siglos
XIX y XX, junto a María Guerrero, Rosario Pino y Carmen Cobeña.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe72z_jutwjrON-gN6U2CD3aaKY9UkFFJDuJPIFnMWWBZwXNDt2mYhyb9lW0Ws8bQJm7tU8m4ySb8Pzl6pi68IdAgmyurredx9aUqDfNP1mD0fDeDhHEt7Lq_mARXNCqm9ZcGddcNk9PaM2_Z2-cYJzHV29wTGdBk4btTefPv_5fUu1PiH0Jl-wzkG7Oha/s1200/Foto.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="774" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe72z_jutwjrON-gN6U2CD3aaKY9UkFFJDuJPIFnMWWBZwXNDt2mYhyb9lW0Ws8bQJm7tU8m4ySb8Pzl6pi68IdAgmyurredx9aUqDfNP1mD0fDeDhHEt7Lq_mARXNCqm9ZcGddcNk9PaM2_Z2-cYJzHV29wTGdBk4btTefPv_5fUu1PiH0Jl-wzkG7Oha/w412-h640/Foto.jpg" width="412" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Reconozco que
su nombre apenas me sonaba cuando descubrí en mi archivo esta fotografía
juvenil suya que, en un primer momento, por su gesto atrevido y su sonrisa pícara,
pensé que era de una bailarina o cantante. </span><span> </span><span>Luego, tras una pequeña investigación he
podido conocer más cosas de su vida y esta es la información que quiero compartir
con mis lectores en homenaje a la gran actriz de nuestro teatro.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1kgXfqMlyr4fvpIvdFYvLQ161N6p9r-f3LdHWNs7FslWNrwd1aBfBxcgR5ApOTORQnQekWOA7fEyajDStYHnXZLtQYCY5E5s-o27rPBuPQZi5FPRnaubiz93dnw79-0u0Q-gfRpam6hjcQ8lp0-rFfUjIF8hn0kuQT-ogeryvVnfazv6tqFWTIIUZVR_G/s800/Maria%20Tubau%20M%C3%A9xico%20en%20fotos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="485" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi1kgXfqMlyr4fvpIvdFYvLQ161N6p9r-f3LdHWNs7FslWNrwd1aBfBxcgR5ApOTORQnQekWOA7fEyajDStYHnXZLtQYCY5E5s-o27rPBuPQZi5FPRnaubiz93dnw79-0u0Q-gfRpam6hjcQ8lp0-rFfUjIF8hn0kuQT-ogeryvVnfazv6tqFWTIIUZVR_G/w388-h640/Maria%20Tubau%20M%C3%A9xico%20en%20fotos.jpg" width="388" /></a></div><br /><span style="font-size: xx-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">María Álvarez Tubau nació en
Madrid, en el número 14 de la calle de Espoz y Mina, el 4 de mayo de 1854, hija
de Manuel Álvarez Robles, de Avilés (Asturias) y de Mercedes Tubau, natural de
Barcelona, en el seno de una familia de clase media. Alumna de la Escuela
Nacional de Música y Declamación (Conservatorio) donde fue discípula predilecta
del gran Julián Romea y de la no menos celebre Matilde Díez, profesores a la
sazón de la Sección de Declamación en aquel ponderado centro de enseñanza. A
los doce años, en 1866 comenzó su vida teatral con Matilde Diez y Teodora
Lamadrid en el Teatro de la Zarzuela y un año más tarde fue contratada como
dama joven por el actor y dramaturgo Victorino Tamayo y Baus (1833-1902) y en
los principales teatros de Granada, Sevilla y Cádiz hizo su primera campaña que
fue brillantísima y le abrió poco después las puertas de los principales
teatros de Madrid.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando ya había consolidado una
sólida reputación teatral, contrajo matrimonio con un abogado de Burgos, de
nombre Mariano Hernández García y se retiró de la escena. Viuda a los cuatro años de matrimonio volvió a
reencontrarse con el teatro y en el de Apolo estrenó en 1875 con gran
lucimiento el drama trágico de José Echegaray “<i>En el puño de la espada</i>”,
interpretando el papel de Laura al lado del gran Antonio Vico y Pintos
(1840-1902).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo, el drama, por bien
ejecutado que fuera por nuestra biografiada, no encajaba del todo en su inspiración,
apta especialmente para la comedia. Así lo supo ver Emilio Mario que era
empresario, primer actor y director del Teatro de la Comedia donde la dedicó un
repertorio más acorde con sus condiciones. En unión de ilustres actores y actrices
como Balbina Valverde, Lola Fernández, Ricardo Zamacois, Julián Romea y otros María
Tubau realizó una larga y brillante campaña, figurando siempre en primera línea
y llegando a ser ídolo del público. Autores no menos ilustres en aquella época
como Eusebio Blasco, Ramos Carrión, Vital Aza, Luis Mariano de Larra, Miguel
Echegaray , entre ellos, escribieron expresamente para la Tubau que parecía
haber elevado la rueda de la fortuna y sometido a su voluntad el éxito
brillante y extraordinario. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xpwL3vcyTILZiGX-rMx1HhbHFddIdpm9YgRFCDoK85uNA-0LXdtf1bZdSbATx0_DfnKObYvQn9aoKG9r7hZxWwT18T-KdtpSvMggSttq8GPXCY-ex6G3ScX5gL0XDtJxYSIu3Ml3Bt5k_TgL_rf4oqpYepW4yw2yvGx5hR6jeHH8iByxCNOOlXcBFNFR/s1090/Ceferino%20Palencia%201.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1090" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xpwL3vcyTILZiGX-rMx1HhbHFddIdpm9YgRFCDoK85uNA-0LXdtf1bZdSbATx0_DfnKObYvQn9aoKG9r7hZxWwT18T-KdtpSvMggSttq8GPXCY-ex6G3ScX5gL0XDtJxYSIu3Ml3Bt5k_TgL_rf4oqpYepW4yw2yvGx5hR6jeHH8iByxCNOOlXcBFNFR/w294-h400/Ceferino%20Palencia%201.jpg" width="294" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Ceferino Palencia Álvarez</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una de las obras representadas
por María Tubau fue la de un joven autor Ceferino Palencia Álvarez (1859-1928)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
titulada “<i>Carrera de obstáculos</i>” (1880) que alcanzó un éxito rotundo. Al
año siguiente, María, siendo primera actriz, estreno otra obra del mismo auto<a href="https://www.ahupa.es/wp-content/uploads/2018/03/tiempo-de-ayer-en-el-hospital-de-la-princesa-42.pdf"></a>r
“<i>El guardián de la casa</i>” (1881), también con gran éxito. A propósito de
este estreno, se cuenta la anécdota de que el autor, que en secreto admiraba a
María, aunque no había querido confesarle su amor, aquella noche, animado por
los aplausos, se acercó a ella y le pregunto súbitamente ¿Cuántos “guardianes
de la casa” hay que escribir para ser marido de usted? A lo que la Tubau
contestó rápida “Otra obra”. Esta fue “<i>Cariños que matan</i>”, tras cuyo
estreno María y Ceferino contrajeron matrimonio el 1 de abril de 1882 en la
iglesia de San Sebastián de Madrid en cuyo Archivo parroquial se guarda el acta
matrimonial. María tenía entonces veintiséis años y Ceferino veintitrés. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_yqiOio3mgYX8Bi4tthmtAhMjH7iY-otlLQIb9qiNYwBag18xq7Eo9LpD0qTP0wSAXqtAFlRsYl1ISHwcTPtdveJWe7tPW5CC7t_7JeznnjmUsxRwnhUoKI8IUorUZLIqEJ2LOFUg9415mXT3KukJbFNd19B5mC2An7TsknYf-E2FtgvW2IAMhb0WtB98/s640/Maria%20Tubau%2020.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="473" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_yqiOio3mgYX8Bi4tthmtAhMjH7iY-otlLQIb9qiNYwBag18xq7Eo9LpD0qTP0wSAXqtAFlRsYl1ISHwcTPtdveJWe7tPW5CC7t_7JeznnjmUsxRwnhUoKI8IUorUZLIqEJ2LOFUg9415mXT3KukJbFNd19B5mC2An7TsknYf-E2FtgvW2IAMhb0WtB98/w474-h640/Maria%20Tubau%2020.jpg" width="474" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De inmediato la sociedad
matrimonial se convirtió en otra artística dedicada en exclusividad a conseguir
el triunfo. Formaron empresa teatral (Ceferino Palencia-Tubau) actuando ella
como primera actriz estrenando muchas piezas que Ceferino escribía y dirigía
como “<i>Cariños que matan</i>” (1882, “<i>La Charra</i>” (1884) y “<i>Las
sorpresas del divorcio”</i> (1888). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1890, después de una exitosa
gira por Latinoamérica, en la que María tuvo ocasión de estudiar el teatro
francés contemporáneo, la compañía
Tubau-Palencia tomó en arriendo el Teatro de la Princesa (actual María
Guerrero) donde “aclimataría” las obras de teatro extranjero, sobre todo
francés.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Palencia era el encargado de realizar las adaptaciones de las obras originales
francesas, sobre todo de Victorien Sardou (1831-1908), conocido en su país como
el “Napoleón del arte dramático” y Alejandro Dumas (hijo), (1824-1895), bajo el
seudónimo de “Pedro Gil” o “Pedro Fernández”, ayudado, a veces, por el hermano
de María, Ramón Tubau, traductor de <i>“Frou-Frou</i>” y “<i>La Dama de las
Camelias</i>”. De Sardou estrenó la Tubau, entre otras obras, “<i>Serafina, la
devota</i>”, “<i>Ferreol</i>” “<i>Dora o Fernanda”</i> <i>“Frou-Frou</i>”, “<i>Divorciémonos</i>”,
“<i>Thermidor</i>” y “<i>Madame Sans-Gene</i>”, obra que gustaba mucho a la
Tubau y que estrenó en 1899 con el título “<i>La corte de Napoleón</i>”, constituyendo
uno de los más estruendosos éxitos que se recuerdan de su carrera. De Alejandro
Dumas (hijo), estrenó las aversiones adaptadas de sus obras “<i>Dionisia</i>” “<i>Francillon</i>”,
“<i>La Dama de las Camelias</i>”, - su interpretación de Marguerite Gautier fue
comparada con la de Sarah Bernhardt-, “<i>Demi-monde</i>”, “<i>La extranjera</i>”
“<i>La condesa Romaní</i>” y alguna más.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxrvHc-_lbumGvVJSmcK4tF483zS3SARflgNiZUx5n_Wy6tpj4aB9fZxHLVN2JAzceRW7YrLmVZ6-AKWOo7m-ZjLask2bHemEz4-P5zoHLxRpsQCebVvEqlUpZPEWbAjmZYKe-pVNoWBLt8c-ItAJekPHwuJKmQekWc7_MfYLEE4ZOYGAN90abBPgDOSTy/s600/Maria_Tubau%20por%20luis%20taberner%20montalvo.JPG" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="394" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxrvHc-_lbumGvVJSmcK4tF483zS3SARflgNiZUx5n_Wy6tpj4aB9fZxHLVN2JAzceRW7YrLmVZ6-AKWOo7m-ZjLask2bHemEz4-P5zoHLxRpsQCebVvEqlUpZPEWbAjmZYKe-pVNoWBLt8c-ItAJekPHwuJKmQekWc7_MfYLEE4ZOYGAN90abBPgDOSTy/w420-h640/Maria_Tubau%20por%20luis%20taberner%20montalvo.JPG" width="420" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Retrato de María Tubau, por Luis Taberner Montalvo</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En estas obras la Tubau tenía que
representar muchas veces personajes femeninos, propios del teatro naturalista, tales
como mujeres caídas, prostitutas o “cocottes” para los que el público español
todavía no estaba preparado con el riesgo de no ser aceptados y, lo que es
peor, para que la actriz que interpretaba estos papeles fuera también rechazada
y padeciera su reputación. En este sentido, María Tubau se cuidaba mucho de “caer
bien” al público y así, en contrapartida a sus representaciones teatrales
atrevidas, la actriz exhibía una devota fe cristiana y, cuando salía a
provincias, la primera visita que hacía era al obispo a quien presentaba su
repertorio para que retirase alguna obra sino era de su agrado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La influencia de la pareja no se
limitaba a la representación de estas obras. En el Teatro de la Princesa montaron
con grandes sacrificios económicos un “saloncillo”, una especie de Club
Artístico Teatral, del que formaban parte críticos de periódicos como “<i>La Época</i>”
o “<i>El Imparcial</i>”, aristócratas, jueces, militares… lo mejor de la
sociedad madrileña. Estos “hojalateros” como eran denominados los asiduos, se
involucraban en a programación y contribuían a encumbrar la actriz principal.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWxNBFl0_lJFsXjtRCtLbbUizrK9mBfLnaBRM1G5haVwKvTcCC03BJF48BiZ0W7AaN_VLnQibGmIen5kkurFZQavQK3ErGGNzxRmAX_JFe-Fcg465AP-YsVk3rLeceGvmQSQfQuU-B9fQ6-rLTgWfRSDQR0m5VpQY0q3xr9A6nbKvsFYMOkof4rODe70dT/s640/Maria%20Tubau%2024.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="355" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWxNBFl0_lJFsXjtRCtLbbUizrK9mBfLnaBRM1G5haVwKvTcCC03BJF48BiZ0W7AaN_VLnQibGmIen5kkurFZQavQK3ErGGNzxRmAX_JFe-Fcg465AP-YsVk3rLeceGvmQSQfQuU-B9fQ6-rLTgWfRSDQR0m5VpQY0q3xr9A6nbKvsFYMOkof4rODe70dT/w356-h640/Maria%20Tubau%2024.jpg" width="356" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Buena prueba de este
comportamiento laudatorio hacia María Tubau fue que en una de las campañas que
hizo la compañía en la Princesa (en 1891) la actriz fue agraciada con el título
de “Doctora en arte dramático”. Su concesión se recoge en un documento que decía
así: <i><span face=""Arial Narrow",sans-serif">“Yo, la Fama, al
mundo hago saber: que reunidas por orden de Apolo en el Parnaso todas las
Musas, formando tribunal bajo la presidencia de Talía, por aclamación y sin
ejemplo han nombrado DOCTORA EN ARTE DRAMÁTICO a la eminente e inspirada actriz
española María Tubau. Mensajera yo de esta nueva, entrego hoy a la agraciada el
título y el birrete, haciendo constar que cumplo fielmente mi misión. LA FAMA.
En la representación del Parnaso español certificamos: que es cierto cuanto LA FAMA
dice. Madrid, 14 de marzo de 1891. </span></i>El documento venia firmado por
numerosos autores y personalidades del mundo de la política y de la cultura
tales como Cánovas del Castillo, Emilio Castelar, José Zorrilla, Ramón de
Campoamor, Gaspar Núñez de Arce, Eugenio Sellés y críticos pertenecientes a los
diarios de por entonces mayor difusión.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En sucesivas temporadas María
Tubau estrenó “<i>Currita Albornoz</i>”, “<i>Comediantes y toreros o la Vicaría</i>”
y “<i>Pepita Tudó</i>”, (1901) una de las obras más aplaudidas de Ceferino
Palencia, una de cuyas intérpretes, bajo el nombre artístico de Isabel de
Aranguren, fue Isabel Oyarzábal, que luego sería su nuera, por matrimonio con
su hijo Ceferino Palencia Tubau el 6 de julio de 1909. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El ocaso de la Tubau parece que
no llegaba nunca pues su espíritu artístico parecía inagotable; sin embargo, al
terminar una campaña por provincias no quiso reaparecer ya ante su público de
Madrid y en marzo de 1904 aceptó la cátedra de Declamación en el Conservatorio
de Madrid que se le ofreció en justo reconocimiento a sus méritos y donde comenzó
a formar una nueva generación de actrices.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjERUtWF4X8QtGzofM8CBT9mU_OYB1WUkAo7zJqxHg8wNYDdH9d0EMbT5xfALfk16jP4v2o6Q-vorRqyGei2qJ-15BX9AxyKegM68AC6V6loxOE42KpawMySWz-EjQYZwz_SpOGrq5Sa1kZma_MrGSKCZ9kQ8Tt4fa5sgQrTyx_x2QSn2uTXtKl8onh82Bn/s972/Mundo%20gr%C3%A1fico%2018.03.14.png" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="972" data-original-width="895" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjERUtWF4X8QtGzofM8CBT9mU_OYB1WUkAo7zJqxHg8wNYDdH9d0EMbT5xfALfk16jP4v2o6Q-vorRqyGei2qJ-15BX9AxyKegM68AC6V6loxOE42KpawMySWz-EjQYZwz_SpOGrq5Sa1kZma_MrGSKCZ9kQ8Tt4fa5sgQrTyx_x2QSn2uTXtKl8onh82Bn/w590-h640/Mundo%20gr%C3%A1fico%2018.03.14.png" width="590" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Último retrato de María Tubau. Mundo Gráfico 18.03.1914</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Falleció, al parecer por un
proceso respiratorio, en su domicilio de la Carrera de San Jerónimo en la tarde
del día 13 de marzo de 1914, siendo su muerte muy sentida. El cortejo fúnebre
fue presidido por la eminente actriz María Guerrero, seguida de sus alumnas del
Conservatorio que así quisieron manifestar su duelo por la maestra desaparecida,
en una época en la que las mujeres no asistían a los entierros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7fIF4D8QJGkatOfQNrlc7PbcypnbAfuMWhfGqSQrG8kZdDwaNVsOEglmJny2X3ph29XXL_FmMrDMPFGy_Zy_CdMP99o4F3uINwddNWRdNrPZ_jvkw4bBo6-pg-Gu4_cLjb9k533F4kCxFiNl04JLoy2cmvtCcn34G8Zeq1b6Ogl9ttNfQkPJ8N8H9WFpR/s752/Entierro%20de%20Mar%C3%ADa%20Tubau.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="517" data-original-width="752" height="440" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7fIF4D8QJGkatOfQNrlc7PbcypnbAfuMWhfGqSQrG8kZdDwaNVsOEglmJny2X3ph29XXL_FmMrDMPFGy_Zy_CdMP99o4F3uINwddNWRdNrPZ_jvkw4bBo6-pg-Gu4_cLjb9k533F4kCxFiNl04JLoy2cmvtCcn34G8Zeq1b6Ogl9ttNfQkPJ8N8H9WFpR/w640-h440/Entierro%20de%20Mar%C3%ADa%20Tubau.png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su viudo, Ceferino Palencia, le sucedió
en el puesto de profesor numerario de Declamación del Real Conservatorio y lo
desempeñó hasta su muerte sucedida en su domicilio de la calle Villamagna 2
triplicado, de Madrid, el 22 de julio de 1928. En 1909 había publicado un
pequeño libro “Cosas de mi vida”, páginas autobiográficas, en la colección “<i>Los
Contemporáneos</i>”., fundada por Eduardo Zamacois.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El matrimonio Palencia-Álvarez
Tubau tuvo dos hijos, Ceferino y Julio. Ceferino Palencia Álvarez Tubau
(1882-1963)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> fue
político, diplomático, pintor, historiador y crítico de arte. En mi biblioteca
tengo un libro suyo, “<i>España vista por los españoles</i>”, publicado en
México en 1947. Estuvo casado con Isabel Oyarzábal Smith,<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> diplomática, la primera mujer embajadora de
España (1878-1974) quien desarrollo una intensa vida intelectual como escritora
y autora y publicó numerosos artículos de prensa siempre en defensa de los
derechos de la mujer. Ambos murieron en el exilio mexicano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su otro hijo, Julio Palencia
Álvarez Tubau (1884-1952)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a>
fue diplomático y siendo ministro-embajador en Sofía ayudó a muchos judíos a
librarse del Holocausto.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4A83yKqetHgJmkBRcxfnAEjagpzN4x5kuJ6s1UkKicoMq9uQl1qp7i8mZnRiug_dvi6LL-Xrb0PUm8BNauxjEgvxYYCncQEcfEJBd0ICsRAJSefbYpnIl-tGLQawVTAQRNI5zAOnpDHEC0X5_CyQBwNKJrweODmvPH2P7MM01ULKKgtmmNRabSI6cQzdS/s1122/Librodel%20regidor%20Compa%C3%B1ia%20Palencia%20Tubau%20Museo%20del%20Teatro.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1122" height="456" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh4A83yKqetHgJmkBRcxfnAEjagpzN4x5kuJ6s1UkKicoMq9uQl1qp7i8mZnRiug_dvi6LL-Xrb0PUm8BNauxjEgvxYYCncQEcfEJBd0ICsRAJSefbYpnIl-tGLQawVTAQRNI5zAOnpDHEC0X5_CyQBwNKJrweODmvPH2P7MM01ULKKgtmmNRabSI6cQzdS/w640-h456/Librodel%20regidor%20Compa%C3%B1ia%20Palencia%20Tubau%20Museo%20del%20Teatro.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Libro del regidor. Archivo Palencia-Tubau. Museo Nacional del Teatro</b></i></td></tr></tbody></table><span style="font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El archivo Palencia-Tubau,
formado por más de tres mil documentos, epistolario y manuscritos de escritores
como Unamuno, Benavente, los hermanos Álvarez Quintero, Leopoldo Alas “Clarín”,
Emilio Castelar, Victoria Kent, Fernando Díaz de Mendoza, Carlos Fernández Shaw
y otros, se encuentra depositado en el Museo Nacional del Teatro de Almagro, al
igual que el de su hijo Ceferino Palencia Tubau y su esposa Isabel Oyarzábal.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOG6dhLj1nyqq-9xzevoxvjj4Q3fOWDkmmJHg-c1tl8S0Lpb9iN6pSP5oR8PqId4mcLVjhhAR9l0yTkIP3PUXlsfxYYawX9Ea6ijVkvAXrb3bkOAYzK5N4aZoHgv2k8UueJkeJwMQCEiwu_4oqn5AaDoMwYu4EMEDyz1H6M5UNRte6xHtc_7xGcf3-kTqU/s440/Maria%20Tubau%2029.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="440" data-original-width="354" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOG6dhLj1nyqq-9xzevoxvjj4Q3fOWDkmmJHg-c1tl8S0Lpb9iN6pSP5oR8PqId4mcLVjhhAR9l0yTkIP3PUXlsfxYYawX9Ea6ijVkvAXrb3bkOAYzK5N4aZoHgv2k8UueJkeJwMQCEiwu_4oqn5AaDoMwYu4EMEDyz1H6M5UNRte6xHtc_7xGcf3-kTqU/w514-h640/Maria%20Tubau%2029.jpg" width="514" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>María Tubau y Ceferino Palencia</b></i></td></tr></tbody></table><span style="font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">María Álvarez Tubau tiene
dedicada una calle en la zona de Las Tablas-Sanchinarro, en Madrid.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su marido, Ceferino Palencia
Álvarez, por el contrario, ha de contentarse sólo con la dedicatoria de una
calle en su pueblo natal, de Fuente de Pedro Naharro (Cuenca).</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">© <b>Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Julio de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Manuel
Martínez (Manuel Martínez Bargueño)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i> <o:p></o:p></span></p>
<div><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> Véase la
“corta biografía” que Carlos Cremades Marco dedica a Ceferino Palencia Álvarez
en <a href="https://www.ahupa.es/wp-content/uploads/2018/03/tiempo-de-ayer-en-el-hospital-de-la-princesa-42.pdf">tiempo-de-ayer-en-el-hospital-de-la-princesa-42.pdf
(ahupa.es)</a> y en Wikipedia <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Ceferino_Palencia">Ceferino Palencia -
Wikipedia, la enciclopedia libre</a> <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Este repertorio francés ha sido estudiado por Concepción Fernández Soto, (Universidad
de Almería) en su trabajo “<i>El repertorio francés de Mª Tubau (1854-1914):
conflicto entre virtud y transgresión femenina en la escena española</i>”.
Revista Internacional de Culturas y Literaturas, abril 2016.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/7874/ceferino-palencia-alvarez-tubau">Ceferino Palencia Álvarez Tubau | Real Academia de la
Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftnref4" name="_ftn4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://www.cervantesvirtual.com/portales/isabel_oyarzabal/autora_biografia/">Biografía - Isabel Oyarzábal Smith
(cervantesvirtual.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/MAR%C3%8DA%20%C3%81LVAREZ%20TUBAU.docx#_ftnref5" name="_ftn5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Julio_Palencia_Tubau">Julio Palencia Tubau - Wikipedia, la enciclopedia
libre</a> </span></p>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-54973692861817984242023-06-16T09:08:00.001-07:002023-06-16T10:38:10.884-07:00Ser o no ser (González Bravo)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNvpIuNSmjH9IVgNlrYfMRcVUmXgH_LC8mwrnNsLb0XZS0-d3L2gsTTvI9wI83UqFXPcdDX_XyG09S8OKNh_qt241ig0N_E0b0jdpOH-qpI_BjZAox-MOp-3DiUIariPiRLFTumGVw7z-ZQqTyZDkkQJZXmDcwEa6Es8V0p_GMJgsViaTmtMCnlVZ6zQ/s453/Ser_o_no_ser-290953923-large.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="453" data-original-width="313" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNvpIuNSmjH9IVgNlrYfMRcVUmXgH_LC8mwrnNsLb0XZS0-d3L2gsTTvI9wI83UqFXPcdDX_XyG09S8OKNh_qt241ig0N_E0b0jdpOH-qpI_BjZAox-MOp-3DiUIariPiRLFTumGVw7z-ZQqTyZDkkQJZXmDcwEa6Es8V0p_GMJgsViaTmtMCnlVZ6zQ/w276-h400/Ser_o_no_ser-290953923-large.jpg" width="276"></a></div><br><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Muchos de ustedes recordaran
aquella divertida escena de la película “<i>Ser o no se</i>r” de Ernest
Lubitsch (1942) en la que, cuando el marido y principal actor de la compañía,
Josef Tura (interpretado por Jack Benny), comienza a recitar en el teatro el
célebre monólogo de Hamlet, un joven apuesto se levanta de su localidad en el
patio de butacas con el propósito de visitar en su camerino a la primera
actriz, la bellísima María, (interpretada por Carole Lombard) ante la sorpresa,
por no decir estupefacción, del ofendido consorte.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQWGalLnUgFvKZf2MlnfeaKEZLRejklIhaqFLKnimsI6VlkZm6c4eysNw0QmrEwC44506-yueUA5YKfP_Ro_vaR7PkRXo9zbqRkz-REIbnVfFeNX16pl8B-5CmDyjFcenYi8ZFuRKlRvRV5jQMADH9PZ-oR4tT_EdcsUKNzwAywg5T0__PhwhLcqMcQ/s640/Gonzalez%20Bravo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="545" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCQWGalLnUgFvKZf2MlnfeaKEZLRejklIhaqFLKnimsI6VlkZm6c4eysNw0QmrEwC44506-yueUA5YKfP_Ro_vaR7PkRXo9zbqRkz-REIbnVfFeNX16pl8B-5CmDyjFcenYi8ZFuRKlRvRV5jQMADH9PZ-oR4tT_EdcsUKNzwAywg5T0__PhwhLcqMcQ/s320/Gonzalez%20Bravo.jpg" width="273"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Luis González Bravo</b></i></td></tr></tbody></table><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Pues bien, a decir de algunos, esta
misma escena se produjo muchos años antes, en la España de Isabel II,
o, por lo menos, así lo cuenta el arquitecto, crítico de arte y político
conservador Luis María Cabello Lapiedra (1863-1936)</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>
en su libro “</span><i>González Brabo. El político audaz</i><span>”</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>
recogido por Luis Araujo Acosta en otro libro “</span><i>Hombres y cosas de la Puerta
del Sol</i><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span> que es
donde yo lo he leído. Cabello Lapiedra parece que estaba ligado por lazos de
parentesco al terrible político isabelino cuya vida hemos contado en otra de
nuestras entradas</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span> y el
libro citado del que es autor resulta ser una apología de su pariente.</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large; mso-spacerun: yes;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX6QFiZT8AYJnqMP3cu5Rygg7pdRx1J12HTkb22xUo_zYdIReigcZgtS5mzuceoi_Jr1h1ozfL4ulsm5RBFKownO17d7e-Xu91O2HBe7lHMx8kCIdD2376M18gdfY-hUnhAywd6c2bbI4UspSBj8-npIK4diyGPkcrGuKOX2X6VAy9-5BOhuPTYzIygg/s940/Joaquina%20Romea.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="940" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgX6QFiZT8AYJnqMP3cu5Rygg7pdRx1J12HTkb22xUo_zYdIReigcZgtS5mzuceoi_Jr1h1ozfL4ulsm5RBFKownO17d7e-Xu91O2HBe7lHMx8kCIdD2376M18gdfY-hUnhAywd6c2bbI4UspSBj8-npIK4diyGPkcrGuKOX2X6VAy9-5BOhuPTYzIygg/w400-h266/Joaquina%20Romea.jpg" width="400"></a></div><br><span style="font-size: xx-large; mso-spacerun: yes;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las cosas dice Cabello que
sucedieron así: Luis González Bravo y López de Arjona (1811-1871) estaba casado,
desde marzo de 1841, con una hermana<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
del famoso actor Julián Romea y Yanguas (1813-1868)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
de nombre Joaquina (1821-1894) con el que no debía llevarse demasiado bien,
pues se separaron al cabo de unos años (aunque estuvieron casados lo suficiente
para tener tres hijas)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Su esposo, que tenia fama de gran orador, intervenía con frecuencia en los
debates del Congreso de los Diputados en oposición a otros políticos. Las malas
lenguas, que nunca faltan sobre todo si se trata de vituperar a personajes
encumbrados, le hicieron llegar la especie, verdadera o falsa, que, cuando él
se levantaba a pronunciar su discurso “<i>cierto canónigo que tiene un retrato
de Vicente López en la colección Lázaro Galdiano</i>”, abandonaba la tribuna
sobre el hemiciclo parlamentario y se dirigía a la casa de González Bravo con
la aviesa intención de “<i>atentar contra su honor</i>”. Cierto día, González
Bravo pidió permiso a la Cámara para interrumpir su oración por unos minutos y
marchó a su domicilio en la calle de la Gorguera (actual Núñez de Arce) y como
pudiera comprobar la verdad de sus sospechas, mató al clérigo de una estocada a
través de una cortina como en un drama de Shakespeare. De vuelta al Congreso de
los Diputados reanudó su discurso sobre presupuestos y superávit, como si tal
cosa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La historia resulta totalmente increíble,
pero aun así he intentado averiguar quién pudiera ser aquel “<i>canónigo</i>”
retratado por Vicente López Portaña de la colección Lázaro Galdiano. Que yo
sepa Vicente López realizó dos retratos de canónigos. El primero el del
influyente Manuel Fernández Varela (1772-1834), Comisario General de la Santa Cruzada,
que se guarda en la Real Academia de San Fernando, totalmente descartable por razones
cronológicas (murió en 1834, cuando doña Joaquina tenía trece años de edad).</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQo80MGMJ-W-fh0AwQ1kGa_s1_m6qqonsndnUBPhT1aE2F7E9B8hmxe3PYGNEhxqtjUR2BtQIllNu1XqoV_6J22beX9FSlCmgTXh4vCHIWn52m3azQ9_VsKIZdIAzFi3zMdTJgTKZyR1iveaVZKlOHqX6s4Md2IeGHK2SHnrPDmJ_9JlNF1BmJkEfvLw/s3515/Mariano_Li%C3%B1%C3%A1n_y_Morell%C3%B3_-_03597_Vicente_L%C3%B3pez_Porta%C3%B1a,_1835.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="3515" data-original-width="2599" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQo80MGMJ-W-fh0AwQ1kGa_s1_m6qqonsndnUBPhT1aE2F7E9B8hmxe3PYGNEhxqtjUR2BtQIllNu1XqoV_6J22beX9FSlCmgTXh4vCHIWn52m3azQ9_VsKIZdIAzFi3zMdTJgTKZyR1iveaVZKlOHqX6s4Md2IeGHK2SHnrPDmJ_9JlNF1BmJkEfvLw/w296-h400/Mariano_Li%C3%B1%C3%A1n_y_Morell%C3%B3_-_03597_Vicente_L%C3%B3pez_Porta%C3%B1a,_1835.jpg" width="296"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Mariano Liñán y Morelló, por Vicente López</b></i></td></tr></tbody></table><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El segundo es el del catedrático Mariano Liñán y Morelló (1769-1844), prócer y senador
del Reino que llegó a ser también, como el anterior, Comisario General de la
Santa Cruzada y Obispo de Teruel<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
uno de los personajes más significativos de la vida eclesiástica, política y
universitaria de la Valencia de su tiempo”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y cuyo retrato se encuentra en el Museo Lázaro Galdiano. A pesar de la imputación, no
creo que este clérigo septuagenario pudiera ser el “ofensor” de González Bravo y
amante de su veinteañera esposa.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Historia, la pequeña historia,
tiene estas cosas. Ignoramos muchas cosas de la vida íntima de muchas figuras
históricas. Conocemos lo principal de sus hechos, sus discursos, sus escritos,
pero no sabemos cuál era su comportamiento privado y a veces confundimos la
verdad con la mentira o el infundio. En el caso del señor González Bravo,
personaje que no es me es nada simpático, la historia que cuenta Cabello me
parece de todo punto inverosímil e ignoro cuales son las fuentes en que se basa.
Es posible que algún lector, investigador de noticias venidas de otros siglos,
sepa algo más de ella y nos lo pueda aclarar. </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">© <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel
Martínez Bargueño<o:p></o:p></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large; mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Junio, 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Si te ha interesado esta entrada y quieres preguntar o
comentar algo puedes dirigirte a mi dirección de correo </span></i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">manuelblas222@gmail.com</span></i></a><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"> con la seguridad de que serás
rápidamente atendido.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;">Gracias. Manuelblas</span></i><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-font-kerning: 0pt; mso-ligatures: none;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="text-align: left;">NOTAS</span></span></p><div style="mso-element: footnote-list;">
<hr align="left" size="1" width="33%">
<span style="font-size: large;"><!--[endif]-->
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://dbe.rah.es/biografias/38405/luis-maria-cabello-lapiedra">Luis
María Cabello Lapiedra | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “<i>Gonzalez
Brabo. El político audaz</i>”, con prólogo de Antonio Goicoechea. Madrid,
Francisco Beltrán. 1934<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Luis
Araújo-Costa “<i>Hombres y cosas de la Puerta del Sol</i>”. Editora Nacional.
1952, págs., 108-109.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="http://manuelblascinco.blogspot.com/2013/04/gonzalez-bravo-del-carbonarismo-al.html">González
Bravo, del carbonarismo al carlismo (primera parte) | Manuelblas. Historia y
personajes (manuelblascinco.blogspot.com)</a> y <a href="http://manuelblascinco.blogspot.com/2013/05/gonzalez-bravo-del-carbonarismo-al.html">González
Bravo, del carbonarismo al carlismo (segunda parte) | Manuelblas. Historia y
personajes (manuelblascinco.blogspot.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Otra de
las hermanas, Manuela, casó con otro político conservador Cándido Nocedal. Su
retrato, pintado por Antonio María Esquivel (1806-1857) lo podemos ver en el
Museo del Romanticismo.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase
nuestra entrada <a href="http://manuelblascinco.blogspot.com/2015/11/julian-romea-una-biografia-romantica.html">Julián
Romea, una biografía romántica | Manuelblas. Historia y personajes
(manuelblascinco.blogspot.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/27542/joaquina-romea-y-yanguas-de-gonzalez-bravo">Joaquina
Romea y Yanguas de González Bravo | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/21663/mariano-linan-y-morello">Mariano
Liñán y Morelló | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/SER%20O%20NO%20SER%20EN%20EL%20SIGLO%20XIX.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Liñan se preocupó por dotar a Valencia de agua potable y a tal fin aportó de su
bolsillo los fondos necesarios para constituir el organismo que lo llevó a cabo,
la Sociedad Valenciana para la conducción de Aguas Potables (1846),
actualmente, desde 1988, “Aguas de Valencia S. A.” En Valencia tiene a él
dedicada una calle, desde 1848, y un busto en bronce, obra de José Esteve,
instalado, desde 1977 en una fuente de la plaza de la Virgen.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-43544080984776771502023-05-06T08:19:00.000-07:002023-05-06T08:19:03.861-07:00DIARIO ÍNTIMO DE ALFONSO XIII<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRxkq99TmMvHTSVIx-dAvLxBb-kt6Buqloh4xGW63GOMQqDUnVkEyULdlMpXAh4kg1dHiAlUi3jMt3Snr88Z7U5SoSi8VWqj_8ZENoXjQ2sEYvxpEPRxaTMNbK_GT8vJ-UP7YZx_7NdXkb5tUKG_BaBx7grh_kamdZ0q89WCrT-DAKtuZvYuK1ZTYzhA/s401/Diario%20%C3%ADntimo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="401" data-original-width="284" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRxkq99TmMvHTSVIx-dAvLxBb-kt6Buqloh4xGW63GOMQqDUnVkEyULdlMpXAh4kg1dHiAlUi3jMt3Snr88Z7U5SoSi8VWqj_8ZENoXjQ2sEYvxpEPRxaTMNbK_GT8vJ-UP7YZx_7NdXkb5tUKG_BaBx7grh_kamdZ0q89WCrT-DAKtuZvYuK1ZTYzhA/w454-h640/Diario%20%C3%ADntimo.jpg" width="454" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Muchos de nosotros probablemente
hemos llevado de niños o jóvenes un diario en el que anotábamos de forma más o
menos precisa nuestras actividades y pensamientos. Pocos, sin embargo, lo hemos
conservado, bien porque voluntariamente lo hayamos destruido, bien porque lo
hayamos perdido en los azares de alguna mudanza. El rey Alfonso XIII
(1886-1941) también llevó un diario, desde el 15 de abril de 1900 al 21 de
enero de 1903, esto es, desde los catorce a los diecisiete años, escrito, “<i>con
una letra pulcra y fina</i>” en dos libretas “<i>una de cubiertas rojas, la
otra de cubiertas negras</i>”, compradas en Mira Hermanos y que, después de
años de dormir el sueño de los justos, fueron halladas en el Archivo del
Palacio Real por el escritor y periodista José Luis Castillo Puche (1919-2004)
y publicadas por el mismo en 1959.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimaJBdFkJGlL1hsxTmt8FxMekrkoEbI3K1axHZLV067OwxAl4cspr6RIiDZsubriiwOiqEAiTktq4l7sRFr04ChKhoiNKRpZBq95rClNgfX_RxwBb_MrTsC6EsznCXXSw2p3S0uFN6k7Hs47tImU6RFvXEMbZUZ8oqJbL3YW4eC3r2aNdmq6xN5OeSBQ/s620/Alfonso%20a%20los%2016%20a%C3%B1os.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="620" height="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimaJBdFkJGlL1hsxTmt8FxMekrkoEbI3K1axHZLV067OwxAl4cspr6RIiDZsubriiwOiqEAiTktq4l7sRFr04ChKhoiNKRpZBq95rClNgfX_RxwBb_MrTsC6EsznCXXSw2p3S0uFN6k7Hs47tImU6RFvXEMbZUZ8oqJbL3YW4eC3r2aNdmq6xN5OeSBQ/w640-h464/Alfonso%20a%20los%2016%20a%C3%B1os.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Alfonso XIII, a los dieciséis años de edad</b></i></td></tr></tbody></table><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Alfonso XIII ha sido una figura
controvertida tanto en la historiografía, como en la memoria colectiva de los
españoles. Muchos, a partir del advenimiento de la República, lo consideraron
un rey corrupto, el fruto podrido de una dinastía, un “enemigo del pueblo” o
cuando menos, una persona frívola y un “snob”. Esta imagen negativa del monarca
ha venido cambiando en los últimos años gracias a las investigaciones llevadas
a cabo básicamente por historiadores españoles de la talla de Javier Tusell<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
o Carlos Seco Serrano<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que han reivindicado a la figura de Alfonso XIII como un rey integrador e
impulsor de la reconciliación entre los españoles, que “<i>nunca confundió la
monarquía con el país</i>” y que “<i>siempre estuvo muy atento<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a los que podían brindarle la opinión real
por encima de las estructuras oligárquicas de la España oficial</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
A las biografías citadas del monarca y su época ha venido a sumarse últimamente
la escrita por Javier M. Luzón. “<i>El rey patriota. Alfonso XIII y la nación</i>”
(Galaxia Gutenberg, 2023) “<i>extraordinaria biografía, brillante en la
narrativa y definitiva en la documentación</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que todavía no he leído pero que, según las críticas, nos muestra un jefe de
Estado en movimiento que hizo a la vez monarquía y Estado. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Lo que aquí particularmente aquí
me interesa de la figura del rey Alfonso XIII, al hilo de la lectura de su
llamado “diario íntimo”, son los años primeros de su infancia y adolescencia
hasta alcanzar la edad que le permitió reinar como rey constitucional poniendo
fin a la Regencia de su madre, doña Cristina de Habsburgo Lorena (17 de mayo de
1902). <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue esta reina, viuda de Alfonso
XII, según algunos historiadores una de las más capacitadas de la historia de
España, quien se encargó personalmente de la educación del rey niño, no solo
con miras a formar su carácter y desarrollo moral e intelectual sino a fortalecerle
físicamente dada su salud quebradiza en estos primeros años (antes de los cinco
años Alfonso XIII ya sufrió una grave enfermedad que hizo temer por su vida).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip4QsaquGHrMh5ilAoF9c17OvGQ3fylIGw2seEcQvyHiJybKK_FQY7IYoK9M_JFT-_S7hduJMmSGtPRUk-iyPGT69tJAQrL00D-oivMu-nVzriebDX-hffDCrTPi2xM9iCPFN4zAMlRjEUAcHDa9VJzv7xwCNBGbQTID8dICG1VZgikNpo3a1Ez-lBsQ/s1047/Familia%20real%20Maria%20Cristina%20e%20hijos%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1047" data-original-width="684" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEip4QsaquGHrMh5ilAoF9c17OvGQ3fylIGw2seEcQvyHiJybKK_FQY7IYoK9M_JFT-_S7hduJMmSGtPRUk-iyPGT69tJAQrL00D-oivMu-nVzriebDX-hffDCrTPi2xM9iCPFN4zAMlRjEUAcHDa9VJzv7xwCNBGbQTID8dICG1VZgikNpo3a1Ez-lBsQ/w418-h640/Familia%20real%20Maria%20Cristina%20e%20hijos%207.jpg" width="418" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">María Cristina de Habsburgo Lorena y sus tres hijos</td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Según el testimonio de Melchor
Almagro San Martín: “<i>El rey niño había vivido esclavo de la higiene desde las
siete de la mañana en que se levantaba, a las ocho y media de la noche, final
de la jornada diaria. Sus comidas eran vigiladas por los médicos; su
esparcimiento consistía en salir, con excepción de los días lluviosos, a pasear
por la Casa de Campo, en cuyo apartado se entregaba a los juegos infantiles” ·<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Un grupo de muchachos de la
grandeza<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a>
constituía el círculo de sus amistades, con quienes aprendió la instrucción
militar. Al elegir los maestros que habían de dirigir los estudios, puso doña
Cristina especial empeño en que fueran hombres de “ideas sanas”, de los que hoy
se denominan de derechas: el padre Montaña Lóriga, Castejón, Brieva,
Salvatierra, Merry del Val, general Sanchiz, Aguirre de Tejada</i>”. Santa
María de Paredes fuel único liberal de este elenco que explicó durante ocho
meses a su regio alumno nociones de Economía y Derecho Público.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Posiblemente seria uno de estos
profesores quien sugiriera al rey, apenas adolescente, la llevanza de este
diario en cuya primera página se puede leer lo siguiente:<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Querido Alfonso:
Apunta aquí las fechas notables y todo lo que sea digno de recordarse. Y al
leerlo acuérdate del cariño con que te lo dieron tus hermanas. – MERCEDES Y
MARÍA TERESA<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Pascua de
Resurrección, 1900<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El joven monarca se aplicó a la
tarea, aunque no todos los días y en este diario cuenta las cosas que hacía, la
mayor parte “cosas insignificantes”. La primera vez que monta un burro o que
tira con un máuser; la primera vez que rema o nada hasta no hacer pie, cuando
viste su primera americana. Da la impresión de que apenas soporta muchos de los
actos a los que por protocolo se ve obligado a asistir, a excepción de los
ejercicios militares y la curiosidad por las “cosas de la mar” y que disfruta
sobre todo con los veraneos en el Norte que le permiten cambiar de aires, salir
del ambiente encorsetado de Palacio, viajar en ferrocarril y tomar un contacto
más directo con las gentes del pueblo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A veces sus impresiones son
espontaneas y no dejan de tener gracia como cuando se refiere al noviazgo de su
hermana Mercedes con Carlos de Borbón (a quien llamaba Nino y siempre consideró
como a un hermano)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>“¡Que noviazgo más largo!
¿Quién aguanta un año, o sea 365 días, de noviazgo? ¡Pobres novios! <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Espero que sean muy felices</i>! (sábado, 30
de junio de 1900)<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8bLzsvW65fsvoibkLFXzFS3d4qJkavMudO-XI4IqXVMiUYaSpwL6DpKumZDDVmHoDPD0j0r6c3Ktv4NGEpienk5QLtdh9HLmM_0NhmTMQrlGd7_8pI8KEG2p9Q5BUVB7p0q1RUa7S6T42DgyUWaLxP9F4DFrmQqbhpMDR5b9cEvMvn4VEExseKpbTBQ/s800/Familia%20Real,.Infantas%20Maria%20Teresa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="513" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8bLzsvW65fsvoibkLFXzFS3d4qJkavMudO-XI4IqXVMiUYaSpwL6DpKumZDDVmHoDPD0j0r6c3Ktv4NGEpienk5QLtdh9HLmM_0NhmTMQrlGd7_8pI8KEG2p9Q5BUVB7p0q1RUa7S6T42DgyUWaLxP9F4DFrmQqbhpMDR5b9cEvMvn4VEExseKpbTBQ/w410-h640/Familia%20Real,.Infantas%20Maria%20Teresa.jpg" width="410" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Las infantas María de las Mercedes y María Teresa, hermanas de Alfonso XIII</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Castillo-Puche descubridor y
comentarista, no siempre afortunado<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
de estos diarios juveniles del monarca cree descubrir en ellos, a más de
aburrimiento “<i>indicios de cierta soledad</i>” y supone que a Alfonso XIII “<i>recluido
entre dignidad real y pueblo suelto, se le tuvo que ir creando un hábito de
observar individualista y personalísimo</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La primera vez que el monarca,
aun con impronta juvenil, “se pone serio” en estos diarios es con motivo del
descubrimiento de la estatua de Cánovas del Castillo delante del Senado:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Vamos a ver si este siglo que
empieza para la Patria así, o sea sin guerra, termina lo mismo. Las deudas que
tiene el Estado son muchas, pero en este siglo, si todos, desde el Rey al
último español, trabajan, entonces… ¿Quién sabe si al terminar este siglo no
tiene el Estado deudas! Es preciso tener ejército y marina, cueste lo que
cueste y a quien cueste, porque sin esas dos manos, por decirlo así, que
sostienen a España, caería como una pelota que disputarían Inglaterra,
Alemania, Francia y los Estados Unidos de Norte América</i>” (martes, 1 de
enero de 1901).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Así, entre anotaciones más o
menos banales, Alfonso XIII llega en su diario a la fecha del año 1902, en que
liquida su minoría de edad y a principios del mes de enero, cuando aún le
quedan unos meses para la ceremonia solemne del juramento de la Constitución
ante las Cortes (17 de mayo de 1902) nos deja la anotación más interesante de
este diario, que merece la pena trascribir íntegra: <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Este año me encargaré de las
riendas del Estado, acto de suma trascendencia tal y como están las cosas,
porque de mi depende si ha de quedar en España la Monarquía Borbónica o la
República. Porque yo me encuentro al país quebrantado por nuestras pasadas
guerras, que anhela por un alguien que le saque de esa situación; la reforma
social en favor de las clases necesitadas; el Ejército con una organización
atrasada a los adelantos modernos; la marina sin barcos; la bandera ultrajada;
los gobernadores y al Caldes que no cumplen las leyes etcétera<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">En fin, todos los servicios
desorganizados y mal atendidos. Yo puedo ser un Rey que se llene de gloria
regenerando la Patria, cuyo nombre pase a la Historia como recuerdo imperecedero
de su reinado<a name="_Hlk134200367">; pero también puedo ser un Rey que no
gobierne, que sea gobernado por sus ministros y, por fin puesto en la frontera</a>.
Yo tendré siempre, a manera de ángel custodio, a mi Madre. Segundo ejemplar que
nuestra Historia presenta; el primero, doña María de Molina; el segundo doña
María Cristina de Austria. Don Fernando IV pidió cuentas a su madre; más yo eso
nunca lo haré,<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">Yo espero reinar en España
como rey justo. Espero al mismo tiempo poder regenerar a la Patria y hacerla,
si no poderosa, al menos buscada, o sea que la busquen como aliada.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>Si Dios quiere, para bien de
España”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Comentando este texto temprano
del Rey, Seco Serrano escribe que “<i>Lo primero que en el impresiona es el
claro pronóstico del Rey. La perduración de la Monarquía dependerá de la
capacidad del Régimen para llevar acabo la necesaria regeneración de la Patria</i>”
superando el cuadro de tensiones o deficiencias que el mismo señala, pero
quizás sea lo más significativo de todo el texto la fe que denota su propio
entusiasmo, cuyo reverso es una inicial desconfianza hacia la vieja política de
la oligarquía y del caciquismo: “<i>Yo espero…<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>poder regenerar a la Patria; pero también puedo ser un Rey que no
gobierne, que sea gobernado por sus ministros y, por fin puesto en la frontera”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Este desequilibrio entre las
intenciones del Rey, un joven de dieciséis años, y la clase política de
entonces quedó patente en el primer Consejo de Ministros que, según nos cuenta
Romanones, ministro de Instrucción Pública en dicho Gobierno, tuvo lugar, por
expreso deseo del monarca, nada más regresar de la “agobiante” ceremonia de su
“coronación” ante las Cortes:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Tras breves palabras de salutación
de Sagasta…, el Rey, como si en su vida no hubiera hecho otra cosa que presidir
ministros, con gran desenvoltura, dirigiéndose al de Guerra en tono imperativo,
le sometió a detenido interrogatorio acerca de las causas motivadoras del
cierre decretado de las academias militares. Amplia explicación, amplia para su
acostumbrado</i> <i>laconismo, le dio el general Weyler; no quedó satisfecho
don Alfonso, opinando que debían abrirse nuevo. Replicó don Valeriano con
respetuosa energía y cuando la discusión tomaba peligroso giro, la cortó
Sagasta haciendo suyo el criterio o del rey, resultando con esto vencido el de
la Guerra.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Después de breve pausa, el
Monarca, tomando en su mano la Constitución, leyó el caso octavo del artículo
cincuenta y cuatro y, a manera de comentario, dijo: “Como ustedes acaban de
ver, la Constitución me confiere la concesión de honores, títulos y grandezas,
por eso les advierto que el uso de este derecho me lo reservo por completo”.
Gran sorpresa nos produjeron estas palabras. El duque de Veragua… </i>[ministro
de Marina] <i>opuso a las palabras del Rey sencilla réplica, pidiéndole su venia,
leyó el párrafo segundo del artículo cuarenta y nueve, que dice “Ningún mandato
del Rey pude llevarse a efecto si no está refrendado por un ministro</i>” …<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sorprende que, en su diario
íntimo, el joven rey no hiciera siquiera alusión a este episodio histórico, contentándose
con señalar lo largo y fatigoso que le resultó el día de la coronación; “<i>a las
dos de la madrugada me metía yo en la cama”.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcg4VrZyiXa2n48Jb4qX4zA_xD-nLV-q_VT5BQvu1q4DF-IIdr4Or57brJwCghOb9ax-OTLE3mz4XtnBhizuRqNVOlARYBknP8xJWcgS_rs75MRvSJCfebABN7zBVH-0kP3cqFHj1as-m30tTGCcMYNJzGt2nHoMnAff1z0GLecPgvvSLveA_VNkMhFA/s1280/Familia%20Alfonso%20XIII.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="791" data-original-width="1280" height="396" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcg4VrZyiXa2n48Jb4qX4zA_xD-nLV-q_VT5BQvu1q4DF-IIdr4Or57brJwCghOb9ax-OTLE3mz4XtnBhizuRqNVOlARYBknP8xJWcgS_rs75MRvSJCfebABN7zBVH-0kP3cqFHj1as-m30tTGCcMYNJzGt2nHoMnAff1z0GLecPgvvSLveA_VNkMhFA/w640-h396/Familia%20Alfonso%20XIII.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Familia de Alfonso XIII</b></i></td></tr></tbody></table><br /><i><br /></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El martes, 1 de julio de 1902,
comienza la segunda libreta del diario, la de cubiertas negras, que no llegó a terminar.
Al igual que en la primera libreta, esta segunda lleva en la primera página una
dedicatoria de su hermana María Teresa (su otra hermana María de las Mercedes,
casada con Carlos de Borbón, vivía fuera de Palacio):<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>“Querido Alfonso: Sigue apuntando en este
cuaderno todas las fechas que sean de interés para ti. Al pedirme tú que te lo
dedicase, pensé que, asegurándote una vez más el gran cariño que yo te profeso,
y que te profesaré siempre, había puesto todo lo que tú podías desear de mí,
pues ya sabes que estoy dispuesta a emprender el mayor de los sacrificios por ti.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">Te ruego no te olvides tampoco
de mí, y acuérdate alguna vez de tu amante hermana, que está siempre, en
pensamiento y con todo corazón, a tu lado. – MARÍA TERESA<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>Madrid, 1 de julio de 1902</i>.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En este segundo diario se percibe
ya un redactor más maduro. Las descripciones son más largas, más justas y exactas
las observaciones, siempre dentro de un tono familiar y doméstico, ausente de
consideraciones y juicios de tipo político. El miércoles, 21 de febrero de
1903, el diario se interrumpe sin explicación. Cuenta Castillo-Puche que preguntó
a Don Juan de Borbón como era posible que su padre no continuara con el diario,
a lo que este contestó así: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">“Eso mismo le pregunté yo
varias veces a él y siempre me respondió lo mismo: Si hubiera tenido que
escribir lo que pensaba de muchos de los que llegaron hasta mí, me rodearon o
me persiguieron, tendría que haber sido muy duro. Y no quise. Un Diario mío
completo habría sido una pieza muy cruel y le habría dolido a muchos en lo más
vivo. No quise hacer daño ni que sufrieran por mi culpa ni siquiera el peso de su
vergüenza…”<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i></i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrQeGJigSlH5iAIDpeC8VKK0_sAvmUhLgxaTisbW9b6H9Cb4jF_Kcaa70RvTtGyknCcQQBiJMgd19hXs4sQ6Qh9ZkN4C74cELqt-KV9zK7s9DvXvg4RHrmpbZk2hj83Z3VBTadpRsfPcL3QwQrrQ7bApFxi8_OTdNNKN0qwxFAJ0BZmx_rNzA9P8YA5Q/s891/Familia%20Real.%20Alfonso%20XIII%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="891" data-original-width="640" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgrQeGJigSlH5iAIDpeC8VKK0_sAvmUhLgxaTisbW9b6H9Cb4jF_Kcaa70RvTtGyknCcQQBiJMgd19hXs4sQ6Qh9ZkN4C74cELqt-KV9zK7s9DvXvg4RHrmpbZk2hj83Z3VBTadpRsfPcL3QwQrrQ7bApFxi8_OTdNNKN0qwxFAJ0BZmx_rNzA9P8YA5Q/w460-h640/Familia%20Real.%20Alfonso%20XIII%208.jpg" width="460" /></a></i></div><i><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La lectura de este Diario íntimo
nos muestra un periodo infantil o juvenil de la vida de Alfonso XIII, donde es posible
que ya apunten algunos rasgos de su personalidad, pero para conocer la historia
de su reinado es preciso acudir a la consulta de otras fuentes veraces e
imparciales y más documentadas. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Mayo de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Manuel
Martínez (Manuel Martínez Bargueño)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;">Difunde
entre tus amistades este blog</span></i><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="color: #333333; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: black; mso-color-alt: windowtext;"><span style="mso-spacerun: yes;"><b><span style="font-size: large;">NOTAS</span></b></span></span></p><div style="mso-element: footnote-list;">
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “<i>Diario
íntimo de Alfonso XIII</i>”. Recogido y comentado por J. L. Castillo-Puche.
Biblioteca Nueva, tercera edición, 1999.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Javier
Tusell y Genoveva Queipo de Llano “<i>Alfonso XIII. El rey polémico</i>”.
Taurus, 2001<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Carlos
Seco Serrano. “<i>La España de Alfonso XIII</i>”. Espasa Calpe, S. A. 2002<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> “M. L.
A. “<i>Carlos Seco reivindica la figura de Alfonso XIII como rey integrador</i>”.
El País, 24 de mayo de 2002<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Manuel
Lucena Giraldo “<i>Sueños de regeneración de Alfonso XIII</i>”. ABC, 29 de
abril de 2023.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Este grupo de muchachos, ocho en total, estaba formado en el año 1896 por
Eduardo Aguirre de Cárcer, el conde de Revillagigedo, el marqués de Montenuevo,
don Alfonso XIII de Borbón y Habsburgo, el marqués de Someruelo, el duque de
Alburquerque, el conde de Sástago y Pedro Ramírez de Haro (J. Cortés
Cavanillas. “<i>Alfonso XIII. Vida, confesiones y muerte</i>”. Editorial
Juventud. 1996, pág. 51)<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Según J. Cortés Cavanillas, en 1896 se constituyó el cuarto de estudios del
Rey, bajo la dirección de los siguientes profesores: general don José Sanchiz,
primer jefe de estudios; don Patricio Aguirre de Tejada, segundo jefe de
estudios; don Juan Lóriga y don Miguel González Castejón, matemáticas y
estudios generales; don Fernando Brieva, Historia; don Pedro Carbonell,
esgrima; don José Coello y Pérez del Pulgar, dibujo; doña Paula Czerny, música
y alemán; don Luis Gayán, francés; don Alfonso Merry del Val, inglés; don
Enrique Ruiz Fornells, instrucción militar; don Anselmo Sánchez, gimnasia y don
Vicente Santamaría de Paredes, Derecho político y administrativo (J. Cortés
Cavanillas. ob.cit. p. 46).<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Alfonso
XII fue, sin duda, un rey popular en algún tramo de su reinado pero de él no se
puede afirmar que fuera un rey demócrata, como sugiere el comentarista.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Diario%20intimo%20de%20Alfonso%20XIII.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Conde de
Romanones. “<i>Notas de una vida II (1901-1912</i>)”, Madrid. Renacimiento.
págs. 46-48</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-84516466030503421632023-04-06T13:31:00.007-07:002023-04-06T14:32:05.496-07:00CLOTILDE VON DERP o CLOTILDE SAKHAROV, bailarina<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOwrcAo1wf7-Jn_nKy5rvESwsfddvVyfIxmdBv5xf6ID7HAiINNSZ-7smptobiuHADC-jhn4Z8WtnjWruQvnBME0hOCedyrurLbIY_AOsMwWELzwQAXUHRVpIwT224450hBhyzuGwd5OkatBHvR8RXL6xs-y9WQSfck2ABBiIFDo_XJtpjJ-D4RyrQeg/s296/Clotilde%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="296" data-original-width="220" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOwrcAo1wf7-Jn_nKy5rvESwsfddvVyfIxmdBv5xf6ID7HAiINNSZ-7smptobiuHADC-jhn4Z8WtnjWruQvnBME0hOCedyrurLbIY_AOsMwWELzwQAXUHRVpIwT224450hBhyzuGwd5OkatBHvR8RXL6xs-y9WQSfck2ABBiIFDo_XJtpjJ-D4RyrQeg/w476-h640/Clotilde%201.jpg" width="476"></a></div><br><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Confieso que no se me hubiera ocurrido escribir
de esta mujer, de quien nada sabía antes, si no hubiera visto unas fotografías
suyas publicadas en la revista “<i>La Esfera</i>”, de 20 de enero de 1923 que
me han dejado impresionado.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwV8u4u4F19abL5TiP3S1-J0FuIln2e3L4DliGhcik3Qm-syS-uzfTV6c3sJDjnp-sMqFeGxPTFK_MdJtO16KPO2ro19niw0J0SzzSChdZ0O1WaTURVTLWj57hynrie2boN66VwwbC3G38awS-iym9sOgoDKiNCleHaLOGyW8UWDrjatotDvu4vEKWeg/s2881/Casilda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2881" data-original-width="2544" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiwV8u4u4F19abL5TiP3S1-J0FuIln2e3L4DliGhcik3Qm-syS-uzfTV6c3sJDjnp-sMqFeGxPTFK_MdJtO16KPO2ro19niw0J0SzzSChdZ0O1WaTURVTLWj57hynrie2boN66VwwbC3G38awS-iym9sOgoDKiNCleHaLOGyW8UWDrjatotDvu4vEKWeg/w566-h640/Casilda.jpg" width="566"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">¿Quién era esta bella mujer, tan esbelta, tan
femenina, de quien, como luego he leído, se decía que su estilo era más
elegante y moderno que el de Isadora Duncan?. Os dejo aquí con el resultado de
mis pesquisas hasta donde he podido llegar<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Su nombre autentico era Clotilde Margarete Anna
Edle von der Planitz, nacida en Berlín el 5 de noviembre de 1892, segunda hija
del matrimonio formado por el comandante Hans Edler von der Planitz (1863-1932),
de la nobleza militar prusiana, y su esposa, Margaret von Muschwitz (1868-1955).
El matrimonio se divorció en 1900 cuando Clotilde tenía ocho años y la madre
junto con ella y su hermana mayor se trasladaron a vivir a Mónaco<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Clotilde que era un niña introvertida, triste y soñadora, continuó sus estudios
en una escuela privada para niñas de familias nobles. Por aquellos años, tomó
clases de violín lo que le hizo apasionarse por la música, pasión que le acompañaría
durante toda su vida. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Como a todas las niñas de su clase, a Clotilde
le llegó el momento de recibir clases de “estilo” y tuvo la suerte dar con dos
profesores de danza, Margaret Delius-Rice y Ethel Rice (esta última esposa del
escritor Rudolf von Delius (1878-1946), intelectual y crítico de danza) que le
acercaron a la gimnasia rítmica. Mas tarde ingresaría en la escuela de danza de
la Ópera estatal de Múnich donde continuó sus estudios con Julia Bergmann y
Anna Ornelli.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvWFq90myTBQ1SjeMORJz5m2ZR2BjzqrNg-1nrgVEgCOITzfLExhSVcM6a72bOIFDD1tVzEKxoR4ry5hH4S1ykywIBOit3_7qEi66EgTTkJCU4HdmHFcsqL75nSLP_-K0ByRkuKIdACNmDuse1Bzkw-c2kmzLqVQqcWLT6g0hEqjQH4MkaXBaJQoj1eA/s1500/Clotilde%204.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1500" data-original-width="1141" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvWFq90myTBQ1SjeMORJz5m2ZR2BjzqrNg-1nrgVEgCOITzfLExhSVcM6a72bOIFDD1tVzEKxoR4ry5hH4S1ykywIBOit3_7qEi66EgTTkJCU4HdmHFcsqL75nSLP_-K0ByRkuKIdACNmDuse1Bzkw-c2kmzLqVQqcWLT6g0hEqjQH4MkaXBaJQoj1eA/w304-h400/Clotilde%204.jpg" width="304"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">A partir de entonces, la danza se convierte
para ella en una verdadera obsesión. Demuestra tener un sentido innato para el
movimiento. Comienza a crear movimientos mientras escucha su música favorita.
El sonido y el movimiento se funden y complementan en ella. Abandona el estudio
del violín, quiere bailar, aparecer en un escenario.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Su primera aparición pública fue el 25 de abril
de 1910, a los diecisiete años, representando sus propias coreografías en la
Unionsaal de Múnich, bajo el nombre artístico de Clotilde von Derp. Es posible
que entre el público asistente se encontrara Max Reinhardt (1873-1943), famoso
director de tetro y cine, quien se puso en contacto con ella para confiarle el
papel de la bailarina del harén en la pantomima “<i>Sumurum”</i> de Friedrich
Freska (1882-1955) y el de primer elfo en “<i>El sueño de una noche de verano</i>”
en el Teatro de Arte de Munich. Estas representaciones pueden considerarse como
el despegue de su carrera artística.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">Un año más tarde volvió a contactarle Reinhardt
para representar esta vez el papel principal en “<i>Sumurum</i>” en el Coliseum
Theatre de Londres donde actuó en numerosas representaciones desde enero a agosto,
con gran éxito de crítica y público</span><span face=""Arial",sans-serif" style="background: rgb(247, 247, 247); color: #555555;">. León Berstein, en un artículo publicado en
1938 en la “<i>Nouvelle Revue</i>” recordaba, subrayando la admiración del
público londinense por Clotilde, de la que los semanarios londineses publicaban
fotos a toda página, que la artista era definida como “<i>esbelta, de ojos
hechizantes, de rara y admirable agilidad, de un encanto que está por encima de
cuanto las palabras pudieran expresar”</i> (Black & White) y que “<i>sus
poses y gestos estaban cargados de belleza y su danza de emoción y poesía</i>” (The
Tatter).<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: rgb(247, 247, 247); color: #555555;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqtQnc9VzvGseGC3g9wN4eQW0-i2HrE-or-u4tjfiUtf7utK6b_dkOHI_f533tpqyfeZkE3h5f62rAwRl3ZPTgbdmGpy-JeEHS96w2kZJ3MgZ2Yvq-RmDs9LCx0ScSExzPJmELFXFy2yaMq-7IRFE4t1F5XIGjzayUHkSK87Prau30v1G_pz1p8TlMAg/s1228/Clotilde%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1228" data-original-width="835" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqtQnc9VzvGseGC3g9wN4eQW0-i2HrE-or-u4tjfiUtf7utK6b_dkOHI_f533tpqyfeZkE3h5f62rAwRl3ZPTgbdmGpy-JeEHS96w2kZJ3MgZ2Yvq-RmDs9LCx0ScSExzPJmELFXFy2yaMq-7IRFE4t1F5XIGjzayUHkSK87Prau30v1G_pz1p8TlMAg/w436-h640/Clotilde%203.jpg" width="436"></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br><span face=""Arial",sans-serif" style="background: rgb(247, 247, 247); color: #555555;"><br></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: rgb(247, 247, 247); color: #555555;">De vuelta a Alemania continuó con sus
espectáculos, interpretando sus propias creaciones con música de Schubert,
Schumann y Grieg. Los críticos alemanes empezaron a interesarse en ella y a
apreciar el carácter personal de sus danzas, surgidas de sus sentimientos más
profundos. A la vez, ella misma empezó a introducirse en la vida cultural de
Múnich, asistiendo las reuniones del grupo de artistas expresionistas “Der
Blaue Raiter” (El Jinete Azul) </span><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">fundado por Vasili Kandinski y Franc Marc, en
Múnich, en 1911, haciendo dentro y fuera del mismo amigos importantes y estimulantes
como Georg Kolbe, Alexei von Jawensky y el poeta Rainer María Rilke, quienes la
reconocieron y admiraron como la mejor bailarina de Alemania.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">En 1913 bailó los papeles de Petit Cuisiner
(chico de la cocina) y Petit Mitron (niño del panadero) en “<i>The bourgois and
Gentleman</i>” en el Residenztheater de Munich, reconociendo el público su “<i>gracia
incomparable</i>”.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhadWz2WgUfn1MY5-GKMOXMpL9CvueXEBrPXCgW4CCv--1YDTZICxLe0F3AQtdHdwVZ-64YrG6sseGNLHC8OKffk0W0YeeAT77IUB1a1mb1e0hY2jJePRUWPhxWa6nuUQv2H7NYm7lDterM-UohN0yeV9h_hprpU4mYNX84lFC46RPP5F8gFNe2FwsFRg/s1603/Clotilde%20Rudolph.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1603" data-original-width="1280" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhadWz2WgUfn1MY5-GKMOXMpL9CvueXEBrPXCgW4CCv--1YDTZICxLe0F3AQtdHdwVZ-64YrG6sseGNLHC8OKffk0W0YeeAT77IUB1a1mb1e0hY2jJePRUWPhxWa6nuUQv2H7NYm7lDterM-UohN0yeV9h_hprpU4mYNX84lFC46RPP5F8gFNe2FwsFRg/w512-h640/Clotilde%20Rudolph.jpg" width="512"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: x-large;">Ese mismo año una
foto suya del fotógrafo Rudolf Dührkoop (1848-1918) se exhibió en la Royal
Photographic Society</span><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: xx-large;">.</span><span face="Arial, sans-serif" style="background-color: white; color: #202122; font-size: xx-large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">En 1913 tuvo lugar el encuentro de Clotilde con
el coreógrafo ruso Alexander Sakharov (también escrito Sakharoff o Sacharoff)
(1886-1963) en una velada benéfica en la que ambos participaban el Múnich Press
Ball. A pesar de sus diferencias de carácter, formación, gusto y estilo, ambos
participaban de una misma pasión por la danza, entendida en términos de
innovación y bajo el signo de una verdadera “Mística del arte”.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9oo9M2wvFxgZ9Fsj51pKDmIpvyvQBZjGFvXvjacnU3PtO1iVdfFnJAKJNnPsE7ItgPSVCTtvvRoJXRY3N7Xg3JslAmguMtwuPynzzyAtQf8BNKvFKibQbUrpHuw_UbrDllkhVkEOdZErDeH9a4CcKW27ikNaU5IOwkPJXQMy3q8KEVRwSVa-S3FcZhQ/s189/Clotilde%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="189" data-original-width="170" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9oo9M2wvFxgZ9Fsj51pKDmIpvyvQBZjGFvXvjacnU3PtO1iVdfFnJAKJNnPsE7ItgPSVCTtvvRoJXRY3N7Xg3JslAmguMtwuPynzzyAtQf8BNKvFKibQbUrpHuw_UbrDllkhVkEOdZErDeH9a4CcKW27ikNaU5IOwkPJXQMy3q8KEVRwSVa-S3FcZhQ/w360-h400/Clotilde%202.jpg" width="360"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">Desde este encuentro, los dos actuaron ya juntos
en la “vanguardia de la danza”, bailando a veces solos, a veces en pareja.
Tenían una forma muy personal de “danza moderna”, a la que llamaron “pantomima
abstracta” y que perfeccionaron constantemente en contacto con sus amigos y
artistas del círculo “Der Blaue Reiter”. Fueron vistos como una pareja
andrógina, mutuamente complementaria, unida por la danza en un acto de creación
artística. A ello contribuyeron sus “extravagante vestuario” que incluía
“pelucas hechas de metal plateado y dorado” y “trajes decorados con flores y
frutas de cera”. S</span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">e decía que la feminidad de Clotilde se veía acentuada por el atuendo
masculino.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">En 1914, al estallar la Guerra, Alexander se mudó a Lausana y Clotilde se
le unió allí en 1916. Durante su estancia en el país helvético, Alexander y
Clotilde dieron numerosas actuaciones y forjaron relaciones con muchos
intelectuales como Igor Stravinsky, Sergei Djagilev, Émile Jaques-Dalcroze y
los pintores Aleksej von Javlenskij y Marijana von Verekin</span><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">. Hacia
1916 Clotilde también tomó clases de ballet del maestro Enrico Cecchetti.</span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">El 25 de enero de 1919, antes de iniciar una
gira por Estados Unidos, Clotilde y Alexander se casaron en Zúrich, actuando
como testigo la pintora rusa Marijana von Verekin. En Nueva York actuaron el 17
de febrero de 1920 en el Metropolitan Ópera, en una gala benéfica, apoyados
financieramente por Edith Rockefeller, aunque parece que esta vez no alcanzaron
el éxito esperado. El 6 de abril tuvieron una segunda actuación en el New York
Globe Theater.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_y26uAJhhJU88moGEHw-MhSAwJ347R7HsVNXyvRcxM6wlhajmiGfTL8Cp_xUMpVyLI4TzwBqjabpRXGculh9YytqDIPs03cNR8-Pn2KKKwENieWMjw4mrXRdncfxgFXne0kbpzgQymjYJm8ejCLx1Jy-2UlpcXzgsfEoA_kdJ-c3aVnyAnPIf58tapg/s267/umschlag.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="267" data-original-width="200" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_y26uAJhhJU88moGEHw-MhSAwJ347R7HsVNXyvRcxM6wlhajmiGfTL8Cp_xUMpVyLI4TzwBqjabpRXGculh9YytqDIPs03cNR8-Pn2KKKwENieWMjw4mrXRdncfxgFXne0kbpzgQymjYJm8ejCLx1Jy-2UlpcXzgsfEoA_kdJ-c3aVnyAnPIf58tapg/w299-h400/umschlag.jpg" width="299"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">En 1921, de regreso a Europa actuaron en el
Théâtre des Champs Elysées de París (marzo o abril) y en abril de 1922 hicieron
su debut en el Coliseum Theatre de Londres. Establecidos en Paris recorrieron
Europa y especialmente Italia donde eran muy apreciados, actuando a menudo
hasta 1940. También visitaron en 1930 China y Japón y teniendo tanto éxito que
tuvieron que volver en 1934.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKJLLvvhFkQ_ssmemipVnXQDUNFUX85dajM0VQ4abU-7tTkaSKC7oWEvtj4k7G_kbVNEzeNM0AGXx5ouvH3jsVNLpE6lLBZFVpc__CjLRlwYJDRsbTIck8opDpTWAD69dF4NqGu9qLaPi0lQxo2Zzn7Pd91hVROn9HFFjkUx7l16j4qRC0oei-a-D9Fg/s800/Libro.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="592" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKJLLvvhFkQ_ssmemipVnXQDUNFUX85dajM0VQ4abU-7tTkaSKC7oWEvtj4k7G_kbVNEzeNM0AGXx5ouvH3jsVNLpE6lLBZFVpc__CjLRlwYJDRsbTIck8opDpTWAD69dF4NqGu9qLaPi0lQxo2Zzn7Pd91hVROn9HFFjkUx7l16j4qRC0oei-a-D9Fg/w474-h640/Libro.jpg" width="474"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">En 1933 el crítico francés Emile Vuillermoz
publicó su obra “<i>Clotilde et Alexandre Sakharov</i>” que incluía fotografías
e ilustraciones en color de su coreografía.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">A su regreso del Lejano Oriente partieron
nuevamente para una gira por Canadá y Estados Unidos, actuando en Montreal.
Chicago y Nueva York para viajar luego a Sudamérica con actuaciones en La Habana,
Sao Paulo, Montevideo y Buenos Aires (Teatro Colón).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">La Segunda Guerra Mundial les sorprendió en
Portugal y al no poder regresar a Paris, por estar su vivienda ocupada por las
tropas alemanas, se establecieron primero en Lisboa y luego viajaron de nuevo a
América del Sur donde se separaron, mudándose Alexander a un apartamento en
Buenos Aires, mientras Clotilde se instalaba en Montevideo<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="background: white; color: #202122; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmoUEnCIHoGEYhC2rCBJda4FPBjUkQdNztHuKw1q8bt7Bnsy5c6_oHYTVZ2zLTujp_ddACC2MNMZUPGQHp4l6Y5CQzEzCBmbKKGfBnIMM9aJCiOP01a9evx2zotp63GmiCfyNorsDxfHXVOqqn5PptGIzVhshiKKU8OLzP-xUIOLJ6I1VtdrgshWyoHA/s440/440px-Elena_Zareschi_and_Alexander_Sakharoff_1950s.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="395" data-original-width="440" height="574" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmoUEnCIHoGEYhC2rCBJda4FPBjUkQdNztHuKw1q8bt7Bnsy5c6_oHYTVZ2zLTujp_ddACC2MNMZUPGQHp4l6Y5CQzEzCBmbKKGfBnIMM9aJCiOP01a9evx2zotp63GmiCfyNorsDxfHXVOqqn5PptGIzVhshiKKU8OLzP-xUIOLJ6I1VtdrgshWyoHA/w640-h574/440px-Elena_Zareschi_and_Alexander_Sakharoff_1950s.jpg" width="640"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">El 4 de octubre de 1948, después de una última
representación en el Teatro Astra de Buenos Aires, Clotilde regresó a Europa.
Alexander lo hizo poco después y de nuevo juntos actuaron en el Théâtre des
Champs-Elysées de París En 1951, con un espectáculo en Turín, regresaron a
Italia y protegidos por un mecenas, el conde Guido Sichi-Saracini enseñaron
desde 1952 a 1962 en la Accademia Musicale Chigiana, en Siena, fundada por el
referido conde como un centro internacional de estudios avanzados. También
colaboraron con el Teatro dei Rinnovati, montando numerosas coreografías hasta
1959. Su última aparición pública fue el 25 de agosto de 1954 en el Teatro de
Siena. En Roma abrieron su propia escuela de baile en 1956, la Scuola Superiore
di Danza en el Palazzo Doria Pamphili, en la Vía del Corso.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">Alexander murió en 1963 y Clotilde continuó
sola con sus coreografías en Europa y Japón hasta, por lo menos, 1966, cuando
montó una última coreografía en el Teatro Olímpico de Roma. Clotilde murió en
Roma el 11 de enero de 1974.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvUO17LYHxZSN22emPMn581YrEjlIYKI-_ZdKZEuABr-PIrzLbJavM0tK1V_y8eGE83iCCV6FZQyQE5zEIGAdb-02KQYom7Ymk7WBOb9ruWYOWSL1AhTR5Ap5b055QwUmjwUwoPLe1koUJj-lPelU9egkSUtEhi0KenZGkU3701iVdpUR23Ckr29lM-g/s333/Tumba.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="250" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjvUO17LYHxZSN22emPMn581YrEjlIYKI-_ZdKZEuABr-PIrzLbJavM0tK1V_y8eGE83iCCV6FZQyQE5zEIGAdb-02KQYom7Ymk7WBOb9ruWYOWSL1AhTR5Ap5b055QwUmjwUwoPLe1koUJj-lPelU9egkSUtEhi0KenZGkU3701iVdpUR23Ckr29lM-g/w480-h640/Tumba.jpg" width="480"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">La tumba de los Sakharoff, "poetas de la danza", se encuentra en el cementerio de Campo
Cestio<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">Muerto su marido, C</span><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">lotilde dio y vendió muchos de sus
escritos y trajes, que aún se conservaban, a museos y subastas.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXp7ghOEqju1e8k95ZX_BiVv86_GeybWFTo6KhWLEv01VapytiJ4-g_e219XeEk1aSl-PhnkfWg6qjXO07ym7fgiV_amx_6m7ljlsUHmHTXd-cDFW4h8NZsPm5CwdZKWNHVP6f4Fl5wGwt9XrWZ_lRoAv1Kf-CsNCl1aDQrTSdZjl1KXUxrt-d-NfGrQ/s460/440px-Jawlensky_Sakharoff.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="440" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXp7ghOEqju1e8k95ZX_BiVv86_GeybWFTo6KhWLEv01VapytiJ4-g_e219XeEk1aSl-PhnkfWg6qjXO07ym7fgiV_amx_6m7ljlsUHmHTXd-cDFW4h8NZsPm5CwdZKWNHVP6f4Fl5wGwt9XrWZ_lRoAv1Kf-CsNCl1aDQrTSdZjl1KXUxrt-d-NfGrQ/w612-h640/440px-Jawlensky_Sakharoff.jpg" width="612"></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><br></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="color: #202122; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">Incluso vendió
el icónico cuadro de su marido obra de Alexander Jawlensky (1909).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;">En los últimos años el Deutsches Tanzarvich
(Archivo Alemán de Danza) de Colonia, ha recuperado, una gran cantidad de
material de archivo sobre Clotilde von Derp y su esposo Alexander Sakharoff. La
colección contiene, entre otros, una autobiografía inédita de Clotilde “<i>Les
Sakharof. La vie que nous avons dansée</i>” (301 págs. mecanografiadas), artículos
relacionados con la pareja, trajes, diseños de escenografía y vestuario y 500
fotografías.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDrCq-tOwhedDNXd_m5iGFz1Ugc5iHglgCAjSqcO-VW7KM9S9SAgB4GprMzNqGsdBAueI6EZJBNpdFaQw_ySxRaUYtL_WJW4Fb55CrUWFXCwcMs80vrlkQceQm4PCnSLg0y7dvkdWO_m27CjimIkJ_8X7L_9eSpAuKBJ2vHTfBLFi_zZ2XXVjDnAPABw/s380/buch.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="380" data-original-width="245" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDrCq-tOwhedDNXd_m5iGFz1Ugc5iHglgCAjSqcO-VW7KM9S9SAgB4GprMzNqGsdBAueI6EZJBNpdFaQw_ySxRaUYtL_WJW4Fb55CrUWFXCwcMs80vrlkQceQm4PCnSLg0y7dvkdWO_m27CjimIkJ_8X7L_9eSpAuKBJ2vHTfBLFi_zZ2XXVjDnAPABw/w412-h640/buch.jpg" width="412"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span face=""Arial",sans-serif" style="background: white; color: #202122;">Aquellos interesados en saber más sobre los
Sakharoff pueden consultar la página </span><span face=""Arial",sans-serif"><a href="https://www.sk-kultur.de/tanz/sacharoff/seiten/bibliothek.html">Bibliothek
(sk-kultur.de)</a> que contiene textos sobre los dos artistas y biografías
resumidas, así como una lista de espectáculos en los que participaron y una
lista de los materiales conservados.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">También
hay documentos de Alexander y Clotilde Sakharoff en la Harvard Library
(correspondencia, en particular con Leon Berstein, fotografías y otros
materiales) donados en 1974 por Michel Berstein<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3N99aLN3VPFpZQ2EH0Cnmh4MCYydHEuytwjwnQ-g4mhNFEel129teFfvlpCuK9GEi5MfPQ4ubQKj1SJJAY8gycAZurKlFHB_FafL4mLSgFD7f64E_lBG9N68CkwJScroxkLojT60veV-wjwY1lT6japtnFLkajc-JNm_mBMd00kkS6VxpzxPh4Lmuw/s478/Clothilde-von-Derp.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="478" data-original-width="297" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjo3N99aLN3VPFpZQ2EH0Cnmh4MCYydHEuytwjwnQ-g4mhNFEel129teFfvlpCuK9GEi5MfPQ4ubQKj1SJJAY8gycAZurKlFHB_FafL4mLSgFD7f64E_lBG9N68CkwJScroxkLojT60veV-wjwY1lT6japtnFLkajc-JNm_mBMd00kkS6VxpzxPh4Lmuw/w398-h640/Clothilde-von-Derp.jpg" width="398"></a></div><br><span face=""Arial",sans-serif"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Los
Sakharoff en España<o:p></o:p></span></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">La
pareja Sakharoff actuó varias veces en España, aunque casino hemos podido
consultar reseñas de sus actuaciones. La primera, a la que pertenece la serie
de fotografías detectada en la revista “<i>La Esfera</i>”, fue el 14 de enero
de 1923 en el Teatro de la Comedia de Madrid. Ese mismo año, del 28 al 30 de
agosto de 1923 actuaron en el Gran Casino de Santander. Al año siguiente, el 15
de septiembre de 1924 los Sakharoff actuaron en el Gran Kursaal de San Sebastián,
inaugurado tan solo tres años antes (1921).<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Pasaron
diez años antes de que los Sakharoff volvieran actuar en España y ello fue en Barcelona,
el 9 de diciembre de 1935, en el Palau de la Música Catalana para dar un
recital de danza reservado a los componentes de la Associacio de Música de
Cámera. Según una información publicada en el diario “<i>El Diluvio</i>” de
Barcelona, los Sakharoff interpretaron una selección de sus más admiradas
creaciones entre las cuales figuran obras de Bach, Couperín, Fauré, Ravel,
Debussy, Turina etc. La música catalana estuvo representada por “<i>Jeune fille
au jardín</i>” de Federico Mompou “<i>creación suprema de Clotilde Sakharoff
que le ha valido las más grandes ovaciones en sus recitales de los últimos tres
años</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Durante
el tiempo de la Guerra civil española, o recién terminada esta, los Sakharoff
volvieron a actuar en España hasta en cuatro ocasiones. La primera el 15 de
septiembre de 1938, otra vez en el Gran Kursaal de San Sebastián. La segunda
fue el 18 de octubre de 1939 en el Teatro Campos Elíseos de Bilbao. El tercer
el 15 de diciembre del mismo año en el Teatro Calderón de Madrid y la cuarta en
el Gran Teatro del Liceo de Barcelona en diciembre de 1939 con el espectáculo “<i>Chopin
y el ballet de los Sakharoff</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Arial, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span face=""Arial",sans-serif"><span style="font-size: x-large;">Hasta
aquí un resumen de cuanto hemos podido averiguar sobre esta extraordinaria
bailarina y su marido, los Sakharoff. Agradecería cualquier otra pista
informativa que los lectores pudieran facilitarme para conocimiento de todos
los interesados.</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Abril de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Manuel
Martínez (Manuel Martínez Bargueño)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;">NOTAS<br clear="all">
</span><hr align="left" size="1" width="33%">
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> He
tomado como base el acercamiento biográfico de Hugo Erfurth. Clotilde von Derp.
<a href="https://www.fotografiaedanza.it/performers/clotilde-von-derp-sakharoff/">Clotilde von Derp – fotografiaedanza</a><u><span style="color: blue;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></u><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Otras
fuentes omiten este traslado a Mónaco y sitúan a la familia directamente en
Múnich.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase
Pablo Muñoz Ponzo “<i>Danza del exilio: las actuaciones visuales de los
Sakharoff en Montevideo (1935-1948”)</i> <a href="https://www.academia.edu/41933592/Dance_of_Exile_The_Sakharoffs_Visual_Performances_in_Montevideo_1935_1948_">(PDF) Danza del exilio: las actuaciones visuales de
los Sakharoff en Montevideo (1935-1948) | Pablo Muñoz Ponzo - Academia.edu</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="https://hollisarchives.lib.harvard.edu/repositories/24/resources/2790">Colección: Documentos de Alexandre Sakharoff y
Clotilde Sakharoff | HOLLIS para (harvard.edu)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> El
Diluvio. Diario Republicano. 6 de diciembre de 1935.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Clotilde%20Sahkarov.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Ficha en
<a href="https://annals.liceubarcelona.cat/llocca/FEspectacle?idespec=3668">Liceo - Ficha espectáculo (liceubarcelona.cat)</a>. Crítica en “La Vanguardia 31 de diciembre de 1939</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-74736999820576739782023-03-18T09:09:00.067-07:002023-04-02T08:09:49.752-07:00La quema de conventos en Madrid (11 de mayo de 1931)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitDbzThrKj6ycC33XSAOM_7vO2StIHQF2Fm-kDUI7xj46DDyQzlPQNWsF5X5sSE0CPH8nR6uUwxP7-mLiuBN4X_1apvi7sI6kr2tGMpT7wVlAKuaL0cPZnxfVoMxdAtfIDwUBa7A6tx2nskUTSx5_16FSnSWWRj104i_yJDH6SgSuSecRC20DS3nTjtA/s1076/Gobierno%20provisional.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1076" data-original-width="720" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitDbzThrKj6ycC33XSAOM_7vO2StIHQF2Fm-kDUI7xj46DDyQzlPQNWsF5X5sSE0CPH8nR6uUwxP7-mLiuBN4X_1apvi7sI6kr2tGMpT7wVlAKuaL0cPZnxfVoMxdAtfIDwUBa7A6tx2nskUTSx5_16FSnSWWRj104i_yJDH6SgSuSecRC20DS3nTjtA/w428-h640/Gobierno%20provisional.jpg" width="428" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Soy consciente de que voy a tocar
un tema de los que todavía “echan humo”: la quema de conventos durante los
primeros días de vida de la Segunda República Española. A pesar de los muchos años transcurridos desde aquellos trágicos sucesos, más de 90, los
historiadores no acaban de aclarar un punto capital para la comprensión de los
hechos: quien o quienes incitaron a las turbas para incendiar en Madrid y en
otras capitales de provincia más de cien establecimientos religiosos (el número
exacto todavía está en discusión) ante la pasividad del Gobierno y la inacción
las fuerzas de Seguridad. Para los historiadores de derecha los incitadores a
la violencia fueron elementos de extrema izquierda republicana y anarquistas,
mientras que el entonces ministro de la Gobernación, Miguel Maura, y la prensa gubernamental
de la época insistían en que “<i>provocadores reaccionarios habían instigado
odios elementales y pagado a los verdaderos incendiarios</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Nos acercaremos al asunto de
forma objetiva e imparcial contando los hechos tal como nos cuentan que
ocurrieron aquellos que los presenciaron, e interpretándolos sin decantarnos
de uno u otro lado procurando hacer bueno aquello que señala
Álvarez Junco “<i>Nuestra pretensión, la de los historiadores que hoy queremos
ser serios, es descubrir y narrar los hechos ocurridos en el pasado y explicar
en lo posible sus causas y consecuencias</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">El advenimiento de la
República<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC6jz4VI8CojhQGyYyW0maDk5XsOxL2vYHSOGB6mBAmxEx21XDkCnFBZcmWefGNAxngibTNteeY6x2sYf1nbSc5VT5crUoe0s2cDEaKfX4Q9tUMvMu54fAlpDZxzlY97yRbBJPIzq8sZe2bzP027lxnrs4lh8PFy06UmYIPne77WfKSUNNAb5qrk-g7A/s1000/2%20Madrid.%20Historia%2014%20de%20abril.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="725" data-original-width="1000" height="464" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjC6jz4VI8CojhQGyYyW0maDk5XsOxL2vYHSOGB6mBAmxEx21XDkCnFBZcmWefGNAxngibTNteeY6x2sYf1nbSc5VT5crUoe0s2cDEaKfX4Q9tUMvMu54fAlpDZxzlY97yRbBJPIzq8sZe2bzP027lxnrs4lh8PFy06UmYIPne77WfKSUNNAb5qrk-g7A/w640-h464/2%20Madrid.%20Historia%2014%20de%20abril.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El advenimiento de la Segunda República
y la consecuente caída de la Monarquía alfonsina fue acogida, de eso no cabe ninguna duda, en medio del júbilo popular “<i>Cuando las primeras informaciones de
Prensa confirmaron el triunfo moral de los republicanos, la gente se echó a la
calle en muchos sitios”</i>.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Romanones, autentico factótum del último gobierno de Alfonso XIII, pactó con
los republicanos el abandono del país por el monarca “<i>antes de la puesta de
sol</i>”. Alfonso XIII dejó la capital a toda prisa, rumbo a Cartagena para
embarcar rumbo al exilio, no sin firmar un manifiesto redactado por el Duque de
Maura en el que reconocía que “<i>las elecciones del domingo me revelan
claramente que no tengo el amor de mi pueblo”</i>.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Se ponía fin a la Restauración borbónica y llegaba, pacífica, la Segunda
República, algo que pocos podían sospechar tan solo unos meses antes. “<i>Nos
regalaron el poder, suavemente, alegremente, cuidadosamente: había nacido la
Segunda República”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sería ingenuo pensar, sin embargo,
que la Segunda República nacía sin enemigos. Fuerzas muy poderosas como los
grupos monárquicos incompatibles con la República<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y la Iglesia Católica, dominante durante la Restauración y que no se resignaba
a perder lo que consideraba sus “derechos adquiridos”, tomaron pronto
posiciones en contra del régimen recién nacido. <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><b>La reunión del Círculo
Monárquico</b>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Anunciada por el diario ABC
durante los días previos, se celebró en la mañana del 10 de mayo en el Círculo
Monárquico de la calle Alcalá 67 principal, una reunión para la aprobación del
Reglamento y elección de Directiva para la Junta del Comité Central de la
Agrupación Monárquica Independiente a la que concurrieron unas trescientas
personas. Durante el acto en el que se eligió el Comité Ejecutivo de la
Agrupación parece que <i>“se dieron incesantes vivas a la Monarquía y al Rey, y
a la terminación se pusieron todos de pie a los acordes de la Marcha Real,
ejecutada en un gramófono</i>”. Algunos de los asistentes salieron a los
balcones y gritaron “<i>Viva el Rey y “Viva la Monarquía</i>”, arrojando a la
calle octavillas impresas. Otros prorrumpieron en los mismos gritos ya en plena
calle. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaZfTuCS2vSNwhHlkzE1sxPandzUBZCMHjZuvzRxTfpZrbq_-EqugBxByTqowygAkd7wJ_MJTN15ZSTNBMlUhFJZEKBDu5r4VHxPKFSY_grQvcnf2pXgKUUTM5WV52VF1_2jkKmgYP58OpaNJ5v7uj-H-rHw3BBvOm0Y8Yd-RBfJCEjn8hr4HdPtWfzg/s857/Centro%20Mon%C3%A1rquico.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="610" data-original-width="857" height="456" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaZfTuCS2vSNwhHlkzE1sxPandzUBZCMHjZuvzRxTfpZrbq_-EqugBxByTqowygAkd7wJ_MJTN15ZSTNBMlUhFJZEKBDu5r4VHxPKFSY_grQvcnf2pXgKUUTM5WV52VF1_2jkKmgYP58OpaNJ5v7uj-H-rHw3BBvOm0Y8Yd-RBfJCEjn8hr4HdPtWfzg/w640-h456/Centro%20Mon%C3%A1rquico.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuentan las crónicas periodísticas
que estos gritos fueron oídos por un numeroso público que transitaba por la
calle y contestados con un “<i>Viva la Republica</i>”, por los ocupantes de un
automóvil de servicio público conducido por un chófer de nombre Francisco
Vivancos. Se armó la consiguiente trifulca que degeneró en tumulto y tres
coches pertenecientes a conocidos monárquicos resultaron incendiados. Avisada
la Dirección General de Seguridad, llegaron fuerzas de ese centro y del
Ministerio de Gobernación para dominar la situación, produciéndose algunas
detenciones. Un ex ministro de la Corona, don Leopoldo Matos, asistente a la
reunión fue perseguido y maltratado por algunos individuos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtnFkpuBJ0jOylRHz0lOrCjX8JbXvo7zXMgUvPY0bag9720OJnQU8bxWhR80WdK8lRsjPjvRjxG5kONONNWBel5F0PvPBGB8_RZjk7MXCcoZ3Tiv8cZVtwN_y8YAUAjHMbndnRWFlmtjalI8Popw37aEpXn3w0_lki3SVqoDGEQxKvsBaxH4hbc1sxpQ/s788/Sucesos%20mayo%201931.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="584" data-original-width="788" height="474" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtnFkpuBJ0jOylRHz0lOrCjX8JbXvo7zXMgUvPY0bag9720OJnQU8bxWhR80WdK8lRsjPjvRjxG5kONONNWBel5F0PvPBGB8_RZjk7MXCcoZ3Tiv8cZVtwN_y8YAUAjHMbndnRWFlmtjalI8Popw37aEpXn3w0_lki3SVqoDGEQxKvsBaxH4hbc1sxpQ/w640-h474/Sucesos%20mayo%201931.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><br /></td></tr></tbody></table><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Entretanto, numerosas personas,
al grito de “<i>Muera Luca de Tena</i>” y “<i>Muera el Rey y Berenguer</i>” se dirigió
a la sede del diario ABC en la calle Serrano, que estaba protegido por la
Guardia Civil, con intenciones nada tranquilizadoras. Se produjo un tiroteo
entre los de dentro del edificio y los de fuera que causaron varios heridos
entre los manifestantes, uno de los cuales, un muchacho de trece años, falleció
más tarde a consecuencia de las heridas.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>La llegada de nuevos efectivos de las fuerzas de Seguridad, unidas a la
Guardia Civil dispersaron a los manifestantes, aunque la excitación de la gente
duró toda la noche. Una manifestación en la Puerta del Sol exigió la dimisión
del ministro de la Gobernación, Miguel Maura. Algunos grupos de exaltados
quemaron un quiosco del diario católico “<i>El Debate</i>” y tiraron piedras contra el
Casino Militar. También fueron asaltada dos armerías, produciéndose algunas
detenciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">(Información extractada del libro
de José María de la Chica “<i>Como se incendiaron los conventos de Madrid</i>”.
Editorial Castro S.A. Madrid. 1931)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La versión que de estos mismos
hechos dan las fuentes de derechas, presenta notables diferencias</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Según estas fuentes la noticia de
la reunión del Círculo Monárquico Independiente en la mañana del día 10 de
mayo, “<i>deformada como conspiración de elementos reaccionarios contra la
República</i>”, trascendió a la calle, “<i>no se sabe por qué misteriosos
mensajes o enlaces</i>”, aunque Joaquín Arrarás apunta a una “<i>tenida
masónica o junta de los comunistas</i>”. Fueron las turbas enardecidas por
noticias perturbadoras, las que se lanzaron al asalto del círculo monárquico,
siendo contenidas por la fuerza pública que penetró en el local y detuvo a la
mayoría de los reunidos trasladándoles en coches celulares a la Dirección
General de Seguridad (salvo el ex ministro Leopoldo Matos y el ingeniero Manuel
Pombo que tuvieron que hacer un largo recorrido a pie durante el cual fueron
maltratados y escarnecidos por gentes enfurecidas).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Fueron estas turbas “<i>ávidas de
motín</i>” las que intentaron el asalto al edificio del diario monárquico ABC
en la calle de Serrano y fue la Guardia Civil quien hizo fuego contra los
saltantes con el resultado de dos muertos y varios heridos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">(Información extractada del libro
de Joaquín Arrarás. “<i>Historia de la Segunda República Española</i>. Tomo I)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los incendios<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Según las crónicas de la época, alrededor
de las diez de la mañana del día 11 de mayo, se congregaron en el último tramo
de la Gran Vía algunos grupos que fijaron su atención en un convento de
jesuitas que existía inmediato al cruce de la calle San Bernardo<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Los más exaltados arrancaron tablas de las vallas de los solares inmediatos y
formaron con ellas un montón ante la puerta principal del edificio,
prendiéndole fuego. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al mismo tiempo que las llamas
alcanzaban la fachada principal, otros grupos numerosos provistos de grandes
trozos de madera forzaron las puertas traseras del edificio penetrando en su
interior y prendiendo fuego en todas partes. Rápidamente las llamas se enseñorearon
del convento y del templo y una inmensa columna de humo se elevó visible desde
todos los puntos de Madrid.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvyg0SeuppqWiAgys8JfEGHjFaQoLKkHIwHUoLhZTxTCPWzFzUBvs37A41ReIlUbg5qnK-VDA1WBo3pjYhkItrn8yPCdjZ3ufB7E_Rr6fq3S-52HCph7f9pQCK3vMuBVVf1rXO6jM9zm2zy9moFpni0uheKQP9DYk7v9ftEiTlY34_8WZaegrrkvX9_w/s1175/Madrid%20Historia%20Incendio%20jesuitas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="815" data-original-width="1175" height="444" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvyg0SeuppqWiAgys8JfEGHjFaQoLKkHIwHUoLhZTxTCPWzFzUBvs37A41ReIlUbg5qnK-VDA1WBo3pjYhkItrn8yPCdjZ3ufB7E_Rr6fq3S-52HCph7f9pQCK3vMuBVVf1rXO6jM9zm2zy9moFpni0uheKQP9DYk7v9ftEiTlY34_8WZaegrrkvX9_w/w640-h444/Madrid%20Historia%20Incendio%20jesuitas.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La calle fue acordonada por
fuerzas de la Guardia Civil que hicieron su entrada por el frente de la Gran
Vía. También llegó el servicio de bomberos, pero no pudo dedicarse a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fuego porque el público se lo impidió.
Varios guardias de seguridad, “<i>realizando verdaderos y abnegados esfuerzos</i>”
pudieron poner a salvo a las religiosas perteneciente a la Orden llamada de las
Vallecas. Los frailes, unos treinta, vestidos de paisano, fueron también
puestos a salvo en un camión enviado por la Dirección General de Seguridad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Según José María de la Chica, en
la obra citada, “<i>las personas inmediatas y las que tomaban parte en el
asalto pusieron empeño en no lucrarse en nada para que no pudiera asociarse a
la idea de quemar el convento un propósito de pillaje</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La misma fuente señala que la
Guardia Cívica y algunos miembros del partido Republicano Radical Socialista
que se hallaban en el lugar del suceso “<i>con exposición de sus vidas</i>”
entraron en el convento y en sacos proporcionados por los comercios inmediatos
fueron guardando cuantos objetos de valor encontraron en la iglesia y
habitaciones de los frailes que depositaron en el local de un zapatero de viejo
en la calle Isabel la Católica.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otros varios conventos de Madrid
fueron incendiados por grupos generalmente reducidos ante la pasividad de las
fuerzas del orden durante la jornada del 11 de mayo. Sin entrar en detalles<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
estos fueron los siguientes:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Residencia de Jesuitas de la calle Alberto
Aguilera, edificio del Instituto Católico de Artes e Industrias que quedó
destruido, ocasionando importantes pérdidas materiales.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Congregación de Jesús en la calle de Ferraz<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Colegio de las Maravillas (hermanos de Lasalle) y
un convento de monjas en la calle de Bravo Murillo,<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Colegio de Salesianas, de la calle Villaamil,
inmediato a Cuatro Caminos (Estrecho)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Convento de las Bernardas en la calle Isabel la
Católica, inmediato al de los Jesuitas de la calle de la Flor<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Sagrado Corazón de Chamartín de la Rosa<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><!--[if !supportLists]--><span style="font-size: x-large;"><span style="font-family: Symbol; mso-bidi-font-family: Symbol; mso-fareast-font-family: Symbol;"><span style="mso-list: Ignore;">·<span style="font-family: "Times New Roman"; font-feature-settings: normal; font-kerning: auto; font-optical-sizing: auto; font-stretch: normal; font-style: normal; font-variant: normal; font-variation-settings: normal; font-weight: normal; line-height: normal;">
</span></span></span><!--[endif]-->Convento de los Carmelitas en la Plaza de España.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoListParagraphCxSpLast" style="margin-left: 38.3pt; mso-add-space: auto; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOyh-vIy9C0e84vtSLPGFfeUT8XtOlctKNpYR47E3HD0OpiqLH2sp9XF50X2Gq9ENnmaZQ5ulO1C9GSgQlb682g3Pm4mVTGyOgYDmf656bHbKFe8uejNGSIsUD419vkHhMlrUzPnUBxQtO3tsW1vROoH6WNym8vI5m7mWN6lOsowznZpY7tH5EKsDvtA/s671/Madrid.%20Guera%20Civil.%20Incendio%20Jesuitas.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="671" data-original-width="504" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhOyh-vIy9C0e84vtSLPGFfeUT8XtOlctKNpYR47E3HD0OpiqLH2sp9XF50X2Gq9ENnmaZQ5ulO1C9GSgQlb682g3Pm4mVTGyOgYDmf656bHbKFe8uejNGSIsUD419vkHhMlrUzPnUBxQtO3tsW1vROoH6WNym8vI5m7mWN6lOsowznZpY7tH5EKsDvtA/w480-h640/Madrid.%20Guera%20Civil.%20Incendio%20Jesuitas.jpg" width="480" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En días sucesivos la quema de
conventos se extendió a otras ciudades: Málaga, la más afectada, con veintidós
edificios destruido y pérdida de importantes obras de arte, Valencia, Alicante,
Elda, Sevilla, Córdoba, Murcia, Granada, Cádiz. En total ardieron más de un
centenar de edificios religiosos y fueron asaltados periódico y centros
recreativos relacionados con la derecha monárquica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Pasividad del Gobierno<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgjwDJqzn_T4jOmPd85-nHxY-p1BYghRjgMzYfPB60urEIj6ElcIMzfmoF2E5W5JgvaOUeWhpfKI5-AIO6v9jibzxxWYCWsKbj7ZSbqdRXRt8xbd63NXkDBdNlaSyze5oa4wvFh3lfniZYOnZYgcfuJSkB_s_IShvZ5tJyH94d92llzuOJzyGSEq8KhA/s510/Gobierno.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="286" data-original-width="510" height="358" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgjwDJqzn_T4jOmPd85-nHxY-p1BYghRjgMzYfPB60urEIj6ElcIMzfmoF2E5W5JgvaOUeWhpfKI5-AIO6v9jibzxxWYCWsKbj7ZSbqdRXRt8xbd63NXkDBdNlaSyze5oa4wvFh3lfniZYOnZYgcfuJSkB_s_IShvZ5tJyH94d92llzuOJzyGSEq8KhA/w640-h358/Gobierno.jpg" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Si hay algo en que los
historiadores, tanto los de derecha como de izquierda coinciden es en señalar
la tardía reacción del Gobierno ante los acontecimientos. Parece que, en la
tarde del 10 de mayo, tras los sucesos del Círculo Monárquico y con la Puerta
del Sol “<i>hirviendo de gentes exaltadas</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
se reunió el Gobierno que prolongó su reunión hasta altas horas de la noche. El
ministro de Gobernación Miguel Maura solicitó permiso a sus compañeros de
Gabinete para sacar a la calle a la Guardia Civil y despejar la plaza, pero
Azaña, ministro de la Guerra, con la abstención de los ministros socialistas se
negó a “<i>sacar los tricornios a la calle</i>” porque ello “<i>provocaría un
recrudecimiento de la tensión y, sobre todo, sentaría un precedente negativo
para el nuevo régimen</i>”,<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
por lo que la petición de Maura no fue atendida. Es evidente que el Gobierno de
la República no quería un enfrentamiento directo de la Guarda Civil,
considerada por los socialistas, especialmente, como un elemento represor
ligado a la monarquía, contra el pueblo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic7eSb69s-iW6FhmMc4u2t18YlpJM4TcJc1wnQGvzjV0C_DaynnxPDRMJvd1n6MKbU9cW1ppg00yR5xCpu8cGZ19z25ebUNzlQqudwh9bViQ0Kodpjz5i6Pj5Q6ClreD_iYDg_wDKLt2pU6UoevXLSyH4MzARQFBsjg0RERzyA9DtIIecT8sj0wSCCJw/s563/Miguel%20Maura.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="563" data-original-width="414" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEic7eSb69s-iW6FhmMc4u2t18YlpJM4TcJc1wnQGvzjV0C_DaynnxPDRMJvd1n6MKbU9cW1ppg00yR5xCpu8cGZ19z25ebUNzlQqudwh9bViQ0Kodpjz5i6Pj5Q6ClreD_iYDg_wDKLt2pU6UoevXLSyH4MzARQFBsjg0RERzyA9DtIIecT8sj0wSCCJw/w147-h200/Miguel%20Maura.jpg" width="147" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">La pregunta que se hace el
historiador <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es: ¿Tenía Maura alguna
noticia de lo que se tramaba al día siguiente? Según cuenta el propio Maura en
sus Memorias, él advirtió a sus compañeros de Gabinete de la “seguridad” que
tenía en que iba a empezar en Madrid la huelga general y de su convencimiento
de que el lunes 11 iba a ser un día de franca rebelión. “<i>No compartieron mi
opinión los compañeros, y cuando yo les rogué que me autorizaran para sacar la
fuerza pública desde el amanecer para que patrullara, se negaron
terminantemente</i>”. <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Según una anotación que figura en los “diarios robados” de Azaña (7 de
diciembre de 1932) Casares informó a Azaña de que un confidente ya había
avisado a Maura de la quema de conventos con cuarenta y ocho horas de
anticipación, circunstancia que Azaña afirmaba desconocer.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[13]</span></span></span></span></a></div><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al día siguiente, 11 de mayo,
reunido de nuevo el Gobierno, se recibió la noticia del incendio de la Casa
Profesa de los jesuitas en la calle de la Flor. Maura amenazó con dimitir si no
se le daba permiso para sacar a la Guardia Civil. El Gobierno se negó y no
aceptó la dimisión de Maura<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoSyxTW-xBZZ-Zp7-P5qR9EJNtQy2GkXD31Ox3xzRZmgqMQjJS6e49HV-uahpAKscxjCUuhgZL91lkI7DfydUeKDwD5WqoaXChh1P376d4oJP77tH6t9Aw_jvXQBMPvFRrOepTwujqRY-WFGtTxRQJPjG09iw1L6JDwCkVfev5aaCu8KXbeJRXY6CD4A/s320/Aza%C3%B1a.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="225" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoSyxTW-xBZZ-Zp7-P5qR9EJNtQy2GkXD31Ox3xzRZmgqMQjJS6e49HV-uahpAKscxjCUuhgZL91lkI7DfydUeKDwD5WqoaXChh1P376d4oJP77tH6t9Aw_jvXQBMPvFRrOepTwujqRY-WFGtTxRQJPjG09iw1L6JDwCkVfev5aaCu8KXbeJRXY6CD4A/w141-h200/Aza%C3%B1a.jpg" width="141" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">Hasta el día 12 el Gobierno no
cambió de postura. No solo se le dio permiso a Maura para utilizar a la Guardia
Civil sino que el presidente de la República, Alcalá Zamora declaró el estado
de guerra en toda España y se dio a Maura autorización para recurrir al
Ejército en la restauración del orden.</div><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Nunca se identificó con certeza a
los autores del impulso incendiario, ni su adscripción política Maura, en su
libro “<i>Así cayó Alfonso XIII</i>” sostiene también que la quema de conventos
del 11 de diciembre se fraguó en el Ateneo aquella noche del 10 de diciembre.
Los autores materiales, quienes prendieron los fuegos, fueron, probablemente, según
las crónicas, integrantes de un variado “lumpen” urbano. </span><span><span style="font-size: medium;"><b>Véase Nota nueva 1</b></span><span style="font-size: x-large;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Consecuencias<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aunque la quema de conventos no
causó ninguna víctima mortal y el Gobierno trató de restarle importancia,
considerando los sucesos como un estallido improcedente, indicativo del viejo
anticlericalismo siempre presente en el país, el Gobierno de la joven República
quedó muy tocado en su prestigio, especialmente a los ojos de los votantes
católicos que se sintieron colectivamente agredidos, máxime cuando a los pocos
días, el Gobierno expulsó al obispo de Vitoria (18 de mayo), acusado de
actividades antirrepublicanas en su diócesis y el cardenal Segura, declarado
por la República “persona non grata” abandonó España (15 de junio). Desde
entonces la “cuestión religiosa” condicionaría en buena medida la actitud de buena
parte de los ciudadanos y sería el problema más amargamente debatido en la
política española durante los años sucesivos. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Marzo de 2023 (añadida Nota nueva 1, en abril de 2023)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Manuel
Martínez (Manuel Martínez Bargueño)<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><span style="font-size: large;"><!--[if !supportFootnotes]--><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="font-size: large;"><!--[endif]-->
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>El Sol</i>, 14 de mayo de 1931 y también su reportaje del 16 de junio de un
discurso de Miguel Maura en Zamora (cita de Gabriel Jackson “<i>La República
española y la guerra civil</i>”. Crítica, 1976, pág. 50.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José Álvarez Junco. “<i>Los sujetos de la historia</i>”. Discurso. Doctorado
“honoris causa”. UNED, 13 de febrero de 2023 (Babelia11 de marzo de 2023)<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Julio
Gil Pechorromán. “<i>La Segunda República</i>”. Historia 16. Madrid. 1989, pág.
28<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El profesor que nos explicaba Historia de España durante los lejanos años
cincuenta del pasado siglo en un colegio religioso de cuyo nombre prefiero no
acordarme, sostenía que, si ese catorce de abril el Gobierno de Alfonso XIII hubiera
dado la orden a la Guardia Civil de salir a la calle y cargar contra las masas,
no hubiera habido Republica, pero como el monarca no quiso, apostillaba
encogiéndose de hombros. Seguramente este profesor, de una orden religiosa muy
castigada durante la guerra civil, también ignoraba o aparentaba ignoraba que
el director de la Guardia Civil, el general Sanjurjo, se había puesto ya a las
órdenes del Gobierno provisional y negado a reprimir las manifestaciones<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<i>Seguimos y permaneceremos donde estábamos con la Monarquía, con el orden, con
el Derecho y nunca fuera de la ley, respetuosos de la voluntad nacional, pero
sin sacrificarle nuestras convicciones. La Monarquía es el signo de todo lo que
defendemos: es la Historia de España. Los hombres y los azares pueden
interrumpir, pero no borrar, la tradición y la Historia, no extirpar las raíces
espirituales de un pueblo ni cambiar su destino</i>” (<i>ABC</i>, 14 de abril
de 1931) <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Aunque la Santa Sede, a través del nuncio Tedeschini, dio instrucciones a los
obispos para que acatasen los nuevos poderes constituidos, el cardenal primado,
Pedro Segura, publicó el 1 de mayo una pastoral en la que agradecía los “<i>beneficios
inmensos</i>” nacidos de la conjunción entre Monarquía e Iglesia por espacio de
muchos siglos, manifestaba su gratitud a Alfonso XIII, prevenía que “<i>nos
hallamos en vísperas de una intensa lucha política</i>” en el orden político,
social y religioso. ponía en guardia a los fieles contra el daño a los derechos
de la Iglesia que implicaba la secularización del Estado y les animaba actuar “<i>en
apretada falange</i>” para oponerse a los que se esfuerzan en destruir la
religión. La citada pastoral puede leerse completa en <a href="https://www.docdroid.net/681xvJl/carta-pastoral-cardenal-segura-1-mayo-1931-pdf">Carta
Pastoral Cardenal Segura 1 mayo 1931.pdf | DocDroid</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
En 1886 don Manuel Álvarez de Toledo y Lasparre, XII Duque de Pastrana había
donado a la Compañía de Jesús, un antiguo palacete de su propiedad que, dos
años más tarde y tras obras de reacondicionamiento, fue ocupado por los
jesuitas como nueva residencia. En unos locales colindantes que compraron en
1894 la Compañía erigió una nueva iglesia bajo las advocaciones del Corazón de
Jesús y San Francisco de Borja, ampliando la residencia que adquirió una gran importancia
con la adquisición del edificio del número 10 de Isabel la Católica. En 1911
por decreto papal fue declarada Casa Profesa. En 1924 la Compañía era ya
propietaria de toda la manzana completa. Debido a las obras de construcción de
la Gran Vía se ordenó expropiar y derruir la fachada principal de la iglesia y
parte de su nave. En 1929, Después de dos años de litigio con el Ayuntamiento,
en 1929, se llegó a un acuerdo. Se derribó parte del antiguo templo y se
edificó una nueva fachada finaliza en 1930, en estilo neoclásico. La
indemnización por expropiación tardó catorce años en hacerse efectiva (<i>datos
tomados de Jesuitas. Presencia en España. Segunda Casa Profesa</i>) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://jesuitas.es/es/actualidad/550-la-segunda-casa-profesa-de-madrid"><span>La segunda Casa Profesa de Madrid (jesuitas.es)</span></a>.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Según Arrarás, ob. cit, pág. 109, nota (I), “<i>En el incendio de la Residencia
de Jesuitas de la calle de la Flor se perdieron la urna de plata repujada que contenía
el cuerpo de San Francisco de Borja, en el mundo duque de Gandía y caballero
mayor de la emperatriz Isabel de Portugal, esposa del César Carlos V. Un
“Lignum Crucis” procedente de la casa ducal de Pastrana, que lo recibió del
Romano Pontífice. Una estatua de mármol de San Juan de Regis. El sepulcro del
Padre Diego Laínez, compañero de San Ignacio, célebre teólogo que intervino en
el Concilio de Trento; un retrato del fundador de la Compañía, de Sánchez
Coello, pintor de cámara de Felipe II; un dedo de San Francisco Javier,
encerrado en un relicario de plata; una biblioteca de más de ochenta mil
volúmenes, con ediciones príncipes de Lope de Vega, Quevedo, Calderón de la
Barca, Gracián, Saavedra Fajardo; colecciones de revistas raras; las
bibliotecas del P. Luis Coloma y del P. Fidel Fita, director este, de la Real
Academia de la Historia; los cuatrocientos volúmenes de la Patrística griega y
latina de Migne, y varios incunables</i>”. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Gabriel Jackson, citando fuentes de los diarios “El Sol” y “New York Times”
cifra en seis de los 170 conventos que había en Madrid que fueron incendiados
por “<i>bandas compuestas en su mayoría de jovenzuelos</i>” y considera en su
libro sobre la Guerra civil que las fuentes católicas exageran la cifra de 119
ataques a iglesias y conventos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La protesta de los revolucionarios alcanzó a media noche su máximo nivel en la
Puerta del Sol, punto de convergencia de las turbas que pedían furiosas al
Gobierno una actuación rápida y enérgica. En este momento, un agitador, José
Antonio Balbotín …, desde una ventana del Ministerio de la Gobernación arengó
las masas con la lectura de unas conclusiones adoptadas en una reunión
celebrada en el Ateneo, en la que se pedía, entre otras cosas, “el desarme de la
Guardia Civil, la expulsión de las Órdenes religiosas, la supresión de las
organizaciones que atentan a la República y la dimisión del ministro de la
Gobernación”. A continuación, denunció que “había sido puesto en libertad el general
Berenguer” y pidió al pueblo “actuación rápida y ejemplar para impedir el
impunismo”. Los ánimos se exacerbaron más, y en la misma Puerta del Sol se
produjeron los primeros desórdenes. (Arrarás. ob. cit, pág 31).<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Ángeles
Egido León. “<i>Manuel Azaña. Entre el mito y la leyenda</i>”. Junta de
Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura. Valladolid. 1998, pág. 197.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Miguel Maura en su libro “<i>Así cayó Alfonso XIII</i>” (pág. 247) refiere que,
en la tarde del 10 de mayo, el capitán Arturo Menéndez le comunicó en secreto
que unos jóvenes, los mismos que habían estado poco antes en el Ministerio para
pedir la disolución de la Guardia Civil, preparaban para el día siguiente la
quema de conventos en Madrid como protesta por la lenidad del Gobierno en materia
clerical. <i>“Mi informador me aseguraba haber oído a los que dirigían el
intento dar las órdenes a unos cuantos mozalbetes, a quienes repartían, con la
lista de los conventos que habían de ser incendiados, la gasolina y los trapos
para tan culta misión</i>”. El dirigente de estos “gamberros” era el mecánico
Pablo Rada, compañero de Ramón Franco en el vuelo del Plus Ultra. Maura dice
que trasmitió a Azaña, presidente del Gobierno, esta confidencia y que este “<i>que
merendaba en el despacho del subsecretario tranquilamente, la acogió con
desprecio. “No crea usted en eso, dijo. Son tonterías. Pero si fuera verdad,
sería una muestra de Justicia Inmanente” <o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn13" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20quema%20de%20conventos.docx#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Manuel Azaña. Diarios 1932-1933 “<i>Los cuadernos robados</i>”. Introducción de
Santos Juliá. Crítica. 1997, pág.94.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b>Nota Nueva 1</b>. Paul Preston, en su obra "<i>Franco. Caudillo de España</i>" opina que en su mayoría, la quema de iglesias en Madrid y otras ciudades, era "<i>obra de anarquistas, animados por la creencia de que la Iglesia era el núcleo de las actividades más reaccionarias de España</i>". Comentando la actitud del general Franco ante estos hechos señala que "<i>probablemente no se enterara de que los primeros incendios comenzaron con gasolina de aviación sacada del aeródromo de Cuatro Vientos por su hermano Ramón</i>" (Paul Preston. Franco, Caudillo de España Parte I 1892-1933. Penguim Random House editorial. Barcelona, 2022, pág. 118. </span></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-57641179940583794522023-02-24T09:14:00.003-08:002023-02-24T09:14:39.088-08:00Los García, una familia excepcional. Pauline García-Viardot (tercera y última parte)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvzaTNJIbFu80kHDrCwCwDcyauCap4HjDZ3zwpH2Lwce-MDNDNz27oZBrZNMGhuTbkrKyMlUcWpt-Ys1k_3woYraQv6ZrHXazKWRG-o1gIf5PbCcKyxzHn8TU76V4AXUVcil6hplV5zG-GOKmWaZGmsD6hohgIAoG6vM9Xj39ByLsStfuAate_E_ovhA/s294/Madame%20Viardot%202%20(1).jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="294" data-original-width="199" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvzaTNJIbFu80kHDrCwCwDcyauCap4HjDZ3zwpH2Lwce-MDNDNz27oZBrZNMGhuTbkrKyMlUcWpt-Ys1k_3woYraQv6ZrHXazKWRG-o1gIf5PbCcKyxzHn8TU76V4AXUVcil6hplV5zG-GOKmWaZGmsD6hohgIAoG6vM9Xj39ByLsStfuAate_E_ovhA/w433-h640/Madame%20Viardot%202%20(1).jpg" width="433" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Damos fin a esta serie sobre la
familia García, trazando la biografía de quien fuera quizás, la figura más
sobresaliente de esta saga: la cantante, compositora y profesora de canto
Pauline García-Viardot (1821-1910). Me baso, casi exclusivamente, en el magnífico
libro de Andrés Moreno Mengíbar “<i>Los García. Una familia para el canto</i>”,
ya reseñado en la anterior entrada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pauline Garcia-Viardot, la gran
dama del canto, como la denomina Andrés Moreno Mengíbar, fue la hija menor del tenor
y compositor sevillano Manuel García (1775-1832) y de su esposa, la soprano
Joaquina Siches, hermana de Manuel Patricio García (1805-1906), cantante,
profesor e investigador, y hermana también de la famosa e infortunada cantante
María García Malibrán (1808-1836) cuyas respectivas biografías hemos trazado en
anteriores entregas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pauline Viardot Michelle Pauline Ferdinande
Laurance García Sitches, así era su nombre completo<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
nació el 18 de julio de 1821 en el número 83 de la Rue de Richelieu (antiguo
boulevard de Saint Germain), en Paris<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y fue bautizada seis semanas más tarde en la cercana iglesia de San Roche. Con
sus antecedentes familiares, es lógico que, desde sus más tiernos años, la
Música fuera el primer lenguaje de su vida. Cuando todavía era una niña
acompañó a sus padres y hermanos en la gira americana que los llevó primero a
Estados Unidos y luego a México. En la capital mexicana fue donde la pequeña
Pauline recibió sus primeras lecciones de música, ya no de su padre, como así
había sucedido con sus hermanos mayores, si no del organista de la catedral
Marcos Vega. No sería hasta su regreso a París, en 1829, cuando su padre, ya
con menos trabajo como cantante, asumiera la educación vocal de Pauline.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con diez años Pauline ayudaba ya a
su padre con el piano en sus clases de canto, aunque por breve tiempo porque el
10 de junio de 1832, murió Manuel García y madre e hija pasaron a vivir por un
tiempo con Adolphe Nourrit (1802-1839), el mejor discípulo de Manuel y gran
amigo de la familia. En los años siguientes Pauline recibió lecciones de
composición de Anton Reicha (1770-1836) y de piano, primero con Charles
Meysenberg y luego de Franz Listz (1811-1886), solo diez años mayor que ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>La suma del atractivo musical
como pianista y del atractivo personal del joven húngaro, hicieron mella en la
núbil Pauline, que conoció por primera vez el temblor y el dolor del primer amor
no correspondido</i>” ya que Listz, tan mujeriego durante toda su vida, no cayó
en la red. En realidad, durante su adolescencia, su verdadera pasión fue el
piano que tocaba con maestría, “<i>pero fue su madre quien, como custodia de la
identidad familiar, recondujo su talento musical hacia el canto”. <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Poco tiempo después, su hermana
mayor, María Malibrán, se hizo cargo de su madre y hermana y se las llevó a
vivir con ella a Bruselas y allí permanecieron en casa de su viudo, Charles
Bériot, al fallecer aquella el 23 de septiembre de 1836, como ya hemos contado
en la entrega anterior. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUT8iJYYrEvac8qVjCq_iOkf4ouEIWx-oz_D4WVpIJ0sBn9BhmZhPJzKL-591HHUtDbxlIuiUFGXBuLtJE9j5gYghMkZbN-IiET3LVyosq4IYYLA_YitdZJ7ZuQACR2CIuwTixx1hQEbfqV2di_Sb-KR7B9jmBNlZ8tKbE4QpaLucfSmmcQWpP2YYTEA/s700/Pauline%20por%20George%20Sand.%20Museodela%20Vida%20Rom%C3%A1ntica%20de%20Par%C3%ADs..jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="677" data-original-width="700" height="309" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUT8iJYYrEvac8qVjCq_iOkf4ouEIWx-oz_D4WVpIJ0sBn9BhmZhPJzKL-591HHUtDbxlIuiUFGXBuLtJE9j5gYghMkZbN-IiET3LVyosq4IYYLA_YitdZJ7ZuQACR2CIuwTixx1hQEbfqV2di_Sb-KR7B9jmBNlZ8tKbE4QpaLucfSmmcQWpP2YYTEA/s320/Pauline%20por%20George%20Sand.%20Museodela%20Vida%20Rom%C3%A1ntica%20de%20Par%C3%ADs..jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Pauline Viardot, por George Sand</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El 13 de diciembre de 1837 subió Pauline
por vez primera a un escenario en un concierto benéfico en Bruselas cuando
contaba dieciséis años, al que siguió otro, días más tarde, en Lovaina. A la
vista de los prometedores resultados obtenidos, la joven aceptó una gira por
ciudades de Alemania y Austria para cantar fragmentos de ópera intercalados con
piezas de violín para el lucimiento de su cuñado Charles y de otros artistas,
ganándose el beneplácito y aun la admiración de la crítica.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La gira continuó luego por el
norte de Italia y recaló en París en cuyo Theatre de la Reinassance cantó el 15
de diciembre de 1838. El ambiente había sido previamente preparado a propósito
a través de una serie de apariciones musicales de Pauline en selectos salones
aristocráticos de la ciudad, especialmente en casa de Madame Jaubert “<i>la
linda, fina, listísima amiga de Alfred de Musset</i>”. Paulina cantaba con la
ventaja-desventaja de ser la hermana de la Malibrán cuya voz de delicados
matices todos recordaban en aquellos salones, pero Pauline salió triunfante de
la prueba. Tras escucharla en distintos fragmentos uno de los asistentes
aseveró que “<i>se trataba de la voz de la Malibrán pero con un registro más
amplio, más terciopelo y más frescura</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyR1dy3B2bNrJBH4vM1SRZrDR9QhSCiQoSxrkXdYLu0lALP-psS7_vC3qd2Lxbpz5d8-5r-E3WWutCXv3PKo2f_MEibi7_DO9cmpx7FTF-S0pvo8ha1qtIZtK9PCtDgcHBpkQ3Hhdg652DAoZl72_CEb0jtFYKONTxFBTydu9bCfxvbdVlLmc865-26g/s261/Alfred_de_Musset.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="261" data-original-width="180" height="261" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyR1dy3B2bNrJBH4vM1SRZrDR9QhSCiQoSxrkXdYLu0lALP-psS7_vC3qd2Lxbpz5d8-5r-E3WWutCXv3PKo2f_MEibi7_DO9cmpx7FTF-S0pvo8ha1qtIZtK9PCtDgcHBpkQ3Hhdg652DAoZl72_CEb0jtFYKONTxFBTydu9bCfxvbdVlLmc865-26g/s1600/Alfred_de_Musset.jpg" width="180" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Alfredo de Musset</b></i></td></tr></tbody></table></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Para su presentación en París
eligió algunas de las piezas que más había prodigado su hermana incluso se
vistió, peinó y enjoyó como ella. El éxito fue clamoroso tanto de público como
de crítica (Musset escribió un artículo entusiasta en la <i>Revue des Deux Mondes</i>)
y ello le sirvió de acicate para abordar, cinco meses más tarde, el debut en
una ópera en el Her Majesty´s Theater de Londres en la noche del 9 de mayo de
1839. La ópera elegida era “<i>Otello</i>”, de Rossini y Pauline en el papel de
Desdémona, junto al tenor Rubini, el de más fama en la época, obtuvieron un
gran triunfo. El éxito se repitió con una segunda ópera “<i>La Cenenterola”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los ecos de los triunfos en
Londres llegaron hasta París, donde un amigo de la familia, Louis Viardot
(1800-1883), había sido nombrado director del Teatro Italiano. Viardot quiso
apuntarse el mérito de ser el primero en contratar a la joven estrella para una
ópera en París y apostó, para ir sobre seguro, por una ópera bien conocida “<i>Otello</i>”.
La propia Pauline, inaugurando algo que se convertiría en una práctica habitual
en su carrera, diseño sus propios vestidos. “<i>Nada más salir a escena y antes
de cantar una sola nota, fue recibida por una lluvia de aplausos y vítores.
Hubo salidas a saludar al final de cada acto y tras la última caída del telón el
entusiasmo se desbordó. No solo había resistido la comparación con su hermana,
sino que ahora era elevada a la categoría de nuevo astro del canto”. </i>Ello
fue el 8 de octubre de 1839. Pauline tenía dieciocho años. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las siguientes óperas que
interpretó eran títulos rossinianos bien conocidos de la familia García: “<i>Cenerentola</i>”,
“<i>El barbero de Sevilla</i>” “<i>Tancredi</i>”. La interpretación de esta
última ópera concitó las alabanzas de Henry Berlioz, quien antes había
manifestado algunos reparos en otros conciertos de Pauline. Pero quien más
asiduamente cantó las alabanzas de la joven en la prensa fue Alfred de Musset,
autor de las famosas “<i>Stances a la Malibran</i>”, la mayor glorificación
post mortem de la hermana de Pauline. A los tres años de la muerte de su ídolo,
a quien apenas había conocido en persona, Musset sintió renacer la llama de la pasión
al escuchar la voz de Pauline y procuró establecer frecuentes contactos con
ella. Al principio fue recibido con agrado tanto por Pauline como por su madre,
pero cuando empezaron las insinuaciones amorosas por parte del escritor, se
alzó un sólido muro de defensa capitaneado por la madre, Joaquina y por su
amiga la novelista George Sand<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
que era diecisiete años mayor que Pauline.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tanto Joaquina, la madre, como
George Sand, la amiga, creían que Pauline debía salir del peligroso mundo de
las intrigas amorosas de aquel París del Romanticismo más exaltado y pensaron
que la mejor forma de conseguirlo sería “<i>un matrimonio respetable en el que
no mediase la pasión, tan efímera como imprevisible, sino el afecto y la mutua
confianza, inextinguibles e inasequibles al desgaste de los días y los años</i>”.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn0kKEJIqDt5SZxE1kYKTdPftY4G1pna6byh_XnBElDPA0UWXPSqDHlHYB4clioYIAy8MlTNnPjtWOFVLbs6Ub5Z7drthFgJFlMR0qTvmmNMO053ZdSn_YM9tWdWP_7ifUUC1fhOpoTy0rqMvu4HMQA-XaawpHgMfJh-CWheTpFfnmlLQ4AjRC1tB3Kg/s120/Paul%20Viardot.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="120" data-original-width="75" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjn0kKEJIqDt5SZxE1kYKTdPftY4G1pna6byh_XnBElDPA0UWXPSqDHlHYB4clioYIAy8MlTNnPjtWOFVLbs6Ub5Z7drthFgJFlMR0qTvmmNMO053ZdSn_YM9tWdWP_7ifUUC1fhOpoTy0rqMvu4HMQA-XaawpHgMfJh-CWheTpFfnmlLQ4AjRC1tB3Kg/w250-h400/Paul%20Viardot.jpg" width="250" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Y el candidato perfecto como
marido era Louis Viardot, amigo de siempre la familia y que conocía a Pauline
desde su nacimiento pues la llevaba veintiún años. Viardot, periodista de
izquierdas y un apasionado de la cultura española, especialmente de la
Literatura y de la Pintura, había sido consejero de Joaquina respecto a los
primeros pasos de la carrera de Pauline y como gestor del Teatro Italiano había
intervenido en sus primeras contrataciones. Fue George Sand quien convenció a
Joaquina, católica hasta la médula, que Louis sería el marido ideal para su
hija. “<i>Por añadidura, la carrera de Pauline como cantante internacional iba
a necesitar de alguien que asumiese la organización de las giras, los viajes,
los alojamientos, los contratos”</i> y para ello nadie mejor que Viardot, un
hombre respetable en la esfera de la cultura parisina y con amplia experiencia
en ese complicado terreno.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Y qué es lo que pensaba Pauline
de este proyecto matrimonial? Sin dudarlo aceptó la idea del matrimonio con
Viardot, quizás porque en ello vio una salida “<i>hacia la libertad y la
independencia del entorno familiar</i>”, como un día hiciera su hermana o tal
vez, como arriesgan algunos, porque Pauline buscaba en Viardot la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>figura paterna que sustituyera al padre que
perdió de niña y por el que siempre profesó un amor profundo. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El matrimonio civil (Viardot se
negó a casarse por la iglesia) se celebró el 18 de abril de 1848 y, tras la ceremonia,
la pareja inició un viaje por Italia. En Roma visitaron la Villa Medici, sede de
la Academia Francesa cuyo director era el famoso pintor Ingres, gran aficionado
a la Música, quien rogó a Pauline que interpretase un fragmento de la ópera de
Weber “<i>Der Freischütz</i>”, acompañada al piano por un joven Charles Gounod,
el futuro autor de “<i>Fausto</i>” que ocupará pronto lo veremos, un lugar
importante en la vida sentimental de Pauline. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHIBxCsFaXVmURfMXJyvmL4ahDqyQVFhXyLP4O8RkBiDCwTnAp4z4mUbu0VAUSi28jQ502creZu-4vwUxczuE-DRWTjHqa6ZJgfiFNt7M1WIHbH5jEG5cn2Nxc9eZuJRVZwQhE0U5b-SCXeITQ31SukKzWIJ4V45SNSYxfzHkNkNhvDfP30Dw288pkiQ/s479/Pauline%20Viardot%20Scheffer.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="479" data-original-width="290" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiHIBxCsFaXVmURfMXJyvmL4ahDqyQVFhXyLP4O8RkBiDCwTnAp4z4mUbu0VAUSi28jQ502creZu-4vwUxczuE-DRWTjHqa6ZJgfiFNt7M1WIHbH5jEG5cn2Nxc9eZuJRVZwQhE0U5b-SCXeITQ31SukKzWIJ4V45SNSYxfzHkNkNhvDfP30Dw288pkiQ/w388-h640/Pauline%20Viardot%20Scheffer.jpeg" width="388" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Pauline Viardot por Schaffer</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En agosto de 1840, el matrimonio
volvió a Paris. La falta de contratos, debido a la rivalidad con otras artistas
entonces más influyentes, hizo que Pauline tuviera más tiempo para ella y para
cultivar nuevas amistades traídas por su esposo. Entre ellas, nada menos que
Delacroix, Chopin y el pintor Ary Scheffer (1795-1858), pintor medio alemán,
medio holandés instalado en Francia, quien nos dejó un gran retrato suyo, a los
diecinueve años. Con Schaffer, secretamente enamorado de Pauline, llegó a tener
esta una gran amistad durante toda su vida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ14YVRo1QjXkcX4rgUGm2rT2pqrgW8WBrmYJjLyBlH33wOfEn-YZPF_lX6Ui5b4qJybPyS4FJgMerUNiKg_8_n849znQS2XjeQJGqVby7hBCEQKVJ8GGPHBt2aZPwPgqH_E_Q6PDah5UuE4DevU-n4C5GZm5Fk6t6Of66V78uuvyI1lFH1t2Zamvg4w/s737/Chopin.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="737" height="325" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQ14YVRo1QjXkcX4rgUGm2rT2pqrgW8WBrmYJjLyBlH33wOfEn-YZPF_lX6Ui5b4qJybPyS4FJgMerUNiKg_8_n849znQS2XjeQJGqVby7hBCEQKVJ8GGPHBt2aZPwPgqH_E_Q6PDah5UuE4DevU-n4C5GZm5Fk6t6Of66V78uuvyI1lFH1t2Zamvg4w/w400-h325/Chopin.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo, a nivel musical, el encuentro
más importante, fue el de Fryderik Chopin (1810-1849). Como pianista frustrada
Pauline no pudo por menos de sentirse atraída artísticamente por el músico
polaco. El contacto sería más asiduo cuando, al regreso de Italia, los Viardot
se instalaron en Nohant, (Berry)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
la residencia campestre de la pareja Chopin-Sand. Muchas horas pasaron juntos
al piano y de ahí salió una comunión artística que saltaría por encima de la
ruptura sentimental entre el músico y la novelista.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En febrero de 1841, le llegó a
Pauline una oferta de trabajo para una temporada en Londres y tomó parte en
varias óperas, entre ellas “<i>I Capuletti</i>” de Rossini alcanzando éxitos
continuados, pese a los celos y rivalidades con otras cantantes, especialmente
con la italiana Grisi.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al finalizar la
primera parte de esta temporada, pudieron disfrutar de nuevo de unos días de
descanso en Nohant, “<i>Louis dedicado a su pasión cinegética y Pauline a
compartir largas horas de música con Chopin, y a descansar, pues estaba
esperando su primer hijo para fin de año”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En octubre regresó a Gran Bretaña
y a final de mes la encontramos en París donde Rossini la esperaba para que
interviniese en una interpretación semi privada del “<i>Stabat mater</i>”, el
31 de octubre, en el Salón Herz. La versión completa de la obra, completada por
Tadolini, se estrenó en Paris el 7 de enero de 1842, pero Pauline ya no pudo
participar porque el 14 de diciembre anterior había dado a luz a su primera
hija, Louise Pauline Marie.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfWE4nwzBhzZE9qqXAJer6c6VNhkXbVDw6aYOHG1oefwJo8H-HY5xsh6wNSZpx0Sr0oOU3ybsre1VBbRUo1t6D_qjj00a_v364swmhYE5UE8-vu6XnVY0eGhVS92UySBZndOP1qfcgp3SiVnypsrb3i4lrNcAX9xgSIKSzXhyFeG0EpnJFlDlV3pS-OQ/s1068/Pauline%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1068" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfWE4nwzBhzZE9qqXAJer6c6VNhkXbVDw6aYOHG1oefwJo8H-HY5xsh6wNSZpx0Sr0oOU3ybsre1VBbRUo1t6D_qjj00a_v364swmhYE5UE8-vu6XnVY0eGhVS92UySBZndOP1qfcgp3SiVnypsrb3i4lrNcAX9xgSIKSzXhyFeG0EpnJFlDlV3pS-OQ/w480-h640/Pauline%203.jpg" width="480" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Después de dar a luz a su primogénita,
Pauline volvió a ocuparse de su carrera, dejando a su hija al cuidado de su
madre, Joaquina y de otros parientes y criados como era usual en la época entre
determinadas clases sociales. Lo más excitante que tenía entre manos era un
viaje a España, junto a su marido, un enamorado de nuestro país que había
publicado varios libros sobre temas españoles e incluso traducido Don Quijote al
francés (1836). Para Pauline era la oportunidad ideal para conocer sus raíces y
vivir en el lugar esa cultura inculcada desde su infancia. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El matrimonio llegó a Madrid en
la primavera de 1842, cuando la temporada de ópera había ya finalizado, pero
sin arredrarse, con la energía y el entusiasmo de sus veintidós años comenzó
ella misma a formar compañía y mientras se sucedían las largas sesiones de ensayo
y preparativos. A algunos de estos ensayos asistieron la reina Isabel, entonces
de doce años y su hermana María Luisa y, mientras tanto, Pauline no se privó de
asistir a fiestas, recepciones y actuaciones privadas en los salones de la
aristocracia. Finalmente pudieron ofrecer en Madrid en el Liceo Artístico y
Literario dos representaciones de “<i>El barbero de Sevilla</i>”, donde Pauline
intercaló canciones españolas que causaron el delirio entre el público.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El mismo éxito, rotundo, completo y sin
matices alcanzó con “<i>Otelo</i>”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De Madrid y en pleno verano el
matrimonio se desplazó hasta Granada, la ciudad romántica por excelencia, imán
para todos los de la época.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Allí, en el
teatro del Campillo, Pauline brilló especialmente en “<i>El barbero de Sevilla</i>”
e incluso se atrevió a cantar por primera vez “<i>Norma</i>” de Bellini, <i>“partitura
que no cuadraba a la perfección con su tipología vocal y la obligaba a forzar
el registro superior</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tras su estancia en Granada, el
matrimonio regresó a París y, después de unos días de descanso en Nohant junto
a Sand y Chopin, Pauline inició la temporada en el Teatro Italiano, actuando en
diversas óperas. Pero las cosas en París no iban bien debido a las intrigas y
rivalidades con otras cantantes más influyentes que ella por lo que, obrando en
consecuencia, al finalizar la temporada de 1843, buscaron otros nuevos horizontes
menos enrarecidos y los hallaron en ciudades centroeuropeas, en Viena, Praga y
Leipzig donde fue muy aplaudida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como a su regreso, las
perspectivas de actuar en París seguían siendo problemáticas, Louis Viardot,
actuando como agente de su esposa, aceptó afirmar un fabuloso contrato con el
Teatro Imperial de San Petersburgo, donde una sociedad ávida de ópera esperaba
a Pauline con expectación. La presentación de la cantante tuvo lugar el 3 de noviembre
de 1843 en el Teatro Bolshoi de San Petersburgo con uno de sus papeles
estelares, “<i>El barbero de Sevilla</i>”. El éxito fue inaudito y descomunal:
el teatro se vino abajo cuando Pauline, en la escena de la lección de música,
insertó una canción rusa cantada en este idioma y así continuó con otras operas
como “<i>La sonnambula</i>” y “<i>Lucia de Lamermour</i>”. “<i>Y a los éxitos
siguieron las innumerables invitaciones a recepciones y fiestas privadas en las
casas de mayor alcurnia de la ciudad</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKgns2k_QhSfWhqhbsTBmJzxnVPGo_bRkr7lb9fGL4GWwkxGCyNMX1BFr6E5CkQheLtfLEYRvVvStASasNSdTwYXA4_ItqnKUf0Bh7RmggG8knF_1G9lj6K9v8SvX5w9JqSg9q2uV7ExPA5C2Dm5dg6o5AIoUr_lrVVk3WxXNg2LQ5OUZyHs6uauYuw/s340/Turgueniev.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="308" data-original-width="340" height="290" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhWKgns2k_QhSfWhqhbsTBmJzxnVPGo_bRkr7lb9fGL4GWwkxGCyNMX1BFr6E5CkQheLtfLEYRvVvStASasNSdTwYXA4_ItqnKUf0Bh7RmggG8knF_1G9lj6K9v8SvX5w9JqSg9q2uV7ExPA5C2Dm5dg6o5AIoUr_lrVVk3WxXNg2LQ5OUZyHs6uauYuw/s320/Turgueniev.jpg" width="320" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">I<b>ván Turgueniev</b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero lo más importante que les sucedió
en Rusia fue el conocimiento en una de estas recepciones privadas de un amigo
entrañable para toda la vida: Iván Turgeniev (1818-1883), tres años mayor que
Pauline. Durante toda su vida el escritor ruso fue presa de un amor abrasador hacia
Pauline del que dan cuenta las cartas enviadas a sus amigos y su diario
personal (las cartas enviadas a Pauline fueron expurgadas por esta tras el
fallecimiento de Turgeniev).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir del momento en que se
conocieron Turgeniev pasó la mayor parte de su tiempo de vida con los Viardot “<i>formando
un curioso triángulo cuya verdadera naturaleza sigue siendo una</i> <i>incógnita
por parte de uno de sus tres lados, el de la propia Pauline que borró las huellas
de sus expresiones más íntimas en sus cartas sabedora de los rumores que
corrían por Europa sobre aquellos tres inseparables “amigos</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzKwdlin-9qSpQjUrcBe47bY9k5wN7fi2HCrxHzI41CI-pmqeWvFdQfhh6VhgluRkaksBMDLaSENjjiAUCqREPUySw27W2qxggkgrLMLVyYfZcUoxoAQm8qTcg5buqKRFF7KyhUN42nRcRjx0F5SeYxcFDu95o1XbENH2lbhzki-lkEVbSTLcWePwmkg/s640/Castillo%20de%20Courtavenel.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="393" data-original-width="640" height="394" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzKwdlin-9qSpQjUrcBe47bY9k5wN7fi2HCrxHzI41CI-pmqeWvFdQfhh6VhgluRkaksBMDLaSENjjiAUCqREPUySw27W2qxggkgrLMLVyYfZcUoxoAQm8qTcg5buqKRFF7KyhUN42nRcRjx0F5SeYxcFDu95o1XbENH2lbhzki-lkEVbSTLcWePwmkg/w640-h394/Castillo%20de%20Courtavenel.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las ganancias en Rusia habían
sido fabulosas y a su vuelta a París, los Viardot decidieron invertirlas en la
compra de una mansión a unos sesenta kilómetros de la capital que reunía todos los
requisitos soñados: el castillo de Courtavenel, en la localidad de
Vaudoy-en-Brie, erigido en el siglo XVII, de estilo Renacimiento, y rodeado de amplios
campos y densos bosques de caza. Allí transcurrirán los siguientes veinte años
de la familia, los años de mayores éxitos artísticos del cantante, los años que
vieron crecer la familia y nacer nuevas pasiones. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La segunda temporada rusa fue tan
exitosa como la primera, añadiendo al repertorio del año anterior nuevas óperas
como <i>L´elisir d´amore</i> y, de nuevo, la “temida” “<i>Norma”</i>. Con la
interpretación de esta última, el 30 de noviembre de 1844, Pauline se impuso a
su más directa rival la soprano francesa Jeanne-Annaïs Castellan. “<i>Era tanto
el calor recibido del público, tantas las muestras de cariño por parte de la
aristocracia y, por que no reconocerlo, tantas las perspectivas de ganancias
que los Viardot optaron por permanecer en San Petersburgo en Cuaresma semanas
en las que Pauline no cesó de participar en conciertos</i>”. Y de San
Petersburgo a Moscú, donde se reencontraron con Turgueniev quien ya había
tomado la decisión de seguir al matrimonio hasta Francia pues la amistad de Pauline
con Iván se había profundizado no sabemos exactamente hasta donde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el verano de 1845, los Viardot
estaban ya sentados en su nueva mansión de Courtavenel con Turgueniev. Vida
familiar, tranquila y sosegada. “<i>El tiempo más feliz de mi vida</i>”, como lo
recordaría el novelista. “<i>Y es que, además de las delicias de la vida
familiar en el campo, la relación con Pauline debió de dar un paso adelante en
aquellos días de convivencia. Probablemente Pauline le manifestara su amor por
él, pero el decoro de su matrimonio y el afecto por Louis pusieron barreras
para que de los sentimientos no se pasase a los actos</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La tercera temporada en Rusia no
empezó bien. El invierno fue especialmente crudo y a Pauline le atenazaron los
problemas de garganta durante casi todo el tiempo, a la vez que su marido
contraía el cólera, por lo que se vio obligada a cancelar anticipadamente su
contrato en marzo de 1846 y a regresar a Courtavenel para restablecerse y,
sobre todo, para poner claridad en su corazón ante la encrucijada sentimental
en la que se encontraba. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con el pretexto del frio y de la
enfermedad, tomó la decisión de no volver a Rusia y la opción fue aceptar un
contrato en Berlín para la temporada 1846-1847 en la que Pauline abordó un
nuevo repertorio con obras como “<i>Fidelio</i>” (en alemán), “<i>Iphigenie en
Tauride</i>”, de Gluck, “<i>La Juive</i>” de Halévy y dos óperas de Giacomo Meyerbeer
(1791-1864), “<i>Les Hugonots</i>” y “<i>Robert le Diable</i>”. En esta última,
Pauline asumió un doble rol al caer enferma la otra cantante con lo que se ganó
el respeto y la admiración del público y del propio autor que ya empezó a
valorar la posibilidad de escribir una ópera para Pauline. En Berlín, y en la
subsiguiente gira por Alemania y hasta el regreso a Courtavenel en el verano de
1847, Turgueniev siguió a los Viardot, alimentando las habladurías y poniendo
en entredicho su reputación de buen ruso. “<i>Los especialistas en la obra del
ruso concuerdan en que, en aquel verano de Courtavenel, Turgueniev encontró su estilo
literario más personal y el que le llevaría a la fama.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i><br /></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlCS7x6hHtssVvpcpeZa8Dvjj8GkSuSQVzB9KmyYsRpGtLFZ5mmzdQ8EXpvS7NNs4jE0BdnijSNNfkkSIp-gPp7jw1gvG6k6DY6U4jYtXf0bj4wW3Tuf1BqOPjSEGS-o2UUaGlLfgInEIfkK52OGrEGvD9uhZwHTlBZmqC8vOoz4A-9upHrUnhQKMwMA/s1094/Pauline%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1094" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlCS7x6hHtssVvpcpeZa8Dvjj8GkSuSQVzB9KmyYsRpGtLFZ5mmzdQ8EXpvS7NNs4jE0BdnijSNNfkkSIp-gPp7jw1gvG6k6DY6U4jYtXf0bj4wW3Tuf1BqOPjSEGS-o2UUaGlLfgInEIfkK52OGrEGvD9uhZwHTlBZmqC8vOoz4A-9upHrUnhQKMwMA/w293-h400/Pauline%205.jpg" width="293" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><i><br /></i></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tal como se lo había prometido Meyerbeer
escribió para Pauline una nueva ópera, “<i>Le Prophete</i>”, donde había un
personaje, Fidès, pensado especialmente para su voz y dotes actorales. En
febrero de 1848 se anunció que esta nueva ópera se estrenaría en la Ópera de
París para la que fue contratada Pauline desde septiembre de 1848 a mayo de
1849. Como se trataba de una larga temporada, los Viardot quisieron disponer de
un alojamiento estable en París, así que adquirieron una amplia casa en la rue
de Douay. La ópera se estrenó el 16 de abril de 1849; al estreno asistió Luis
Napoleón y todo su gobierno y fue uno de los mayores éxitos que se recuerdan en
aquel teatro y, sin lugar a dudas, el mayor logro de Pauline hasta aquel
momento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Todo el verano y parte del otoño
de 1849 lo pasó Pauline en Londres cantando, sobre todo, la nueva ópera de
Meyerbeer. A su regreso a Paris conoció la noticia de la muerte de Chopin y
participó en la interpretación del “<i>Réquiem”</i> de Mozart en sus exequias
en La Madelaine el 30 de octubre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmJqVM37C2EwRMOKWd-jkikxNHc8zpciMR4yFlTqxodQCTN04JU-tS7Yx1Oc617mwm2ooJ11iONWMyAMuE2Oty8sN0ntDmu42HVEXCu347zizkL5I9KdzK_N6ncUAVnbgqt7Ieso7HKLzdhkt3AXJwBygqMqUFgjMeid-JWYK1Z2EtkIrtg4E5P7sWQ/s538/Gounod.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="538" data-original-width="500" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGmJqVM37C2EwRMOKWd-jkikxNHc8zpciMR4yFlTqxodQCTN04JU-tS7Yx1Oc617mwm2ooJ11iONWMyAMuE2Oty8sN0ntDmu42HVEXCu347zizkL5I9KdzK_N6ncUAVnbgqt7Ieso7HKLzdhkt3AXJwBygqMqUFgjMeid-JWYK1Z2EtkIrtg4E5P7sWQ/w371-h400/Gounod.jpg" width="371" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Charles Gounod</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por aquellas fechas recibió la
visita de un joven músico, al que había conocido fugazmente años atrás en Roma,
durante su viaje de bodas. Era Charles Gounod (1818-1893) que quería iniciar
una carrera como compositor y al que Pauline, siempre sensible al talento
musical, tomó bajo su protección, ofreciéndose a cantar la ópera que Gounod iba
a escribir para estrenarla en el teatro de la Ópera. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En compañía de la madre del autor, se
trasladaron a Courtevenel para trabajar sobre la partitura de “<i>Sapho</i>”.
Aquí surgen de nuevo las dudas al interpretar la relación entre la cantante. “<i>Se
ha propuesto que la relación llegó a algo más que lo musical, aventurando
incluso la paternidad de Gounod sobre una de las hijas de Pauline. Sea como
fuere, aquella intimidad tuvo su momento de mayor intensidad en la primavera de
1850, cuando ambos trabajaban horas y horas en solitario en la preparación de la
nueva ópera</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>“Sapho</i>” se estrenó el 15
de abril de 1851 en la Ópera de París. No fue un fracaso absoluto, pero tampoco
un éxito clamoroso. La ópera fue criticada en su libreto y en su música y solo
se salvó la interpretación de Pauline. Tuvo varias representaciones más hasta
pasar el Canal y ser representada en Londres en agosto con similares críticas a
las parisienses. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las vicisitudes políticas por las
que pasaba Francia, el viraje autoritario de Luis Napoleón, criticado
públicamente por Viardot, hizo que el contrato de Pauline con la Ópera, teatro estatal,
se rescindiese por acuerdo de las partes. El matrimonio pasó el invierno de
1851-1852 en Escocia estando Pauline embarazada de su futura hija Claudie, a la
que las malas lenguas tenían como hija de Gounod. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A su regreso a Francia, los
Viardot se enteraron de que Gounod se iba a casar con la señorita Zimmermann y
que ni siquiera estaba invitados a la boda. La noticia cayó como un mazazo
sobre Pauline, quizás despechada, que acusó a Gounod de ingrato, cerrándole
definitivamente las puertas de su casa.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq_FIJ8LYh3roUanogOmBZJiq3FdCRsrnpIJAT6WDF0s1FDzXoUxLO30DtrogIvcOQC6XaBRi8kglw3hgK6vYMcjVk50X5cWbSEBtFb1WDRuTnTPOgrqaen3LWG9tATaFmZnmKrHsyiPQ9jpNfRRmB2o8NF5Bo-_kmp06q_J-3YvScDlT1s3Yt-aXVSA/s880/Pauline%202.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="880" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjq_FIJ8LYh3roUanogOmBZJiq3FdCRsrnpIJAT6WDF0s1FDzXoUxLO30DtrogIvcOQC6XaBRi8kglw3hgK6vYMcjVk50X5cWbSEBtFb1WDRuTnTPOgrqaen3LWG9tATaFmZnmKrHsyiPQ9jpNfRRmB2o8NF5Bo-_kmp06q_J-3YvScDlT1s3Yt-aXVSA/w364-h400/Pauline%202.jpg" width="364" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A principios de 1853, después de
siete años de ausencia, Pauline regresó a Rusia, debutando en San Petersburgo
el 15 de enero con “<i>El barbero de Sevilla</i>” y pasando luego a Moscú. Allí
se rencontró con Turgueniev<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
que, aunque estaba confinado por las autoridades rusas en su casa de campo de
Spasskoye, debido a sus ideas políticas, pudo evadirse con un pasaporte falso y
pasar una semana con Pauline, aprovechando que el marido, enfermo, había regresado
a Francia. Nadie sabe lo que pasó entre ellos durante esa semana. Es posible
que Pauline no ofreciera a Iván más que una profunda amistad. “<i>O así se
puede entender del laconismo y frialdad de las cartas que ella le envió tras el
encuentro moscovita. De allí en adelante, por nada menos que treinta años, la
relación se mantendría en los mismos términos: amor incondicional e
inmarchitable por parte de Iván y amistad y afecto, también imperturbables, por
parte de Pauline”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En los años siguientes la rutina
de los Viardot fue más o menos igual: largas temporadas de ópera en Londres y
conciertos en otras ciudades inglesas y luego, en Paris, intensa vida social y
artística en su casa por donde no dejaron de pasar artistas y escritores de
mérito. En 1854 nació su tercera hija, Marianne y tres años más tarde la
seguiría un nuevo vástago, Paul. Durante este tiempo la relación con Turgueniev
se enfrió y así permanecería hasta 1860 cuando el contacto entre los Viardot y
el escritor volviera a ser más asiduo y fluido. De otra parte, las largas giras
de conciertos junto con la falta de selección de un repertorio apropiado,
provocaron en su voz un notable deterioro que fue acusado por la crítica.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aun así, en 1859 se embarcó en
una nueva aventura. La dirección del Théatre Lyrique de París encargó a Héctor
Berlioz (1803-1869) la revisión de la ópera de Gluck “<i>Orfeo ed Euridice</i>”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Berlioz adjudicó a Pauline el papel de Orfeo. Ello obligó al compositor y a la
cantante a trabajar juntos durante largas jornadas en Courtavenel. Berlioz quedó
absolutamente cautivado por los conocimientos musicales de Pauline y esa
admiración se transformó pronto en un amor apasionado que Pauline supo llevar a
un terreno más neutral que no impidiese la finalización del proyecto “<i>Orphée”</i>,
que finalmente alcanzó un inesperado éxito tras su estreno el 18 de noviembre
de 1859. Muchos críticos calificaron su actuación como la mejor encarnación
dramática de la Viardot. En junio de 1861 ya la había cantado ciento veintiún
veces.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El éxito de esta llevó a Berlioz
a intentar repetirlo con la revisión de otra ópera de Gluck, “<i>Alceste</i>”,
a la medida de las virtudes de Pauline. Su estreno, el 21 de octubre de 1861,
fue también un éxito, pero sin alcanzar las dimensiones de “<i>Orphée”</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por entonces Turgeniev ya había
vuelto a ser una presencia habitual en la vida de los Viardot. Su hija,
Paulinette, que, recordemos (ver nota 5), estaba acogida en casa de los
Viardot, como una hija más, mostraba una fuerte antipatía hacia Pauline y su
padre no tuvo otra opción que alojarla en París, al cuidado de una institutriz
a la espera de encontrarla un marido. Esta circunstancia sirvió para que las
relaciones de Turgueniev con Pauline y Louis fueran otra vez las de antes y
volviesen a florecer las veladas literarias y las jornadas de caza, siendo
aceptado el escritor ruso como uno más de la familia. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYXWe8U2tQGKtYMVqB-Roz_d2jHw6uK8TTgNct8Z1WwA7e90ynEhR3D6FhKlx_DzXuZMIfPau-ecyEAyJOdTustDvBfzsl-kpXoS1LQ1zD-fOJGMQ9sc0RDVxPNmBZZvtewzJ5CGwYJOo9M5keuSbNn57rNWeeYexQN3Ycm7vPR3dELbL5JnytUufnkg/s1200/Busto%20en%20Baden%20Baden.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYXWe8U2tQGKtYMVqB-Roz_d2jHw6uK8TTgNct8Z1WwA7e90ynEhR3D6FhKlx_DzXuZMIfPau-ecyEAyJOdTustDvBfzsl-kpXoS1LQ1zD-fOJGMQ9sc0RDVxPNmBZZvtewzJ5CGwYJOo9M5keuSbNn57rNWeeYexQN3Ycm7vPR3dELbL5JnytUufnkg/w266-h400/Busto%20en%20Baden%20Baden.jpg" width="266" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Busto de Pauline Viardot en Baden-Baden</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">1863 fue una de las fechas
señaladas en la vida de Pauline. La deriva autoritaria del régimen de Napoleón
III, incompatible con los principios republicanos de los Viardot, obligó a
estos a expatriarse y establecerse en la villa balnearia de Baden-Baden, en la
Selva Negra alemana, lugar de encuentro entre la realeza y la aristocracia de
toda Europa. Allí se hicieron construir una casa en la que Pauline pasó los
años más felices de su vida. Naturalmente también Turgeniev adquirió una
propiedad y mandó construir una amplia casa que incluía un pequeño teatro para
las funciones musicales familiares.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnR7IC1LWk0Ng_Gqi5r1Of3JcMGed-maJiEeLLAaU_kKDbiAeB2gM9e4iT3XmhvJGwmKonMK3LgxPlXJPzV5CQjo5OKeAhDg5Fsi8Yz-nUmXR7n7JZaC-lKZvYQ7ial4xRmNV4-YwbfD6pWx3QVvvp2M8Kl-Nr6arKd-iCIdZTP3ATjNplrSwWQ5GqGA/s1024/Salon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="923" data-original-width="1024" height="576" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnR7IC1LWk0Ng_Gqi5r1Of3JcMGed-maJiEeLLAaU_kKDbiAeB2gM9e4iT3XmhvJGwmKonMK3LgxPlXJPzV5CQjo5OKeAhDg5Fsi8Yz-nUmXR7n7JZaC-lKZvYQ7ial4xRmNV4-YwbfD6pWx3QVvvp2M8Kl-Nr6arKd-iCIdZTP3ATjNplrSwWQ5GqGA/w640-h576/Salon.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A este cambio de residencia se
superpuso la decisión de Pauline de renunciar a su carrera de cantante. A
partir de entonces, ya solo cantaría muy esporádicamente en Baden-Baden y en
algunas pequeñas poblaciones alemanas, pero sin el ajetreo de los viajes, los
ensayos y los conciertos encadenados. Durante estos años pasados en la Selva
Negra, Pauline se dedicó sobre todo a la composición y la enseñanza. Compuso y
publicó numerosas canciones para voz y piano, algunas de ellas sobre poemas
rusos, así como varias operetas para voces y piano, (con la colaboración de
Turgueniev en una nueva faceta de libretista), para ser representadas en un
entorno familiar cercano en el teatrito de Turgueniev, con la asistencia de lo
más florido de la sociedad de la ciudad balneario, testas coronadas y miembros
de familias reales incluidos. Alguna de estas operetas, “<i>Le dernier sorcier</i>”
fue representada en alemán en el teatro de Weimar recibiendo una calurosa
acogida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La otra cuestión que apasionaba a
Pauline venia de tradición familiar y no era otra que la enseñanza. Dada su
fama y situación podía seleccionar a sus alumnos y, sobre todo, alumnas que
llegaban a Baden-Baden desde todos los lugares de Europa, especialmente desde
Rusia, atraída por las bondades de la Escuela García, la más reputada de Europa
para la formación de cantantes. Además estos alumnos y alumnas tenían la
posibilidad de exhibir sus dotes ante un influyente público en sesiones
sabatinas a las que asistían todos los músicos de paso por la estación
balnearia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero también en e estos años hubo
preocupación y dolor. En 1864 falleció Joaquina Siches, la madre, que vivía en
Bruselas con la familia Beriot y en 1868, Louis Viardot cayó seriamente enfermo
y tuvo que renunciar a sus largas caminatas y partidas de caza. Y, en tercer
lugar, su hija mayor, Louise. le daba muchos quebraderos de cabeza por su
difícil forma de ser y sus permanentes problemas de salud. Separada de su
marido, el diplomático Ernest Héritte en 1862, no pudo estabilizar su carrera
de cantante a la sombra de su madre con lo cual creció su resentimiento hacia
ella.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Este paraíso de Baden Baden tuvo
un final abrupto porque en 1870 estalló la guerra franco-prusiana y la
permanencia de los Viardot, súbditos franceses, en tierras prusianas, se hizo
poco menos que inviable. Tampoco era recomendable volver a Paris, asediada por
las tropas del Kaiser y Bismarck y luego sumida en la vorágine de la Comuna por
lo que decidieron trasladarse a Londres donde fueron acogidos por su hermano
Manuel Patricio que les ayudó a acomodarse en un pequeño apartamento en
Devonshire Street. Pauline abrió sus clases de canto, ya con un alumnado menos
selecto que en Baden Baden. Una gran ayuda financiera les prestó en este tiempo
Turgueniev que, como el lector puede sospechar, seguía a los Viardot allá adonde
fuesen.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Finalizada la guerra franco
prusiana, los Viardot vendieron la casa de Baden-Baden y regresaron a París,
pues el castillo de Courtavenel había quedado devastado. La casa de la Rue
Douai, en cambio se había salvado y en la planta superior, en un apartamento
independiente, se instaló el inevitable Turgueniev, recuperando la vida
familiar basada en el afecto y la amistad mas inmarchitables, ajena a los
rumores y a los cotilleos del todo París.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKX5dtFQkCD0G_67WY0Wi8-ryAy3lwErh7iQ2ASAie8k6pYWQuZQeUzLLvmXlU8Z4PakD6SRhUl13MgQFFWLBft4LJONfcuQXPPOasnGV2gqkvZGMrgbuOwY4lecN_pwY7fzbstL3_eI5dVKRuO3gHlYsmettgCVL222QZflLLgKrNYRYZfu0d8Y8jLw/s900/_Villa%20Viardot.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="566" data-original-width="900" height="402" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKX5dtFQkCD0G_67WY0Wi8-ryAy3lwErh7iQ2ASAie8k6pYWQuZQeUzLLvmXlU8Z4PakD6SRhUl13MgQFFWLBft4LJONfcuQXPPOasnGV2gqkvZGMrgbuOwY4lecN_pwY7fzbstL3_eI5dVKRuO3gHlYsmettgCVL222QZflLLgKrNYRYZfu0d8Y8jLw/w640-h402/_Villa%20Viardot.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Villa Viardot</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1875, buscando un ambiente más
sosegado, decidieron adquirir una casa en las afueras de la capital, en
Bougival (Villa Viardot), que aún se conserva. Justo al lado, en una “dacha”,
se instaló Turgueniev, ya muy deteriorado en su salud y en un estado de
depresión avanzada. También el carácter de Pauline, con el paso de los años “<i>se
iba haciendo mas agrio, más intolerante con las faltas de los demás, más
dominante en todo lo que la rodeaba, más estricta con sus alumnos</i>”, si bien
seguían acudiendo desde toda Europa jóvenes músicos atraídos por su sabiduría
musical como Gabriel Fauré, que cortejaba a Marianne, Jules Massenet, Chaikovski
o Reynaldo Han.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1882, Louis sufrió un ataque y
quedó imposibilitado para moverse y poco después Turgueniev tuvo una angina de
pecho que le dejó postrado. Pauline tuvo que cuidar de los dos hasta su
respectivo fallecimiento que se produjo con pocos meses de diferencia pues en
mayo de 1883 falleció Louis y el 3 de septiembre murió Turgueniev. “<i>Ambos
murieron en brazos de la mujer a la que amaron</i>.”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7dS924_7O_msuCFQe4KYCohJOGksMaYhc8BfCCe-SuI3TFoVOc95aSDapec0sjU1pdCOVQLB8bbrgTEEomWsX9vOvZz8B2YHD_NMI5AVJtzkHA5JqpEZKoTizkNQPoQe_V1bz25F0tiiJpYu0UD4uRLHknMbQB255dN8GeYTYk8VI4nBkkh3b0UjKWQ/s865/Pauline%204.png" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="865" data-original-width="576" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi7dS924_7O_msuCFQe4KYCohJOGksMaYhc8BfCCe-SuI3TFoVOc95aSDapec0sjU1pdCOVQLB8bbrgTEEomWsX9vOvZz8B2YHD_NMI5AVJtzkHA5JqpEZKoTizkNQPoQe_V1bz25F0tiiJpYu0UD4uRLHknMbQB255dN8GeYTYk8VI4nBkkh3b0UjKWQ/w426-h640/Pauline%204.png" width="426" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Último retrato de Pauline Viardot</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pauline se quedó sola durante los
siguientes veintisiete años de su vida. Sin Louis, sin Iván y sin los hijos. Vendió
la villa de Bougival y adquirió un discreto apartamento en París donde recibir
las visitas familiares y continuar con sus lecciones de canto. Estos últimos
años no estuvieron libres de reuniones, discusiones y hasta pleitos puesto que
Turgueniev la había dejado heredera de todos sus bienes incluidos los
manuscritos de sus obras, teniendo que ver como su hijo Paul se ponía de parte de
Paulinette, la hija de Turgueniev y en contra de su madre.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Siguió impartiendo clases hasta
1901, a los ochenta años de edad y tampoco abandonó la composición pues su
última creación, la opereta “<i>Cendrillon</i>”, data de 1904, estrenada en
cada de Madame de Nogueiras, alumna y fervorosa admiradora que la cuidó en sus
últimos años. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pauline García Viardot murió el
18 de mayo de 1910, en compañía de su hija Louise y de la señora Nogueiras,
siendo enterrado su cuerpo en el cementerio de Montmartre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6YPpSS40E1gDpry23W-Ftp_zVwjHDzq0cFWW5NeFAvS8S7T90smkN_1o_bhCGN6rRReduvP0DyfjxwGm_4_508o3R9PXDO9TWyxbArLfIB12DJDIo-eyrogH99aB2E_whbsewwEl526lxYryMExJ4MKiH3wA0Xgk_PfFc2VImxaj-LPBprH4snnXt8g/s1067/Sepultura%20Montmartre.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6YPpSS40E1gDpry23W-Ftp_zVwjHDzq0cFWW5NeFAvS8S7T90smkN_1o_bhCGN6rRReduvP0DyfjxwGm_4_508o3R9PXDO9TWyxbArLfIB12DJDIo-eyrogH99aB2E_whbsewwEl526lxYryMExJ4MKiH3wA0Xgk_PfFc2VImxaj-LPBprH4snnXt8g/w480-h640/Sepultura%20Montmartre.JPG" width="480" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Tumba de Pauline Viardot en el cementerio de Montmartre</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Y aquí ponemos fin al apunte
biográfico sobre esta figura extraordinaria. Añado, únicamente que la saga musical
de los García no se perdió pues su hija Louise (1841-1918), siguiendo la estela
de su madre fue una famosa contralto y su hijo Paul (1857-1941) fue también un
reconocido violinista, director de orquesta y compositor.</span><span style="background: #F2F2F2; color: #333333; font-size: 10.5pt; line-height: 107%;"> <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Febrero de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Sígueme en FACEBOOK: </i>Manuel
Martinez (Manuel Martínez Bargueño)<i><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Cuando
bautizaron a Pauline la pusieron ese nombre porque su madrina fue la princesa
rusa Pauline Galitzin, hija del literato Andrei Xubalof. Esta señora parece que
no desempeño ningún papel relevante en la vida de la familia García ni antes ni
después. (Salvador de Madariaga. <i>Mujeres españolas. Paulina García Viardot</i>.
Espasa-Calpe S. A. Colección Austral 1500. Madrid, 1972, pág. 251<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El 15 de julio de 2021 se inauguró en 26 Rue Chaptal,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>9 Arrondisement,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de París, el jardín Pauline Viardot en
homenaje a la gran cantante. <a href="https://cemusique.org/inauguration-pauline-viardot-paris/">Discours de
Jorge Chaminé - Bicentenaire Pauline Garcia Viardot (cemusique.org)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
George Sand (aurora Dupin, era su verdadero nombre) y Alfredo de Musset habían
sido amantes años atrás y ambos se profesaban un odio mutuo que no ocultaban en
público. Aurora Dupin sentía por Pauline fascinación, admiración espiritual y
la amistad más indisoluble que se puede imaginar y que se mantuvo intacta hasta
la muerte de la novelista en 1876. Pauline sería la inspiración para el
personaje central de su novela “<i>Consuelo</i>”, publicada en 1843”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-ansi-language: EN-US;"> </span><a href="https://www.maison-george-sand.fr/es/"><span lang="EN-US">Maison de George Sand à Nohant
(maison-george-sand.fr)</span></a><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><o:p></o:p></span></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Turgeniev había regresado a Rusia en junio de 1850. A su llegada conoció que
había tenido una hija natural de su relación amatoria con una criada de la casa
de su madre. Esta niña, de nombre Pelagia, era despreciada por la madre de
Turgueniev y se criaba con la servidumbre, por lo que el padre pidió a Pauline
que la acogiese en Courtavenel para educarla. Sorprendentemente Pauline la
aceptó con alegría en su casa tratándola como a una hija más y cambiando su
nombre por el de Paulinette. La niña fue un semillero de conflictos debido a su
carácter arisco y chocó con el no menos fácil carácter de Louise lo que debió
crear un ambiente complicado en aquellos años de convivencia.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Pauline%20Viardot.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Orfeo y Eurídice de Gluck había sido escrito originalmente para el castrato
Gaetano Guadagni pero Berlioz la adaptó para la voz de contralto de la Viardot.
</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-44055886084627313052023-01-17T09:25:00.007-08:002023-01-17T09:27:27.811-08:00Los García, una familia excepcional. María Malibrán. (segunda parte)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO2FpdztFclyIzDTsgBSFr2lXouSdQxFkbwTw5XoOEjqx5usceGaOgB2frb9diktSGAbqGHhUwvFRM1CUaA0Xrh1YVHbYrUlGOaApRDdQZuL02IjDHnHdFb8b26Y3qYjhNxKp7cULKdNWjD39_Z8c2I5dpN_FO0CnCadlPzVODu21JOBGjaLPu_SGjbg/s1011/5.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1011" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiO2FpdztFclyIzDTsgBSFr2lXouSdQxFkbwTw5XoOEjqx5usceGaOgB2frb9diktSGAbqGHhUwvFRM1CUaA0Xrh1YVHbYrUlGOaApRDdQZuL02IjDHnHdFb8b26Y3qYjhNxKp7cULKdNWjD39_Z8c2I5dpN_FO0CnCadlPzVODu21JOBGjaLPu_SGjbg/w506-h640/5.jpg" width="506" /></a></div><br /><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Justo cuando me disponía a documentar esta segunda parte de la historia de la saga familiar de los García, ha llegado a mis manos un ejemplar dela primera monografía que se ocupa de esta maravillosa familia en su conjunto</span>. <span style="font-size: xx-large; text-align: justify;"> </span><span style="font-size: x-large;"><span style="text-align: justify;">Se trata del libro del profesor y académico de la Real Academia de Bellas Artes “Santa Isabel de Hungría” (Sevilla), Andrés Moreno Mengíbar, “</span><i style="text-align: justify;">Los García. Una familia para el canto</i><span style="text-align: justify;">”,</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1; text-align: justify;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 34.24px;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="text-align: justify;"> publicado por el Centro de Estudios Andaluces y que, a partir de ahora, tendré presente como primera fuente para la redacción de esta segunda parte y la corrección y ampliación en lo que sea pertinente de la primera, ya editada.</span></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large; text-align: justify;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large; text-align: justify;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif8N1n14kThgmY5t0Pwyd1u5fS4zIaOMu3NqXFHNrHIdOGwNJgG_2a9xdXjWgL7rNfKvjZ98LYIZAZlI8hB9e0RPxsbnjVWPNIAJVJij-wJsIm6H69d-p0ecKa7KnYdkOJEcD0ERzhRrPbUhFHmsEe3EAMduwoHtUFBHVkFTVpfZlTAM34ffVXyuR18A/s600/Los%20Garc%C3%ADa.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="600" height="336" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif8N1n14kThgmY5t0Pwyd1u5fS4zIaOMu3NqXFHNrHIdOGwNJgG_2a9xdXjWgL7rNfKvjZ98LYIZAZlI8hB9e0RPxsbnjVWPNIAJVJij-wJsIm6H69d-p0ecKa7KnYdkOJEcD0ERzhRrPbUhFHmsEe3EAMduwoHtUFBHVkFTVpfZlTAM34ffVXyuR18A/w640-h336/Los%20Garc%C3%ADa.png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: xx-large; text-align: justify;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large; text-align: justify;"><br /></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>Nos habíamos quedado en trazar la
biografía de la mayor de las hijas del matrimonio de Manuel García con Joaquina
Sitges, “la Briones”, nacida María Felicia García que será conocida en el mundo
artístico como María Malibrán (1808-1836), la primera Diva Absoluta de la
historia de la Ópera, como la llama Moreno Mengíbar. </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span>Su dedicación total al canto, la fuerza de su carácter
y la brevedad de su vida han hecho que, desde muy temprano, se multiplicaran
los acercamientos biográficos, por lo general inspirados en la mayor admiración
y casi la adoración sacrosanta hacia su persona. Así, “</span><i>a las pocas semanas
tras la muerte de María</i><span>”, Ernest Legouvé (1807-1903) publicó la que, según
Moreno Mengíbar, es más una hagiografía que una biografía</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>
y Alfredo de Musset (1810-1857) la dedicó un encendido y doliente poema “</span><i>À
la Malibran</i><span>” </span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>. Por su
parte la condesa de Merlín, nacida María de las Mercedes Santa Cruz y Montalvo
y O´Farril (1789-1852), escritora y gran amiga de María, publicó a los dos años
de su muerte</span><i>, </i><span>en 1838</span><i>, “Les loisirs de une femme du monde</i><span>”,</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>
“</span><i>fuente de falsas historias y fabulaciones de las que han bebido biografías
posteriores</i><span>”, entre las que cabe mencionar la de la española Carmen de
Reparaz (</span><i>María Malibran</i><span>, 1976)</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>.
Hasta 1987 no ha sido posible acercarse de forma “científica” a la biografía de
la diva, convertida por el cine en un mito romántico</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span>
y esto ha sido gracias a la biografía de April Fitzylon, “</span><i>Maria Malibran,
Diva of the Romantic Age</i><span>”, Londres, 1987, muy tenida en cuenta por Moreno
Mengíbar en esta primera biografía de los García.</span></span></div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero vamos a empezar ya por el
principio. Fue el 24 de marzo de 1808, a pocas fechas del levantamiento popular
contra el invasor francés en Madrid, cuando vino al mundo en París, “<i>donde
sus padres luchaban aún por hacerse un hueco en el panorama de los teatros de la
capital</i>”, María Felicia García Siches, hija de Manuel García, el célebre
tenor y compositor sevillano y de Joaquina Siches, soprano. El nacimiento de
María tuvo lugar en el número 3 de la calle de Condé, donde hoy una placa lo
recuerda.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Desde muy niña, María conoció
de la vida peregrina de sus padres “<i>de ciudad en ciudad, de país en país, en
busca de trabajo y, si es posible, del éxito y la fama</i>”. A los dos años de
la edad de María, la familia emigró a Italia, concretamente a Nápoles, donde
pasó los siguientes seis años de su vida y donde se inició en su formación para
el canto de la mano de sus padres. Según algunos biógrafos, que quizás han
cargado en exceso las tintas, Manuel García, no vaciló en emplear los métodos
más brutales, físicos y psicológicos, para obligar a María en concentrarse en
su labor de aprendizaje. La propia María reconoció, ya siendo cantante famosa,
que de no haber sido por la severidad de su padre nunca habría llegado a ser lo
que fue debido a su tendencia infantil hacia la indolencia y el escaso
esfuerzo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh33rglF_brDP6HHiwFrFwcWvFkO4OxQVIAhThpzZxPnuQ6ODus7X_6oBk2tnHv0RbhqgL410WOFKirv2NJPObtkl2sdLhwhYrmgS0hGCMW_3W8aUiXMxF3Y2Dmlke5xoYGD9IE49yZWZ2-AhC_rCEDQPpHlhxvB_28BVvsrHi-UN8UDZ-ne6UjSfqhpA/s1093/1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1093" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh33rglF_brDP6HHiwFrFwcWvFkO4OxQVIAhThpzZxPnuQ6ODus7X_6oBk2tnHv0RbhqgL410WOFKirv2NJPObtkl2sdLhwhYrmgS0hGCMW_3W8aUiXMxF3Y2Dmlke5xoYGD9IE49yZWZ2-AhC_rCEDQPpHlhxvB_28BVvsrHi-UN8UDZ-ne6UjSfqhpA/w468-h640/1.jpg" width="468" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tenía María, ya desde pequeña un
carácter indomable y lleno de energía, era, según Rossini, “<i>un pequeño
demonio</i>” y, seguramente por ello, decidieron sus padres llevarla a un
internado de monjas benedictinas francesas en Hammersmith, cerca de Londres,
donde permaneció unos dos años, aprendiendo la lengua y cultura inglesas. Al
salir de esta escuela-convento, con catorce años, y dominando varias lenguas, Manuel
asumió con más asiduidad la formación musical de su hija a la que veía con las
más halagüeñas posibilidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Poco a poco, dominando incluso
con gritos, amenazas y puede que algún golpe, el padre fue quebrando el
espíritu rebelde de María que, imbuida del método de enseñanza paterno, empezó
a hacer progresos rápidamente de tal forma que hacia 1824, con apenas un año de
aprendizaje, cantó en público por primera vez ante un auditorio limitado.
Superada con éxito esta prueba, la oportunidad para su auténtico debut se la
brindó el estreno en el King´s Theater de Londres, de “<i>El barbero de Sevilla</i>”,
el 11 de junio de 1825, cuando la cantante titular que debía interpretar el
papel de Rosina, la famosa soprano italiana Giuditta Pasta (1798-1865) abandonó
Londres sin explicación, de tal modo que su padre, que interpretaba en la obra el
papel de Almaviva, confió en su hija de diecisiete años para salir del apuro.
El éxito fue tan absoluto que el empresario se apresuró a contratarla para el
resto de la temporada. La carrera de María estaba ya lanzada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero donde el carácter de María
se fraguó definitivamente como mujer y como artista fue en Nueva York adonde
llevó a la familia el espíritu inquieto de Manuel García. Ya durante la
travesía en barco, María vio claro que el único medio de sustraerse a la férrea
tiranía paterna, era contrayendo matrimonio <i>“Un pasajero amor por uno de los
oficiales del barco fue pronto abortado por Manuel, como ya lo había hecho
meses antes con las pretensiones de uno de los músicos del King´s Theater de
Londres, pero no tardaría mucho la oportunidad soñada para volar en solitario”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La compañía familiar debutó con “<i>El
barbero de Sevilla</i>” en el Park Theater de Nueva York, el 29 de noviembre de
1825. Fue la noche en que la joven María se ganó el favor de los neoyorkinos.
De allí en adelante la crítica la elogiaría por encima del padre. Luego
vendrían otros títulos de Rossini: “<i>Tancredi”, “Otello”, “Il turco en Italia”,
“La Cerendolla</i>” y de Mozart, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“<i>Don
Giovanni</i>” donde en su papel de Zerlina la cantante recibió ovaciones
interminables.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAZb9FHQcIom3ERgqnV2k7Gtg41S41qnt-YEhu64l-Wb5sEKTNP03htE5_qkCXSL7ThcsOiTpiwJIor8CrCh9T35338X5lH3eA6RREmCZfqATcy-kLwvqnktG3r3C5bW5h4J0ns-Hyji5T7_IXMgPbj6ou6pg3P3uHKVM13AkuOLEQ_Dk42oPIEM3E2w/s281/Eugene%20Malibran.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="281" data-original-width="250" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAZb9FHQcIom3ERgqnV2k7Gtg41S41qnt-YEhu64l-Wb5sEKTNP03htE5_qkCXSL7ThcsOiTpiwJIor8CrCh9T35338X5lH3eA6RREmCZfqATcy-kLwvqnktG3r3C5bW5h4J0ns-Hyji5T7_IXMgPbj6ou6pg3P3uHKVM13AkuOLEQ_Dk42oPIEM3E2w/w356-h400/Eugene%20Malibran.png" width="356" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Con el paso de las semanas y con
la creciente fama de María en detrimento de la de su padre, el carácter de
Manuel se volvió más oscuro y María, incapaz de soportar la situación, decidió
que debía salir de este círculo lo más rápido posible y de la manera que fuese,
en una búsqueda desesperada para encontrar un marido que la sacase de aquel
ambiente tóxico. El elegido fue Eugène Malibran (1781-1836), comerciante y
banquero de Nueva York, veintisiete años mayor que María quien no había
cumplido aún los dieciocho. Manuel no le puso las cosas fáciles, pero al final
se firmó un acuerdo sobre la cuestión económica y el matrimonio se oficializó
ante el cónsul francés el 22 de marzo de 1826. Al día siguiente tuvo lugar la
ceremonia religiosa en la iglesia de San Peter. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">María, cumpliendo lo que se había
pactado antes de la boda, continuó durante esa temporada y cuando, acabados los
compromisos, la familia García abandonó Nueva York, María, alejada de los
teatros, en principio para siempre, afrontó su nueva vida como esposa que no se
le reveló precisamente feliz. En efecto, los negocios de su marido no marchaban
nada bien pues una serie de malas decisiones comerciales le habían hecho
acumular cuantiosas deudas. Para saldarlas o, al menos, aminorarlas, fue preciso
que María volviese a los escenarios, así que aceptó una oferta del Bowery
Theater que desarrollaba una temporada de óperas inglesas y cuando esta acabó,
siguió actuando en Filadelfia, adonde se desplazó sin la compañía de su marido.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A su regreso, conoció que las
finanzas de su esposo eran aún más catastróficas que antes de su partida, y
puesto que en América ya no había más trabajo para ella, tomó la decisión de volver
a Europa para hacerse un hueco en los teatros liricos. El 1 de noviembre de
1827 zarpó para Francia, dejando en Estados Unidos a su esposo para que
intentara sacar a flote sus negocios con el dinero que ella le iría mandando.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Comentando las relaciones
conyugales entre María y su esposo, Moreno Mengíbar señala que estas pasaron de
un afecto momentáneo profundo, no una pasión, a la frialdad cuando conoció la
verdadera situación económica de Malibrán y luego a la hostilidad <i>“una vez
que las circunstancias hicieron que María dejase a su marido en Nueva York y
embarcase hacia Francia ara lanzar su carrera”</i>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">María llegó a París a finales de
1827, con diecinueve años, en el momento adecuado. Era el despertar del
Romanticismo y se necesitaban nuevos héroes y heroínas que ejerciesen un papel
intermedio entre los mortales y los dioses y la música era el medio más idóneo
para conseguirlo. Poquito a poco, María, que inicialmente se alojó en casa de
la hermana de su marido, se fue introduciendo en algunos salones aristocráticos
participando en algunas de aquellas veladas musicales que eran tan del gusto de
la nobleza, haciéndose un nombre en el mundillo artístico parisino hasta que le
llegó su gran oportunidad. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Esta fue en el Teatro de la Ópera
con motivo del homenaje que se rindió al famoso bajo italiano Filippo Galli
(1783-1853). Aquella noche, María tuvo por rivales nada menos que a Rosmunda
Pisaroni (1793-1872) y sobre todo a Henriette Sontag (1806-1854), la voz más
pura de soprano, según Rossini y la favorita del público capitalino hasta
entonces. El caso es que el éxito fue clamoroso (enero de 1828). María
sobrepasó a sus compañeras, tanto por su depuradísima técnica como por la
pasión que puso en la interpretación.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Nada más acabar la actuación le
ofrecieron contratos suculentos tanto por parte de Rossini, director del Teatro
de la Ópera, como de Laurent, director del Teatro Italiano. A pesar su amistad
con Rossini, María se decantó por la ópera italiana, un género en el que ella
se movía como pez en el agua. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El debut tuvo lugar el 8 de abril
de 1827 con “<i>Semiramide</i>” y resultó ser una noche triunfal a la que
siguieron otras con “<i>Otello</i>”, “<i>El barbero de Sevilla</i>” y “<i>La
Cenerentola</i>”. A partir de entonces María resultó ser el icono romántico que
necesitaba su generación a lo que contribuía su origen español y la manera impetuosa
y a veces impredecible con la que acometía sus interpretaciones en escena.
Retratos y grabados pusieron rostro y figura a este icono al que rindieron
culto escritores de la talla de Alfredo de Vigny, Teófilo Gautier, Alejandro
Dumas, Alfonso de Lamartine o George Sand. Chopin escribió a un amigo desde
París: “<i>La Malibrán cautiva por su voz maravillosa, ¡Canta como nadie!
¡Maravilla de las maravillas!</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mimada por directores y
periodistas, por novelistas y poetas, en solo seis semanas de la temporada de
1828, María no solo había desbancado a las hasta entonces grandes divas
convirtiéndose en la reina de la Ópera en París, sino que, a la vez, ella misma
había madurado personalmente. Dado que la convivencia en casa de sus cuñados era
cada vez más tensa, decidió instalarse en la casa de una antigua amiga de la
familia, la señora Naldi que resultó ser una “<i>fiera guardiana de la
reputación y decencia de María, que era lo que la joven quería</i>”. Con ella
María se sintió feliz y así se hizo saber a su marido Malibrán, quien desde
Méjico insistía en viajar a Francia y reencontrarse con su esposa, un tanto
alarmado por los chismes y rumores que le hacía llegar su hermana sobre
posibles amoríos de la joven, que su presencia en Paris para nada le
beneficiaría en su carrera artística. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs2fpIrkOfKdbg1HZH4KcFvorG_y6NaxZa09cKA6VVzSQkaLr71TsdWcjGXai-E6lAeuy3QMH7SX02VfS4aSXKXSLzrF_fTUdSMP9LI5NIdV6MnzT0lSt2_a7p3O6VQFot3cRsJId1ls_-QsrIFPXy34HlhIE03Wzpbzk421dzFox-Gmf-YmU_IO6o8g/s546/Charles%20Beriot.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="546" data-original-width="436" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgs2fpIrkOfKdbg1HZH4KcFvorG_y6NaxZa09cKA6VVzSQkaLr71TsdWcjGXai-E6lAeuy3QMH7SX02VfS4aSXKXSLzrF_fTUdSMP9LI5NIdV6MnzT0lSt2_a7p3O6VQFot3cRsJId1ls_-QsrIFPXy34HlhIE03Wzpbzk421dzFox-Gmf-YmU_IO6o8g/w512-h640/Charles%20Beriot.jpg" width="512" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En el verano de 1829 la joven
cantante fue contratada para cantar en el King´s Theater de Londres en
condiciones generosas y allí se produjo un encuentro que sería crucial en la
vida de María. La cantante conoció a un violinista belga, Charles de Bèriot
(1820-) que actuaba como virtuoso por los teatros de toda Europa y que quedó
prendado de María. Esta, por su parte quedó pronto “<i>conquistada por el
espíritu romántico y apasionado del belga</i>”. Él tenía veintiocho años y ella
veintidós.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Claro que las preocupaciones de
la cantante eran otras relacionadas con su familia, pues sus padres habían
entretanto regresado a París tras la frustrante experiencia americana. A pesar
de los ruegos de su madre, María se negó a volver a vivir con su familia y a
soportar los malos humores de su padre cada vez más frustrado por el deterioro
de su voz y prefirió continuar con su carrera de éxito artísticos y sociales en
Londres. A este punto escribe Moreno Mengíbar que “<i>El brillo de la alta sociedad,
sus brillos, sus joyas, sus vestidos, las palabras lisonjeras pudieron más que
su voluntad y María se lanzó en Londres a una agotadora vida que saltaba de
función teatral en fiesta, de veladas privadas en ensayos, de ensayos en
funciones y de funciones en más fiestas</i>".<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con una constitución débil era imposible que
no surgieran problemas de salud, pero María, desoyendo los consejos de los
médicos no quiso suspender ninguna función “<i>y saltó de la cama a la escena</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Desde Londres pasó a Bath, donde
su agotamiento dio con ella en el lecho provocando un aborto que le tuvo a las
puertas de la muerte. Una vez recuperada inició negociaciones con el Teatro de
los Italianos de París. Ella asumiría todos los personajes principales y por
cada función recibiría la exorbitante cantidad de 1075 francos por
representación. Nadie había cobrado hasta entonces esa cifra, pero como dijo el
director del teatro: “<i>Ella es única en el mundo</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En efecto, María Malibrán ya no
tenía rival. “<i>Podía imponer a los teatros los títulos y personajes, los
directores y compañeros de reparto y su vida social discurría sin freno, siendo
interminable la lista de sus admiradores y el número de fiestas a las que era
invitada”</i>. Se aficionó a la equitación, al estilo varonil, vestida con
ropas masculinas, cabalgando como un diablo. Necesitaba agotar todas las
posibilidades del día hasta caer rendida en el lecho.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5S-vp8rpW7jhdxPMI4KpF-moJPUUvW0PTjl_9_yc20BPP_EdybW4OYM0ea_V4XLABj5oZGJaIkeLYZGeJKlbNI3B4uwNuIkkBSRv3fd1EHnUfY1mrKRpFzr9ncWme3DPpgj5Cu_XNSB2dcYf5rOa8-i5-tCk5lsJd8QSSymTgQFuIgmg3kT8cjs9eNw/s1093/2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1093" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5S-vp8rpW7jhdxPMI4KpF-moJPUUvW0PTjl_9_yc20BPP_EdybW4OYM0ea_V4XLABj5oZGJaIkeLYZGeJKlbNI3B4uwNuIkkBSRv3fd1EHnUfY1mrKRpFzr9ncWme3DPpgj5Cu_XNSB2dcYf5rOa8-i5-tCk5lsJd8QSSymTgQFuIgmg3kT8cjs9eNw/w468-h640/2.jpg" width="468" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pese a sus éxitos, su situación
moral en el París de la época era frágil. Siendo una mujer casada podía ser
acusada en cualquier momento de adulterio porque todos conocían su relación con
Bèriot y evidentes eran sus embarazos no llegados a término. “<i>En un solo
segundo la Malibrán podía pasar de diosa a apestada y ver su carrera y su nombre
arrastrado por el fango de la maledicencia</i>.” <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El momento crítico llegó cuando a
finales de 1830 Malibrán se presentó en París con la pretensión de hacer valer
sus derechos de esposo legítimo. María le instó a que se marchara de nuevo o
bien que le concediera el divorcio, a lo que aquel se negó fracasando las
ofertas económicas que se le hicieron para que accediera, incluída la mediación
del prestigioso general Lafayette que era rendido un admirador de María. Al final,
en 1835, pudo encontrarse una solución no ya para el divorcio sino para la
anulación del matrimonio realizado en Nueva York, pues se entendió que como
María tenía la nacionalidad española y Eugène Malibrán era norteamericano, el
cónsul francés de Nueva York no tenía autoridad para casarlos y se declaró nulo
el matrimonio con lo que María pudo recobrar su libertad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A finales de 1830 María y Charles
decidieron vivir juntos en París, donde durante los años siguientes iban a
cambiar los gustos musicales, con el nacimiento de un nuevo estilo de ópera
francesa que eclipsó a la ópera italiana. No era el mejor ambiente para María
cuyos problemas de salud y repetidos embarazos le hacían tener que cancelar
frecuentemente sus actuaciones. Los reproches continuados de su padre a la
conducta de su hija y los problemas económicos que surgieron en la pareja por
la falta de contratos, les aconsejaron abandonar París, donde nunca más
volvería María a cantar e instalarse en Bélgica donde en 1832 les nació un niño
que no superó los primeros días de vida. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El carácter hiperactivo de María
no compaginaba, sin embargo, con la vida tranquila. Quería y necesitaba volver
a trabajar y por eso aceptó una oferta para cantar en Italia, donde triunfaban
nuevos compositore, herederos del imperio rossiniano como Bellini, autor de “<i>La
sonnambula</i>” y “<i>Norma</i>” cuyos respectivos personajes, Amina y la
sacerdotisa gala, parecían hechos a la medida de sus cualidades de cantante y
actriz.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN3JsersFFN7TI9L3JAOIm9AujzLHU3zzAvMxCV39d0UZIiLYLQcQpjAC9FL1-NmIXk4AhbmJsWcyfqFgpJis7uiIf8obx-Rno_e6PVjnKIM1jfqzvsjc_hQsBSJ1K_aQB-HO5jAsBw0Jk9c_abhLLCGNfVEBxc-y23rggWYqdpxl5itZCx4xfbY9IwQ/s1920/3.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1263" data-original-width="1920" height="422" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiN3JsersFFN7TI9L3JAOIm9AujzLHU3zzAvMxCV39d0UZIiLYLQcQpjAC9FL1-NmIXk4AhbmJsWcyfqFgpJis7uiIf8obx-Rno_e6PVjnKIM1jfqzvsjc_hQsBSJ1K_aQB-HO5jAsBw0Jk9c_abhLLCGNfVEBxc-y23rggWYqdpxl5itZCx4xfbY9IwQ/w640-h422/3.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La primera parada fue Roma, donde
María recibió la noticia del fallecimiento de su padre víctima del cólera, lo
que la dejó desolada.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A pesar de su estado de ánimo, su triunfo en “<i>Otelo</i>”,
que tantas veces había representado con su padre, fue apoteósico lo que le
valió ser contratada para actuar durante varias semanas en el Teatro de San
Carlo de Nápoles, donde obtuvo un éxito abrumador siendo reconocida como la
“prima donna” absoluta de la península. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tras su éxito en Italia la pareja
regresó a Bruselas, donde el 13 de febrero de 1833 nació su hijo Charles
Wilfrid, el único que, a la postre, sobreviviría de todos sus vástagos. Fueron
solo unas semanas de reposo porque María a cuyo temperamento inquieto no le iba
bien la quietud, decidió dejar al niño con la hermana de Charles y retomar su
carrera. En abril ya estaba en Londres para iniciar una temporada de óperas
inglesas en el Drury Lane, y en junio de 1833 representó por vez primera en
inglés el personaje de Amina en “<i>Norma</i>” de Bellini. Las críticas de
aquella noche hablan de un éxito sin precedentes en aquel teatro y de la
fascinación que causó el canto de la Malibrán. Tuvo un encuentro memorable con
el compositor con el cual le uniría desde entonces una honda amistad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Y de nuevo en Italia donde el
público le guardaba una veneración casi religiosa. En el San Carlo de Nápoles
cantó “<i>Norma</i>” con un éxito colosal pero su reto mas importante fue La
Scala de Milán, territorio operístico hasta entonces rendido a la gran diva
Giuditta Pasta, para quien Bellini había escrito su famosa ópera. En la noche
del 15 de mayo de 1834 tuvo lugar la representación con la Pasta entre el
público y teniendo María como oponente en la escena a una cantante española,
Josefa Ruiz-García, su hermanastra, pues era hija de la primera unión de su
padre, Manuel García con Manuela Morales. Tanto fue el éxito alcanzado por la
Malibrán que el empresario le ofreció un contrato fabuloso por los siguientes
tres años con cantidades que hasta entonces nunca habían sido vistas en el mundo
de la ópera.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6NCg0znoWOlE-76Cr9aamCsuO3LwMsQDUHJsNpVVNugnVIgyZa11Xi5gFdOyXHbFVHB7tysglo-ck6FExXH5hmo0LKHfpLbHHNpCOCNJyySNpYVe-6bTAW8IlVyrdvQWXtHiBINfAm3Ym_ymkh9D-ZXBVX0Jru1frLUFv5Dd2sr-1WylhcE7t_lF6vQ/s939/6.%20Teatro%20Principal%20de%20Barcelona.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="893" data-original-width="939" height="608" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh6NCg0znoWOlE-76Cr9aamCsuO3LwMsQDUHJsNpVVNugnVIgyZa11Xi5gFdOyXHbFVHB7tysglo-ck6FExXH5hmo0LKHfpLbHHNpCOCNJyySNpYVe-6bTAW8IlVyrdvQWXtHiBINfAm3Ym_ymkh9D-ZXBVX0Jru1frLUFv5Dd2sr-1WylhcE7t_lF6vQ/w640-h608/6.%20Teatro%20Principal%20de%20Barcelona.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Teatro Principal. Barcelona 1847. Francesc Daniel Molin i Casamajó</i></td></tr></tbody></table><i><br /></i><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El resto de aquel año de 1834 fue
para María un incesante ir y venir de país en país, de ciudad en ciudad, de
teatro en teatro. Londres, Senigallia, Milán Nápoles fueron testigos de sus
éxitos. Su salud parecía recobrada y su ánimo estaba exultante, especialmente
al recibir la noticia de que su matrimonio con Eugène Malibrán había sido
declarado nulo por la Corte Suprema en París. Apenas un año más tarde, el 29 de
marzo de 1836 contraería matrimonio civil con Charles Bériot en la misma
ciudad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1835, su principal reto fue el
estreno de “<i>Fidelio</i>” de Beethoven en el King´s Theater (12 de junio).
Tal fue su éxito que el empresario, agradecido por los beneficios obtenidos,
regaló a María un aderezo de rubíes y diamantes con esta inscripción “<i>A la
señora Malibran, la artista más distinguida que Europa haya tenido jamás</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De Londres a Italia, con
actuaciones en Lucca y Milán, donde recibió la noticia de la muerte de Bellini
en París, que le causó una gran consternación dada su gran compenetración espiritual
con el maestro. “<i>Siento que no tardaré mucho en seguirle</i>”, se dice que
comentó. Para compensar su tristeza cantó en Milán óperas cómicas o semi serias
como “<i>L´elisir d´amore</i>” de Gaetano Donizzeti, heredero del cetro de la
ópera italiana dejado por Bellini. Del mismo compositor estrenó en La Scala “<i>María
Stuarda</i>” (30 de diciembre de 1835), que tuvo pocas representaciones al ser
prohibida por las autoridades austríacas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1836, después de su boda,
cruzó una vez más el Canal de la Mancha para cantar, en inglés, “<i>La Sonnambula</i>”,
“<i>Fidelio</i>” y una ópera nueva, compuesta especialmente para ella por su
amigo Michael Balfe, “<i>The Maid of Artois</i>”, estrenada con gran éxito el
27 de mayo de 1836. Estos éxitos, no obstante, no impidieron que María cayera
en uno de sus habituales episodios depresivos agravado al conocer que estaba de
nuevo embarazada, un contratiempo para su salud y para su carrera. “<i>Perdió
mucho peso, su faz se nubló y su voz dejó de brillar</i>”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Para colmo el 5 de julio tuvo una
grave caída de caballo que le produjo daños en la cabeza con fuertes dolores.
No quiso, empero, dejar de trabajar con lo que continuó su estado de postración.
El 14 de julio dio un concierto en Lieja junto a su marido y a su hermana
Paulina, de quince años. De Lieja pasó a Aix la Chapelle y de ahí de nuevo a
Gran Bretaña pues se había comprometido a participar en el Festival de Manchester
con una larga serie de conciertos. Cantó con aparente normalidad el concierto inaugural
el 13 de septiembre, pero al día siguiente, en una sesión de fragmentos de
ópera en la que participó rivalizando con la soprano María Caterina Rosalbina Caradori-Allan
(1800-1865), después de realizar un terrible esfuerzo en un “bis”, se desmayó
en su camerino. A una ligera mejoría en los días siguientes, sucedió un súbito
empeoramiento el día 22, agravado su estado al sufrir un aborto espontáneo, lo
que provocó su muerte a medianoche del 23 de septiembre de 1836, a los
veintiocho años de edad. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBMDqU9KPbJv8HJcN3uR73c26znC8xKG2SmoWt3NH1HOQicL_uUFHKpUZi-4XkAtzXrzjxAF2zG_e7iTgfWwhXgX59jalVe0DlZWORS_Zrv1ML2RibHWl2PgwrO2zK1Rcrnl_woyT61ufOR8LUkC3m5YU4ENY-zmj0sqjODaY_sUlwCXUq8r2oScMsmw/s900/Tumba%20Laeken-7286.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="900" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBMDqU9KPbJv8HJcN3uR73c26znC8xKG2SmoWt3NH1HOQicL_uUFHKpUZi-4XkAtzXrzjxAF2zG_e7iTgfWwhXgX59jalVe0DlZWORS_Zrv1ML2RibHWl2PgwrO2zK1Rcrnl_woyT61ufOR8LUkC3m5YU4ENY-zmj0sqjODaY_sUlwCXUq8r2oScMsmw/w640-h426/Tumba%20Laeken-7286.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i>Capilla funeraria de María Malibrán. Laeken</i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La noticia de la muerte de María corrió
con celeridad. La gente se agolpó a las puertas del hotel donde reposaba su
cuerpo. Algunas personas llegaron incluso a entrar en la habitación mortuoria
en busca de recuerdos. El comité organizador del Festival se encargó de
organizar los funerales y el entierro de la diva en contra de la voluntad de su
viudo, Bèriot, quien quería que fuera enterrada en Bruselas. Desoyendo su
ruego, el sepelio tuvo lugar en la catedral de Manchester, pero no permaneció allí
el cadáver por mucho tiempo, pues la madre de María, Joaquina Siches y su
hermana Paulina lograron de las autoridades inglesas la exhumación del cuerpo y
su traslado hasta el cementerio de Laeken en Bruselas donde hoy reposan sus
restos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Para toda Europa la muerte de María
Malibran fue un golpe inesperado.<span style="color: #333333; line-height: 107%;"> Alphonse de Lamartine, su amigo, escribió los versos que
figuran en el epitafio de su mausoleo en el cementerio de Laeken y Alfred de
Musset publicó tres semanas después de su desaparición la antes mencionada elegía </span><i><span style="box-sizing: border-box;">Stances à la Malibran, </span></i><span style="box-sizing: border-box;">un canto insuperable de admiración al talento,
la belleza y el arte de esta diva universal.</span></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Enero de 2023<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Andrés Moreno Mengíbar. “<i>Los García. Una familia para el canto</i>”. Centro
de Estudios Andaluces. Consejería de la Presidencia, Administración Local y
Memoria Democrática. Junta de Andalucía. Sevilla, 2018<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Moreno
Mengíbar no indica su título. Podrá tratarse de “<i>Études et souvenirs de
théâtre. Les initiateurs. María Malibran</i>", pero la edición original es
de 1880 o quizás de su libro de recuerdos “<i>Soixante ans de souvenirs</i>”,
de 1886, pero ambas son muy posteriores al fallecimiento de María.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Léase en
<a href="https://www.poetica.fr/poeme-559/alfred-de-musset-a-la-malibran/">A la
Malibran, poème d'Alfred de Musset - poetica.fr</a> <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Condesa de Merlín “<i>Les loisirs de una femme du monde</i>”, Paris, Librerie
deL´Avocat, 1838. <span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">Otras
ediciones: “<i>Madame Malibrán</i>”. Bruselas. Ad. Wahlen et Cíe, 1838, 2 vols;
“Malibran” Pirotta et C. 1840; “Memoirs of Madame Malibrán”. London, Henry
Colburn, 1840; “<i>Memoirs of Madame Malibran, with a selection from her
correspondence and notices of the musical drama in England</i>”. </span>London,
Henry Colburn, 1844 <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Carmen de Reparaz. “<i>María Malibran 1808-1836. Estudio biográfico</i>”.
Prólogo de don Pedro Laín Entralgo. Ministerio de Educación y Ciencia. Servicio
de Publicaciones, 1976.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Mar%C3%ADa%20Malibran.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Entre las películas que se han ocupado de María Malibrán figuran las
siguientes: “<i>María Malibran</i>” (Guido Brignone, 1943), “<i>La Malibran”</i>
(Sacha Guitry, 1944), “<i>La canción de Malibran</i>” (Luis Escobar, 1951) y “<i>Der
Tod de Maria Malibran</i>” (Wernwr Schoreter, 1972</span>) <o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-86550177545250697122022-12-06T01:51:00.050-08:002023-05-16T07:48:56.790-07:00Los García, una familia excepcional (Primera parte)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHXwoomcR1toEMMBPcqXWgFq3ekniMLwAiP2obTa7xllD9S0Bu9AkLOHtNhLWf5JKXUaEJCdT1QUzoMXxViTfsaGFuH9fu0z9RK6Q3qqByJ5V9k3AyUOcEnrt5RzhdhsQRC5hEB91kFZ6SGUjY_KQZlVpxC3nkrIlevE14ZTFf2cqymbMnlYjNCuikxA/s2000/Manuel_Vicente_del_Popolo_Rodriguez_(Garcia).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2000" data-original-width="1531" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHXwoomcR1toEMMBPcqXWgFq3ekniMLwAiP2obTa7xllD9S0Bu9AkLOHtNhLWf5JKXUaEJCdT1QUzoMXxViTfsaGFuH9fu0z9RK6Q3qqByJ5V9k3AyUOcEnrt5RzhdhsQRC5hEB91kFZ6SGUjY_KQZlVpxC3nkrIlevE14ZTFf2cqymbMnlYjNCuikxA/w490-h640/Manuel_Vicente_del_Popolo_Rodriguez_(Garcia).jpg" width="490" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Este apellido, bastante corriente
en España, poco dirá al común de nuestros lectores, pero si les digo que el
cabeza de familia, el hijo y las dos hijas alcanzaron, en el siglo XIX las más altas
cumbres de la fama por su maestría en el canto y su genio musical y personal,
quizás alguno de ustedes haya reconocido a Manuel García y a sus tres hijos
Manuel, María Felicia y Paulina, las dos últimas más conocidas en el mundo
operístico como La Malibrán y La Viardot.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Empecemos a conocer a esta
talentosa familia por la figura del progenitor: Manuel García, que, en
realidad, no se llamaba así sino Manuel Rodríguez Aguilar, aunque con los años
cambió su nombre y apellidos por los de Manuel del Pópolo Vicente García. Nació
Manuel en la ciudad del Betis, en 1775. A los seis años era corista de la
catedral de Sevilla y tan aventajado le vieron que pronto recibió instrucción
especial tanto de canto como de música. Antes de llegar a los veinte años había
logrado fama de músico en su ciudad natal. Las crónicas le presentan como un
joven de buena prestancia, mirada inteligente, boca sensual y sobre todo
poseedor de una gran cultura musical al servicio de una voz hermosa educada con
severa disciplina.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Manuel del
Popolo se casó en dos ocasiones. La primera, en 1797, con la soprano y
bailadora de boleros Manuela Aguirre Pacheco, conocida como “Manuela Morales”
con la que tuvo dos hijos, fallecidos a corta edad y dos hijas, una de ellas la
tiple Josefina García Morales (1803-1850), conocida con el nombre de Josefina
Ruiz García y años más tarde volvió a esposarse con Joaquina Siches Briones,
con quien tendría tres hijos Manuel García, María Felicia y Paulina.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Al</span>
año siguiente de su segunda boda, el matrimonio se trasladó a Madrid donde fijó
su residencia. Ingresó Manuel en la compañía de Francisco Ramos con la que
debutó el 16 de mayo de 1798. De esa época son sus dos primeras tonadillas: “<i>La
maja y el majo” </i>(1798) y “<i>La declaración</i>” (1799). Obtuvo su primer
papel importante en la ópera “<i>Nina</i>” de Giovanni Paisiello y participó en
el Oratorio “<i>Nabucodonosor</i>” en el Teatro de los Caños del Peral. Tenía nuestro
hombre un carácter difícil, llegando incluso a negarse a cantar en alguna
representación. En cierta ocasión se vio involucrado en una pelea con un
centinela del Teatro del Príncipe, a consecuencia de la cual es posible que se
viera forzado a mudar su residencia a Málaga. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hasta 1800 no pudo volver a
Madrid y lo hizo para incorporarse a la compañía de Isidro Maiquez (1768-1820)
en el Teatro de los Caños del Peral interviniendo en el año 1802 en varias
representaciones de ópera, entre otras, “<i>Las bodas de Fígaro</i>”, de
Mozart, y en operetas, algunas compuestas por el mismo como “<i>El seductor arrepentido</i>”
y “<i>Quien porfía mucho alcanza</i> (ambas de 1802).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los años siguientes fueron ya de
éxito para García convertido en cantante y director. Compuso e interpretó
diversas operetas como “<i>El luto fingido</i>” (1803) y “<i>El criado fingido</i>”
(1804) cuyo polo “<i>Cuerpo bueno, alma divina</i>” dicen que inspiró a Bizet
para componer el preludio al cuarto acto de “<i>Carmen</i>”. En 1805 estrenó en
el Teatro de los Caños del Peral la ópera monólogo en un acto “<i>El poeta
calculista</i>” que alcanzó gran éxito y meses después estrenó su exótica opereta
“<i>El cautiverio aparente</i>” que fue ridiculizada por la crítica. Ese mismo
año de 1805 nació su hijo mayor, el también célebre Manuel Patricio García
(1805-1906), del que hablaremos más tarde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante los años siguientes,
García, ya convertido en maestro supernumerario de los teatros de Corte,
continuó estrenando nuevas producciones, incorporando a un género importado
como la opereta, canciones populares andaluzas que conocía bien y que
adquirieron vida propia, interpretándose tanto en los salones como en los
teatros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su siguiente paso fue Paris
donde, pese a la resistencia de algunos colegas logró ingresar en la Ópera
Buffa en 1808, debutando en “<i>Griselda</i>” de Ferdinando Paër (1771-1839.
Durante su etapa parisina los críticos alabaron su voz “<i>agradable, flexible
y precisa</i>” aunque quizás excesivamente bella para su gusto. Obtuvo un gran
triunfo con el estreno el 15 de marzo de 1809 de “<i>El poeta calculista</i>”,
compuesta por él en Madrid. Gracias a la mediación de Paër logró ser admitido
en la compañía del Théâtre des Italiens.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYJwM8Yi1TaM8-LUqPd-zXhDv_nDeJDMGOETEjvYIGY8YjB1SuyC2Y7hoKhGDELRjP3s4Eiz504oFjuXexCEfHkciJZOIhf6CDqMc4Z1rOx5cm5TKQm839mKWocLAjtt64a7hKunIWvLusejdkanXNDyVB41MGESqBl_nLFD7tS6sjEtv5X0OpbL00SA/s500/Teatro%20de%20los%20italianos.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="333" data-original-width="500" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYJwM8Yi1TaM8-LUqPd-zXhDv_nDeJDMGOETEjvYIGY8YjB1SuyC2Y7hoKhGDELRjP3s4Eiz504oFjuXexCEfHkciJZOIhf6CDqMc4Z1rOx5cm5TKQm839mKWocLAjtt64a7hKunIWvLusejdkanXNDyVB41MGESqBl_nLFD7tS6sjEtv5X0OpbL00SA/w400-h266/Teatro%20de%20los%20italianos.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Teatro de los Italianos. París</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1811, la familia García,
aumentada en 1808 con el nacimiento de su hija María Felicia (la futura Malibrán),
emigró a Italia donde el tenor, ya con treinta y seis años, madurado por sus
éxitos en París, volvió a brillar con la composición de nuevas obras que cantó
el mismo como “<i>Il califfo di Bagdad</i>”, su ópera buffa de más éxito,
estrenada en el Teatro del Fondo de Nápoles (30 de septiembre de 1813) y “<i>Tella</i>
<i>e Dalaton, o sia la doncella di Raab</i>”, ópera seria estrenada en el Real Teatro
de San Carlo de Nápoles (4 de noviembre de 1814) que no tuvo tanto éxito. Pero
lo más importante que le sucedió a García en Italia es que conoció al gran Gioachino
Rossini (1792-1868) quien escribió varios papeles para él, en particular el del
conde Almaviva para “<i>Almaviva ossia L’ inutile precauzione (Il Barbieri di
Seviglia</i>)”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20Garc%C3%ADa.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> La obra,
estrenada en el Teatro Argentina de Roma el 20 de febrero 1816, no obtuvo un
gran éxito, pero entre el tenor y el compositor nació una amistad fructífera y
duradera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1816, tras una breve estancia
en Inglaterra regresó al Théâtre des Italiens en París. Su experiencia en
Italia y las canciones de canto recibidas de Giovanni Ansani, tenor y profesor
muy respetado, le habían convertido en una personalidad artística de gran
presencia en el escenario. En París, aparte de estrenar con gran éxito “<i>Il
califfo di Bagdad</i>” compuso su primera ópera francesa “<i>Le prince
d’ocassion</i>” estrenada el 10 de diciembre de 1817 y luego marchó de nuevo a
Inglaterra donde tenía a su hija María Felicia interna en un convento de
Hammersmith con el fin de que adquiriera una educación inglesa. Allí estrenó “<i>Il
Barbieri di Seviglia</i>” e intervino en otras obras de distintos compositores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A finales de 1819 volvió a París
donde estrenó su segunda ópera bufa “<i>Il fazzoletto</i>” que constituyó un
rotundo fracaso (23 de marzo de 1820), compensado el 7 de octubre del mismo año
cuando cantó por vez primera el “<i>Don Giovanni</i>”, de Mozart que fue uno de
sus mayores éxitos. A principios de 1822 cayó gravemente enfermo y tuvo que
retirarse del escenario durante unos meses. Posteriormente estrenó su “<i>Florestán,
ou Le Conseil des dix</i>” en la Ópera de París (28 de junio de 1822), escrita
en muy poco tiempo y que fue un estrepitoso fracaso que marcó su descrédito
como compositor y que fue causa de que la Ópera de París decidiera no presentar
más obras suyas. Por entonces fundó una escuela de canto, convirtiéndose en uno
de los profesores más distinguidos del siglo XIX.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En mayo de 1823 volvió de nuevo a
Londres donde al año siguiente abrió una academia de canto en su casa de
Picadilly y publicó en la editorial Boosey, sus “<i>Exercises and Method for
singing</i>”. Sus relaciones con la administración del teatro de Londres no
fueron fáciles por sus frecuentes indisposiciones y por haberse negado a cantar
en alguna ocasión, razón por la cual, consciente de su valía como tenor,
director y compositor tomó la decisión de viajar a Nueva York en septiembre de
1825 junto con su mujer e hijos que ya eran tres pues en 1821 ya había nacido
la pequeña Paulina. La compañía, ocho personas en total, cuatro de ellas de la
familia García, fue contratada por un viticultor de Nueva York de nombre
Dominic Lynch Jr. (1756-1867), al parecer alentado por el poeta y libretista de
ópera, Lorenzo da Ponte (1749-1838), entonces profesor de italiano en el
Columbia College.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUaJ93lkurGE93qwChbax_CNo4znlpHfWqIlTld6RsLS34-wONg5GMTVwf17t7tzoyN5N7tt3ZdsHTktBV1OdgeYnchxFkAfH7RS_V2aF-fWxnKXZbmebVa2MTcngl6aYNKxhkfw8wB1cGL8Rw-OfUguHfilVomvRvTGuy7A36LRcackYHNX86zbWrmw/s893/Park_Theatre,_Brooklyn.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="893" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUaJ93lkurGE93qwChbax_CNo4znlpHfWqIlTld6RsLS34-wONg5GMTVwf17t7tzoyN5N7tt3ZdsHTktBV1OdgeYnchxFkAfH7RS_V2aF-fWxnKXZbmebVa2MTcngl6aYNKxhkfw8wB1cGL8Rw-OfUguHfilVomvRvTGuy7A36LRcackYHNX86zbWrmw/w359-h400/Park_Theatre,_Brooklyn.jpg" width="359" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Park Theatre, Brooklyn</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8p9jtTkBv0OAwMb0KhaWuN1BJpE4_JahXQRKg19HNq7srjdW4nku8XGdHnj8-cj1bmpK9xbvQlzzQGfX16L5-P85Md9aver-bCivBj1_xB2Fab294IDFNa-de-rOeUsVefHRRzBK5DEmPr1FiwUO3bOugeKQ5hpKPbiNMzJbfrnQaJveR2vidptTkZA/s3600/barbero_alma_viva.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3600" data-original-width="1737" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8p9jtTkBv0OAwMb0KhaWuN1BJpE4_JahXQRKg19HNq7srjdW4nku8XGdHnj8-cj1bmpK9xbvQlzzQGfX16L5-P85Md9aver-bCivBj1_xB2Fab294IDFNa-de-rOeUsVefHRRzBK5DEmPr1FiwUO3bOugeKQ5hpKPbiNMzJbfrnQaJveR2vidptTkZA/s320/barbero_alma_viva.jpg" width="154" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">El 7 de noviembre llegaron a
Nueva York y el 25 se anunciaba ya la representación de “<i>Il Barbieri di
Seviglia</i>” en el Park Theatre de Nueva York donde actuó toda la familia:
Manuel García padre era Almaviva; Fígaro, Manuel García hijo; María Felicia era
Rosina y la esposa, Joaquina, era Berta. Por primera vez el público neoyorkino
pudo escuchar una ópera en italiano. Se cuenta que asistió mucha gente y que
entre los ilustres estaban el escritor Fenimore Cooper y el ex rey de España
José I. Una gaceta llamada “Albión” aseguraba que la representación era de lo
más elegante que se había visto en un teatro americano. Poco tiempo después (17
de diciembre de 1825) presentó su propia ópera cómica “<i>L´amante astuto</i>”
que fue mal recibida al igual que la semi trágica, suya también, “<i>La figlia
del aria</i>” (25 de abril de 1826). Mayor éxito obtuvo con la presentación de
otras óperas italianas como “<i>Otelo</i>” de Rossini, (7 de febrero de 1826), y
sobre todo de la ópera de Mozart “<i>Don Giovanni”</i> presentada al público, por
indicación de Da Ponte, su libretista (23 de mayo de 1826).</div><o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVYTrMP_lYpwMcC7u0ImEPrkWNI-SuaPyHdJsaGOeb06-BkF3c4zLD1_h_5HCTHLU8fG4tc3XCpS0zmfI0Xu4j4e_L1crfa5JDeeWE9ZcmxhwQjb8xnUtu43SWXTJGJdoof5qJStl-RxVZ3ojVwY6ZtvVxks69h1EV9RMjCcyLNuLIos6dyilecQvMsg/s2739/Garc%C3%ADa%20como%20Otelo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2739" data-original-width="1897" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVYTrMP_lYpwMcC7u0ImEPrkWNI-SuaPyHdJsaGOeb06-BkF3c4zLD1_h_5HCTHLU8fG4tc3XCpS0zmfI0Xu4j4e_L1crfa5JDeeWE9ZcmxhwQjb8xnUtu43SWXTJGJdoof5qJStl-RxVZ3ojVwY6ZtvVxks69h1EV9RMjCcyLNuLIos6dyilecQvMsg/w444-h640/Garc%C3%ADa%20como%20Otelo.jpg" width="444" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dificultades económicas y
problemas familiares que luego comentaremos al hablar de su hija María Felicia,
influyeron para que García abandonara Nueva York con dirección a México donde,
según cuenta en sus memorias, unos bandidos le robaron todo el dinero en la
carretera entre México y Veracruz. Debutó en el Tetro Provisional (Teatro de
los Gallos) con “<i>Il Barbieri di Seviglia</i>” (29 de junio de 1827), seguida
por su propia “<i>El Abufar ossia La famiglia araba</i>” (13 de julio de 1827).
A pesar del creciente sentimiento antiespañol en México que culminó con la
expulsión de todos los españoles a finales de 1827, a García se le permitió
continuar en el país donde estrenó varias de sus óperas en castellano; “<i>Semíramis</i>”,
“<i>Xaira</i>”, “<i>Los maridos solteros</i>” y “<i>El gitano por amor</i>”. A
finales de noviembre de 1828 abandonó México y el 22 de noviembre embarcó con
destino a Francia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De nuevo en París, se reincorporó
al Théâtre des Italiens, donde fue recibido muy calurosamente por el público,
actuando como Almaviva en “<i>Il Barbieri di Seviglia</i>” (24 de septiembre de
1829), en “<i><span style="color: #333333; line-height: 107%;">Elisabetta,
regina d’Inghilterra </span></i><span style="color: #333333; line-height: 107%;">(23 de octubre de 1829) y, por fin, en “<i>Don Giovanni” </i>(23
de noviembre de 1829). Su voz entró en decadencia poco a poco, tanto por la
edad como por la fatiga, tomando la decisión de dedicarse exclusivamente a la
docencia y a la composición, actividades para las que estaba especialmente
dotado: así, abrió una Academia </span><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">sita en la
rue des Trois Fréres, muy concurrida de alumnos</span><span style="color: #333333; line-height: 107%;"> y entre 1830 y 1831 publicó selecciones
de “<i>El gitano por amor” </i>y una colección de canciones bajo el
título de “<i>Caprichos líricos españoles”</i>. En 1831 fue nombrado
adicto facultativo en el Real Conservatorio de Música de María Cristina en
Madrid. El 4 de agosto de 1831 apareció en público por última vez en un papel
de la ópera “<i>Le vendemie di Xeres” </i>del conde Beramendi,
representada en el Teatro Tivoli en París. Falleció en la capital francesa el
10 de junio de 1832 y fue enterrado en el cementerio de Père Lachaise.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9gkzRUIuGJJWhH_Uj8obv-KcOTpVv3kNCK5q8pFPgrvxmCuqulr-O4IRwLDXIAdYA2CYzOstq03qdo2F4qBvlyR4iPiZWMdorvMZnjew39pJdQrxO6lWeCfNLpO1shOGvEicxdVa5oYEF2q8g88z3RNXNFKP7fLRaV7DDJlTGc0Wwskce1-nGfmOtXg/s696/Libro.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="696" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9gkzRUIuGJJWhH_Uj8obv-KcOTpVv3kNCK5q8pFPgrvxmCuqulr-O4IRwLDXIAdYA2CYzOstq03qdo2F4qBvlyR4iPiZWMdorvMZnjew39pJdQrxO6lWeCfNLpO1shOGvEicxdVa5oYEF2q8g88z3RNXNFKP7fLRaV7DDJlTGc0Wwskce1-nGfmOtXg/s320/Libro.jpg" width="230" /></a></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">A pesar de sus orígenes españoles, Manuel
García se convirtió en un modelo de tenor a la italiana. De hecho, según
François-Joseph Fetis, uno de los críticos musicales más influyentes del siglo
XIX, su voz era la de un tenor profundo, lo que se conoce en Italia como un
“baritenore”. En otro orden de actividades, y en opinión de James Radomski,
autor del libro “<i style="color: #333333;">Manuel García (1775-1832) Maestro del bel canto y
compositor</i><span style="color: #333333;">” (2002), “</span><i style="color: #333333;">su obra contribuyó a difundir el idioma musical
español fuera de España, contribuyendo a la formación del mito del
pintoresquismo musical español en Europa</i><span style="color: #333333;">”. Si bien su producción escénica
ha caído en el olvido, sus canciones españolas y andaluzas, plenas de casticismo,
tuvieron mejor fortuna y han seguido siendo interpretadas hasta hoy.</span></div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333;"><span style="font-size: x-large;">Manuel
Vicente García Siches<o:p></o:p></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYRe0hhixFAm9EJ-nqEKJAFrAIAAbTCCars-z3QnO4ihV42C_W-ltTJgEwVcAhfIEAjBMqQa8DFqX8btX5_yMADKXypbKAxFUqDG3vRAYxWelKQ4aBxQaeDVw3yYdRGSt6hK1h6Hq4s5KPsWFKMYef4SDZOAtIA_yYGy3DOAImF2Fb5KKCTcvzWEquZw/s400/Placa.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="266" data-original-width="400" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYRe0hhixFAm9EJ-nqEKJAFrAIAAbTCCars-z3QnO4ihV42C_W-ltTJgEwVcAhfIEAjBMqQa8DFqX8btX5_yMADKXypbKAxFUqDG3vRAYxWelKQ4aBxQaeDVw3yYdRGSt6hK1h6Hq4s5KPsWFKMYef4SDZOAtIA_yYGy3DOAImF2Fb5KKCTcvzWEquZw/w640-h426/Placa.JPG" width="640" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span><span style="color: #333333; font-size: x-large;">Hace
unos años, paseando por Madrid, alrededores de la Gran Vía, en concreto por la
calle de Fomento, en el tramo que va en sentido ascendente desde la calle del
Río a la de Torija, me topé, por casualidad, con una casa baja, vetusta, de
aquellas que, a pesar de su interés histórico, caerán cualquier día bajo los
golpes de la inmisericorde piqueta. En esta casa humilde, en la que entonces era conocida como calle del Limón Baja o del Limoncillo, nació un genio desconocido para muchos que
fue llamado por sus contemporáneos el Cristóbal Colón de la laringe, Manuel
Vicente García Siches (1805-1906), maestro de canto, descubridor del
laringoscopio, hijo de Manuel García y Joaquina Briones y hermano de las celebérrimas cantantes la
Malibrán y la Viardot. </span><span><span style="color: #2b00fe; font-size: large;">(Véase Nota nueva 1)</span><span style="color: #333333; font-size: x-large;"><o:p></o:p></span></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333;"><span style="font-size: x-large;">Así, más o menos, empezaba el pequeño artículo
que escribí en otro de mis blogs<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20Garc%C3%ADa.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> con motivo de este
hallazgo casual y que ahora recupero en parte, con algunas adiciones. <o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp2XDrErpfU4XJsBSqrNzvrjW5FsnH8Sbh7p2Qt5TwQqc_5sASWeXuuyg7G8945nOCb4TVun20qQkLsZPW77FQO97HB-QHRUnRxt9pmMbczrem-OjmxfWzlm1-FsrvX_6VBPr5FzDx4KqkhnvpogDEC7h5zjefxC4Na7cNrdCvU5HzuhdVPlMJhUWoqA/s199/Manuel%20Garc%C3%ADa%20Siches.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="199" data-original-width="127" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp2XDrErpfU4XJsBSqrNzvrjW5FsnH8Sbh7p2Qt5TwQqc_5sASWeXuuyg7G8945nOCb4TVun20qQkLsZPW77FQO97HB-QHRUnRxt9pmMbczrem-OjmxfWzlm1-FsrvX_6VBPr5FzDx4KqkhnvpogDEC7h5zjefxC4Na7cNrdCvU5HzuhdVPlMJhUWoqA/w255-h400/Manuel%20Garc%C3%ADa%20Siches.jpg" width="255" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">Manuel Vicente García Siches nació en Madrid y en la
casa que hemos mencionado el 17 de marzo de 1805. Era hijo del segundo
matrimonio de su padre, Manuel García con la soprano catalana María Joaquina
Siches Briones conocida como “Joaquina la Briones”. Recordemos que de este
matrimonio nacieron tres hijos, María Felicia García de Malibrán y De Benot
(1803-1836), conocida en el mundo artístico como “La Malibrán” Micaela Paulina
Ferdinanda García de Viardot (1821-1910) pianista y tiple conocida como “Madame
Viardot” y nuestro Manuel Vicente García, el mayor de los tres.</div></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Durante sus años de infancia,
coincidentes con la invasión de España por las tropas napoleónicas, Manuel quedó
en Madrid al cuidado de sus abuelos y de unos tíos, dado el trabajo y los
compromisos profesionales de sus padres en París y luego en Italia. En 1815,
Manuel pudo reunirse con sus padres en Nápoles e iniciar sus estudios de música
y canto, teniendo, entre sus maestros, a Nicola Antonio Zingarelli (1752-1837),
a Ansani y a su propio padre.</span></span><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Entre 1815 y 1823 la familia García
alternó temporalmente su residencia entre Paris y Londres. En París el joven
Manuel se dedicó con gran intensidad al estudio de la música y el canto en el
Conservatorio bajo la tutela de François Joseph Fetis.</span></span><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Como ya sabemos, en 1825 la familia se
trasladó a Nueva York invitados a formar una compañía de ópera para trabajar
juntos en el Park Theatre, actuando el padre de primer tenor, además de
director artístico, María Felicia de primera soprano, la madre, Joaquina
Briones, de segunda soprano y debutando Manuel de barítono, con veinte años. La
compañía de los García supuso un hito en la historia musical de Nueva York
donde estrenaron por vez primera obras de Mozart y de Rossini, junto con otras
de Manuel García, padre. Razones diversas, la inclemencia del tiempo que
perjudicaba sus gargantas, quizás dificultades financieras sobrevenidas, les
decidieron a marchar a México donde permanecieron dieciocho meses, desde 1826
hasta finales de 1828, interpretando óperas italianas traducidas al español.</span></span><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"> </span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">En enero de 1829, la familia García volvió a Europa,
estableciéndose en París, donde el padre, retirado de la actividad teatral, abrió
una academia de canto muy frecuentada por los jóvenes artistas de la época. En
esta academia colaboró también el joven Manuel quien, ante las críticas
desfavorables recibidas, había decidido dejar la interpretación y dedicarse a
la enseñanza del canto.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Debido a desavenencias con su padre, que debía tener
un carácter muy fuerte, Manuel se alistó en el Ejército Expedicionario Francés
y partió para Argelia el 11 de mayo de 1830. A su vuelta, a finales de ese
mismo año se incorporó a la Administración de los Hospitales Militares lo que
le permitió la asistencia a numerosas sesiones clínicas. Es entonces cuando se
aficionó a los estudios anatómico-fisiológicos de la laringe.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7LfqT6CUuJ41MqtBzQSdWzyU6k4WoSovEYfVqYBg4S5LvmxaIGznFQvVuSSqO5tdddDpOkCsIyB_u7g5epObgaleri3WpGv-iqPyMN44BRfr1EJtJKQGyOqlTU1rzlm7Bg-a9hnAOjnusXh5rLleHDfCuxzQ1YyRyperhTlVE2WYXQN4CimBrsng53Q/s1303/Trait%C3%A9.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1303" data-original-width="955" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7LfqT6CUuJ41MqtBzQSdWzyU6k4WoSovEYfVqYBg4S5LvmxaIGznFQvVuSSqO5tdddDpOkCsIyB_u7g5epObgaleri3WpGv-iqPyMN44BRfr1EJtJKQGyOqlTU1rzlm7Bg-a9hnAOjnusXh5rLleHDfCuxzQ1YyRyperhTlVE2WYXQN4CimBrsng53Q/w470-h640/Trait%C3%A9.jpg" width="470" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">Como resultado de sus investigaciones, en 1835, a la
edad de treinta y cinco años, escribió un estudio titulado “<i>Memoire sur la
voix humaine</i>” que leyó en la Academia de Ciencias del Instituto de Francia
en París el 16 de noviembre de 1840 y que luego publicaría ampliado en forma de
libro con el título “<i>Ecole de García: Traité complet de l´art du chante</i>”.
Años más tarde, en 1847, una vez nombrado profesor titular de canto en el
Conservatorio de París, amplió el tratado con una segunda parte que publicó en
París titulada “<i>Traité complet de l´art du chante, en deux parties, première
parti, deuxième édition, seconde partie, première edition</i>” dedicada al rey
Oscar I de Suecia, como tributo a la nacionalidad de la mejor de sus
discípulos, la soprano Jenny Lind (1820-1884, apodada el “ruiseñor sueco”.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;">En 1848, huyendo de los acontecimientos políticos
derivados de las revueltas de aquel año, Manuel se trasladó con su familia a
Londres donde continuó con la escuela de canto y pronto fue nombrado profesor
de la Royal Academic of Music y luego del Royal College of Music. Es en estos
primeros años de estancia en Londres cuando Manuel concibió la idea de ver la
laringe en funcionamiento, lo que conseguirá a su vuelta a París en el verano
de 1854. El propio Manuel García cuenta que la idea de la iluminación de la
laringe se le ocurrió una mañana de septiembre mientras paseaba por los
jardines de las Tullerías al ver reflejar los rayos del sol en los cristales
del Palais Royal como si fuera un espejo, concibiendo inmediatamente la idea de
construcción del espejo laríngeo y en el sol como medio de iluminar el órgano
fonador, tras su reflexión en el espejo.</span><span face=""Helvetica",sans-serif" style="color: #333333; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">Manuel García dio a conocer el laringoscopio, la
técnica de uso y las primeras observaciones fisiológicas ante la Royal Society
of London el 22 de marzo de 1855. El informe-comunicación de este trabajo
reveló a Manuel García como un hombre de un extraordinario conocimiento y
clarísimo talento, pero no fue acogido con entusiasmo e interés hasta que su
publicación en una revista llegó a las manos de Ludwing Turk (1810-1865) de
Viena, en el verano de 1857, quien se dio cuenta de sus posibilidades y lo
aplicó en el Hospital General de Viena siendo sus resultados acogidos con gran
entusiasmo por la Sociedad Imperial de Médicos de Viena. Más tarde estos
ensayos fueron continuados con luz artificial por Johann-Nepomuk Czermak
(1828-1873). Así es justo considerar a Manuel García como el inventor real del
laringoscopio, a Ludwing Turk como el aplicador del laringoscopio a la
patología laríngea y a Johann-Nepomuk Czermak como el perfeccionador de los
instrumentos y simplificador del método.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">Digamos por último para terminar este
breve apunte biográfico que Manuel García estuvo casado dos veces. Con su
primera mujer, la soprano Eugenie Mayer (1815-1880) tuvo cuatro hijos: María,
Eugenio, Manuel y Gustavo (1837-1925). Gustavo y luego su hijo Angelo Alberto
(1875-1946) continuaron la labor docente de su padre y abuelo. De su segunda
mujer, Beata, casado hacia 1870, tuvo dos hijas Paula y Manuela. </div><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #333333;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="background-color: white; color: #333333;">Manuel García, que nunca renunció a su nacionalidad
española, falleció a los 101 años en Crikelwood, cerca de Londres, en su
residencia “Mon abri”, el 1 de julio de 1906 y fue enterrado en el cementerio
contiguo a la iglesia de St. Edward en Suttonplace, próximo a Woking.</span></div></span><div>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">El 6 de octubre de 1924, la Real Academia de Medicina
de Madrid, celebró una solemne sesión en memoria de Manuel García y promovió la
colocación de la lápida conmemorativa en la fachada de la casa que le vio nacer.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">En la siguiente entrada hablaremos de las dos famosas
hermanas: la Malibrán y la Viardot. </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Diciembre de 2022 (añadida nota, mayo 2023)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; text-align: justify;"><b><span style="color: #333333; mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p> </o:p></span><span style="background-color: transparent; text-align: left;"><span style="font-size: large;">NOTAS</span></span></b></p><div style="mso-element: footnote-list;">
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20Garc%C3%ADa.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Por cierto, que he leído que Sevilla es la ciudad del mundo que más aparece en
las óperas, 153 exactamente suceden allí (Rosa Montero. <i>Contra los estereotipos.
</i>El País Semana 13 noviembre 2022).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="color: #2b00fe; font-size: large;">Nota Nueva 1. </span><span style="font-size: large;">Pedro de Répide. La Casa de una familia genial. Donde nació Manuel García. Nuevo Mundo, 11 de noviembre de 1921</span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20Garc%C3%ADa.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="https://manuelblasdos.blogspot.com/2014/01/una-placa-conmemorativa-olvidada-manuel.html">Una
placa conmemorativa olvidada: Manuel García | Manuelblas.Madrid
(manuelblasdos.blogspot.com)</a></span><o:p></o:p></p>
</div>
</div></div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-36018854575168987962022-11-27T08:48:00.000-08:002022-11-27T09:17:32.247-08:00EL PRIMER PABLO IGLESIAS<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnyUykOWJ2C8QRCzLTkeN8X7V99M22qlEgeWPRNHgi7OHw3nT2IJw_ZLH51Lu_y9S7MPvDxc8xYahTsDnsmJZ3E7UTf_AF-FJ2q3w8zTBIBIea_7KEkYFoNwr6Odu4WaRGB-MBUXWqP5Dx0bPJ1OvDEwczoFDF6kMAPaXCA387X5VNTveprBtKO5Gs0A/s1520/Pablo%20Iglesias.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1520" data-original-width="977" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjnyUykOWJ2C8QRCzLTkeN8X7V99M22qlEgeWPRNHgi7OHw3nT2IJw_ZLH51Lu_y9S7MPvDxc8xYahTsDnsmJZ3E7UTf_AF-FJ2q3w8zTBIBIea_7KEkYFoNwr6Odu4WaRGB-MBUXWqP5Dx0bPJ1OvDEwczoFDF6kMAPaXCA387X5VNTveprBtKO5Gs0A/w412-h640/Pablo%20Iglesias.jpg" width="412"></a></div><br><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Todos en España conocen a Pablo
Iglesias Turrión, uno de los fundadores del partido Podemos, vicepresidente
segundo del Gobierno entre 2020 y 2021; muchos, sin duda, habrán oído hablar de
Pablo Iglesias Posse (1850-1925), líder obrero, uno de los fundadores del
partido Socialista y de la UGT, “educador de muchedumbres” como le apodó Maroto,
su biógrafo, pero serán muy pocos, creo, quienes se acuerden del primer Pablo
Iglesias de quien habla la Historia, un “mártir de la Libertad española”, de
los que figuran en el famoso grabado, dibujado por Santiago Llanta y Guerín que
se guarda en la Biblioteca Nacional. De este primer Pablo Iglesias nos vamos a ocupar
hoy en esta entrada.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3L03zsYTAocg4YpSouauSKuJTpQTb5P4vXgn3O0R68aw3-vXVPhvTKjTGTjgCVftnciO4sRbiJiwoL25-tWpbtyZrmLSH_yWvh4eAZqjw8MDxaFN8G8jb0B3b5_MkAHGqmzdzm4RoegJrYG6w2nfkwYe3Z1eMwd1q9SzvNRTEZfHocc79VVUkxn53jA/s938/MartiresDeLaLibertadEspa%C3%B1ola.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="938" data-original-width="655" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3L03zsYTAocg4YpSouauSKuJTpQTb5P4vXgn3O0R68aw3-vXVPhvTKjTGTjgCVftnciO4sRbiJiwoL25-tWpbtyZrmLSH_yWvh4eAZqjw8MDxaFN8G8jb0B3b5_MkAHGqmzdzm4RoegJrYG6w2nfkwYe3Z1eMwd1q9SzvNRTEZfHocc79VVUkxn53jA/w446-h640/MartiresDeLaLibertadEspa%C3%B1ola.jpg" width="446"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pablo Iglesias González,<a href="#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que este era su nombre completo, nació en Madrid el 8 de enero de 1792, hijo de
padres pobres. En 1808, con tan solo dieciséis años, tomó las armas contra el
francés invasor y no las dejó hasta 1814, cuando ya muerto su progenitor, regresó
a Madrid y practicó el oficio de cordonero y tirador de oro, que había heredado
de su padre y con el que se hizo rico. Durante el Trienio Liberal fue Regidor
del Ayuntamiento de Madrid (1822-1823) y en 1823, capitán de cazadores de la
Milicia Nacional Voluntaria (MNV), tomando parte en la llamada acción del 7 de
julio, defendiendo la Plaza Mayor frente a las acometidas de la Guardia Real.
Al comienzo de la “ominosa década” (1823-1833) se refugió en Gibraltar. Allí reclutó
un puñado de hombres a los que vistió con unas casacas rojas del ejército
británico, completando su uniforme con charreteras y bordados que le envió su mujer
desde Madrid y que pronto fueron conocidos como “los coloraos”. Su intención
era proclamar la libertad en Almería, confiando en el apoyo de los sectores
liberales de la ciudad y hasta allí se trasladó en un bergantín bajo pabellón inglés.
Le acompañaban tan solo 47 hombres, incluyendo en este número un capellán
catalán, tres ingleses y un general de Napoleón proscrito por Luis XVIII. En
Almería le esperaban otros 60 hombres.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A la vista de tan reducidos
efectivos, Iglesias quiso aplazar el asalto a Almería hasta que le llegaran
refuerzos, pero el bergantín que le había traído descubrió la amenaza, al
cañonear durante una hora la ciudad poniendo sobre aviso a las autoridades. Al
día siguiente el ejército de Iglesias aumentó con la llegada de 250 contrabandistas
que se incorporaron a la hueste invasora con el grito de “Viva Riego y la libertad”.
Todos juntos se dirigieron a la ciudad con el ánimo de tomarla en la madrugada
del 16 de agosto de 1824, pero, ante los primeros cañonazos de sus defensores,
los asaltantes salieron en desbandada, siendo clamorosamente derrotados y
capturados la mayor parte de los expedicionarios antes de finalizar el día. Iglesias
y un compañero pudieron huir, llegando a Cúllar de Baza, donde fue reconocido y
apresado. Trasladado a Madrid fue ahorcado en la Plaza de la Cebada, sin juicio
público, el 25 de agosto de 1825. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pablo Iglesias fue un imitador desafortunado
de Riego. Imaginaba que un simple pronunciamiento bastaría para provocar la
esperada insurrección nacional que mostrara al rey Fernando VII el alma liberal
del pueblo español. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ante sus captores
reconoció ingenuamente que “Presentarse al frente de Almería, sublevarse una
parte del pueblo y franquearme las puertas sería todo uno”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiostZqTk32bMz0iSWpMR5dGj0J04ez74Q5-8xlc-OYdCaDzTIhI4VNTk5GbUGBQvbAABaeKHKQRlzPc6CauORNTLtl_rCcYcKju4ygNfnfMmcIa7pkXjI3blmNvk8pEp0hvyhj_QOOK7y5FIfn3QTjPNFGSUZjRjk6BD65-Li9xkU7r8hwdARWISe3lw/s2546/Monumento%20a%20los%20coloraos%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2546" data-original-width="1811" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiostZqTk32bMz0iSWpMR5dGj0J04ez74Q5-8xlc-OYdCaDzTIhI4VNTk5GbUGBQvbAABaeKHKQRlzPc6CauORNTLtl_rCcYcKju4ygNfnfMmcIa7pkXjI3blmNvk8pEp0hvyhj_QOOK7y5FIfn3QTjPNFGSUZjRjk6BD65-Li9xkU7r8hwdARWISe3lw/w456-h640/Monumento%20a%20los%20coloraos%203.jpg" width="456"></a></div><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Almería a la que quiso liberar
del absolutismo, no se olvidó de Iglesias. El Ayuntamiento erigió en 1870 un
monumento la memoria de “los coloraos” en la Puerta de Purchena, desplazado dos
años más tarde a la Plaza de la Constitución. Este monumento, conocido en
Almería como el “Pingurucho de los coloraos” fue destruido en 1943 y erigido de
nuevo en 1988, en una réplica del anterior, en el mismo lugar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pablo Iglesias dejó, al parecer,
escritas unas “Memorias” hoy perdidas pero que fueron aprovechadas por Eusebio
Martínez de Velasco en su obra “<i>Don Pablo Iglesias, mártir de las libertades
patrias</i>” (1862). También dicen que dejó escritos unos “<i>Apuntes para servir
a la historia de su desgraciada empresa</i>” que el día de su muerte entregó a su
compañero de prisión Francisco Rodríguez de la Vega y que este utilizó en “<i>Los
últimos momentos de Pablo Iglesias</i>”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Noviembre de 2022<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Difunde entre tus amistades
este blog</i> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p><b style="text-align: left;">NOTAS</b></p><div style="mso-element: footnote-list;">
<hr align="left" size="1" width="33%">
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><a href="#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Calibri",sans-serif; font-size: 10.0pt; line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en <a href="https://www.dipalme.org/Servicios/IEA/edba.nsf/xlecturabiografias.xsp?ref=244">Biografía:
Pablo IGLESIAS GONZÁLEZ (dipalme.org)</a><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-54125852059767710032022-10-13T08:07:00.001-07:002022-10-16T22:50:49.765-07:00DON TANCREDO<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSdoQLecXBr1kp2IMWAdjbxdrVZsVdbQfIFUtCGhJ5LUiHcd78BRqNQ2YIRJ45CIIgAyHcQisbJAeTQAbKzkTba3zb_DrQ2ycuJHUUkCyWHswKWe8NGurc6CKoT7Lzzo5xwbKA8PUHfcVk4zlp_cFG9wYF1Rm0JwLOuE7r0n_cVVUo88HY91DR6H83mQ/s620/Don%20Tancredo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="620" height="496" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSdoQLecXBr1kp2IMWAdjbxdrVZsVdbQfIFUtCGhJ5LUiHcd78BRqNQ2YIRJ45CIIgAyHcQisbJAeTQAbKzkTba3zb_DrQ2ycuJHUUkCyWHswKWe8NGurc6CKoT7Lzzo5xwbKA8PUHfcVk4zlp_cFG9wYF1Rm0JwLOuE7r0n_cVVUo88HY91DR6H83mQ/w640-h496/Don%20Tancredo.jpg" width="640"></a></div><br><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A veces los medios de
comunicación y nosotros mismos utilizamos la expresión “<i>hacer el Don Tancredo</i>”
para significar que una persona se muestra imperturbable o quieta ante un
peligro o circunstancia que le amenaza. A esta actitud se le llama también “tancredismo”
y de tal se ha acusado a algunos gobiernos patrios como el de Sagasta o, más
modernamente, al de Rajoy. Hoy vamos a recordar aquí los orígenes reales de estas
expresión y vocablo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Don Tancredo López Martín fue un
valenciano nacido en 1851 cuya ambición era ser torero de postín, pero que no
llegó sino a banderillero y esto aún con poco “arte”. Estando en Méjico, donde
residió algunos años, vio a un colega azteca, también banderillero, Antonio
González el Orizabeño, realizar una pantomima llamada “El esqueleto torero” consistente
en disfrazarse de esqueleto y quedarse inmóvil ante el toro, y pensó que esto
podía ser un éxito en España.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dicho y hecho. Hizo su debut con
esta suerte en Valencia el 19 de noviembre de 1889 con un toro de Flores y un
año después, el 30 de noviembre de 1899 se presentó en Madrid en una novillada
económica ante un torillo de Muriel. Aunque el público fue escaso aquella tarde,
la actuación de don Tancredo López llamó la atención porque el 1 de enero de
1900 repitió en otra novillada donde esta vez le soltaron un señor toro de
Mihura<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Antes de la corrida la
expectación era máxima. Los carteles anunciaban al respetable público la
actuación del personaje con estas palabras: “<i>Arriesgadas, maravillosas,
nunca igualadas hazañas del temerario, sugestionador DON TANCREDO LÓPEZ, rey
del valor, modelo de sangre fría, asombro de serenidad”. <o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuentan las crónicas taurinas que
Don Tancredo llevaba un traje “<i>mezcla de imitación a la estatua del
Comendador, mezcla de imitación a Papús en su urna</i><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<i>y sin más abrigo que un antifaz terminado en lengua barba</i>” y que el toro
se acercó al hombre-estatua vestido de blanco dudando si acometerle,
finalmente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se acercó la pedestal, este
se torció y la estatua perdió el equilibrio cayendo a la arena, salvándose Don
Tancredo de un serio percance gracias a que el cornúpeta, entretenido con el
pedestal, no le hizo caso y que los peones acudieron prestos en su auxilio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir de entonces se
sucedieron las actuaciones de Don Tancredo por toda España. Por doquier actuaba
se comentaba elogiosamente su sangre fría y su absoluto desprecio por la vida.
En sus contratos con las empresas exigía que el toro al que había de enfrentarse
no hubiera corneado a hombre o animal alguno, que hubiera un silencio absoluto
en la plaza mientras actuaba y, asimismo, que el toro saliera sin previo toque
de clarín y sin la herida del rejoncillo de la ganadería o divisa a la que
perteneciera.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Fue tal la popularidad de Don
Tancredo que pronto le salieron imitadores: “El cojo Bonifa”, Manuel Álvarez,
El Arrogantito, El Fideista e incluso mujeres como Olga Miñón, la francesa Mercedes
del Barte<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
e incluso su propia esposa María Alcaraz, Doña Tancreda. A Tancredo López le
cogió el negro toro de la muerte en un hospital de Valencia el 3 de octubre de 1924.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La fama de Don Tancredo llegó a
los cuplés y la zarzuela.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El 20 de enero de 1901 se estrenó en el Teatro Cómico de Madrid la obra “<i>El
juicio oral</i>”, de Guillermo Perrin y Manuel de Palacios, con música del
maestro Ángel Rubio Laínez. El actor principal, Chicote, que hacía de Don
Tancredo, vestido de blanco, cantaba un cuplé que tenía este estribillo:<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Don
Tancredo,<o:p></o:p></i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Don
Tancredo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">En
su vida<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Tuvo
miedo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Don
Tancredo <o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Es
un barbián.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Hay
que ver a Don Tancredo<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Cuando está en su
pedestal”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Plumas ilustres como la de don
Pío Baroja, gran observador de los gustos y ritos sociales, se fijó en Don
Tancredo y le dedicó algunos párrafos en su novela “La Busca” (La vida en la
zapatería. Los amigos de Manuel).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="line-height: 107%;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP7EPLXgJ24VzMM0Ws9kuwI7wQ7huB32cVj9IRWUreUYj3fP4pwqetEdxFzL6S7MN6NtbJVBrvaqGScC9sST7ShWIBg31NjQEv72iJP1FNzFIbpfBsKy_CX19pARmD4JHWNR0YMHZOGYmA7x5ysmHgrxqnhTZsw6zfyWX7-92fryQS4q6ju4lqneuOmg/s444/La%20Busca.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="444" data-original-width="300" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP7EPLXgJ24VzMM0Ws9kuwI7wQ7huB32cVj9IRWUreUYj3fP4pwqetEdxFzL6S7MN6NtbJVBrvaqGScC9sST7ShWIBg31NjQEv72iJP1FNzFIbpfBsKy_CX19pARmD4JHWNR0YMHZOGYmA7x5ysmHgrxqnhTZsw6zfyWX7-92fryQS4q6ju4lqneuOmg/w135-h200/La%20Busca.jpg" width="135"></a></span></div><span style="font-size: large;">“La obra maestra de Perico en dibujo era el tríptico de Don
Tancredo, pintado al carbón en la callejuela de entrada de la Corrala. La obra
produjo la admiración y el asombro de todos los habitantes de la casa. La primera
parte del tríptico representaba al valiente sugestionador de toros marchando a la
plaza a caballo, en medio de un gran golpe de jinetes; la leyenda decía “Don
Tancredo <i>ba</i> a los toros”. En la segunda parte del tríptico, <i>el rey
del valor</i> estaba con su sombrero de tres picos, cruzado de brazos frente a
la fiera; la leyenda cantaba “Don Tancredo en su pedestal”. Debajo del tercer
dibujo se leía: “El toro <i>uye</i>”; y la representación de esta última escena
era admirable; se veía escapar al toro como alma que lleva el diablo, por entre
los toreros, a los cuales se les veía la nariz de perfil y al mismo tiempo la
boca y los dos ojos de frente”</span><span style="font-size: x-large;">.</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;"><span style="font-size: large;">[4]</span></span></span><!--[endif]--></span></a><span style="font-size: x-large;"><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No sé exactamente cuándo se
prohibió en España la suerte de Don Tancredo (quizás algún lector lo sepa y pueda
decírnoslo); lo que si recuerdo es haber visto al gran Fernando Fernán-Gómez
haciendo de Don Tancredo en una película “maldita” de los años cincuenta “<i>El
Inquilino</i>” de José Antonio Nieves Conde.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Octubre, 2022<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Difunde entre tus amistades
este blog.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias Manuelblas</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all">
</span><hr align="left" size="1" width="33%">
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Se refiere al artista ayunador Papus que resistía varios días sin tomar
alimento metido dentro de una urna, actuación popular a principios del siglo XX.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Mercedes del Barte, nacida en París, procedía de una distinguida familia. Dicen
que hablaba cinco idiomas, estaba versada en Literatura y era actriz, habiendo debutado
como tal en el circo de Lyon bailando las danzas de Loïe Fuller, la bailarina
eléctrica, dentro de una jaula donde había site leones. Está claro que valor no
le faltaba, a lo que unía inteligencia y una gran simpatía. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> José
María Gómez Labad. <i>El Madrid de la Zarzuela</i>. Juan Piñero G. Editor.
Madrid, pág. 359<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Don%20Tancredo.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Pío
Baroja. “<i>La busca</i>”. Capítulo IV.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-32715285136707934302022-09-26T09:04:00.005-07:002022-09-26T09:04:48.989-07:00Los alemanes en Francia vistos por Josefina Carabias<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Ou1wD1WatmNn1aL1cLaHfqSzmAKa17wtpxQx-_tKA1xQGCIPPHXCR6finBMyOD7HFC5m6yWgJajUovrNLmVylCJaJAd9jR7Hse0eKenf6CuH2t5cgISOfSwMvuVTFgPjEzM6vZEISFNjGMR1VAB_5CQGtQSbvIPVvqYlnb9Ih8Qf3BbHqcpJzjK5pw/s940/J.%20B%201.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="940" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5Ou1wD1WatmNn1aL1cLaHfqSzmAKa17wtpxQx-_tKA1xQGCIPPHXCR6finBMyOD7HFC5m6yWgJajUovrNLmVylCJaJAd9jR7Hse0eKenf6CuH2t5cgISOfSwMvuVTFgPjEzM6vZEISFNjGMR1VAB_5CQGtQSbvIPVvqYlnb9Ih8Qf3BbHqcpJzjK5pw/w640-h426/J.%20B%201.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es más que posible que muchos
lectores, sobre todo los más jóvenes, que lleguen a leer esta entrada, no hayan
oído hablar de la periodista y escritora Josefina Carabias Sánchez Ocaña
(1908-1980) aunque es probable que si les digo que fue la madre de la escritora
Carmen Rico-Godoy (1939-2001), quizás la mejor escritora humorística del país, autora
del best-seller “<i>Como ser mujer y no morir en el intento</i>” (1990), y de
la diplomática, primera mujer en acceder al cargo de embajadora, Mercedes Rico-Godoy
(1945-2022), empiecen ya a caer un poco más en la cuenta.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXcAj4b4MHbZl0N32sg6R7bIyWTB-6Cq97xBYpLQCn61tstPpTcmcNJCsZ1syodt1Bc44YxvZuKhvVHZwhvWsLBPT4dfvOBZZiDNK_rnvwtlwpO2joXugorC_z4w9RrhFvehSLfG6bShqNkuMBJO9ypGRoc7nYo3QeQ4qDHBwbqt0IR5Sj9zKy3dshyg/s1678/J.B%204.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1678" data-original-width="1088" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXcAj4b4MHbZl0N32sg6R7bIyWTB-6Cq97xBYpLQCn61tstPpTcmcNJCsZ1syodt1Bc44YxvZuKhvVHZwhvWsLBPT4dfvOBZZiDNK_rnvwtlwpO2joXugorC_z4w9RrhFvehSLfG6bShqNkuMBJO9ypGRoc7nYo3QeQ4qDHBwbqt0IR5Sj9zKy3dshyg/s320/J.B%204.jpg" width="207" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Josefina Carabias<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
fue, sin embargo, una figura muy popular en España, sobre todo durante los años
de la II República por sus colaboraciones en los periódicos “<i>Ahora</i>” y “<i>La
Voz</i>” y en las revistas gráficas “<i>Estampa</i>”, “<i>Crónica</i> y “<i>Mundo
Gráfico</i>”, muy leídas en esos años. No fue Josefina, escribió su hija
Carmen, la primera mujer periodista en España, pero si la primera que no se
dedicaba a escribir de temas femeninos. Sus reportajes se esperaban con
expectación, a lo que contribuía “<i>una prosa limpia, sincera, chispeante</i>”, en
expresión de Elvira Lindo<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
que conectaba con el nuevo periodismo español capitaneado por Chaves Nogales.<o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga7GVszc91vyz_3GFB5OTBHsn3MIfcbLVf44Ge-h_JYjuiM8sKOt51paR16akJNPDOo8EIw-jEAY-3cRwRaJ3YXR_1Y0Id6XPngxPVvtAPD7KPmOVv2wO0OmjECapeE6PhTwr4Pt6UsorWCY1N4ggNsqSq0LWlepPaP0zHSxYoZGKE1esi_JRdsAYT0g/s768/J,%20B,%203.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="432" data-original-width="768" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEga7GVszc91vyz_3GFB5OTBHsn3MIfcbLVf44Ge-h_JYjuiM8sKOt51paR16akJNPDOo8EIw-jEAY-3cRwRaJ3YXR_1Y0Id6XPngxPVvtAPD7KPmOVv2wO0OmjECapeE6PhTwr4Pt6UsorWCY1N4ggNsqSq0LWlepPaP0zHSxYoZGKE1esi_JRdsAYT0g/w640-h360/J,%20B,%203.jpeg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Josefina Carabias lo pasó mal
durante la guerra civil y años posteriores. Exiliada en Francia, con su marido
José Rico Godoy, preso en España, una hija de pocos meses, y con los alemanes a
las puertas de París formó parte del éxodo de refugiados hacia el sur,
instalándose, primero en Civray, cerca de Poitiers y luego en Biarritz hasta
que en 1943 pudieron madre e hija regresar a España donde, no obstante, se le
impidió ejercer su profesión de periodista.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Gracias a su antigua amistad con Francisco Lucientes, director de
Informaciones, este le dio trabajo como secretaria en su periódico, publicando algunas
cosas, pero sin firma. En ese tiempo, los duros años 40, publicó bajo el seudónimo
de Carmen Moreno, una biografía de la emperatriz Carlota de Méjico<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y el libro que hoy comentamos “<i>Los alemanes en Francia vistos por una
española</i>”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> En los
años 50 ya pudo regularizar su situación y, desde finales de los años 40 pudo publicar
con su nombre<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>. Fue
corresponsal de “<i>Informaciones</i>” en Estados Unidos y posteriormente del
diario “<i>Ya</i>” en París. En 1967 regresó definitivamente a España
manteniendo desde entonces hasta el año de su fallecimiento una columna diaria,
bajo el título “<i>Escribe Josefina Carabias</i>” en el periódico “<i>Ya</i>” y
en otros rotativos del mismo grupo editorial. Aún le dio tiempo a terminar,
aunque no pudo verlo publicado, uno de los acercamientos más singulares a quien
durante muchos años fue el alma de la República, don Manuel Azaña Díaz, el
libro titulado “<i>Algunos le llamábamos don Manuel</i>”, editado en 1980 y
reeditado en 2021. Josefina Carabias falleció en Madrid el 20 de septiembre de
1980 a consecuencia de una enfermedad cardíaca. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Los alemanes en Francia<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAbfNd1fLmgrzXx-EEZMhJIRBBy9AKNkaDsCz-FJLo5VMcUrz6YpWai6FOfvUqVplCDCPIkJhxdRCx_YMx8pbvHSTvMyLq0JX0UfaudchkVEwYqcDn0pNDknrezs6H7cuB1cT7k7auMAVzACOEmS5xR7nNiyuQnUeNPdd_OHVoVV-73tyhR6u-bsSvWQ/s565/J.%20B.%207.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="565" data-original-width="428" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgAbfNd1fLmgrzXx-EEZMhJIRBBy9AKNkaDsCz-FJLo5VMcUrz6YpWai6FOfvUqVplCDCPIkJhxdRCx_YMx8pbvHSTvMyLq0JX0UfaudchkVEwYqcDn0pNDknrezs6H7cuB1cT7k7auMAVzACOEmS5xR7nNiyuQnUeNPdd_OHVoVV-73tyhR6u-bsSvWQ/w484-h640/J.%20B.%207.jpg" width="484" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El libro que comento de Josefina
Carabias se publicó por vez primera en 1944, cuando todavía no había acabado la
II Guerra Mundial. La segunda edición, que es la que manejo, es de 1989 y
pertenece a la colección Biblioteca de Escritoras del Instituto de la Mujer y Castalia.
Lleva una introducción de Carmen Rico Godoy, la hija mayor de la autora, muy
importante porque nos revela datos biográficos sobre su madre, cuya biografía
todavía resulta poco investigada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>El libro que tienen ustedes
entre manos es una obra tierna, amena y divertida. Y, sin embargo, la
experiencia que vivió Josefina Carabias en Francia durante la ocupación nazi
debió ser infinitamente menos amena y divertida y más difícil y dolorosa.
Imagínense a una mujer de 31 años recién casada con una brillante carrera y un
futuro prometedor, que llega a Francia con su marido huyendo de la guerra civil
española en 1936</i>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En efecto, el estilo de Josefina Carabias,
cultivado a lo largo de varios años de ejercicio del oficio de periodista, es
aparentemente sencillo, directo, ameno, y yo añadiría esencialmente humano lo
que le hace ver al adversario, el militar alemán, con un grado de comprensión
que hoy, trascurridos más de setenta y cinco años desde la terminación de esta
conflagración mundial, no deja de sorprender al lector actual: “<i>la Wehrmacht era,
según pude comprobar desde los primeros días, un ejército correcto pulcro y lo
menos molesto posible, pero excesivamente ruidoso... emanaba de todos [los
alemanes en París] un hálito de satisfacción y placidez, al que se unía el
orgullo de haber conquistado, sin gran esfuerzo ciertamente, uno de los
paisajes más codiciables y codiciados de la Tierra”.... en la historia de los
ejércitos de ocupación, no creo que se haya dado otro caso de soldados tan
discretos y comedidos</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Contrasta esta visión
complaciente del soldado alemán con la más dura sobre los franceses en su trato
a los refugiados: “<i>Aquellas gentes del campo que, por encontrarse tan al sur,
no habían padecido los horrores de la guerra ni <a name="_Int_0QqfKQdx">experimentado
daños</a> en sus bienes, nos miraban a los refugiados como a una verdadera
tribu de “mangantes” que habían venido a importunarles. Para ellos, éramos
igualmente extraños y molestos que los alemanes, con la sola diferencia que
pagábamos peor</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimA93-bXBzbtz2zWJH64vqgcPF_XR7aaXkpRIrxmYr3301fYrdnyRTMHATzQ7dXFu4hdEpQSIiGjqx7-Vf0U4226zZNG5DOiY8YYm2R0a7efnUpRg6n6V21GiGxPtbHpASW7sRMm4rxJ3FobEuzbIXSmraX8B_oveG4Cj3qEWuWfrenphPpqIujPXHjg/s372/J.B.%208.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="372" data-original-width="229" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimA93-bXBzbtz2zWJH64vqgcPF_XR7aaXkpRIrxmYr3301fYrdnyRTMHATzQ7dXFu4hdEpQSIiGjqx7-Vf0U4226zZNG5DOiY8YYm2R0a7efnUpRg6n6V21GiGxPtbHpASW7sRMm4rxJ3FobEuzbIXSmraX8B_oveG4Cj3qEWuWfrenphPpqIujPXHjg/w394-h640/J.B.%208.jpg" width="394" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Esta antipatía de los franceses
con los refugiados y el tan traído y llevado “colaboracionismo” con el ejército
alemán de ocupación, ha sido recientemente revisado por el joven historiador de
la Universidad Autónoma de Barcelona David Alegre Lorenz, en su tesis doctoral
“<i>Experiencia de guerra y colaboracionismo político-militar en Bélgica, Francia
y España bajo en Nuevo Orden</i>” y en la que en cierta manera viene a poner en
cuestión el mito de la resistencia “<i>eran imposibles ocupaciones de cinco años
en esos países sin la complicidad de millones de personas”</i>. Uno de los datos
que ofrece Alegre en este voluminoso trabajo (584 páginas) es que en Francia en
1943 habían nacido 83.000 hijos de ocupantes y francesas, circunstancia que
tampoco pasó desapercibida por Josefina Carabias: “<i>Constantemente se veían por
las calles parejas formadas por oficiales alemanes de las más diversas
graduaciones y señoras o señoritas que, a veces, parecían de buena familia</i>”.
Los alemanes, escribe este investigador, “<i>buscaban colaborar con las elites
tradicionales conservadoras porque les podían proporcionar los hilos para
manejar la sociedad y querían entender bien a quienes les ayudaban”.</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Volviendo al libro de Carabias,
el lector tiene la impresión, confirmada por los que escribe su hija, de que la
autora calla muchas cosas que es posible hubiera contado si lo hubiera escrito
en otro tiempo. Es posible que no sea como dice Carmen Rico-Godoy, con
justificado amor filial “<i>uno de los libros más originales y extraordinarios de
la posguerra</i>”, pero sí que es obra curiosa e interesante que me ha recordado
por el tema a alguna de las novelas de Irene Nemirovsky.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-size: x-large;">© <b>Manuel
Martínez Bargueño</b></span></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Septiembre, 2022</span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Si quieres
preguntar, aportar, comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes
dirigirte a mi dirección de correo </span></i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">manuelblas222@gmail.com</span></i></a><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"> con la seguridad
de que serás inmediatamente atendido.</span></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Sígueme en
FACEBOOK: Amigos de Manuelblas</span></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Difunde entre tus
amistades este blog.</span></i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: 107%; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;">Gracias Manuelblas</span></i><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Véase la ficha biográfica de Josefina Carabias Sánchez-Ocaña, redactada por
Elvira Marteles Marteles en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/10580/josefina-carabias-sanchez-ocana">Josefina
Carabias Sánchez-Ocaña | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Elvira
Lindo. A vuela pluma. “<i>Mercedes, mira por nosotros</i>” en El País, 19 de
junio de 2022.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Carmen Moreno “<i>Carlota de Méjico”</i>. Colección Biografías de Ediciones
Atlas, dirigida por Joaquín Arrarás. Madrid, 1944.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Carmen Moreno “<i>Los alemanes en Francia vistos por una española</i>”.
Ediciones Ambos Mundos. Madrid, 1944<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20alemanes%20en%20Francia%20Josefina%20Carabias.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Libros de Josefina Carabias publicados entre 1948 y 1954: “<i>Crónica de 1878</i>”.
Editorial Revista de Occidente. Madrid, 1948: “<i>Una muchacha inglesa visita
España</i>”. Editora Nacional, Madrid, 1948; “<i>La mujer en el futbol</i>”.
Editorial Juventud. Barcelona, 1950; “<i>El Maestro Guerrero fue así</i>”.
Editorial Prensa Castellana. Madrid, 1952; “Miguel de Cervantes, autor del más
famoso de los libros. Editorial Juventud. Madrid, 1952; “<i>Santa Teresa de
Jesús, la más risueña de las santas</i>”. Editorial Juventud. Barcelona, 1954.Además
escribió una obra de teatro “Sucedió en el cine” estrenada en el Teatro Gran
Vía de Madrid<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el 15 de septiembre de
1950 por la Compañía José Soler-Milagros Leal; dos novelas cortas: “<i>Por
nacer tarde</i>”, publicada en el diario <i>“Ahora</i>” el 24 de abril de 1932
y “<i>De oro y azul</i>” La Novela del Sábado, nº 59. Ediciones Cid. Madrid,
1954 y dos ensayos: “<i>Epílogo</i>" al libro de Manuel Chaves Nogales “<i>Juan Belmonte,
matador de toros"</i>. Alianza editorial. Madrid, 1969 y “<i>Tristana</i>” conferencia<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pronunciada en la Fundación Universitaria
Española el 23 de mayo de 1975 y editada por la FUE ese mismo año, amén de
innumerables reportajes, crónicas, entrevistas y artículos.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-9109996942144804172022-08-17T01:09:00.045-07:002023-08-01T02:26:59.323-07:00TÓRTOLA VALENCIA, la bailarina de los pies desnudos<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2l5o8bmk59tS4AdnemyLnXqyS8EN74W_7Ft_JoRzZwnF7GaDHAiFcBM9dLiVu1zydl215ro-q9pykVWiW6dCuT59IaTm4qsd6I6q3FYYzW09fEn_iDIt2ogd-Fum01sYP_DEF2dxCJx5kVa_F1PoK3zZnjhmK3NdaHO7tj1ebruJi2WOWRXofYU2AA/s512/Talco%20Myrurgia.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="379" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhP2l5o8bmk59tS4AdnemyLnXqyS8EN74W_7Ft_JoRzZwnF7GaDHAiFcBM9dLiVu1zydl215ro-q9pykVWiW6dCuT59IaTm4qsd6I6q3FYYzW09fEn_iDIt2ogd-Fum01sYP_DEF2dxCJx5kVa_F1PoK3zZnjhmK3NdaHO7tj1ebruJi2WOWRXofYU2AA/w474-h640/Talco%20Myrurgia.jpg" width="474" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es posible que algunas de mis
lectoras conozcan o hayan utilizado alguna vez los productos de perfumería de
la Casa Myrurgia, la empresa familiar “<i>más original y con más proyección internacional
de la perfumería española”</i> fundada en Barcelona en 1916 por el empresario,
además de escultor y pedagogo, Esteve Monegal Prat (1888-1970)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
y adquirida en 2000 por el grupo de perfumería y cosmética Puig Beauty &
Fashion, uno de los más importantes de España.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8zh1X2CQfSCCAy3ZfizkjLKzfeneB_yEM6HUKWQVxUb-Td08LTvn8RTQbqolLPkU4LI4ExtRUpPElEob1VZAMQxeT398LmfiTJ9wv1QqMnusjcaADSrwyeTEu2WeYUdyZlYT3WR4h2qsDxQbTkx4iXFKy-9R3G8Sf4RkojwLBAA2r7VhRW9K2OBJYAQ/s640/Maderas%20de%20Oriente.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="426" data-original-width="640" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8zh1X2CQfSCCAy3ZfizkjLKzfeneB_yEM6HUKWQVxUb-Td08LTvn8RTQbqolLPkU4LI4ExtRUpPElEob1VZAMQxeT398LmfiTJ9wv1QqMnusjcaADSrwyeTEu2WeYUdyZlYT3WR4h2qsDxQbTkx4iXFKy-9R3G8Sf4RkojwLBAA2r7VhRW9K2OBJYAQ/w400-h266/Maderas%20de%20Oriente.jpg" width="400" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante su época de mayor esplendor
(1916-1936) la antigua Myrurgia lanzó al mercado nacional e internacional toda
una gama de colonias, jabones y perfumes que jugaban con el carisma del
orientalismo (“Maderas de Oriente”, 1918), el exotismo hispánico (“Maja”, 1918)
o incluso claras evocaciones hedonistas (“Orgía”, 1922). Otras importantes
fragancias fueron “Joya” (1923) y “Embrujo de Sevilla (1933). Todos estos
productos destacaban además por su cuidada publicidad que siempre contó con la
colaboración de afamados artistas como Eduard Jener i Casellas (1882-1967) o
Jacob barón de Wilkinson. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZZMmaRwGnPw7S3k5jNMa1AJOaLI24kgF46vzc5xxQWRfp3xrp5wQd_RR1AxMrR47Vt4qQdNOuzgbmR9nPxw7zlWa4Qv6korrbMzQ1jnKxYv_bT7UuBVt4DFfgMNNscgbj0ydY6jOrUvVgzfYatSi-z5aXnuA9AmIJjyFR_NI6TIn2RPiB_8YMyFYqIg/s1098/Tortola%20Folies%20Bergere.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1098" data-original-width="720" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZZMmaRwGnPw7S3k5jNMa1AJOaLI24kgF46vzc5xxQWRfp3xrp5wQd_RR1AxMrR47Vt4qQdNOuzgbmR9nPxw7zlWa4Qv6korrbMzQ1jnKxYv_bT7UuBVt4DFfgMNNscgbj0ydY6jOrUvVgzfYatSi-z5aXnuA9AmIJjyFR_NI6TIn2RPiB_8YMyFYqIg/w420-h640/Tortola%20Folies%20Bergere.jpg" width="420" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Quizás sea menos conocido de los
lectores, que la musa para alguno de estos productos, concretamente para la
popular fragancia “Maja”, fue una artista famosa y singular en su tiempo, la
valenciana Carmen Tórtola Valencia, a quien Rubén Darío, fino admirador de la
mujer, bautizó en un poema como la “bailarina de los pies desnudos”:<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Iba,
en un paso rítmico y felino<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">a
avances dulces, ágiles o rudos,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">con
algo de animal y de divino …<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">la bailarina de los
pies desnudos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Su
falda era la falda de las rosas,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">en
sus pechos había dos escudos…<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Constelada
de casos y de cosas…<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">la bailarina de los
pies desnudos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Bajaban
mil deleites de los senos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">hacia
la perla hundida del ombligo,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">e
iniciaban propósitos obscenos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">azúcares de fresa
y miel de higo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">A
un lado de la silla gestatoria<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">estaban
mis bufones y mis mudos…<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">¡Y
era toda Selene<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a>
y Anactoria<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">la bailarina de los
pies desnudos!<o:p></o:p></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_fC01efgmyeRZgL5a8hvhfK6_sZKwuiNuFOcJURYBLUkIZv_EXKilmbMreVqXA7FMKnt40J3sdeUmaqeyb0DItlQyDv4dAUt_j-VLEK5kqHZr5cKamvUV1zmAhyzrP1h-GQqvtvvoPNk_-meGkVCsX7UfZJmSIqAFZg7f9NTOsGnHMqg-6fdA4b44dA/s500/Libro.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="340" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_fC01efgmyeRZgL5a8hvhfK6_sZKwuiNuFOcJURYBLUkIZv_EXKilmbMreVqXA7FMKnt40J3sdeUmaqeyb0DItlQyDv4dAUt_j-VLEK5kqHZr5cKamvUV1zmAhyzrP1h-GQqvtvvoPNk_-meGkVCsX7UfZJmSIqAFZg7f9NTOsGnHMqg-6fdA4b44dA/s320/Libro.jpg" width="218" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">La biografía de Tórtola Valencia
fue publicada en 2005 por la historiadora María del Pilar Queralt del Hierro,
en un libro “<i>Tórtola Valencia. Una mujer entre sombras</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
En ella, su biógrafa, reconoce que “<i>no es fácil escribir sobre Tórtola
Valencia… la mujer que se ocultó bajo la capa de una artista y, olvidando
intencionadamente su nombre de pila, enarboló la única bandera de sus</i> <i>apellidos</i>”.
Inteligente, cultivada, snob, ególatra y libre fue una de las mujeres más
sobresalientes de su tiempo.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span></span></span></a></div><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Voy a esbozar un apunte
biográfico de Tórtola Valencia, basándome en la lectura limitada de páginas de
este libro en Internet y en algunas otras fuentes periodísticas.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Carmen Tórtola Valencia (1882-1955)
nació en el barrio de Triana, en Sevilla, el 12 de junio de 1882. Sus padres
fueron Lorenzo Tórtola Ferrer y Georgina Valencia Valenzuela, una pareja
humilde de origen catalán. En 1885, la familia viajó a Londres, al parecer
huyendo de la epidemia de cólera y en 1889 los padres emigraron a Oaxaca
(Méjico), donde murieron en 1891 y 1894, respectivamente, mientras la pequeña
Carmen permanecía en la capital británica al cuidado de una familia de la alta
burguesía londinense que le procuró una completa formación cultural que incluyó
el aprendizaje de varias lenguas, así como música, danza y dibujo.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTo-mycy0vXJFAwg0vloyG7WBQtj95r7BdUgtXznREeN4PIBP-JRRBQGHP51Ur0ZWCBE08iQ_Iv-ywC20_Qb5e6aVfIvX0dhYEOjZ1SHoSge_8U3s23z7xrIJyPLpuNelR57KTnDYSt86OyNgIOCu5ckU-4ahYOMEQw6QH_T_-wFnaWGqp73GDyIevEg/s1280/Gaiety%20Teatro.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1187" data-original-width="1280" height="371" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjTo-mycy0vXJFAwg0vloyG7WBQtj95r7BdUgtXznREeN4PIBP-JRRBQGHP51Ur0ZWCBE08iQ_Iv-ywC20_Qb5e6aVfIvX0dhYEOjZ1SHoSge_8U3s23z7xrIJyPLpuNelR57KTnDYSt86OyNgIOCu5ckU-4ahYOMEQw6QH_T_-wFnaWGqp73GDyIevEg/w400-h371/Gaiety%20Teatro.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Teatro Gaiety. Londres</i></b></td></tr></tbody></table><span style="font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>La muerte de su tutor en 1908 la
dejó en la más completa ruina y, para salir adelante, la joven Carmen decidió
ganarse la vida con lo que mejor sabía hacer: bailar.</span><span> </span><span>Con diecinueve años, en 1908, debutó en el
Gaiety Theater de Londres en un papel secundario del musical “</span><i>Havana</i><span>”,
opereta musical de Leslie Stuart, presentándose como la Bella Valencia. Por
entonces Carmen era una jovencita de cara redonda y formas opulentas que no dudaba
en explotar sus orígenes españoles en números falsamente folklóricos.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No tardó en destacar en el music
hall y al año siguiente emprendió su primera gira europea que se inició en
Viena y concluyó en el Folies Bergère de París. Su paso por la capital francesa
fue definitivo. Allí tuvo la ocasión de ver actuar a Loie Fuller (1862-1928),
la bailarina eléctrica creadora de la danza serpentina y a la gran Isadora
Duncan (1877-1927) y ello cambió definitivamente su forma de hacer sobre el
escenario. Poco a poco empezó a crear sus propias coreografías de tintes
orientalistas sabiamente combinadas con pinceladas costumbristas con las cuales
triunfó en los escenarios de Alemania, Holanda, Dinamarca, Francia e Italia.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJCtpYfD507syrDdTBfg3C3rzumNjaz1y4UDxI24n6rjlJgjdLlUSXStNSaTq4rf26Z3VMCtUICdgCHKELJK1UL6LMGcFfstZEUMj5rvFEjbCVPO_WL8q4KdVGpDjehvekkMaCl7UUzMPnxX1HAhcGBDjSbSlixMzygEgvIO7jt5LLvmNTCsvgyJOVHQ/s2156/Esc%C3%A1ner_20220817.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2156" data-original-width="1582" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJCtpYfD507syrDdTBfg3C3rzumNjaz1y4UDxI24n6rjlJgjdLlUSXStNSaTq4rf26Z3VMCtUICdgCHKELJK1UL6LMGcFfstZEUMj5rvFEjbCVPO_WL8q4KdVGpDjehvekkMaCl7UUzMPnxX1HAhcGBDjSbSlixMzygEgvIO7jt5LLvmNTCsvgyJOVHQ/w470-h640/Esc%C3%A1ner_20220817.png" width="470" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En Madrid no se la pudo ver hasta
el 2 de diciembre de 1911, en el teatro Romea, de la calle Carretas. donde se
vio obligada a compartir cartel con artistas asiduos del local que contaban con
un público fiel y poco amante de las innovaciones. El fracaso fue estrepitoso,
no obstante, la revista Mundo Gráfico destacaba el carácter singular de sus
danzas orientales que el público habitual del Romea “<i>un tanto profano en la
historia de ese arte, encuentra quizá absurdas y confinantes con el acrobatismo
del circo</i>” pero que, “<i>sin embargo, son algo excepcionalmente bello y de
extraordinario mérito artístico, jamás visto en España, y que deben ser
admirados por cuantos lleven dentro de sí un destello de sentimiento y poesía</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin dejarse amilanar por este
fracaso, la bailarina decidió poner tierra por medio. Amistades no le faltaban
y así su amistad con el duque Francisco José de Baviera, un noble de segundo
orden de la casa real bávara al que había conocido en Londres, le procuró una
cátedra de Coreografía y Estética en el Teatro del Arte de Múnich durante los años
1912 y 1913. De esa relación, escribe su biógrafa, “<i>confirmada en alguna
entrevista por la propia interesada, no quedó más constancia</i> <i>que la
rumorología de la época y una postal fechada el 7 de junio de 1912 con motivo
de un estreno en Paris que rezaba “Good luck for tonight & kindest regards</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPy2NveJSHt27d1nDxVingFynUdPJsY0s0HwEEzcplXAwTc1oZWD2yhLGq_NucKkDU6Vks6XCy0aTSHwQ1H7c1_0fAKUnl67FbwF4kIUM6jAA_YdIpCZtIoN4pLv6X-S8aNVAQaPgL2CDLnGoygcUkwBTaQmsD4x7CNSiCNCmfh-EFSp0fwGQpXjEuZg/s450/T%C3%B3rtola%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="332" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPy2NveJSHt27d1nDxVingFynUdPJsY0s0HwEEzcplXAwTc1oZWD2yhLGq_NucKkDU6Vks6XCy0aTSHwQ1H7c1_0fAKUnl67FbwF4kIUM6jAA_YdIpCZtIoN4pLv6X-S8aNVAQaPgL2CDLnGoygcUkwBTaQmsD4x7CNSiCNCmfh-EFSp0fwGQpXjEuZg/w472-h640/T%C3%B3rtola%202.jpg" width="472" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No obstante su alejamiento, en
España había crecido el círculo de sus admiradores y estos eran nada menos que
Valle-Inclán, Pío Baroja, Rubén Darío, Ramón Gómez de la Serna, Ignacio Zuloaga,
Federico García Sanchiz o Ramón de Penagos quienes el 24 de enero de 1913 hicieron
que se presentara en el Ateneo de Madrid donde cosechó un rotundo éxito que
significó su consagración definitiva como artista. Desde entonces Tórtola
Valencia se convirtió en la musa de intelectuales y artistas mientras conseguía
el favor de un público cada vez más amplio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Meses después, tras una exitosa gira europea
partió hacia Nueva York donde triunfó clamorosamente y en 1914 pasó a Sao Paulo
y Rio de Janeiro, primer acercamiento al continente americano, donde sería
aclamada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir de entonces las giras se
sucedieron y su popularidad llegó a cotas muy altas, incluso en 1915 llegó a
hacer sus pinitos en el cinematógrafo como protagonista de dos películas “<i>Pasionaria</i>”
y “<i>Pacto de lágrimas</i>” (1917), ambas dirigidas por José María Cortina y
producidas por Condal Films y lo que fue más importante para su popularidad
consiguió entrar en los hogares españoles al prestar su imagen para un perfume
floral, la popular “Maja” de la casa Myrurgia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La Guerra Europea la desplazó de
los escenarios europeos pero su nombre empezó a ser conocido en Latinoamérica,
donde, con el tiempo, llegó a ser un auténtico ídolo y donde conocería a quien
fue la compañera de su vida: Ángeles Magret-Vilá.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAAsBu0LAqdJLWorioaTyX_c0q2BldJZqtX0yFWBs-6MnuP0bCIlpiXxd20i_TgUsGRzpLJHFRtJyQKpXRCd9Y8-PxRJEO8JmXe1-JmC6PHTxm1dl9s6OimFbqH4NtgcPL1358C0FejF3aaq5kyzq35t8E27Q-6ihd3N2cxy5cR_YVh8-e9pGflmt1mw/s843/6Ignacio%20y%20Tortola%20en%20Segovia%201912.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="772" data-original-width="843" height="366" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAAsBu0LAqdJLWorioaTyX_c0q2BldJZqtX0yFWBs-6MnuP0bCIlpiXxd20i_TgUsGRzpLJHFRtJyQKpXRCd9Y8-PxRJEO8JmXe1-JmC6PHTxm1dl9s6OimFbqH4NtgcPL1358C0FejF3aaq5kyzq35t8E27Q-6ihd3N2cxy5cR_YVh8-e9pGflmt1mw/w400-h366/6Ignacio%20y%20Tortola%20en%20Segovia%201912.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Ignacio Zuloaga y Tórtola Valencia en Segovia</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Intentar desentrañar el mundo
afectivo de Tórtola Valencia es una auténtica empresa de titanes</i>, reconoce
su biógrafa, <i>no tanto por la cualificación de sus amantes sino por el espeso
velo de mentiras con el que la propia interesada ocultó su vida amorosa”</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se rumoreó que había gozado de la amistad de
muchos célebres personajes como el príncipe de Gales, el poeta D´Annunzio y el
rey Alfonso XIII, pero solo dos aparecen vinculados a su biografía: Ignacio
Zuloaga (1870-1945) que pintó su retrato en 1912 y Antonio de Hoyos, marqués de
Vinent (1884-1940), que le dedicó su novela breve “<i>La zarpa de la esfinge</i>”
(1920)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y con quien incluso se llegó a rumorear
la noticia de un posible matrimonio que luego fue desmentida por ambos, dada su
incompatibilidad sexual.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Fue precisamente Antonio de Hoyos quien retrató así a su diosa: <i>"Tórtola Valencia no es una mujer vulgar, no es una bailarina banal que sale a rimar unos pasos al compás de la música, enjaezada con las creaciones de su modista. Tórtola es algo aparte, una artista excelsa, única. Tiene Euritmia de Esfinge que vivieses, ojos extraños de embrujada y alma de reina fabulosa.</i>" (<i>La Esfera 06.02.1926</i>)</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCOLiZLHyQx6RMQlZ6SK0xrgCFEw5IZ1izOhmAL6WfRmgSFW7dTo54eTD3cE3QoWcbHy0Bv84HJsKjmPOnndZELyS4Cu5mOCMtz6-SodGcae--zivEFExr8gE5xw3YKLPhwR-W5KNYhUhee7X80Dl61Uh9IqAVsSJ93izEGJa1pzNTCZe2qseoAoABmg/s960/T%C3%B3rtola%20y%20Angeles.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="654" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCOLiZLHyQx6RMQlZ6SK0xrgCFEw5IZ1izOhmAL6WfRmgSFW7dTo54eTD3cE3QoWcbHy0Bv84HJsKjmPOnndZELyS4Cu5mOCMtz6-SodGcae--zivEFExr8gE5xw3YKLPhwR-W5KNYhUhee7X80Dl61Uh9IqAVsSJ93izEGJa1pzNTCZe2qseoAoABmg/w436-h640/T%C3%B3rtola%20y%20Angeles.jpg" width="436" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En verdad su único afecto fue la
mencionada Ángeles Magret-Vilá i Tortolá, catorce años menor que ella y a quien
presentó un amigo común. Entre ellas se estableció una relación profunda e
íntima en la que Ángeles se convirtió en la organizadora del mundo cotidiano de
la diva. Posiblemente para guardar las apariencias -no olvidemos loa presión de
los tiempos- Tórtola la adoptó legalmente como hija y juntas recorrieron el
mundo, compartiendo un verdadero hogar y sin separarse jamás.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfLEgrwg8kWn7bpqmKQqsp_IqVjR3ii1ftnTbHiRkvl0q61-S1hVt36LX5xAYX4CHfk0OLf66gVDD6kmsqx57FpzMU8jYI32Ev7Efx82tVU-uUMCp6_irYQuaxFbA6HGc_C6V4TyuZoM0Yxqk38eKtIx6laOU4H0JIIGvgQLyWzlXUvQ7xY6GsnO-EWg/s640/Retrato.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="640" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhfLEgrwg8kWn7bpqmKQqsp_IqVjR3ii1ftnTbHiRkvl0q61-S1hVt36LX5xAYX4CHfk0OLf66gVDD6kmsqx57FpzMU8jYI32Ev7Efx82tVU-uUMCp6_irYQuaxFbA6HGc_C6V4TyuZoM0Yxqk38eKtIx6laOU4H0JIIGvgQLyWzlXUvQ7xY6GsnO-EWg/w640-h480/Retrato.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Tórtola Valencia murió el 13 de
marzo de 1955 a causa de una insuficiencia cardíaca. Para entonces llevaba ya
veinticinco años retirada de los escenarios (se retiró en Guayaquil en 1930),
viviendo en su casa del barrio de Sarriá (Barcelona) junto con su compañera, secretaria
y quizás algo más. Durante sus años de retiro, su época más serena, se dedicó al
dibujo y la pintura y al coleccionismo, de antigüedades, cuadros y álbumes de
sellos. Antes de morir encomendó a su amiga Angelita que su legado, compuesto
de dibujos, álbumes personales, vestuario de escena, joyas y obras de arte que
pertenecieron a la bailarina fuera depositado en el Institut del Teatre de
Barcelona, como así ella hizo en 1964. Su tumba, se encuentra en el cementerio
de Poblenou. Junto a ella reposa su fiel Angelita.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0TSLgY3u8mX7SnjUwCDchw8YKAO6iWUQREHggi4tXcb7BsNxSSrtBG6DKn64WmeAWsm6dtyKxB9e4tK-9kjz5SLPBMGrCN9-L7pnc4wTTSfWKrblf1UJ86YwqUbx2u5LLX2oQ5i637Rsn3_g5tZPNzkkneYtIkHdTpO5tvRSBy7Xs6huDMRXVjO-blg/s265/T%C3%B3rtola%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="265" data-original-width="190" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0TSLgY3u8mX7SnjUwCDchw8YKAO6iWUQREHggi4tXcb7BsNxSSrtBG6DKn64WmeAWsm6dtyKxB9e4tK-9kjz5SLPBMGrCN9-L7pnc4wTTSfWKrblf1UJ86YwqUbx2u5LLX2oQ5i637Rsn3_g5tZPNzkkneYtIkHdTpO5tvRSBy7Xs6huDMRXVjO-blg/w459-h640/T%C3%B3rtola%201.jpg" width="459" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Cómo era Tórtola Valencia?, se
preguntará el sufrido lector. Su biógrafa escribe que fue una mujer adelantada
a su tiempo, extremadamente inteligente, que supo crear un personaje y venderlo
adelantándose a las modernas técnicas de marketing. Era una mujer culta y
sofisticada que, para trazar sus coreografías y diseñar su vestuario, recorría
museos, visitaba exposiciones, leía y se documentaba hasta el agotamiento. No
es de extrañar que llamara la atención de los intelectuales porque además de
bella y artista era una mujer capaz de darles réplica intelectual a cuantas
cuestiones se le planteasen. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pero no todos eran aplausos en
sus actuaciones. Los sectores bien pensantes de la sociedad que tachaban sus
danzas de inmorales y lascivas, se la tenían jurada. Lo cierto es que, adorada
por unos y odiada por otros. fue un personaje muy popular, a medio camino entre
la mujer fatal y la mujer libre e independiente que auguraba el siglo XX,
recién estrenado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">¿Cómo eran sus bailes sería la
siguiente pregunta que haría el lector curioso? Según su biógrafa se enmarcaban
en los cánones estéticos del Modernismo, lo que otros niegan. La propia Tórtola Valencia decía que
su arte era natural, ajeno a los convencionalismos, nacido de la inspiración: “<i>Llamo
danza natural a aquellos movimientos bellamente poéticos y rítmicos realizados
espontáneamente por quien concibe la inspiración como brotando de la música</i>”.
Victoria Cavia Navia, que ha estudiado su figura y sobre todo su trabajo de danza
escribe que “<i>sus movimientos se desplegaban en un ámbito que en función del
repertorio se desenvolvían desde el esfuerzo vigoroso e incluso violento ala
languidez sensual, pero dominando siempre la plasticidad</i>” y la sitúa más
cercana a los postulados de la Nueva Danza (1908-1936). <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Desgraciadamente la única grabación existente no permite hacernos sino una muy
somera idea de cómo era su arte. </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizPMHuSLwSVZw8eKXhPBE_t562UYIPwTU4OEwNWX2jieUcOu0yBjdrjU4_04OQwYvAfqEN4izLNxTKxu_OWsBclDKDccj2liqWwmxjEk5LcECG1t-RpFXBs0u80xzBt2JPyJFBSJvNsLexMbVTjxhNleQDlwElabxWauzKvXJXxhxZXP_pG7BYZiOYdA/s1224/Tortola%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="926" data-original-width="1224" height="484" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizPMHuSLwSVZw8eKXhPBE_t562UYIPwTU4OEwNWX2jieUcOu0yBjdrjU4_04OQwYvAfqEN4izLNxTKxu_OWsBclDKDccj2liqWwmxjEk5LcECG1t-RpFXBs0u80xzBt2JPyJFBSJvNsLexMbVTjxhNleQDlwElabxWauzKvXJXxhxZXP_pG7BYZiOYdA/w640-h484/Tortola%203.jpg" width="640" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Termino esta entrada con los
versos que a la bailarina de los pies descalzos dedicaron nada menos que Ramón
del Valle-Inclán, Pio Baroja ¡quien lo dijera! Ramón Gómez de la Serna y
Francisco Villaespesa.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large;"><br /></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><b><span style="font-size: x-large;">Las manos de
Tórtola<o:p></o:p></span></b></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Tus
manos son cual dos palomas blancas<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
tu hermosura en el radiante cielo<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">porque
el poder de tus miradas francas<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">las
detuvo en su vuelo.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Senderos
son de gloria<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">tus
dos brazos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">y
son tus manos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">mágicas
y bellas,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
esas dos cintas de sutiles lazos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">dos
broches de estrellas<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Son
terribles, sagradas y piadosas:<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">con
tus uñas clavadas en mi cuello<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">moriría,
creyendo que dos rosas<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">con
sus espinas fieras y celosas<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">señalaban
mi muerte con el sello<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
las muertes gloriosas.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;">Pio
Baroja, 1914<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;"><br /></span></i></p><p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Tiene
al andar la gracia del felino,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">es
toda llena de profundos ecos, <o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">anuncian
sus corales y sus flecos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">un
sueño oriental de lo divino.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Los
ojos negros, cálidos, astutos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">triste
de ciencia antigua la sonrisa,<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">y
la falda de flores una brisa<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
índicos y sagrados institutos.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Cortó
su mano en un jardín de Oriente<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">una
manzana del árbol prohibido<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">y
enroscada a sus senos la serpiente<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">devora
la lujuria de un sentido sagrado.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Mientras,
en la tiniebla trasparente<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
sus ojos, la luz pone un silbido.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;">Ramón
María del Valle-Inclán. 1922 <o:p></o:p></span></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Un
fuego de rubíes todo tu cuerpo inflama<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">diríase
que sangre te corre por sudor…<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">La
pasión de tus ojos ha encendido su llama<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">y
toda tú te abrazas con un fuego de amor…<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Si
Salomé volviese de los infiernos rojos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(donde es flor de las llamas su ardiente
corazón)<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">al
sentir en sus ojos el fuego de tus ojos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">diría
que el infierno está en tu corazón.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Y
luego, cuando viese la danza de tus velos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">sentiría
el tormento del fuego de los celos<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Y
en vez de la sangrienta cabeza de Johanan<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">¡Pediría
tu alma al Tetrarca Satán!<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;">Ramón
Gómez de la Serna, 1925<o:p></o:p></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">En
el centro de un círculo sonoro<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">de
vítores, erótica, sonríes<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">mientras
repican crótalos de oro<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">tus
dedos enjoyados de rubíes.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Teje
lúbricas danzas tu ligera<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Planta
sobre el damasco de la alfombra<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Y
proyecta la negra cabellera<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">Sobre
tus hombros un temblor de sombra.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;">Francisco
Villaespesa<o:p></o:p></span></p><p align="right" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: right;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdSx37ULIs05BGI3WeX4SJSu66zi6E51YHQREC06pTyCNc6MB7GiflZvc3UM2Nh1SqLvJ65nFbbKLhRkclE9fSwEx-wMlkls90sWD5gc6C94VuDtIEDBdnqRyoi_8U1r-IENzBeIHkihds0jZ0jn0TDKyhSKtNDJWcrN2itNOuSVOF5QvBJTiqdxJYSQ/s265/T%C3%B3rtola%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="265" data-original-width="190" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgdSx37ULIs05BGI3WeX4SJSu66zi6E51YHQREC06pTyCNc6MB7GiflZvc3UM2Nh1SqLvJ65nFbbKLhRkclE9fSwEx-wMlkls90sWD5gc6C94VuDtIEDBdnqRyoi_8U1r-IENzBeIHkihds0jZ0jn0TDKyhSKtNDJWcrN2itNOuSVOF5QvBJTiqdxJYSQ/w459-h640/T%C3%B3rtola%201.jpg" width="459" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Y hasta aquí lo
que he podido averiguar de esta mujer fascinante. Si algún lector puede arrojar
nuevas pistas sobre su vida y arte, le ruego me lo comunique la dirección de
correo electrónico sita más abajo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: x-large;"> </span></o:p><span style="font-size: large;"><span style="text-align: left;">©</span><span style="text-align: left;"> </span><b style="text-align: left;">Manuel Martínez
Bargueño</b></span></p><p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Agosto, 2022 (añadido párrafo en agosto 2023)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Difunde entre tus amistades
este blog.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias Manuelblas</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Véase su
biografía en Real Academia de la Historia. Diccionario Biográfico <a href="https://dbe.rah.es/biografias/65651/esteve-monegal-prat">Esteve Monegal
Prat | Real Academia de la Historia (rah.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Sebastián Tobarra. “<i>El grupo Puig compra la empresa de colonias Myrurgia a
la familia Monegal</i>”. El País 19 de julio de 2000.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Selene,
diosa de la Luna<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Anactoria, amante de Safo de Lesbos<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> María
del Pilar Queralt del Hierro. “<i>Tórtola Valencia. Una mujer entre sombras</i>”.
Editorial Lumen, 2005<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> María
Pilar Queralt. “<i>Tórtola Valencia. Una mujer entre sombras</i>”. Lumen 2005. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Utilizo básicamente para la composición de este apunte biográfico la ficha
redactada por María Pilar Queralt del Hierro para el Diccionario Biográfico de
la Real Academia de la Historia, <a href="https://dbe.rah.es/biografias/9034/carmen-tortola-valencia">Carmen Tórtola Valencia | Real Academia de la Historia
(rah.es)</a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>así como distintas
informaciones y artículos de prensa. También he leído la publicación
“<i>Una aproximación al arte frívolo, Tórtola Valencia y José Zamora: Teatro
Albéniz, diciembre 1988- enero 1989”</i>. Comunidad de Madrid. Consejería de
Cultura<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Mundo
Gráfico. Las grandes bailarinas españolas. Tórtola Valencia. Mundo Gráfico
13.12.1911<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> <a href="https://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-zarpa-de-la-esfinge--0/html/ff1dbf90-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html">La zarpa de la esfinge / Antonio de Hoyos y Vinent |
Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (cervantesvirtual.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/T%C3%B3rtola%20Valencia.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Victoria Cavia Navia “Tórtola Valencia y la renovación de la danza en España” <a href="https://uvadoc.uva.es/bitstream/handle/10324/43685/Tortola-Valencia-renovacion-danza.pdf;jsessionid=A53A47F818BC5513B6C213838760B02D?sequence=1">Tortola-Valencia-renovacion-danza.pdf;jsessionid=A53A47F818BC5513B6C213838760B02D
(uva.es)</a></span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-65721974183791733932022-06-27T00:35:00.003-07:002022-06-27T00:35:53.145-07:00La Fornarina, cupletista y mito<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4onky1LibSx4rnYxyfBXP-zAhdI0-DoYAWBwTWxzsmp7csKou-XEODgFzcqsOKhZqdULbEFuCrn7tGNKgBjN9UZz-zpo0Qwtfy3VvVNlBSWP1LkQ-hZU83_VkGlfDW2OqwdEB8V0mvd1_YWfqtVZeCkqSWmXqoKWiAdSiR34rMrkuOu2pIY1kLGIavw/s505/Fornarina%2010.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="505" data-original-width="365" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4onky1LibSx4rnYxyfBXP-zAhdI0-DoYAWBwTWxzsmp7csKou-XEODgFzcqsOKhZqdULbEFuCrn7tGNKgBjN9UZz-zpo0Qwtfy3VvVNlBSWP1LkQ-hZU83_VkGlfDW2OqwdEB8V0mvd1_YWfqtVZeCkqSWmXqoKWiAdSiR34rMrkuOu2pIY1kLGIavw/w462-h640/Fornarina%2010.png" width="462" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No, no me estoy refiriendo a la
pintada por Rafael Sanzio, sino a otra mujer que, en su siglo y en su tiempo,
alcanzó tanta o más fama que la panadera Margarita Lutti, amante del pintor de
Urbino.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Esta otra “Fornarina” se llamaba,
en realidad Consuelo Vello Cano y no era hija de un panadero, sino de un
guardia civil y de una lavandera y fue, como escribe Javier Barreiro, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">uno de los primeros mitos eróticos y del
cosmos del espectáculo en España</i>”<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
una famosa cupletista, amada y deseada de los hombres y admirada por el
público.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT_U-MUOkMQZoPmG2ZvrRrgHhXLOrycIxifJ85YcmJdgl-nY0DfaXtDnxrCgch_5SXD38hafPKHs0LxFC5YTy-h56GWoyZTyAnqHhjGsgtQJ_s_mOraqUuYXaCkDZLM9OhYUjKIPmZVqKF3TaIMGvLj3uJ50q8a-ObWrxbTFRtDYiAKg2sbqye63pzFA/s2055/Fornarina%2014.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2055" data-original-width="1219" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiT_U-MUOkMQZoPmG2ZvrRrgHhXLOrycIxifJ85YcmJdgl-nY0DfaXtDnxrCgch_5SXD38hafPKHs0LxFC5YTy-h56GWoyZTyAnqHhjGsgtQJ_s_mOraqUuYXaCkDZLM9OhYUjKIPmZVqKF3TaIMGvLj3uJ50q8a-ObWrxbTFRtDYiAKg2sbqye63pzFA/s320/Fornarina%2014.jpg" width="190" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">No hay muchos estudios<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
sobre La Fornarina y las hemerotecas y archivos guardan pocos fondos relativos
al personaje<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Desconozco si el Museo Nacional del Teatro de Almagro tiene alguna información
literaria o gráfica.<o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Anudando datos de aquí y de allá,
sabemos que Consuelo nació en Madrid el 27 de mayo de 1884, en el número 12 de
la calle de Areneros (hoy marqués de Urquijo). Su niñez fue muy triste,
ayudando a su madre a lavar ropa en las riberas del raquítico Manzanares. De
adolescente, parece que ejerció la prostitución callejera como “cantonera” en
los soportales de la Plaza Mayor. Luego fue acogida como modistilla en una casa
de costura que más bien funcionaba como tapadera para otras actividades menos
inofensivas que las derivadas de la aguja.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Allí Consuelo fue modelo de pintores y ello le facilitó empezar a
trabajar de corista en el Teatro de la Zarzuela de Madrid,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>donde era conocida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el equívoco nombre de “Rosa de Té”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeQYZQImNwK3969EGBPlF8KiZKq4y9qO9sQZEVERVHmPFM0tf8VgDYvDiev9q54XnSooOyiFDF-WSZtu9RWKQSJLzMH2cwhkiDdxL_lqu9qRfAoAYZijUmG8gj14Hy5EUu8QAxWKHkw360lPhvzLFSYY2X67GJ9Anf8wn2yfnY1Qwn-47i4ZG1o-Er0g/s613/Fornarina%2015.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="348" data-original-width="613" height="364" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgeQYZQImNwK3969EGBPlF8KiZKq4y9qO9sQZEVERVHmPFM0tf8VgDYvDiev9q54XnSooOyiFDF-WSZtu9RWKQSJLzMH2cwhkiDdxL_lqu9qRfAoAYZijUmG8gj14Hy5EUu8QAxWKHkw360lPhvzLFSYY2X67GJ9Anf8wn2yfnY1Qwn-47i4ZG1o-Er0g/w640-h364/Fornarina%2015.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Su fama empezó a cimentarse poco
tiempo después, al ser contratada por el empresario del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Salón Japonés, que estaba en el número 16 de
la calle de Alcalá,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>donde debutó en
1902, en una revista<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“sicalíptica”
titulada “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Pachá Bum Bum y su harén</i>”
compuesta por el bailarín francés Balazy. Su papel era mudo, carecía de letra y
acción, pero como nos cuenta Antonio Espina, dejó al público encandilado y con
la boca abierta:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Había una escena en la obra en la que el viejo y cascado Pachá Bum Bum
decidía liquidar su numeroso harén para dedicarse al vida contemplativa. Esto
era muy triste pero estaba convencido de que ni las mismísimas huríes del
Profeta serían capaces de levantar su ánimo decaído. Entonces el jefe de los
eunucos le rogaba que viese como última experiencia a una mocita madrileña, una
esclava recién capturada en la Puerta del Sol. Accedía el caduco anciano y en
este momento se apagaban todas las luces del teatro. Enseguida volvían apagarse
para encenderse de nuevo tras unos segundos de intensa luminosidad en el
escenario</i>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En medio de este resplandor y del religioso silencio de los
espectadores, aparecía la Fornarina, quien, dejando caer a sus pies el velo que
la cubría, se mostraba completamente desnuda e inmóvil, con las manos cruzadas
sobre el pecho y una sonrisilla ingenua en los labios. El efecto era
fulminante, tanto en el Pachá Bum Bum como en el respetable público</i>”<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsw6M3NCIPyioj-ebITyaWPEbGqXnXBfEX0g9qRsxBxWbrkVez4MB2muEVq5RmIdkSdLPqHASjQRKPQJ9BPsankmrMqUlfunUN5EomClm976H95hCmVP3229Ouw2bJJrVOpCQLc_gFIQOBB3msaHS9CuxaD2AG1CV5vbLF1jvcmJkRjJPr66jCxyBwaw/s277/Fornarina%209.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="182" data-original-width="277" height="421" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsw6M3NCIPyioj-ebITyaWPEbGqXnXBfEX0g9qRsxBxWbrkVez4MB2muEVq5RmIdkSdLPqHASjQRKPQJ9BPsankmrMqUlfunUN5EomClm976H95hCmVP3229Ouw2bJJrVOpCQLc_gFIQOBB3msaHS9CuxaD2AG1CV5vbLF1jvcmJkRjJPr66jCxyBwaw/w640-h421/Fornarina%209.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En ese mismo año 1902, debuta
como bailarina y cantante en el Salón Actualidades, (que estaba a la entrada de
la calle de Alcalá junto al Gran Hotel de París),<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya con el pseudónimo de “Fornarina”, que le
fue dado por un periodista, Betegón o Saint Aubin en recuerdo de la amante de
Rafael. En 1902-1903, trabajó en el Romea (en la acera de la derecha de la
calle de Carretas, próximo a la Plaza de Jacinto Benavente), donde conoció a
quien sería su Pigmalión, el “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">apuesto y
simpático</i>” periodista, corresponsal de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ABC</i>
y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La Corres</i>”, José Juan Cadenas
Muñoz (1872-1947), muy introducido en el mundo del espectáculo como poeta y
dramaturgo y que con el tiempo llegaría ser presidente de la Sociedad General
de Autores. Cadenas decidió adaptar para su musa las más célebres creaciones
del music-hall francés, con letras picarescas pero no demasiado procaces.
Además la tiñó de rubio y contrató para ella actuaciones en Lisboa, París y
otras capitales europeas. Consuelo supo aprovechar las lecciones que le
brindaba su mentor y pronto se convirtió, sin abjurar de su pasado, en una
artista cultivada, al menos superficialmente, capaz de alternar “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">con escritores, artistas y hombres del gran
mundo</i>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPfohnCeeT6bq7b0tUOHhSKVx8Bf2c2lzEe2_ShxqnkYPj5cy8bm73dGDoQslPa2UV-NT0VFflvEFL25IbrJDT7dVEv97aeaUFbRY5I3nUagA6hkda18ZVu4l6hfDzjOfMZRUxrIMq2UWfIG2qfNqvbeCX6ykRxeux8i1SHba1Y2Vu9RI1oAbYLGbAqQ/s3108/Fornarina%203.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3108" data-original-width="1932" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPfohnCeeT6bq7b0tUOHhSKVx8Bf2c2lzEe2_ShxqnkYPj5cy8bm73dGDoQslPa2UV-NT0VFflvEFL25IbrJDT7dVEv97aeaUFbRY5I3nUagA6hkda18ZVu4l6hfDzjOfMZRUxrIMq2UWfIG2qfNqvbeCX6ykRxeux8i1SHba1Y2Vu9RI1oAbYLGbAqQ/w398-h640/Fornarina%203.jpg" width="398" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Rafael Cansinos Assens, en sus
impagables memorias tituladas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La novela de un novelista</i>” nos deja esta
vívida descripción de una actuación de la Fornarina en el Frontón Kursaal,
hacia 1906: <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">… <i style="mso-bidi-font-style: normal;">A poco se levanta el telón y aparece en escena, entre aplausos, la
gentil cupletista. Pequeña, rubia, ingenua, como una miss, la mujer que sabe
decir las mayores procacidades con aire inocente de ursulina empieza a cantar
un picante cuplé de un viejo verde que la persigue y al que ella maneja como un
pelele diciéndole “al-higuí, al-higuí…/ con la mano; no con la boca si”.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-large;">Todo el público corea el estribillo y hay viejos verdes también, a los
que les cuelga la baba… “Si…, si… , si, al-higuí…/ con la mano; no con la boca
si”.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Algunos hacen ademán de saltar al escenario. La artista sonríe benévola
y agradecida a los aplausos. Entona otro cuplé. El de la bellísima Asunción:
“que un martes de Carnaval/se escapó de la pensión/y enseguida la baile
fue/decidida a divertirse/ y a gozar…</i>”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-large;">¡Como retumba en la oquedad del inmenso salón aquella frase que la
artista profiere engallando el pecho y alargando la voz en un cálido y amplio
alarido de deseo que llena todo el teatro!..<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-large;">Termina el cuplé y los aplausos atruenan el aire, caldeado ya por los
cigarros y el run-run del público.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: x-large;">Parece como si fuera a empezar el aquelarre y todos, hombres y mujeres,
fueran a entregarse al frenético deseo de divertirse y de gozar… Pero ahora la
artista ataca la machicha y, con aire más bien irónico, entona el cuplé de don
Procopio: “El buen señor/que es un conquistador…/es decir, que se lo cree/y que
una noche se fue al Olimpia/armado de dos lentes y un telescopio/a observar las
estrella/fue don Procopio/ El buen señor/es un conquistador…”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El público, lleno de don Procopios, sin darse por entendido, aplaude a
la artista, le hace coros y leva el compás con los bastones… Cada cual se ríe del
otro</i>…”<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRd1vUYad-BE-QGH9ZixZWEP3PUl98Sx3fH-ieAs9xDpAKbfUYGVP7sKjQJCIMiQy4fjSggYA8Y8tYAI5Xxmu9LDhD4qHRxeW9KFcNQXK5lVJAsyzLihKvqbwrd51TmVl0lr1SAcWgSyIDoHV1SJLQNhD_ctP_QmwHldMi8YDPYm_eFljbDzhoVvv5Lw/s1088/Fornarina%204.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1088" data-original-width="703" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRd1vUYad-BE-QGH9ZixZWEP3PUl98Sx3fH-ieAs9xDpAKbfUYGVP7sKjQJCIMiQy4fjSggYA8Y8tYAI5Xxmu9LDhD4qHRxeW9KFcNQXK5lVJAsyzLihKvqbwrd51TmVl0lr1SAcWgSyIDoHV1SJLQNhD_ctP_QmwHldMi8YDPYm_eFljbDzhoVvv5Lw/w414-h640/Fornarina%204.jpg" width="414" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir de 1907 la Fornarina
convertida en “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">una gloria nacional</i>” alterna
sus giras por el extranjero con sus actuaciones en España. En 1910, ya consagrada
como la reina del cuplé, se presenta en el Teatro de la Comedia de Madrid, con
presencia de Alfonso XIII. Sus relaciones con Cadenas se deterioran, por celos
y quizás también por cansancio por parte de él, a la vez que su salud se
resiente “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">sobrevenidos por abortos en
malas condiciones o manipulaciones nada higiénicas”</i>. Médicos y allegados le
aconsejan operarse mientras ella sigue alternado sus relaciones siempre
tormentosas con Cadenas con otros admiradores, entre los que el más constante
fue el poeta Enrique de Mesa (1878-1929) quien intentó suicidarse por ella,
disparándose un tiro en el pecho.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-5pBNqg-uXsCI3rOr510iyi3u1jl-0BaIblFNYyh9SKTMA3w_8DrNgP_bNdGmiIxXXtF4wGNrgkTXgkM0IUxbElQSNZVGWKG71ijgSltXaWx4njgMuOUiAdlfcwwtodjg9OK2SSoKYGsKhpoJBDiTnR8Cnszz-7rXlPpxk7PeQ2arKX0EeOTDXlZMkQ/s447/Fornarina%205.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="242" data-original-width="447" height="346" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-5pBNqg-uXsCI3rOr510iyi3u1jl-0BaIblFNYyh9SKTMA3w_8DrNgP_bNdGmiIxXXtF4wGNrgkTXgkM0IUxbElQSNZVGWKG71ijgSltXaWx4njgMuOUiAdlfcwwtodjg9OK2SSoKYGsKhpoJBDiTnR8Cnszz-7rXlPpxk7PeQ2arKX0EeOTDXlZMkQ/w640-h346/Fornarina%205.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En 1915, en la que sería su
última temporada, vuelve al Apolo, siendo recibida fríamente por un público que
empezaba a cambiar sus gustos musicales. Decidida a operarse “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">de un fibroma y varios quistes malignos</i>”
es intervenida el 14 de julio “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">por el
eminente Doctor Cospedal</i>”, Tres días más tarde, el 17 de julio de 1915
moría en el sanatorio del Rosario de la calle Príncipe de Vergara, causa dela
muerte: Ovariosalpingitis supurada, bilateral, miomas uterinos, septicemias,
después de operada por laparotomía abdominal. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fallecimiento de la Fornarina</i> –escribe Alberto Iturrioz e
Ibáñez-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">causó verdadero dolor y consternación en toda la gente; quizá Joselito
y ella han sido los dos seres humanos en la España del primer cuarto de siglo
cuya muerte fue más sentida, tal vez porque se apagaron<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en pleno esplendor y juventud“</i><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Amortajada con el hábito de la
Soledad, acompañado el féretro de una gran comitiva, fue enterrada en el
cementerio de San Isidro donde aún puede verse su tumba velada por un ángel esculpido
por el genial Mariano Benlliure<a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sobre su tumba no faltaron
durante muchos años flores frescas dejadas puntualmente por sus admiradores.
Uno de los más fieles fue, según don José del Corral, el actor Jesús
Tordesillas. <a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijtdPRqw08nlSy9B_YcbQU_8lWCZ3791o1HOfphw48ofGUuJGrAODn9Rby7esU8XomE1NkP6yPeBfkJ2ZBTy5Ie_2n-eFPjJ2O67V5H82pUIjmmCdI1VheRJa-kqHZbMUnwwJYP2MOh3WL-nPOgfkNSR_LzXYvle6rtOhZsuGaeocjvieqXi9vyW0VVA/s400/Fornarina%206.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="323" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEijtdPRqw08nlSy9B_YcbQU_8lWCZ3791o1HOfphw48ofGUuJGrAODn9Rby7esU8XomE1NkP6yPeBfkJ2ZBTy5Ie_2n-eFPjJ2O67V5H82pUIjmmCdI1VheRJa-kqHZbMUnwwJYP2MOh3WL-nPOgfkNSR_LzXYvle6rtOhZsuGaeocjvieqXi9vyW0VVA/w323-h400/Fornarina%206.jpg" width="323" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La fundadora de la canción en España</i> -escribe Javier Barreiro- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cantaba mediocremente, no tenía nociones de
solfeo, ni oído, ni memoria musical, aunque su voz era de dicción clara y segura
en el registro medio. Era muy mala para bailar y cualquier tipo de actividad que
exigiera coordinación. Sin embargo, uno de sus números más famosos fue “El
polichinela”, que cantaba accionando ella misma una marioneta, a la que llamaba
Tobías.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En cambio, era sensible, natural, ingeniosa
pero muy dada a la pereza. Consumió, como tantos de sus contemporáneos
pertenecientes al gran mundo, éter y cigarrillos egipcios que, muy
frecuentemente, contenías haschisch o cocaína. Al contrario que otras colegas
no tuvo pasión por las grandes fortunas</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pero
si por poetas y artistas. Aunque tuvo un gran amor, le gustaron los hombres y
llegó a engañar a Cadenas, incluso antes de la ruptura. No era manirrota ni
gustaba de impresionar con joyas y vestidos</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dediquemos un recuerdo para esta
artista del ayer con esta audición de “Clavelitos”, del Archivo de Olga Ramos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/6jRDIwJhQXc" width="320" youtube-src-id="6jRDIwJhQXc"></iframe></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">© </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: x-large;">Manuel Martínez Bargueño</span><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Febrero, 2013 (corregido junio
2022)<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Si te ha interesado esta entrada
y quieres preguntar, comentar o aportar algo al respecto, puedes dejar un
comentario o escribir a mi dirección de correo </i></b><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">manuelblas222@gmail.com</i></b></a><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> con
la seguridad de ser prontamente atendido.<o:p></o:p></i></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: large;">Difunde entre tus amistades este
blog.<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK Manuel
Martínez (Manuel Martinez Bargueño)<o:p></o:p></span></i></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Gracias. Manuelblas</i></b>.<o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Javier Barreiro “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Fornarina y el origen
de la canción española</i>”. Asparkía. Investigació Feminista, número 16 pp.
27-40.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La primera biografía de la artista<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fernando Periquet “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Fornarina. Cancionista. Su historia
(1884-1915)</i>. Madrid. Sociedad Española de Librería, fue escrita<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pocos meses después de su muerte y de ella
han tomado datos los demás, por ejemplo, Diego López Moya, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La novela de La Fornarina</i>”. La novela de
bolsillo, 1916. También han escrito sobre esta artista, entre otros, Andrés
Guilmain “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La vida novelesca de Consuelo
Bello Cano, Fornarina</i>” en “Reinas de la escena” Madrid E.C.A., pp.169-268;
Rafael Manzano “La Fornarina”. Barcelona G. P.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>1960<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Álvaro Retana “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estrellas del cuplé</i> (Su vida y sus
canciones). Madrid. Tesoro, pp. 7-75<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Para quien desee profundizar en la vida de este primer mito del espectáculo y
la canción, les recomiendo la entrada “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
Fornarina y otras<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cupletistas que
marcaron una época: mujeres de ayer admiradas, hoy olvidadas</i>” en <a href="http://consuelitoyotrasbellasdelcuple.blogspot.com/">http://consuelitoyotrasbellasdelcuple.blogspot.com</a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoFootnoteText"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="font-size: x-large; text-align: justify;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[4]</span></span></span></a><span style="font-size: x-large; text-align: justify;">
Antonio Espina “</span><i style="font-size: x-large; text-align: justify;">Las tertulias de Madrid</i><span style="font-size: x-large; text-align: justify;">”.
Alianza Tres. Alianza Editorial, 1995. pp. 209-10</span></p></div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Rafael
Cansinos-Assens “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La novela de un
novelista, 1</i>” El libro de bolsillo 5081. Alianza Editorial, 1982
pp.221-222.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Alberto
Iturrioz Ibáñez “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Escalerilla madrileña</i>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ediciones Cultura Clásica y Moderna. Madrid,
1965. p. 203.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Carlos Viñas localizó la tumba de La Fornarina en el patio de la
Concepción de la Sacramental de San Isidro. Al ángel esculpido por Benlliure le
falta la cabeza y el brazo derecho. Sobre la piedra grisácea puede leerse esta
sola inscripción CONSUELO VELLO LA FORNARINA<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><a href="http://madridafondo.blogspot.com.es/2012/05/la-fornarina-y">http://madridafondo.blogspot.com.es/2012/05/la-fornarina-y</a>
<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="file:///E:/La%20Fornarina.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
José del Corral. “<i>La casa de la Fornarina</i>” en “<i>Casas madrileñas
desaparecidas. Misterios, amores en intrigas”</i>. Sílex. Biblioteca de Madrid
2004, pp. 163-171.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-70319988898080247252022-06-22T14:19:00.015-07:002022-06-22T14:26:58.505-07:00La expedición del general Gómez (segunda parte)<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QZNfpRx0tBMLpPGeqO6FDbI9dNA6VAZRtfYpGItJ_wBKWNOAIdg_LN1DB8wXlCnKxy9Pr0rCVZISF-5cgwLvE0xFY0rZrggp87C6OI-bodp3DNA6SqGfNZvdcb-8FkIXkL4_GhtL0js4_mX8SM2y_qzSej94whLUV_E5e0v7CpDFXOBG6gMxzK96Zw/s800/C%C3%B3rdoba%201832.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QZNfpRx0tBMLpPGeqO6FDbI9dNA6VAZRtfYpGItJ_wBKWNOAIdg_LN1DB8wXlCnKxy9Pr0rCVZISF-5cgwLvE0xFY0rZrggp87C6OI-bodp3DNA6SqGfNZvdcb-8FkIXkL4_GhtL0js4_mX8SM2y_qzSej94whLUV_E5e0v7CpDFXOBG6gMxzK96Zw/w640-h400/C%C3%B3rdoba%201832.jpg" width="640" /></a></div><span><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La defensa de Córdoba presentaba dos fases diferenciadas: la primera, resistiendo todo lo posible, tendría lugar en las murallas de la ciudad y la segunda en puntos fortificados dentro de la población. <i>Estas disposiciones estaban tomadas en el supuesto de que Gómez era perseguido muy de cerca por las tropa</i><i>s de la reina con lo cual bastaría
llevar a cabo una breve resistencia para dar tiempo a que estas llegaran y que
los carlistas se encontraran entre dos fuegos</i><span>”</span></span></p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Gómez tenía
inteligencia en la ciudad; los carlistas cordobeses le habían dado detalles sobre
las fuerzas que existían allí: milicia nacional y algunos oficiales del
ejército.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pio Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al acercarse las tropas de Gómez
a Córdoba, se adelantó un pequeño grupo de caballería compuesto por el general
Cabrera, el brigadier Villalobos y sus correspondientes ordenanzas y escoltas y pudieron observar
que, aunque las puertas de la ciudad estaban cerradas, había un portillo
desguarnecido, la puerta llamada de Baeza, y empezaron a dar golpes con un hacha en la puerta hasta
que pudieron derribarla y entrar, dándose de manos a boca con algunos soldados
que, al verles, se les unieron, dando vivas a don Carlos. Al oírles los
cristinos pensaron que toda la caballería carlista se encontraba ya dentro de
la ciudad y huyeron a refugiarse a los puntos fortificados del Alcázar y el
Seminario.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Ante la acometida carlista, un
grupo de nacionales de Iznájar se refugió en una posada y desde allí hicieron
fuego contra los jinetes que pasaban de resultas del cual resultó mortalmente
herido el brigadier Villalobos.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Cuando llegó Gómez, Cabrera, siempre cruel y vengativo, rodeó
la posada próxima a la catedral, la incendió y fusiló a los milicianos de
Iznájar<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pío Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los carlistas fueron ocupando,
uno a uno, los puntos fortificados, venciendo la resistencia de sus defensores
y estos, finalmente, al adquirir la certeza de que no se podía contar con un
pronto refuerzo, decidieron capitular. Esto ocurrió el 1 de octubre de 1836.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como resultado de la toma de los
fuertes se hicieron 2.085 prisioneros y se recogieron armas, caballos, gran
cantidad de géneros, alhajas y dinero.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Gómez sacó mucho dinero de Córdoba. La ciudad era levítica,
clerical. Se apoderó de los fondos públicos y de algunos de los particulares e
impuso una contribución a los más ricos…<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pío Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Gómez creó en Córdoba una Junta
Suprema, al frente de la cual colocó al deán de la catedral. Esta Junta supervisaba
el que todas las medidas tomadas por Gómez se llevaran a cabo y también era de
su competencia hacer frente a los gastos que originaba la estancia de la
expedición y su mantenimiento.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La llegada de los expedicionarios
no solo causó gran alegría en Córdoba sino que además provocó un al alzamiento
en toda la provincia a favor don Carlos e incluso en la provincia de Sevilla
adonde se creía que iría luego la expedición, pero en el momento en que Gómez
con parte de sus tropas iniciaba la marcha hacia la capital de Andalucía, le
llegaron noticias de que el general Escalante con una columna de 5.800 hombres
se acercaba desde Málaga con la intención de penetrar en la provincia de
Córdoba lo que motivó un cambio de planes para defender a las localidades
sublevadas de Baena, Cabra, Lucena y Montilla.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En los alrededores de Baena tuvo
lugar un encuentro en la que los carlistas hicieron 241 prisioneros (5 de
octubre de 1836), pasando luego las tropas de Gómez y Cabrera a Cabra y luego a
Lucena desde donde oficiaron a don Carlos para que mandase una expedición
contra Madrid aprovechando las numerosas fuerzas ocupadas en perseguirles a
ellos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtf8-jxSZxv53R-5wuWMDgahDfLTgF0S4wdfoRCa5XnDBwZBnNsW10tbvxNpvnC721Z42h9_mVgAu5xRjJfwKMDjD8Ol57GAbQZQeSNTpaeQI8wLXMo3RT1Jdmoxz9kNXU-mLdAkpeu5u7fQOIV7R3rMD20mIxpM3rBaLI0wHIZvYW40Zpkccloxudcg/s1211/General%20G%C3%B3mez%201.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1211" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtf8-jxSZxv53R-5wuWMDgahDfLTgF0S4wdfoRCa5XnDBwZBnNsW10tbvxNpvnC721Z42h9_mVgAu5xRjJfwKMDjD8Ol57GAbQZQeSNTpaeQI8wLXMo3RT1Jdmoxz9kNXU-mLdAkpeu5u7fQOIV7R3rMD20mIxpM3rBaLI0wHIZvYW40Zpkccloxudcg/w422-h640/General%20G%C3%B3mez%201.jpg" width="422" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>General Gómez</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 7 de octubre la tropa
carlista pernoctó en Montilla y el 8 se fue a dormir a Cabra siempre pendiente
de los movimientos de Alaix, única columna que podía inquietarles y que por
entonces se asentó en Priego, ya en la provincia de Córdoba. Pensó Gómez
establecer en la localidad de Iznájar su centro de operaciones en Andalucía,
pero al ver que faltaba agua y que la reparación de las murallas llevaría mucho
tiempo, abandonó el proyecto. En esos días Gómez contaba con una fuerza
compuesta por unos 6.000 infantes y 1.100 jinetes a los que Alaix solo podía
oponer algo menos de 4.000 hombres. Los historiadores especulan sobre qué
hubiera pasado si Gómez hubiera atacado a Alaix en Priego, dada la superioridad
numérica de sus tropas. A este respecto Bullón de Mendoza señala que “<i>el
general Gómez tuvo en Priego una magnífica ocasión para destrozar la columna de
Alaix</i>”, acontecimiento que hubiera permitido a las tropas carlistas “<i>asentarse
en Andalucía y un alzamiento general que habría puso a los liberales en
gravísimo aprieto</i>.”<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Durante los días 9 y 10 de octubre
los ejércitos de Gómez y Alaix permanecieron frente a frente sin que ninguno de
los dos pasase a la ofensiva. El día 11 los carlistas dejaron Priego con
dirección a Montilla desde donde marchó a Córdoba y allí descansó los días 12 y
13. Creyó Gómez por entonces que el ejército carlista había atravesado el Ebro
y se disponía a marchar sobre Madrid y así, para sumarse a ese movimiento
dispuso la salida de su división hacia Ciudad Real por Extremadura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Así, el día 13 los carlistas
abandonaron Córdoba, con gran sentimiento de la población y a las pocas horas
las tropas de Alaix hicieron su entrada en Córdoba tomando luego las medidas
precisas para restablecer en la ciudad la situación anterior la entrada de la
expedición carlista.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Los carlistas de Córdoba quedaron defraudados con la marcha
de Gómez.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span style="line-height: 107%;">Pío Baroja</span> </span> <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 14 de octubre la división
expedicionaria pernoctó en Villaharta. El día 15 marchó a Pozoblanco donde
pernoctó y al día siguiente emprendió la marcha hacia la provincia de Ciudad
Real donde tuvo noticias de que el anunciado paso del Ebro por las tropas
carlistas era falso y que la división de Rodil, ministro de la guerra estaba en
Puertollano vigilando sus movimientos.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7VgBmUmsnQj_R3bXVj3qQ-7lgJWcE0QxWsxVsvS0rqp0UGSY5-t03IZplPM-P0wmTbdM1_KyodCgZMXOfW1S_Wj2Bd-fzWfnzpL9riPeneCT69FDf23VyNhWlSmpigJqKuQZXmOG861NsKIhdKKYj5GD2BJV86xOOEtCGzuowH2DfHODOWVCVIcQdYg/s300/General%20rodil.webp" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7VgBmUmsnQj_R3bXVj3qQ-7lgJWcE0QxWsxVsvS0rqp0UGSY5-t03IZplPM-P0wmTbdM1_KyodCgZMXOfW1S_Wj2Bd-fzWfnzpL9riPeneCT69FDf23VyNhWlSmpigJqKuQZXmOG861NsKIhdKKYj5GD2BJV86xOOEtCGzuowH2DfHODOWVCVIcQdYg/w400-h400/General%20rodil.webp" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>General Rodil</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Rápidamente, pasando por
Conquista, Pedroches, Pozoblanco y Santa Eufemia, las tropas carlistas se
acercaron a Almadén, “el pueblo del azogue”. Desde Santa Eufemia, Gómez mandó
una nota al alcalde de Almadén en que le pedía que se le facilitasen las
raciones necesarias para sus tropas. La respuesta, redactada por el gobernador
militar de la plaza, el brigadier de artillería don Manuel de la Puente y
Aranguren fue la siguiente: “<i>En Almadén no se dan raciones si no se
conquistan con plomo</i>”. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aranguren, siempre en
comunicación con Rodil, se preparó para la defensa, pese a creerla “<i>militar
y políticamente imprudente</i>”. Su guarnición fue reforzada por las tropas de
Extremadura que mandaba el brigadier Flinter, compuestas por 1.300 infantes y
120 caballos.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">El ministro quería que si les atacaban se sostuvieran en la
plaza dos o tres días y esperasen a ser socorridos.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pío Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mientras Gómez se acercaba a
Almadén, Rodil “<i>hombre terco y doctrinario</i>”, según Baroja, no solo no se
aproximaba, sino que, por el contrario, cada vez se alejaba más de la plaza lo
que confirma la idea de que el ministro de la Guerra no estuvo en esta ocasión
a la altura de las circunstancias, por lo que posteriormente sería relevado del
cargo.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Los dos jefes, Flinter y Puente, hicieron un reconocimiento
del vasto e irregular recinto del pueblo y de los recursos con que contaban
para defenderlo. Convinieron en que salvarían mejor el establecimiento minero
desde las posiciones inmediatas que no intentando la resistencia dentro de los
muros.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pio Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Entre las 6 y las seis y media de
la mañana del día 23 de octubre los carlistas se presentaron ante las
fortificaciones de Almadén. Frente a los muros de la ciudad, dicen que Cabrera
exclamó “<i>O he de tomar a Almadén para que se acuerden de mi o he de morir</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las acometidas carlistas fueron
tan fuertes y continuas que los sitiados tras una brava resistencia hubieron de
capitular “<i>entregándose en condiciones honrosas que luego Gómez no cumplió</i>”
(Pio Baroja). La pérdida de carlistas en esta acción fue de unos ciento
cincuenta hombres, mientras que los cristinos tuvieron 17 muertos, 46 heridos y
1767 prisioneros.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtLtwEkZG0TbJQZYO8zi4CXPhlOBD4HZBM7oyxgpd6NSBrCCVqDlGM-H7Vffq1H2ccm6mqlOsXL0kAATj_cXIRoNtSPTUN9kDAKVIEBv3So-EWhvZW-_XFWsNO74dH9rsE2Qfnhz9-oPR2xL7v74lneOEPNLRIBnPHF1K0tD1y60OuPWUFDFoJaf74hA/s240/Toma%20Almad%C3%A9n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="220" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtLtwEkZG0TbJQZYO8zi4CXPhlOBD4HZBM7oyxgpd6NSBrCCVqDlGM-H7Vffq1H2ccm6mqlOsXL0kAATj_cXIRoNtSPTUN9kDAKVIEBv3So-EWhvZW-_XFWsNO74dH9rsE2Qfnhz9-oPR2xL7v74lneOEPNLRIBnPHF1K0tD1y60OuPWUFDFoJaf74hA/w367-h400/Toma%20Almad%C3%A9n.jpg" width="367" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La toma de Almadén tuvo graves
repercusiones en la capital del reino. Algunos diputados pidieron
responsabilidades al Gobierno, dirigiendo especialmente sus acusaciones contra
el ministro de la Guerra, Rodil de quien un diputado llegó a afirmar “<i>que el
general Rodil no podía responder la nación sino con su cabeza</i>”. A este
general la opinión pública le conocía como el general “<i>de la paralela al
centro</i>” debido a sus manías estratégicas y que en aquella época fue representado
en una lámina mirando con un anteojo de campaña horizontalmente a lo largo de
una llanura dilatada y pasando a la vez la facción entre sus piernas, bastante
extendidas y apoyadas sobre la cima de los dos lados de un barranco.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20de%20Gomez%5EJ%20segunda%20parte%202.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Al final, el ministro sirvió de víctima propiciatoria que evitó la caída del
Gobierno Calatrava, siendo sustituido el 12 de noviembre en el mando de las
tropas por el general Rivero que emprendió la persecución de Gómez. Otra
decisión del Gobierno fue que el brigadier Ramón María Narváez saliera con una
división de 4.400 infantes y 130 jinetes en persecución de Gómez. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Por su parte, Gómez no se detuvo
en Almadén, sino que salió de la población el mismo día 24 de octubre para
pernoctar en Chillón, llevándose a los prisioneros y un gran botín. El día 26
cruzaron el Guadiana y el 27 entraron en la provincia de Cáceres dirigiéndose
hacia Guadalupe con el propósito de cruzar el Tajo por Puente del Arzobispo y
amenazar Madrid pero tuvo noticias de que todos los puentes estaban fuertemente
protegidos por las fuerzas liberales por lo que decidió retirarse a Cáceres. Al
parecer en esas fechas era grande la disparidad entre Gómez y Cabrera,
mostrando este último su deseo de abandonar la expedición con las tropas de
Aragón y Valencia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 30 de octubre se celebró en
Cáceres una junta de jefes y en ella se decidió por unanimidad que Cabrera se
separara de la expedición para cubrir otros objetivos (acudir en socorro de los
carlistas del depósito de prisioneros de Cantavieja cercado por las tropas
liberales del general San Miguel).<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguY1f34isQFgwYfnF6bj6pXp9X3k0IwuFSLoZRkfwke9l6QphrHLbX3pDkDFqLHHgGSWnKAQKqRE2fYJigq-CMgkAVCOsBdKCAav_PjSWizAxJwcApEAIS2Xbkh4VfJRyL3AZ3xuW2MBgXdEG6zO2HaIXdc8Fm5guCtdRHlvOZO9xkWN3QFj9Yn2Sidg/s630/General%20Cabrera.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="630" data-original-width="630" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguY1f34isQFgwYfnF6bj6pXp9X3k0IwuFSLoZRkfwke9l6QphrHLbX3pDkDFqLHHgGSWnKAQKqRE2fYJigq-CMgkAVCOsBdKCAav_PjSWizAxJwcApEAIS2Xbkh4VfJRyL3AZ3xuW2MBgXdEG6zO2HaIXdc8Fm5guCtdRHlvOZO9xkWN3QFj9Yn2Sidg/w400-h400/General%20Cabrera.jpeg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>General Cabrera</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Es en este momento cuando se
produce la separación entre Gómez y Cabrera que don Pio Baroja cuenta así,
aunque hay varias versiones que no coinciden:</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">“Al llegar al lugar oportuno, el general mandó formar su
tropa en orden de batalla, llamó a Cabrera y a sus compañeros al frente y
ordenó que se leyera un oficio.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">En este oficio se les mandaba que se separasen de la columna
expedicionaria y con una pequeña escolta de caballería marchasen a Aragón.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Cabrera ardió de rabia y de despecho, pidió que le dejasen
llevar infantería; Gómez le contestó:<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">-Siga usted este itinerario y no tiene necesidad de
infantería alguna.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Cabrera salió al galope con sus ayudantes. El Serrador, Arnau
y otros pidieron a Gómez que les dejara marchar a retaguardia a
recoger sus equipajes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Sin hablar una palabra más, sigan ustedes a Cabrera o les
fusilo aquí mismo</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Quizás esta narración sea un poco
exagerada porque la separación entre Gómez y Cabrera no tuvo los tintes
dramáticos que recoge Baroja, pero lo cierto es que tampoco se realizó con la
conformidad de Cabrera, forzado por Gómez a abandonar sus tropas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 2 de noviembre, desde
Cáceres, Gómez comunicó a don Carlos los hechos sucedidos en Almadén y la separación
de Cabrera, así como que estaba dispuesto a volver a Andalucía para
establecerse allí, reconociendo, no obstante, la dificultad del empeño debido a
la presencia de tres fuerzas perseguidoras (las columnas de Rodil, Alaix y
Narváez), sugiriendo al Pretendiente el envío de una división para tomar Madrid
que prácticamente parecía desguarnecida.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Gómez, pues, quedó a la espera de
la llegada de un ejército que le apoyase, pero la realidad es que este ejercito
nunca llegó.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 3 de noviembre salió Gómez
de Cáceres en dirección a Trujillo para atraer a aquel punto la división de
Rodil y cubrir así la retirada de Cabrera como le había prometido. El día 6
entró en la provincia de Badajoz y cruzó el Guadiana continuando hasta Zalamea
de la Serena. El día 7 salió de Extremadura y entró en la provincia de Sevilla
por Guadalcanal. “<i>En este lugar Gómez tuvo noticia de que el enemigo,
desconcertado por su movimiento, había retrasado la marcha para poder cubrir
Sevilla o Córdoba, puntos a los que consideraba probable que marchase la
expedición. En consecuencia, Gómez decidió establecerse en la serranía de Ronda
y formalizar la guerra, teniendo como base a su capital, por lo que emprendió
el camino a través de la provincia de Sevilla que era la menos vigilada</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 9 de noviembre los carlistas
durmieron en Constantina y al día siguiente cruzaron el Guadalquivir pasando la
noche en Palma del Río. El día 12, tras atravesar el río Genil la expedición
entró en Écija. El día 13 se continuó a Osuna. El 14 durmió en Marchena y el 15
pasó a la provincia de Cádiz, pernoctando en Olvera de donde salió el día 16
para penetrar en Ronda ese mismo día.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una vez establecido en Ronda,
Gómez trató de no causar muchas molestias a la población toda vez que pensaba
asentarse en la serranía circundante. En el aspecto militar se dedicó a
reorganizar la expedición, agrupándola en dos divisiones, integrada la primera
por las tropas de Castilla al mando del brigadier Arroyo y la segunda por los
batallones de Aragón y Valencia al mando del brigadier Quílez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mientras tanto las tropas del
general Rivero, sustituto de Rodil, que era el más cercano de sus perseguidores
había hecho noche el 17 en Écija y el 18 en Osuna. Al ver tan próxima la
columna perseguidora, Gómez, sorpresivamente, decidió abandonar Ronda el día 19
y para despistar a sus numerosos perseguidores se puso en marcha en dirección
al Campo de San Roque y a Arcos de la Frontera. en tanto que la división de
Rivero llegaba a Ronda, el día 20 donde permaneció dos días.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtljaaRgf6k-hoKbV1WFDz2NS81cVy9-z4Cj0OAMoHOPF3sh2S6bNYvgB2_CV_xyp1jmoGNoUtFdX-WgPr5eWDPp8r_4Q1m9GMgRxpkIf3ocCvvg3CuA-N9Z_dq-dt9lHfA9-5zC39KVZ0zDp2sXmfY2lQHBC5VEyXU1PV3Zg1ortaTqSA53gyGVhRPw/s700/Gibraltar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="396" data-original-width="700" height="362" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjtljaaRgf6k-hoKbV1WFDz2NS81cVy9-z4Cj0OAMoHOPF3sh2S6bNYvgB2_CV_xyp1jmoGNoUtFdX-WgPr5eWDPp8r_4Q1m9GMgRxpkIf3ocCvvg3CuA-N9Z_dq-dt9lHfA9-5zC39KVZ0zDp2sXmfY2lQHBC5VEyXU1PV3Zg1ortaTqSA53gyGVhRPw/w640-h362/Gibraltar.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Acuciado por sus perseguidores
Gómez, dejando en Gaucín algunos batallones, se plantó ante Gibraltar cuyo
gobernador, el general Woodford, anunció que haría fuego contra los carlistas
si pisaban territorio inglés.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">El general carlista pensaba surtirse de calzado en la plaza
inglesa, pero el haberse metido el general Ordoñez en La Línea le imposibilitó
de utilizar estos recursos y tuvo que retroceder.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pío Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 22 la división de Castilla
partió para Algeciras, quedando la segunda división en San Roque. Refiere
Delgado que “<i>en la tarde del 22 muchos ingleses a caballo, de todas clases y
graduaciones, y algunas señoritas fueron a visitar a nuestras tropas que daban
servicio de la línea y estuvieron mucho tiempo de conversación y preguntando
por todo lo que les causaba novedad, quedando admiradas de nuestro arrojo y
valentía</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Reunidas las dos divisiones
carlistas, a las dos de la tarde del día 23 emprendieron la marcha hacia Alcalá
de los Gazules. Las fuerzas de Gómez, un total de 5.892 hombres (4.992 infantes
y 900 caballos) se encontraban en este momento totalmente rodeadas por las
fuerzas cristinas superiores en numero pues contaban con un total de 25.410
hombres (23.280 infantes y 2.130 caballos). </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Vista la situación decidió
abrirse paso a través de las tropas de Narváez, sensiblemente iguales a las
suyas (4,780 infantes y 680 caballos) por lo que la expedición inició la marcha
hacia Arcos de la Frontera en la madrugada del día 25, pero cuando estaban
llegando a dicha población le salió al paso la división de Narváez entablándose
un duro combate conocido como la acción del río Majaceite que Narváez, con un
punto de exageración, intento hacer pasar como una gran victoria.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">En estas orillas [del rio Guadalcacín o Majaceite] fue donde
Narváez atacó con su brío acostumbrado a Gómez.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Narváez había prometido al Gobierno acabar con la expedición
de Gómez en un mes.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Llevaba como lugarteniente a Ros de Olano, una brigada de
caballería al mando del coronel don Hipólito de Silva, que fuel primero que
obtuvo en España la cruz laureada de San Fernando, y como jefe de estado mayor
al célebre abogado sevillano don Manuel Cortina. Narváez quería vencer a todo trance.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Contaba además con que la división de Rivero estaba a la
retaguardia de Gómez.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Narváez atacó a los carlistas en aquel terreno escabroso y
aunque no consiguió hacerle muchos muertos y prisioneros, los dispersó en gran
parte por el monte.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">La acción no tuvo </span></span><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">lugar fijo para desenvolverse.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;">Pio Baroja</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los carlistas tuvieron en la
acción de Majaceite unas 200 bajas y se retiraron mas o menos ordenadamente
hacia Villamartín, punto que abandonaron preso al saber que se aproximaban las
fuerzas de Alaix para dirigirse a Morón de la Frontera. De Morón continuaron a
Osuna y de allí a Cabra continuando la larga y fatigosa marcha por Baena y
Alcaudete.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mientras tanto se habían
producido graves disensiones entre los mandos de las fuerzas perseguidoras,
concretamente entre Alaix, a quien se le había ordenado que resignara el mando
en su inmediato inferior, el coronel Caula, y Narváez. En los alrededores de
Cabra tuvo lugar la insubordinación de las tropas de Alaix que le aclamaron por
jefe y profirieron gritos de muerte contra Narváez.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Gómez rodeado de fuerzas enemigas
no quiso pernoctar en Alcaudete y mandó continuar la marcha hacia Martos,
dejando en Alcaudete unos 150 soldados heridos o enfermos y los caudales de la
expedición que debían ser realmente considerables. Sus fuerzas estaban en
extremo fatigadas, sin haber podido parar en más de cinco meses sino instantes
y perseguidos constantemente por un enemigo muy superior en número.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al amanecer del día 30, tras un breve
descanso en Martos, Gómez y su ejército continuaron la marcha, cruzaron el
Guadalquivir y llegaron a dormir a Bailén. El día 1 de diciembre siguieron
marchando y al día siguiente pasaron Sierra Morena entrando en la provincia de
Ciudad Real hostigados por las tropas liberales que se relevaban conforme las
provincias por la que pasaba Gómez. El día 3 se continuó hasta Tomelloso y el
día 4 alcanzaron la provincia de Cuenca pernoctando en Mota del Cuervo. El día
6 durmieron en Horcajo de Santiago y el día 6 en Huete donde hicieron un
descanso algo más largo, lo que aprovecharon para herrar los caballos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 8 de diciembre pasaron a la
provincia de Guadalajara donde unos doscientos soldados al mando del comandante
Barrera, alias la Loba, desertaron para encaminarse la región valenciana. El
día 9 llegaron a Alcalá de Henares y el 11 entraron en la provincia de Soria.
Al día siguiente pasaron el Duero y el día 13 entraron en la provincia de
Burgos, adonde llegó Gómez con gran parte de sus soldados descalzos y de sus
jinetes desmontados. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Después de comer en Silos se
continuó hasta Covarrubias donde Gómez convocó a una junta de jefes para consultarles
sobre si creían posible permanecer en los montes de Soria y, en caso oportuno,
volver al interior o si creían preciso para dar descanso la división y
reorganizarse, entrar en las provincias vascongadas. Los reunidos convinieron
en esto último para conservar unas fuerzas respetables y evitar su destrucción
dada la superioridad de las fuerzas enemigas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De este modo durante los
siguientes días continuaron marchando hasta Oña, localidad a la que llegaron el
día 18 y donde dejaron de perseguirles. El día 19 de diciembre de 1836 la
expedición llegó a Orduña. En este momento los efectivos de Gómez eran de 3.153
infantes y 790 caballos, si bien se encontraban en estado tan lamentable que
más de 250 hombres tuvieron que ingresar en hospitales nada más llegar. Gómez y
varios de sus subordinados quedaron detenidos y luego fueron conducidos a
prisiones militares y encausados. En el caso de Gómez se le acusó de no haber
obedecido las órdenes recibidas de extender la guerra a Asturias y Galicia y de
algunas otras cuestiones de orden económico.</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A juicio de Bullón de Mendoza, Gómez
era un gran táctico y un mediano estratega <i>“pues vagaba de un sitio a otro
sin atreverse nunca a establecerse en ninguno debido la persecución de las
tropas enemigas, y sin decidirse tampoco a volver a las provincias del Norte</i>”.
No se estableció en Galicia como le había sido ordenado, ni supo aprovechar la
oportunidad que tuvo para quedarse con Cabrera y ayudarle a extender la guerra
en Aragón y Valencia, pese al alzamiento general en la provincia en su favor y
tampoco fue capaz de sostenerse en Córdoba, pese al alzamiento general de la
provincia en su favor.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Entre las consecuencias de la
expedición de Gómez ha de resaltarse que “<i>la impresión causada en el bando
liberal por el hecho de que una pequeña columna carlista pudiera pasearse a lo
largo de España sin ser destruida fue grande y dolorosa</i>”, siendo ello la
causa del procesamiento de varios generales y de la destitución del propio
ministro de la Guerra, Rodil. Otra consecuencia importante fue la enemistad
entre Espartero y Narváez, hecho clave en la historia del siglo XIX español. En
cuanto a la repercusión internacional, grande fue el descrédito de las tropas
liberales mientras duró la expedición “<i>pues parecía imposible que una fuerza
tan exigua cuyas correrías se realizaban por territorio controlado por tropas
enemigas no fuera rápidamente aniquilado</i>”. Coincidiendo con los mayores
éxitos de la expedición (tomas de Córdoba y de Almadén, llegada a Gibraltar)
los fondos cristinos en el extranjero experimentaron fuertes descensos. Muchos
militares en el extranjero siguieron con curiosidad la marcha de la expedición
y se cuenta que el zar Nicolás de Rusia hacía que sus ayudantes le señalizasen
todas las mañanas sobre un mapa de España los últimos movimientos de las tropas
carlistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Hasta aquí la narración de esta
extraordinaria expedición militar, que un siglo más tarde llamaría la atención
de don Pio Baroja, tanto como para seguir la ruta en automóvil, viaje del que
por cierto no salió nada contento hasta el punto de que, en la última entrega,
ya de regreso a Madrid, al fotografiarse en la picota de la plaza de La
Carolina, escribe pesaroso:</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: 9pt;"> </span><span style="font-size: medium;">“Alguno dirá que es
donde yo debo estar, en una picota, por haber emprendido una expedición tan
larga como la de Gómez, de la cual es muy difícil dar una idea completa a no
emplear mucho espacio”</span></span><span style="font-size: 9pt; line-height: 107%;">.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 9pt; line-height: 107%;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-8awoQ8k4I4hfxd8w1T_32Ccl0u4BSr1XijcWxrvLOi4IvqkA2hUxVF1_JPd7Esg4ig0RHGKXy7BS6E2669FiKSxG1G0fqhp7GGaNJVj4gdwRtcRYUAkMK1g9Okb4G9NmqDDeW1Nq0hSQN5qANbJBzgyVIBSi7Bkxdqh1zWWK3R9ib79iuYt91rBXnQ/s657/Mapa%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="496" data-original-width="657" height="484" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj-8awoQ8k4I4hfxd8w1T_32Ccl0u4BSr1XijcWxrvLOi4IvqkA2hUxVF1_JPd7Esg4ig0RHGKXy7BS6E2669FiKSxG1G0fqhp7GGaNJVj4gdwRtcRYUAkMK1g9Okb4G9NmqDDeW1Nq0hSQN5qANbJBzgyVIBSi7Bkxdqh1zWWK3R9ib79iuYt91rBXnQ/w640-h484/Mapa%202.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>No quedaría completa esta larga
narración y satisfecha la curiosidad del paciente lector que hasta aquí haya
llegado, sin que demos alguna nota final sobre los años vividos por Gómez
posteriores a su famosa expedición.</span><span>
</span><span>Encarcelado en el fuerte de Urquiola, fue puesto en libertad poco antes
del Convenio de Vergara al que no quiso acogerse marchando a Francia y
participando en distintas conspiraciones carlistas. Durante el resto de su existencia,
vivió pobremente y rehusó siempre acogerse a la amnistía dada por Isabel II, “</span><i>a
pesar del ofrecimiento hecho por los cristinos de darle una fuerte cantidad de
dinero si lo hacía y permitía que su nombre encabezase el de los amnistiados</i><span>”.
Solo pocos días antes de su muerte acaecida en la noche del 15 al 16 de junio
de 1864 firmó la petición para que le fueran revalidados sus cargos y honores
en el ejército cristino y ello fue con total seguridad para asegurar a su
esposa los recursos necesarios para su subsistencia.</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20de%20Gomez%5EJ%20segunda%20parte%202.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span></span></a></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;">© <b>Manuel Martínez
Bargueño</b></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Ju</span><span style="font-size: large;">nio, 2022<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<div><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20de%20Gomez%5EJ%20segunda%20parte%202.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Muchos periódicos se hicieron eco de esta opinión. Mariano José de Larra en su
artículo “<i>Día de difuntos</i>”, dice lo siguiente: “<i>Y arrojéme a la
calle; pero en realidad con la misma calma y despacio como si tratase de cortar la retirada de Gómez</i>”.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div><p><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20de%20Gomez%5EJ%20segunda%20parte%202.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="text-align: justify;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span></span></a><span style="text-align: justify;">
Si bien a Gómez le fue negado el reconocimiento de sus cargos por haber
presentado la solicitud fuera de plazo, a su viuda le fue concedido, por gracia
especial de la reina, la pensión extraordinaria correspondiente la graduación
de mariscal de campo que ostentaba su marido antes del Convenio de Vergara.</span> </span></p>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-88895646766699201982022-06-07T09:13:00.035-07:002022-06-07T09:24:28.336-07:00LA EXPEDICIÓN DEL GENERAL GÓMEZ (primera parte)<div class="separator"></div><p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8_ZT6AEQHc7Y50uMIzNR_2lEcmvsMVY8b40MYEyHix3MKulKKU6tkvDUjZl31xRHjp6WfFxfWWI04iwQ55ImhqeAa8NnyVjN6YgfhhG2XBjxCDFbfKesN0kKID1BBZyAV2EZeRzAotWYYOc8oPFvt1B9GbU7CWyQZvs7MCAmWemuR5S3H163ryAmnhA/s296/Grabado.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="170" data-original-width="296" height="368" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8_ZT6AEQHc7Y50uMIzNR_2lEcmvsMVY8b40MYEyHix3MKulKKU6tkvDUjZl31xRHjp6WfFxfWWI04iwQ55ImhqeAa8NnyVjN6YgfhhG2XBjxCDFbfKesN0kKID1BBZyAV2EZeRzAotWYYOc8oPFvt1B9GbU7CWyQZvs7MCAmWemuR5S3H163ryAmnhA/w640-h368/Grabado.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las guerras carlistas, las
guerras civiles de nuestro siglo XIX, no han sido tan estudiadas como debiera,
quizás porque se trata, desde el punto de vista del carlismo, de guerras de
perdedores y esas es sabido que no alcanzan la difusión que los vencedores dan
a las suyas. Por eso, creo que pocos lectores aficionados a la historia habrán
oído hablar de la expedición del general Gómez en 1836, durante la primera
guerra carlista que, sin embargo, es una peripecia militar digna de ser contada y
mejor conocida pues, como señala el historiador Alfonso Bullón de
Mendoza Gómez de Valuguera<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
“<i>Partir del territorio carlista, limitado fundamentalmente en aquel año de
1836 al país vasco-navarro, con menos de 3.000 hombres, recorrer a lo largo de
seis meses la mayor parte de la geografía española desde Galicia a Valencia y
el Estrecho de Gibraltar, eludir la persecución de fuerzas abrumadoramente
superiores en asombrosas marchas a pie, vencer en repetidas ocasiones a fuerzas
enemigas, lograr, aunque pasajeramente, entrar en seis capitales, estar a punto
de conseguir levantar a su favor una provincia tan apartada de los territorios
carlistas como Córdoba, conseguir en varias ocasiones triplicar sus fuerzas con
la unión de tropas diseminadas en otras zonas o formadas por sus partidarios y
volver finalmente a las Vascongadas con más fuerza que había partido, constituye
indudablemente, una de las más señaladas gestas de aquella prolongada contienda
civil”</i>. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFCYnjYkjLM05qlFVPCzmlDJ7LS4RwFJLxObjReGiAguQL8cSkULn9zIn3FLJlmgNBX9pWAJkt4NDtYbq_kIuzr7ygy1j8JpYWqftMdXErZK5tKKVLKCzGRmKffYAj_TjxJ3B9Gg3WdXNPGkRhOUqt2i05rgU9yMJde4yynjoc5-9Zt8PqbnT0p0B73g/s774/Libro%20%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="774" data-original-width="500" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiFCYnjYkjLM05qlFVPCzmlDJ7LS4RwFJLxObjReGiAguQL8cSkULn9zIn3FLJlmgNBX9pWAJkt4NDtYbq_kIuzr7ygy1j8JpYWqftMdXErZK5tKKVLKCzGRmKffYAj_TjxJ3B9Gg3WdXNPGkRhOUqt2i05rgU9yMJde4yynjoc5-9Zt8PqbnT0p0B73g/w414-h640/Libro%20%203.jpg" width="414" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Vamos a intentar conocer en estas
breves páginas en que consistió aquella admirable expedición militar, “<i>la
más curiosa de las militares de la guerra carlista</i>”, como la definió don
Pío Baroja<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
, sirviéndonos para ello, fundamentalmente de la obra citada de Bullón de
Mendoza, la más completa de las pocas que han tratado monográficamente esta
famosa expedición<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> a la que
añado, intercaladas, algunas pinceladas tomadas del reportaje barojiano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">La expedición del general
Gómez <o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En junio de 1836, los carlistas
habían fracasado en el sitio de Bilbao y su nuevo general en jefe, don Bruno Villareal
que había sucedido a don Nazario Eguía, temiendo que se estrechase el bloqueo
del ejercito cristino sobre las Provincias Vascongadas, dispuso que una
división saliese con dirección a Asturias y Galicia para que, fijando allí la
guerra, llamase la atención del enemigo por aquella parte y desahogase al
ejército en estas provincias. Procedió Villareal a formar las instrucciones
para la salida de una división expedicionaria cuyo mando entregó al mariscal de
campo, don Miguel Gómez Damas (1785-1864), instrucciones que fueron aprobadas por
don Carlos, el pretendiente carlista el 23 de junio de 1836.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOg4jswpDE8W16EoqqU3lDU5BiqQU6z1XvPwTZ0yQTVmg1J7DPK7F5ffhjoBK-4b6QUp_ryZA3Xs5ufpOUbHjkyHjt0viLJMIxIQX2HgZi0OUyoz2JIyKuhVg2VA8PLf4ku8MbdBdGPqe9Y8kQ-LnLey4do3oUeW5sdNnYc0mmX-vpwNdgAjEGB0S_Pw/s1211/General%20G%C3%B3mez%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1211" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOg4jswpDE8W16EoqqU3lDU5BiqQU6z1XvPwTZ0yQTVmg1J7DPK7F5ffhjoBK-4b6QUp_ryZA3Xs5ufpOUbHjkyHjt0viLJMIxIQX2HgZi0OUyoz2JIyKuhVg2VA8PLf4ku8MbdBdGPqe9Y8kQ-LnLey4do3oUeW5sdNnYc0mmX-vpwNdgAjEGB0S_Pw/w422-h640/General%20G%C3%B3mez%201.jpg" width="422" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Gómez era de Torredonjimeno, pueblo cerca de Martos, en la
provincia de Jaén. Había nacido el 5 de junio de 1795. Tenía, pues, al comenzar
la expedición, en 1836, cuarenta y un años.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Era Gómez de cara larga y correcta, nariz bien perfilada,
ojos claros y expresión melancólica. Era de regular estatura, grave y sombrío
-dice Borrow en La Biblia en España.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>El general prusiano Rhaden, que fue el jefe del estado mayor
de Cabrera, pinta a Gómez como hombre perezoso.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>A veces, sus ayudantes le preguntaban:<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>¿Desea usted algo mi general?<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>No; tengo lo que necesito -contestaba él con cierta sorna,
mostrando la hoja de papel de fumar que tenía entre los dedos.</i><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Pío Baroja. De Amurrio a Reinosa</i></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><!--[if gte vml 1]><v:shapetype
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<![if !mso]>
<table cellpadding=0 cellspacing=0 width="100%">
<tr>
<td><![endif]>
<div>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Gómez era de Torredonjimeno, pueblo cerca de Martos, en
la provincia de Jaén. Había nacido el 5 de junio de 1795. Tenía, pues, al
comenzar la expedición, en 1836, cuarenta y un años.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Era Gómez de cara larga y correcta, nariz bien perfilada,
ojos claros y expresión melancólica. Era de regular estatura, grave y
sombrío -dice Borrow en La Biblia en España.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>El general prusiano Rhaden, que fue el jefe del estado
mayor de Cabrera, pinta a Gómez como hombre perezoso.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>A veces, sus ayudantes le preguntaban:<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>¿Desea usted algo mi general?<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>No; tengo lo que necesito -contestaba él con cierta
sorna, mostrando la hoja de papel de fumar que tenía entre los dedos.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Pío Baroja. De Amurrio a Reinosa<o:p></o:p></span></p>
</div>
<![if !mso]></td>
</tr>
</table>
<![endif]></v:textbox>
<w:wrap type="square"/>
</v:shape><![endif]--><!--[if !vml]--><!--[endif]--><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las tropas bajo el mando de Gómez
estaban formadas inicialmente por un pelotón de granaderos, muy incompleto y
los batallones 2º, 4º, 5º y 6º de Castilla, así como los escuadrones
provisionales 2º y 3º, que hacían un total de 2.700 infantes y 180 jinetes, fuerzas
complementadas por un obús y un cañón de montaña a cargo de un sargento de
artillería y nueve artilleros.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La reunión de los cuerpos se
llevó a cabo en Llodio el día 25 de junio y esa misma tarde marcharon a
Amurrio. Pese al cuidado que se puso en los preparativos de la expedición,
estos no pasaron inadvertidos al general cristino Fernández de Córdova que, en
consecuencia, dispuso una serie de operaciones encaminadas a impedir la salida
de la división expedicionaria, encargando especialmente de este cometido a la
tercera división del ejército del norte al mando del mariscal de campo don
Baldomero Espartero y a la de la reserva a las órdenes del militar de igual
graduación don Juan Fernández Tello.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzE-DbJ68BCcKeZwC3hgLAA0-Qq5dPGg1cXblNXJSbxGdUuzdm9gEc_TMXQ_bVzyIAKsAfdf9iNikkdd7ma3vtX0tk5VSwrwMWYKQp9-kQDpSgqZW3Wu8wUwZbOM51djGuyhK7iQ5Us46Qo_GM02ByXOPllBdp39Nb22bS-Rs5Aqg8cnsOgMoGEz9jjg/s1920/Espartero%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1440" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzE-DbJ68BCcKeZwC3hgLAA0-Qq5dPGg1cXblNXJSbxGdUuzdm9gEc_TMXQ_bVzyIAKsAfdf9iNikkdd7ma3vtX0tk5VSwrwMWYKQp9-kQDpSgqZW3Wu8wUwZbOM51djGuyhK7iQ5Us46Qo_GM02ByXOPllBdp39Nb22bS-Rs5Aqg8cnsOgMoGEz9jjg/w480-h640/Espartero%202.jpg" width="480" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El Ejercito Real de la Derecha,
que así se llamó al ejército de Gómez, emprendió la marcha desde Amurrio, a las
dos de la madrugada del día 26 de junio de 1836. Apercibido Tello de la salida
de Gómez y su tropa, acudió con las suyas a cortar el paso de la expedición,
uniendo a</span><span style="font-size: xx-large;"> </span><span style="font-size: x-large;"><span>sus fuerzas las del general Castañeda, pero un error táctico de Tello
fue la causa de que los liberales sufrieran un gran descalabro con cuantiosas
pérdidas en la que se conoció como acción de Baranda lo que permitió abrir
brillantemente la expedición de Gómez.</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"></span><span style="font-size: x-large;">Conocedor del desastre sufrido por Tello, Espartero, al frente de un
ejército compuesto por 6.000 infantes y 350 jinetes, salió desde Vitoria en
persecución de Gómez, quien tras una penosa marcha logró entrar en Oviedo sin
encontrar resistencia el día 5 de julio, donde fue recibido con júbilo por los partidarios de don Carlos.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la capital del Principado de
Asturias, Gómez dio las órdenes necesarias para la formación de un nuevo
ayuntamiento y preparar la junta gubernativa, pero no permaneció muchos días en
la ciudad porque su objetivo no era ocupar las plazas sino sublevar en ellas a
un crecido número de carlistas que se hicieran con su control. Así pues, el día
8 abandonó Oviedo con destino a Santiago de Compostela, llevando consigo un
gran botín y perseguido siempre por las tropas de Espartero. Durante su paso
por Galicia, donde don Carlos contaba con numerosos partidarios, se le unieron
algunas partidas de voluntarios que permitieron engrosar sus fuerzas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La ciudad de Santiago, que
recientemente había perdido la capitalidad de Galicia en favor de La Coruña,
recibió con gran entusiasmo a las tropas carlistas que allí pudieron
aprovisionarse de cuantas utilidades eran necesarias para la expedición, como
fusiles, pólvora vestimenta y calzado, así como de dinero entregado por el cabildo
catedralicio y el gran hospital Real de Santiago, entre otros.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En aquel momento Gómez contaba con una fuerza
de 3.600 infantes y 200 caballos muy inferior a los 14.500 infantes y 600
caballos de sus perseguidores.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>El día 19 de julio de 1836, por la mañana, ocupó Gómez
Santiago y publicó una alocución y un bando. En la alocución decía que iba a
defender la libertad del reino de Galicia y la santa religió, y exhortaba a los
gallegos leales a que siguieran el ejemplo de constancia y valor de vascuences
navarros y castellanos para que cesasen los sacrilegios y las profanaciones de
los templos.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>En el bando ordenaba un alistamiento de los mozos solteros de
diez y siete a cuarenta años.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Gómez se apoderó con la complicidad de los empleados, del
dinero que había en el Ayuntamiento y en las otras dependencias oficiales y de
las armas y municiones de los cuarteles<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>El pueblo, absolutista en su mayoría, celebró con un gran
entusiasmo la entrada de Gómez. Los curas se mostraron frenéticos creyendo que
el triunfo de la teocracia era definitivo.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Pío Baroja. De Santiago a León</i></span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Cuadro_x0020_de_x0020_texto_x0020_1"
o:spid="_x0000_s1029" type="#_x0000_t202" style='position:absolute;left:0;
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<v:textbox style='mso-fit-shape-to-text:t'>
<![if !mso]>
<table cellpadding=0 cellspacing=0 width="100%">
<tr>
<td><![endif]>
<div>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>El día 19 de julio de 1836, por la mañana, ocupó Gómez
Santiago y publicó una alocución y un bando. En la alocución decía que iba
a defender la libertad del reino de Galicia y la santa religió, y exhortaba
a los gallegos leales a que siguieran el ejemplo de constancia y valor de
vascuences navarros y castellanos para que cesasen los sacrilegios y las
profanaciones de los templos.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>En el bando ordenaba un alistamiento de los mozos
solteros de diez y siete a cuarenta años.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Gómez se apoderó con la complicidad de los empleados, del
dinero que había en el Ayuntamiento y en las otras dependencias oficiales y
de las armas y municiones de los cuarteles<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>El pueblo, absolutista en su mayoría, celebró con un gran
entusiasmo la entrada de Gómez. Los curas se mostraron frenéticos creyendo
que el triunfo de la teocracia era definitivo.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Pío Baroja. De Santiago a León<o:p></o:p></span></p>
</div>
<![if !mso]></td>
</tr>
</table>
<![endif]></v:textbox>
<w:wrap type="square"/>
</v:shape><![endif]--><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="font-size: x-large;">La ilusión fue corta. Cercanas las
fuerzas enemigas, dispuso Gómez la salida de sus tropas de Santiago en la
madrugada del día 20 de julio para dirigirse a Lugo y Asturias, adonde llegó el
día 26, más en vista de lo nutrido de las fuerzas perseguidoras que le pisaban
los talones y de la dificultad de aprovisionamiento decidió entrar en León por
el puerto de Leitariegos.En realidad -escribe Alfonso</span> <span style="font-size: x-large;">Bullón- <i>los motivos
que Gómez tenía para dirigirse a León eran tres: la alimentación, la
posibilidad de encontrar calzado y demás efectos útiles, y el atraer a
Espartero hacia dicho punto para poder él volver a entrar en Asturias</i>”.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span>En la tarde del 1 de agosto los
carlistas entraron en León en medio de la alegría de sus correligionarios y a
lo largo de los días 2 y 3 de agosto, la división descansó en la ciudad recabando de las autoridades, cabildo eclesiástico, cofradías y particulares dinero y diversas utilidades. La llegada de Gómez a León, según Bullón de Mendoza,</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; text-align: left;"> </span>“<i>no fue el resultado de un
plan preconcebido desde antes de abandonar las provincias vascongadas, sino
producto de la incapacidad de la fuerza expedicionaria de hacer frente a las
tropas liberales y extender la guerra a Asturias y Galicia”</i>.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">escansó en la ciudad,
recabando de las autoridades, cabildo eclesiástico, cofradías y particulares dinero
y diversas utilidades. La llegada de Gómez a León, según Bullón de Mendoza,</span><span style="font-size: xx-large;"> </span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>León no debió recibir a Gómez con tanto regocijo como Oviedo
y Santiago. Los carlistas decomisaron lo que pudieron. Se les presentaron
doscientos voluntarios y se les ofreció como mentor el presbítero don Marcelo
Francisco García, que les ilustró sobre muchos asuntos.<o:p></o:p></i></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i><!--[if gte vml 1]><v:shape id="Cuadro_x0020_de_x0020_texto_x0020_2"
o:spid="_x0000_s1028" type="#_x0000_t202" style='position:absolute;left:0;
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" filled="f" strokeweight=".5pt">
<v:textbox style='mso-fit-shape-to-text:t'>
<![if !mso]>
<table cellpadding=0 cellspacing=0 width="100%">
<tr>
<td><![endif]>
<div>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>León no debió recibir a Gómez con tanto regocijo como
Oviedo y Santiago. Los carlistas decomisaron lo que pudieron. Se les
presentaron doscientos voluntarios y se les ofreció como mentor el
presbítero don Marcelo Francisco García, que les ilustró sobre muchos
asuntos.<o:p></o:p></span></p>
<p class=MsoNormal style='text-align:justify'><span style='font-size:9.0pt;
line-height:107%'>Pio Baroja. De Santiago a León<o:p></o:p></span></p>
</div>
<![if !mso]></td>
</tr>
</table>
<![endif]></v:textbox>
<w:wrap type="square"/>
</v:shape><![endif]-->
</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><span style="font-size: medium;"><i>Pio Baroja. De Santiago a León</i></span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No obstante, y pese a su
inferioridad numérica Gómez se propuso atraer a Espartero hacia el puerto de Tarna
“<i>cuyas formidables posiciones no solo le daban grandes posibilidades de
obtener la victoria, sino también el recurso de una cómoda retirada en caso de
derrota</i>”. Con este designio, abandonó León el 4 de agosto y el día 5 entró
en la provincia de Palencia, llegando a Guardo, donde descansó hasta el día 7
en que abandonó Guardo y entró de nuevo en la provincia de León, dejando
acantonadas en Siero parte de las tropas al mando del brigadier Arroyo con la
intención de que atrajeran tras ellas al enemigo y se fueran retirando sin
combatir hasta el puerto de Tarna donde les esperaría el resto de la división.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El plan, como vemos estaba
minuciosamente preparado, pero inopinadamente se vino abajo debido al
deficiente información que recibió Arroyo sobre los movimientos del ejercito
liberal que cuando menos se lo esperaban se les echó encima causándole algunas
pérdidas. En ese momento, Gómez tenía su ejército dividido en tres columnas, sin
apenas comunicación entre ellas: la de Arroyo, copada por los liberales, la de
Delgado en marcha hacia Tarna y la suya en las alturas del valle que da acceso a
Escaro donde acometió a la vanguardia de Espartero mandada por su segundo Alaix,
con escaso éxito, sufriendo pérdidas humanas no demasiado grandes.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisPrgu4StB18nBk7CWyQLNLCuhESS_5vjePs8g1SVG2JPHR0EhJL6xedCTqQpJ5jEIZauepPYbbjc41GASN-eTYWc67w3FtYsdPSl1tJ9DdvwZJw_CX5gK_eQh4B5PHfEXmWLwzPLVgdY6f3GmJmwHyezQLpRxyQTjIMZBKI2as5AnHWC4cin96FIjUA/s800/Isidro%20Alaix%201789%201833.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="550" data-original-width="800" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisPrgu4StB18nBk7CWyQLNLCuhESS_5vjePs8g1SVG2JPHR0EhJL6xedCTqQpJ5jEIZauepPYbbjc41GASN-eTYWc67w3FtYsdPSl1tJ9DdvwZJw_CX5gK_eQh4B5PHfEXmWLwzPLVgdY6f3GmJmwHyezQLpRxyQTjIMZBKI2as5AnHWC4cin96FIjUA/w400-h275/Isidro%20Alaix%201789%201833.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>Don Isidro Alaix era un militar valiente, de los que
llegaban a general desde soldado a fuerza de batirse. Su cara demuestra que era
hombre de pocos amigos.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>Alaix desordenó las fuerzas de Gómez, las obligó a tomar la
defensiva y las detuvo hasta que pudo llegar Espartero con el grueso de la
división.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>Los carlistas treparon a las alturas a tomar posiciones. El
convoy que traían se hallaba detenido en el estrecho valle de Burón, protegido
por dos escuadrones. La entrada en el valle estaba dominada por los carlistas.
Entonces el bravo Alaix, a la cabeza del regimiento de Almansa, en columna
cerrada y en medio de una granizada de balas, cruzó un estrecho barranco y se
lanzó a desbaratar a los escuadrones del convoy enemigo. Los soldados de
Espartero se lanzaron con entusiasmo a las cimas y a desalojar a los batallones
carlistas.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium; line-height: 107%;"><i><span>Pio Baroja. De Reinosa a Oviedo</span><span><o:p></o:p></span></i></span></p><br />
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Bajo estas circunstancias, Gómez
decidió volverse hacia Asturias y tras una penosa marcha, siempre perseguido
por el ejército liberal, llegó el día 10 a Cangas de Onís donde se le reunió la
columna de Delgado y permaneció hasta el día 14 en que marchó hacia Castilla con
la intención de reunirse con Arroyo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 17 entró Gómez en la provincia
de Palencia, a través del puerto de Cabezuela y allí, en Camasobres, se le unió
el brigadier Arroyo, marchando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>juntos
hasta la localidad de Prádenos de Ojeda, donde “<i>a consecuencia delas vicisitudes
ocurridas en Asturias y Galicia y de la activa persecución que sufría la
expedición por parte de Espartero</i>”, se celebró una junta de jefes en la que
“<i>tras un serio estudio de la situación de Asturias y Galicia se llegó a la
conclusión de que era imposible continuar en aquellos escenarios debido al gran
cantidad de tropas enemigas allí existentes y todos opinaron a favor de
continuar la marcha por el interior del Reino “porque además de ser más
decoroso alas victoriosas armas reales, se reanimaban los amantes del Rey N. S.
y se podría tal vez encontrar<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>oportunidad para fijarnos en alguna parte</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinQrh6K7rzyGAjdABXLOlKHg6H8FKM_njac-D6Rd_bNOyxI7nzRFYgIsJp6RFU22wJGGUlK399q5etoUXAG_Qtw3zhNz2y8RhqFhMHjRHtDNC3dZkfD_uBdPCxu1jEGBMIBBHuy-qwm9hCCmU0ZD9U_CEbmU6Nm902ucWTITYvp7yampv4mWiUByRQuA/s800/Palacio%20de%20La%20Granja.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="800" height="340" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinQrh6K7rzyGAjdABXLOlKHg6H8FKM_njac-D6Rd_bNOyxI7nzRFYgIsJp6RFU22wJGGUlK399q5etoUXAG_Qtw3zhNz2y8RhqFhMHjRHtDNC3dZkfD_uBdPCxu1jEGBMIBBHuy-qwm9hCCmU0ZD9U_CEbmU6Nm902ucWTITYvp7yampv4mWiUByRQuA/w640-h340/Palacio%20de%20La%20Granja.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Señala Bullón de Mendoza, en
relación con esta crucial decisión que la ocasión para penetrar en el interior
de España era “<i>francamente buena</i>” pues se acababa de producir el motín de
La Granja, lo que provocó una momentánea confusión en la zona liberal, aunque,
de otra parte, no cabe duda que Gómez con esta decisión estaba infringiendo
directamente las órdenes recibidas de don Carlos, lo que, como veremos, sería
la base del juicio que se le formó tras su regreso. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">De acuerdo con la decisión adoptada, Gómez
emprendió la marcha hacia Palencia abandonada por los liberales adonde llegó el
20 de agosto. Deseando dar un descanso a
sus tropas y entendiendo que para ello era necesario sacar una suficiente delantera a su
enemigo, se apoderó de cuantos carros de mulas pudo reunir para montar en ellos
a la infantería con lo que en las siguientes jornadas consiguió sacar una
ventaja de más de tres días a la infantería de Alaix.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 22 los carlistas
penetraron en la provincia de Valladolid haciendo noche en Peñafiel sin
molestar ni ser molestados por los liberales refugiados en la fortaleza. Por el
camino fueron alistando a todos los mozos útiles con los que se formó un nuevo
batallón, el 7º de Castilla. Era intención de Gómez entrar en Segovia, pero
ante la noticia de que su guarnición había sido reforzada por tres batallones,
cambió el rumbo para dirigirse hacia Somosierra. El día 29 cruzó el Henares y
se estableció en Jadraque con el grueso de sus fuerzas. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La llegada de los carlistas a
Castilla la Nueva causó en Madrid una gran inquietud y las autoridades dispusieron
de inmediato la salida de una columna al mando del brigadier de artillería don
Narciso López, integrada por lo más selecto de las fuerzas cristinas en la
capital.<span style="mso-no-proof: yes;"> </span>El encuentro entre las dos
formaciones tuvo lugar en Matillas, siendo
derrotadas las tropas liberales que se vieron envueltas y prisioneras sin que
pudiera escapar ninguno de sus soldados. Los carlistas tuvieron en esta acción
un total de 166 bajas, mientras que los liberales tuvieron 369 bajas y dejaron
1520 prisioneros. Algunos historiadores liberales para minimizar en alguna
medida el desastre de López, lo achacaron no solo a la inferioridad numérica
sino también a la falta de disciplina y a una desastrosa dirección del combate.
La noticia de esta derrota llegó rápidamente a Madrid donde dicen que fue en
principio desmentida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i>Narciso López era un venezolano nacido a final del siglo
XVIII, llegado a España con el general Morales. Según el escritor militar B.
Villegas, López era valiente y manejaba la lanza con tal primor que se le
suponía a la altura de don Diego León en dicha arma, pero careció completamente
de cabeza para dirigir una columna.</i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><i><span style="line-height: 107%;">López, a quien el prusiano</span> <span style="line-height: 107%;">Rhaden llama mulato de Costa-Firme era como casi todos
los criollos que sirvieron en el ejército español inquieto y de poco fiar. En la batalla de Mendigorría pudo acabar con
los carlistas, lanzar su caballería y coger prisionero al mismo don Carlos, lo
que no hizo, no se sabe por qué, quizá por no proporcionar un éxito a un rival
joven como don Luis Fernández de Córdova. López murió agarrotado en Cuba como
jefe de una intentona separatista en 1861.<o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 107%;"><i><span style="font-size: medium;">Pio Baroja. De León a Utiel</span><span style="font-size: 9pt;"><o:p></o:p></span></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Después de este encuentro y ante
la proximidad de las tropas de Alaix, los carlistas continuaron la marcha y
fueron a pernoctar a Brihuega. Continuando su camino salieron de la provincia
de Guadalajara y entraron en la de Teruel, pero informado Gómez de que la
columna del general Evaristo San Miguel les interceptaba el paso, desvió su
ruta para bajar a la provincia de Cuenca, legando a Utiel el 10 de septiembre.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv6CYkNMdQ0amWdlbEEl0wHJ_4eDSLiBhPw6Ow6YYRti1eMq7daa-cCZ7POiflbI8Vgcc-WSaW4HipqBTD30WqEtavyHmcKhHsEtnUMBo73CQA3zLdGuRUblS9pmaspJ0cxWtTmXrKvHpEHicA8ucXTJtO3EoP_EGLZrZ1jI6XldD-Xh7JopBPVLlLjg/s388/Cabrera.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="388" data-original-width="250" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjv6CYkNMdQ0amWdlbEEl0wHJ_4eDSLiBhPw6Ow6YYRti1eMq7daa-cCZ7POiflbI8Vgcc-WSaW4HipqBTD30WqEtavyHmcKhHsEtnUMBo73CQA3zLdGuRUblS9pmaspJ0cxWtTmXrKvHpEHicA8ucXTJtO3EoP_EGLZrZ1jI6XldD-Xh7JopBPVLlLjg/w412-h640/Cabrera.jpg" width="412" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>General Cabrera</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 12 llegó a Utiel el
general Cabrera hospedándose en el mismo alojamiento que Gómez. En las
conversaciones entre ambos jefes carlistas, se decidió que las tropas de los
brigadieres de Cabrera, Quílez y Miralles, se unieran la expedición con el fin
de dirigirse a operar en las inmediaciones de Madrid y apoderarse de la capital
si se producía la oportunidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 13 las tropas carlistas se
dirigieron a Requena, intimando a la rendición de la plaza. Al no tener
respuesta al ultimátum, Gómez se volvió a Utiel, sin intentar tomar la plaza,
temiendo que el sitio de la villa, les ocupara un tiempo valioso, gesto que fue
interpretado por sus enemigos como un signo de debilidad.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Cuando todo parecía indicar que la
expedición se dirigiría hacia Cuenca, el día 15 se emprendió la marcha en
dirección a Albacete, probablemente con el propósito de disimular el proyecto
de acercarse a Madrid.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Llegaron a
Albacete el día 16 siendo recibidos con gran entusiasmo por los partidarios de
don Carlos. Se procedió, como de costumbre a acopiar vestuario y armas y, “<i>tras
un día de descanso, se comunicó a la tropa el propósito de continuar la marcha
en dirección a Madrid, noticia recibida con la mayor alegría</i>”.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGcHPF9owJ7nX-oC-E_28clwDOXthGaudJPxbwPUQFiZjm7cM8JLnKufCS24U4LNWykJ4b3qHIsS_ugMv_X0Nq4fNYkt4ReWJqVY3bAg-SHJnPuO5m_Y10VVjPAm02m86Uml3uR4npMz6SZpzrFuO_4fs37qp2Yy5TGC3e7XVncfbwQDyxUML0kxoI6Q/s663/Expedicion%20Gomez%20Museo%20Zumalacarregui.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="398" data-original-width="663" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGcHPF9owJ7nX-oC-E_28clwDOXthGaudJPxbwPUQFiZjm7cM8JLnKufCS24U4LNWykJ4b3qHIsS_ugMv_X0Nq4fNYkt4ReWJqVY3bAg-SHJnPuO5m_Y10VVjPAm02m86Uml3uR4npMz6SZpzrFuO_4fs37qp2Yy5TGC3e7XVncfbwQDyxUML0kxoI6Q/w640-h384/Expedicion%20Gomez%20Museo%20Zumalacarregui.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Expedición de Gómez. Museo de Zumalacárregui</i></b></td></tr></tbody></table><span style="font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 18 reemprendió la marcha y
el día 19 tuvo noticia Gómez de los movimientos de la tropa perseguidora de
Alaix, reforzada con la caballería al mando del coronel don Diego de León, por
lo que decidió conducir sus tropas hacia Villarrobledo, siendo su propósito
aguardar allí al enemigo para caer sobre el en medio de la noche. Se le
adelantó Alaix quien llegó a las inmediaciones de Villarrobledo en la madrugada
del día 20. Inmediatamente organizó sus tropas, las arengó y dio las órdenes
necesarias para caer sobre los carlistas al amanecer.</span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al toque de diana tuvo lugar el
ataque siendo sorprendidas las tropas de Gómez, que tenían superioridad
numérica sobre el adversario y, a duras penas, pudieron contener el asalto
enemigo, teniendo que retirarse hacia Ossa de Montiel, no sin dejar numerosos
prisioneros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El día 21, el grueso de la
expedición de Gómez salida de Villarrobledo llegó a pernoctar a Villanueva de
los Infantes y a la mañana siguiente entró en la provincia de Jaén,
deteniéndose en Chiclana de Segura donde se celebró una junta de jefes donde
“<i>se trató de si se continuaba por Andalucía o se regresaba a Murcia, siendo
elegido por unanimidad el tratar de establecerse Andalucía para organizar allí la
guerra</i>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Siempre perseguido por los
liberales de Alaix y Rodil, el ministro de la Guerra que se había encargado
personalmente del mando de las operaciones, Gómez continuó la marcha el día 23,
y, pasando por Baeza y Andújar, penetró en la provincia de Córdoba. El día 30
cruzó el puente de Alcolea y llegó a la ciudad de Córdoba, que, a diferencia de
otras capitales en que había entrado la expedición de Gómez, se aprestó para la
defensa. </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>(Continuará)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i></span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Junio, 2022<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Sígueme en FACEBOOK: Amigos de
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p><span style="font-size: large;"> </span></o:p><b style="font-size: x-large; text-align: left;">NOTAS</b></p><div style="mso-element: footnote-list;"><hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="font-size: large;"><!--[endif]-->
</span><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valuguera. “<i>La expedición del general
Gómez</i>”. Biblioteca de Visionarios Heterodoxos y Marginados. Madrid, 1984.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Pío Baroja intentó en los años 30 del pasado siglo reproducir el itinerario
seguido por Gómez y sus tropas un siglo antes, aunque en su viaje en automóvil
no encontró de la expedición “<i>más que un ligero rastro, un vago recuerdo, y eso
en muy pocos lugares</i>”. Los reportajes barojianos fueron publicados en la
revista Estampa entre febrero (23) y abril de 1935 con el título "<i>Sobre la ruta del general Gómez por los caminos de España"</i> y recogidos por Baroja en su libro de memorias “<i>Desde la última
vuelta del camino</i>”. Plaza Janés 1970. Tomo II, págs. 474-538.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/La%20expedici%C3%B3n%20del%20general%20G%C3%B3mez.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face=""Calibri",sans-serif" style="line-height: 107%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La bibliografía sobre la expedición del general Gómez se reduce a tres libros, de
otra parte, bastante difíciles de encontrar: El barón Guillermo von Rhaden,
jefe del Estado Mayor del ejercito carlista en </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjcruID1FVzmMOxKlw0qgkkI53nuxPYolzsdVNIl1A86Cqqtk_a0r8_CTbw0r-uFvS9BMXTE30Ii4-_TM7IsHUSEayX5QsLLQf4DdYGVx-RJcHE3JZZCevdTIPLXZ-Xqrcn6zVl1sWg77DTX_Aa8N27wbqNugJIj07TKnyBsl5xGKd1qpJWm2TXEhbUw/s640/Libro%201.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjjcruID1FVzmMOxKlw0qgkkI53nuxPYolzsdVNIl1A86Cqqtk_a0r8_CTbw0r-uFvS9BMXTE30Ii4-_TM7IsHUSEayX5QsLLQf4DdYGVx-RJcHE3JZZCevdTIPLXZ-Xqrcn6zVl1sWg77DTX_Aa8N27wbqNugJIj07TKnyBsl5xGKd1qpJWm2TXEhbUw/w150-h200/Libro%201.jpg" width="150" /></a></span></div><span style="font-size: large;">Aragón y Valencia publicó en
1859 un suplemento a su libro “<i>Wanderungen aines Alten Soldaten</i>” en el
que, según Baroja “<i>hay una silueta muy perfilada”</i> del general Gómez (traducción
española “<i>Andanzas de un veterano de la guerra de España (1833-1840”)</i> en
Pamplona, 1965; el “<i>Relato oficial de la meritísima expedición carlista del
general andaluz don Miguel Gómez</i>” escrito por J. Delgado. Gobernador del
Cuartel General de San Sebastián, publicado en 1943 y el ya citado en la nota 1
de Alfonso Bullón de Mendoza Gómez de Valuguera. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><o:p></o:p><p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-70908998185415829902022-04-22T08:31:00.011-07:002022-04-22T08:43:48.592-07:00¡Que solos se quedan los muertos!<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi12XhTC8czzw8jGSzgOVXqVOCLcg_4qjl2PkuFLjwqlTE91zCFMxefNc_Pu413ujYFvl_0W7jLqexsUz3gVNqxA0NI9N35dF9btUPTtoonNVbu6b7PwluHFNA25ps-fdpmG1f1BKnE76D0Kj5SytYpX9lhJfGDT30bhOc7jai97Z7iI3mbTla3PcaJKw/s711/Entierro.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="711" height="406" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi12XhTC8czzw8jGSzgOVXqVOCLcg_4qjl2PkuFLjwqlTE91zCFMxefNc_Pu413ujYFvl_0W7jLqexsUz3gVNqxA0NI9N35dF9btUPTtoonNVbu6b7PwluHFNA25ps-fdpmG1f1BKnE76D0Kj5SytYpX9lhJfGDT30bhOc7jai97Z7iI3mbTla3PcaJKw/w640-h406/Entierro.jpg" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La historia de los ritos
funerarios y de los comportamientos sociales a ellos ligados, como derivados de
esa realidad ineluctable que es la muerte de la persona, forma parte de la gran
Historia de la Humanidad y, sin embargo, debido quizás al gran respeto que el
hecho mortuorio nos infunde a todos, lo cierto es<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que esta misma historia, referida, no ya a las
civilizaciones antiguas, sino a tiempos más próximos a los actuales (siglos XVIII y XIX), pasa casi totalmente desconocida para el gran público y, salvo
excepciones, también para los historiadores que apenas se han ocupado de ella<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Por eso, en este breve artículo voy a tratar someramente y desde una perspectiva histórica estas cuestiones
tan unidas al destino final de los seres humanos.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la Edad Media y durante el
Antiguo Régimen (convencionalmente hasta la Revolución Francesa), en España, al
igual que en el resto de Europa, la costumbre era enterrar a los muertos en los
recintos sagrados de las iglesias, conventos y hospitales, entre cuyas funciones
se encontraba, desde luego, la funeraria. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Dentro de los templos, los muertos se
sepultaban conforme a un criterio jerárquico que reproducía el orden social
estamental: los más ricos, las familias nobles, solían tener sus propias
sepulturas en las capillas laterales fundadas y costeadas por ellos mientras que
los demás contrataban sus sepulturas. Las más caras estaban situadas en el
presbiterio, en los muros o en el suelo del altar mayor, seguían luego los
enterramientos en criptas o bóvedas subterráneas o en el piso de las naves, de
forma tal que, a medida que las sepulturas se iban alejando del altar mayor
decrecía la categoría social de los sepultados. Ponte Chamorro<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que ha estudiado la documentación de la iglesia de San Gines y otras parroquias
madrileñas en el siglo XVII señala que las sepulturas en el presbiterio podían
oscilar entre los 8.000 y los 5.000 maravedíes si estaba próximas al altar mayor
o 3.000 maravedíes las más alejadas. En la nave iban disminuyendo de precio
conforme a la lejanía, las líneas o gradas más inmediatas costaban de 3.000 a
1.000 maravedíes disminuyendo en 100 maravedíes hasta el final de la nave. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhubOf8LtTAKQPbNG5y7GF1TxbrjNP2t6NIbZGpPgAfkacirlfRViE7P8K0KvWFuQIy8IHXPfxh3VMjoDnnYEzgOPDFWQXTyfrXz8Dr3k-bLfYkyhQbqsaePdyJO0fbdQp2JCMLS2_NESK36oxH_h7PlTyhgCgkSt2psmls_yYwzbZiLEGM0NMte11LMw/s563/Losa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="563" data-original-width="498" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhubOf8LtTAKQPbNG5y7GF1TxbrjNP2t6NIbZGpPgAfkacirlfRViE7P8K0KvWFuQIy8IHXPfxh3VMjoDnnYEzgOPDFWQXTyfrXz8Dr3k-bLfYkyhQbqsaePdyJO0fbdQp2JCMLS2_NESK36oxH_h7PlTyhgCgkSt2psmls_yYwzbZiLEGM0NMte11LMw/w354-h400/Losa.jpg" width="354" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Razones tanto de tipo económico
como devocional avalaban estas prácticas. De una parte, los enterramientos eran
beneficios para las iglesias pues como decía el catedrático zaragozano Martín
Carrillo (1561-1630), en su “<i>Tratado de ayudar a bien morir</i>” (Zaragoza,
1596)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<i>con ocasión de sepultarse<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dentro de las
iglesias se conservan y aumentan tantas Hermandades y Cofradías, se edifican Capillas
y Altares, se instituyen Misas y sufragios a los difuntos</i>”; de otra, estaban
los argumentos religiosos: los difuntos podían participar de las oraciones y
sufragios que en el interior del templo se les ofrecían y de la intercesión de
sus santos titulares, además de que, según una cierta tradición, los sepultados
en las iglesias estaban protegidos contra el demonio que no pudiendo vengarse
en las almas, se vengaba en los cuerpos sepultados o los tomaba para mostrarse en
ellos engañosamente. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La gente sencilla, los pobres que
no podían contratar una sepultura en el interior de los templos, eran
enterrados en el exterior, en los claustros, patios o plazuelas adosados a las
iglesias que ocupaban el anterior lugar de plazoletas, calles o rincones y que
ahora servían de camposantos. Es curioso que muchos de estos, en vez de ser
lugares discretos de reposo para los difuntos mantenían una vida bulliciosa, de
jolgorio, que encrespaba frecuentemente a los párrocos. <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1PWENtJ6C2pLSQKT2Z8AUxYY13EbOz0N-5InHeBckquW8dHOVN4wf7dTWSic9G_sZAtyoVsePX20nqVrxuvSrn1zxfYsuIaZEZyLYXWd16jA0hAY2f9YswgLpE95vXuqIvPM3h4TXD5d9KaH2Oay3n9gwLcxm9UysXYC0RGgYJppbCtzRXrJgSme6Ew/s821/Esc%C3%A1ner_20210707%20(2).png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="413" data-original-width="821" height="322" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1PWENtJ6C2pLSQKT2Z8AUxYY13EbOz0N-5InHeBckquW8dHOVN4wf7dTWSic9G_sZAtyoVsePX20nqVrxuvSrn1zxfYsuIaZEZyLYXWd16jA0hAY2f9YswgLpE95vXuqIvPM3h4TXD5d9KaH2Oay3n9gwLcxm9UysXYC0RGgYJppbCtzRXrJgSme6Ew/w640-h322/Esc%C3%A1ner_20210707%20(2).png" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El otro elemento de
diferenciación social eran los ritos funerarios. Siguiendo a Martínez Sanz
podemos resumirlos así: Cuando la familia del moribundo veía que se acercaba la
hora final hacia venir al cura de su parroquia para confesión, unción y viático
(a veces el moribundo dictaba en ese momento sus mandas testamentarias que se recogían
en el Libro de Difuntos de la parroquia). En ese mismo momento también se
elegía por el moribundo o su familia el tipo de entierro concretando los
servicios a recibir cada uno de los cuales tenía sus “derechos” o “estipendios”
“<i>y según los servicios contratados con la parroquia, el entierro venía a ser
la manifestación final de la categoría del difunto y su familia en el entorno
social</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Luego el cadáver era amortajado
con una sábana de hilo o vestido con el hábito de una orden religiosa y colocado
en una caja sencilla en forma de artesa grande y sin tapa a la espera de la llegada
del cura que se presentaba revestido con negro pluvial (capa) litúrgico y acompañado
del crucero (sacristán portando una cruz parroquial) y de los monaguillos con
blandones (ciriales altos con velas). Desde allí se dirigían todos al templo,
cantando salmos e himnos litúrgicos funerarios, mientras el cadáver, cubierto
solo con un sudario, era llevado por familiares o amigos (o pobres contratados
al efecto) sobre unas andas o angarillas con cuatro palos o varas, mientras las
campanas de la parroquia tocaban “a clamor” el toque de difuntos de una a nueve
veces, según contrato.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi88zbIQhlyuBgura_ooMJ8ccn2PVs-XunYWVYzCp9IUX8RBcgr_3ggSESicSb_-Fw86Mf9aEreMsgGuY0zZ9zIFtNEkwpDs8klbdduw4LHxB7mlHLF9rpOT3sh937OLiMzmmRYkvRFSsEg5h05B53QTawwhoB3Wh0NHdQ44lP6sXeSdKS2d1jtrFOaDg/s284/Ritos.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="177" data-original-width="284" height="399" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi88zbIQhlyuBgura_ooMJ8ccn2PVs-XunYWVYzCp9IUX8RBcgr_3ggSESicSb_-Fw86Mf9aEreMsgGuY0zZ9zIFtNEkwpDs8klbdduw4LHxB7mlHLF9rpOT3sh937OLiMzmmRYkvRFSsEg5h05B53QTawwhoB3Wh0NHdQ44lP6sXeSdKS2d1jtrFOaDg/w640-h399/Ritos.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al legar al templo el cadáver era
depositado en una tarima o túmulo, cubierto con un gran paño negro de esquinas
bordadas de calaveras y tibia y rodeado de hacheros (de cuatro a doce) con
cirios. Allí se decía la misa de corpore insepulto seguida de un solemne
responso cantado e inmediatamente era inhumado en la misma iglesia en la
sepultura ya elegida. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cada uno de los servicios señalados tenía su estipendio
o derechos que variaban el coste del entierro desde la gratuidad (para mendigos
y pobres) hasta cincuenta ducados “<i>lo cual manifestaba públicamente las diferencias
de fortuna entre unos y otros difuntos, convirtiendo los entierros en un acto
socia, más que un hecho exclusivamente religioso</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHu4zZAkTR0nFCqy8zKR-HMEiuHgGDPSYJeAzCCve5BmZpIhk-Q_OD68EY3FvSaM224yhuk3NtZwBg9BeWLbKtOfQrI50cPIz_mHq0SU_6LPnjis35ApmN_TX6VnuDMXZMTSw_HWtzncf8cvFuE0UuXLSI0IE-xe8PoUDEcWTSX8Ky9cWXvi8gUZYdmQ/s1055/Felipe%20V%203.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1055" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhHu4zZAkTR0nFCqy8zKR-HMEiuHgGDPSYJeAzCCve5BmZpIhk-Q_OD68EY3FvSaM224yhuk3NtZwBg9BeWLbKtOfQrI50cPIz_mHq0SU_6LPnjis35ApmN_TX6VnuDMXZMTSw_HWtzncf8cvFuE0UuXLSI0IE-xe8PoUDEcWTSX8Ky9cWXvi8gUZYdmQ/w304-h400/Felipe%20V%203.jpg" width="304" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como vemos, a lo largo de los
siglos los enterramientos en el interior o exterior de las iglesias en España <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>habían alcanzado, pues, un gran arraigo y
parecía difícil sustraer estas prácticas a la mentalidad colectiva, pero a principios
del siglo XVIII vinieron los Borbones, con aires nuevos y un espíritu ilustrado
y pronto se interesaron por el problema de los enterramientos visto desde una
nueva perspectiva, la de la higiene pública, empeño en el que se embarcaron
muchos médicos españoles que conocían los trabajos llevados a cabo por sus
colegas más allá de nuestra fronteras. Inspirándose en las teorías del médico francés,
de Dijon, Maret, los ilustrados españoles insistieron en sacar los cementerios
fuera de la ciudad y disciplinar la práctica inhumatoria.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-uMM5SaLTosFGlQBQNe-GufFn9qqw5wEiehLCd-Y4dz6XYgqvIg5f-kOIt-w-aZsqheRkTUt0I3nuulpmmJ1p719hKuwQvgixyECCgOI0gB8_sqQHuI-G95QSTJ5a9tQKmbRZJZ-jrKA2hwG3JJugphVvHr3lT1hSVSeHu_xJQtPitZL15A6IsliF-g/s608/Informe%20RADH.jpg" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="608" data-original-width="399" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-uMM5SaLTosFGlQBQNe-GufFn9qqw5wEiehLCd-Y4dz6XYgqvIg5f-kOIt-w-aZsqheRkTUt0I3nuulpmmJ1p719hKuwQvgixyECCgOI0gB8_sqQHuI-G95QSTJ5a9tQKmbRZJZ-jrKA2hwG3JJugphVvHr3lT1hSVSeHu_xJQtPitZL15A6IsliF-g/s320/Informe%20RADH.jpg" width="210" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;">El asunto se planteó por vez
primera, a nivel oficial con ocasión de lo ocurrido en Pasajes (Guipúzcoa) en
marzo de 1781. En esta localidad guipuzcoana se produjo una epidemia de peste
que acabó con la vida de 83 personas que fueron sepultadas, como era
tradicional, en su iglesia parroquial, lo que produjo tal hedor que fue
necesario clausurar la iglesia y levantar el tejado del edificio para
ventilarla. Las cosas no podían seguirá así y comprendiéndolo el rey Carlos III
ordenó al Consejo de Castilla que se ocupara del asunto y buscara soluciones. A
requerimiento de esta Consejo, la Real Academia de la Historia emitió un
informe sobre disciplina eclesiástica, antigua y moderna, relativa al lugar de las
sepulturas, de 10 de junio de 1783 (impreso por Sancha en 1786) en el que se recomendaba
volver a la primitiva costumbre de enterrar a los fieles difuntos fuera de
poblado, solución que al Consejo de Castilla y al propio Rey le parecieron la más
adecuada.</div><o:p></o:p></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiISoFGiRC8JhMKnEaTew6jF3klfdVbNu5y9Ka5JAJqtWuhW6gmaM31xAUxW67k2ZsUVFkZa04HsN_3Hu_6bMy6YQmrOEtglFhqJTvVRKVYwGRJ_kiwWnY16-3QP-IjFLiM9bWmsqnI4CPsTmBSDjnW-kXR7564BgcCYzp5LY3eDDGa48-v_Hlyjrr4Q/s1388/Esc%C3%A1ner_20210707%20(3).png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1388" data-original-width="1008" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiISoFGiRC8JhMKnEaTew6jF3klfdVbNu5y9Ka5JAJqtWuhW6gmaM31xAUxW67k2ZsUVFkZa04HsN_3Hu_6bMy6YQmrOEtglFhqJTvVRKVYwGRJ_kiwWnY16-3QP-IjFLiM9bWmsqnI4CPsTmBSDjnW-kXR7564BgcCYzp5LY3eDDGa48-v_Hlyjrr4Q/w464-h640/Esc%C3%A1ner_20210707%20(3).png" width="464" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Mas como el cambio parecía
radical, Carlos III ordenó dos experiencias previas en los Sitios Reales de El
Pardo y de la Granja de San Ildefonso, donde se crearon en 1786, sendos
cementerios extramuros<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Al año siguiente y con gran contento de los ilustrados se publicó una Real
Cédula de 7 de abril de 1787 por la que, “<i>con las debidas excepciones, se
prohibía las inhumaciones en las iglesias y se ordenaba la construcción de
cementerios fuera de las poblaciones siempre que no hubiera dificultad
invencible o grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados e
inmediatos a las parroquias y distantes de las casas delos vecinos y se
aprovecharán para capillas delos mismos cementerios las ermitas que existieren
fuera delos pueblos como se ha empezado a practicar en alguno con buen suceso</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
Este real propósito fue apoyado también por la alta jerarquía eclesiástica en
concreto por el ilustrado cardenal primado de Toledo Dr. Francisco Antonio de
Lorenzana (1722-1804) quien, mediante Carta Pastoral, ordenó a las parroquias
que, con cargo a sus propios dineros, construyeran cementerios eclesiásticos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ulZ_iCNKkSssOxXRO8ENKvwUE9R6aDW6C4I2Hieblv8ifxXRTv6WpJN7WKUOyY6V1ReahO3lwMKLbMljnmVWNuEl2HOPpksEBbNacYOhIUDBI_FxjmHXB0GpcG-0v0KuMZUtewDxEdClMxn7m_rBaJxOGGyBAh9FLxNWsuJQ3DUtb3JtA6_n7uqcnw/s1333/Esc%C3%A1ner_20210707.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1333" data-original-width="1042" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh0ulZ_iCNKkSssOxXRO8ENKvwUE9R6aDW6C4I2Hieblv8ifxXRTv6WpJN7WKUOyY6V1ReahO3lwMKLbMljnmVWNuEl2HOPpksEBbNacYOhIUDBI_FxjmHXB0GpcG-0v0KuMZUtewDxEdClMxn7m_rBaJxOGGyBAh9FLxNWsuJQ3DUtb3JtA6_n7uqcnw/w500-h640/Esc%C3%A1ner_20210707.png" width="500" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;"><br /><span style="mso-spacerun: yes;"><br /></span></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin embargo a todas estas
incitaciones, los españoles no cambiaron sus costumbres y, salvo excepciones,
los enterramientos continuaron siendo en las iglesias y sus aledaños; por eso y
porque la crisis de subsistencias causó una gran mortandad en la España finisecular,
Carlos IV promulgó una Real Orden circular de 24 de abril de 1804, seguida de
otra de 28 de junio, urgiendo la creación de cementerios públicos, con diversas
instrucciones al respecto. Fruto de estas disposiciones, por lo que respecta a la
capital, fue la creación del primer cementerio al norte de Madrid en la Puerta
de Fuencarral, seguido inmediatamente de un segundo cementerio, al sur, en la
Puerta de Toledo. Tales medidas se completaron en 1807 con un Reglamento sobre
cementerios.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinXoeB_uioiVYxvcU3gDdH7i92c1HPzO_qB20nS0TsRZdC3J7yebubkZH_zIuJ8Khbf9CE5aZnnC0P25Ci-vhxmu5ejvMoveCLYHufqd1xOyuHpQb7N-FUHJI8wGa-_TsYjwXGYR7vYCYAc2E1nOgs1s-yfLd2dcipgNnkcAtApKOOjSBGcdCI6Qm3oQ/s528/Capilla%20cementerio%20del%20norte.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="423" data-original-width="528" height="512" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinXoeB_uioiVYxvcU3gDdH7i92c1HPzO_qB20nS0TsRZdC3J7yebubkZH_zIuJ8Khbf9CE5aZnnC0P25Ci-vhxmu5ejvMoveCLYHufqd1xOyuHpQb7N-FUHJI8wGa-_TsYjwXGYR7vYCYAc2E1nOgs1s-yfLd2dcipgNnkcAtApKOOjSBGcdCI6Qm3oQ/w640-h512/Capilla%20cementerio%20del%20norte.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-size: xx-large;">Los acontecimientos de la guerra
de la Independencia aceleraron la efectividad de estas medidas y así, desde
1809, todos los enterramientos de cadáveres tuvieron lugar en los cementerios
citados cuya puesta en servicio contribuyó a aliviar el problema de salubridad
pública causado por la hambruna de 1812 que causó cerca de 20.000 víctimas.</span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">A partir de entonces y aunque se
siguieron dando enterramientos clandestinos en iglesias y conventos, la
dominante fue el enterramiento en los muchos cementerios que se fueron creando,
sin que la iglesia viera disminuida su participación en los oficios, pues
conforme al Reglamento de 1807, los cadáveres tenían que ser velados en las
parroquias antes de ser conducidos al cementerio.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Si todavía quedaron algunas
resistencias a la construcción de cementerios, los gobiernos liberales de 1821
y 1834, aceleraron la puesta en marcha de estas medidas, “favorecidas” por las
epidemias de fiebre amarilla y de cólera morbo. Con todo en 1857, todavía eran
2657 los pueblos españoles que carecían de cementerios alejados de sus viviendas
y todavía fueron necesarias dos epidemias de cólera más (en 1855 y en 1865)
para que las añejas disposiciones de Carlos III se cumplieran con todo su
rigor. Finalmente, desde 1866 quedó ordenado taxativamente que los cadáveres
fueran conducidos desde la casa mortuoria directamente al cementerio,
prohibiéndose los responsos a la puerta de la iglesia y los funerales de cuerpo
presente.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_-N2-1WIKvNX153pxQ1Fl67bAHZUJ7h_8WBN6gBQkRLPnwbMyAzD9fc3r5h7cPm2Lw_wHArI6MrFSdBKO9dgSszi_RaT0JwR_gWfgd5Fv5-3npFrVO4ukvFlvfUhVrvnRN1SatIaZ6aOOE0rB4DAuXri3227lteCSqeMIDpYxDmCDLCBrHC-YcTvcAw/s1920/Cementerio.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1139" data-original-width="1920" height="380" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_-N2-1WIKvNX153pxQ1Fl67bAHZUJ7h_8WBN6gBQkRLPnwbMyAzD9fc3r5h7cPm2Lw_wHArI6MrFSdBKO9dgSszi_RaT0JwR_gWfgd5Fv5-3npFrVO4ukvFlvfUhVrvnRN1SatIaZ6aOOE0rB4DAuXri3227lteCSqeMIDpYxDmCDLCBrHC-YcTvcAw/w640-h380/Cementerio.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Terminamos ya este breve repaso a
la historia de los cementerios con la visión sombría y estremecedora de este
cuadro del pintor catalán Modesto de Urgell y Anglada (1839-1919), especialista
en la representación de cementerios, ermitas desoladas y paisajes crepusculares
que, como en el verso becqueriano, lleva un título que he aprovechado para
rotular esta entrada <i>“¡Qué solos se quedan los muertos</i>!. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">© </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: x-large;">Manuel Martínez Bargueño</span><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Abril 2022<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si te ha interesado esta
entrada y quieres preguntar o comentar algo puedes dirigirte a mi dirección de
correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás rápidamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias. Manuelblas</i><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Entre las excepciones, cito a José Luis Bertrán Moya “<i>Historia de las
epidemias en España y sus colonias (1348-1919”</i>, publicado en “la Esfera de los
Libros 2006, en especial su epígrafe “<i>La soledad de los muertos</i>” (págs.
185-194) y José Luis Martínez Sanz <i>“El origen de los cementerios en Madrid</i>”.
<i>“Madrid en la sociedad del siglo XIX. I Coloquio de Historia Madrileña. Vol
2. Capas populares y conflictividad social. Abastecimiento, población y crisis
de subsistencias. Cultura y mentalidades”</i>. Revista ALFOZ. Departamento de
Historia Contemporánea. Facultad de Geografía e Historia. Universidad
Complutense. Comunidad de Madrid. Consejería de Cultura y Deporte, págs.
485-498. Entre los artículos hallados en Google, citamos el de María del Carmen
Fernández Hidalgo y Mariano García Ruipérez “<i>Los cementerios. Competencias
municipales y producción documental</i>” <a href="file:///C:/Users/manue/Downloads/Dialnet-LosCementerios-50914.pdf">Dialnet-LosCementerios-50914.pdf</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Federico Ponte Chamorro. “<i>Aportación a la historia social de Madrid. La
transformación de los enterramientos en el siglo XIX. La creación de los
cementerios municipales y su problemática</i>”. Anales del Instituto de
Estudios Madrileños, número 22. 1895.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<i>Manual de confessores: en el qual se refieren exemplos y lugares de la
Sagrada Escritura y Doctores Santos contra cualesquiere vicios y pecados y
remedios contra ellos: con un Tratado de ayudar a bien morir / compuesto por el
Doctor Martín Carrillo, abad de Montearagón”<o:p></o:p></i></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Véase nuestro artículo <a href="https://manuelblastres.blogspot.com/2021/07/el-cementerio-mas-antiguo-de-espana.html">EL
CEMENTERIO MÁS ANTIGUO DE ESPAÑA | Manuelblas. Viajes y viajeros
(manuelblastres.blogspot.com)</a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20ritos%20funerarios.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="background: white; color: #333333; mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">Real Cédula de S.M. y Señores del Consejo, en
que por punto general se manda restablecer el uso de Cementerios ventilados
para sepultar los Cadáveres de los Fieles, y que se observe la Ley II tit. 13
de la Partida primera, que trata de los que podrán enterrarse en las iglesias;
con las adicciones y declaraciones que se expresan. En Madrid: en la Imprenta
de don Pedro Marín 1787</span></span><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-24106384997261702572022-03-12T08:07:00.038-08:002022-03-12T08:20:39.793-08:00A propósito de un discurso de Canalejas<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhjGvtOlZC_YyBjVPHz13hkzRBRUmaWeUX8hgeCZ4LmT17YqWUumMCjtg_-Sbr0uzfrfc2TtWG83NQs8d5tlJLfrnDjFFmBuXwvsGoY_7Zi6RrW-67Rsfg-kgp045OvoNwf-AXzkjTzNtEUsWnI8yXz4aIVOK_bvbedn7i6ZIKw46d3DVm1VnQBigtWsA=s1429" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1400" data-original-width="1429" height="628" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhjGvtOlZC_YyBjVPHz13hkzRBRUmaWeUX8hgeCZ4LmT17YqWUumMCjtg_-Sbr0uzfrfc2TtWG83NQs8d5tlJLfrnDjFFmBuXwvsGoY_7Zi6RrW-67Rsfg-kgp045OvoNwf-AXzkjTzNtEUsWnI8yXz4aIVOK_bvbedn7i6ZIKw46d3DVm1VnQBigtWsA=w640-h628" width="640" /></a></div><br /><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Políticos y gobernantes en la
historia contemporánea de España ha habido muchos, pero hombres de Estado se
cuentan con los dedos de una mano: Cánovas del Castillo, Mateo Sagasta, José
Canalejas, Antonio Maura y Manuel Azaña. No considero como estadistas a los
“espadones” del siglo XIX: Espartero, Narváez, O´Donnell, Serrano, y tampoco creo
que ningún gobernante de la transición llegara a alcanzar esta categoría de
hombre de Estado.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">José Canalejas Méndez (1854-1912)
fue quizás la gran esperanza del liberalismo para transformar la España del
Restauración en una monarquía democrática parangonable con otros países
europeos. Lo impidió la pistola de un asesino en la Puerta del Sol, segando de
cuajo una vida preciosa y una labor de gobierno que todavía podía haber dado
mucho de sí. Si no hubiera sucedido el magnicidio es posible que la historia de
España se escribiera de otra forma, ahorrándonos muchas penalidades, pero no es
nuestra intención pisar ahora el terreno imaginario de la ucronía, más propio
del fabulista que del historiador, sino atenernos escuetamente a los hechos tal
como sucedieron.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sobre Canalejas y el liberalismo
democrático he escrito ya en este mismo blog <a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y no es cosa de repetir lo ya expresado. Sucede, no obstante, que en estos días
ha llegado a mi poder el texto de un discurso de Canalejas, por entonces
ministro de Gracia y Justicia, pronunciado en el Congreso de los Diputados el
día 15 de enero de 1889 con motivo de la interpelación del diputado Antonio
García Alix, diputado del partido conservador, especialista en temas militares
relativa a la circular del ministro de la Guerra prohibiendo a los militares
tomar parte en las polémicas políticas de la prensa. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Como nada de lo humano me es
ajeno, incluida la oratoria parlamentaria, me he leído de cabo a rabo el
discurso y, previamente para entender el contexto en que tuvo lugar me he detenido
en la consideración de los antecedentes históricos de la cuestión planteada. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Antecedentes<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Canalejas, una temprana vocación
política, después de tontear con el republicanismo de Ruiz Zorrilla, había
llegado a la monarquía posibilista de la mano de Cristino Martos (1830-1893) integrándose
en el partido liberal fusionista que acaudillaba Sagasta donde pronto destacó
como futuro “ministrable”. La ocasión le vino pronto, en el segundo Gobierno de
la Regencia, presidido por Sagasta (de 14 de junio a 11 de diciembre de 1888)
en el que Canalejas fue nombrado ministro de Fomento, gobierno continuado,
después de una absurda crisis por motivos protocolarios que luego detallamos,
de un tercer gobierno Sagasta, de una mayor duración 11 de diciembre de 1889 a
21 de enero de 1890). <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Más para entender el asunto que
nos ocupa, tenemos que ir un poco más atrás, al primer Gobierno de Sagasta (de
27 de noviembre de 1885 al 14 de junio de 1888), el de los grandes proyectos y
reformas: Códigos Civil y Penal, Jurado, Ley Electoral, Tribunales,
Asociaciones… , más de treinta proyectos de gran calado, uno de los cuales, fue
de las reformas militares propiciado por el ministro de la Guerra, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>teniente general Manuel Cassola, sin duda, el
más polémico.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEic8GapzUNEDi5NXTsmSTgIDdQXg-uWCBkWKB93edN3b_uKSl1FM7nA5DOzFIi19__r33Fx7UNjgj8lipCDPYSsPY_w_pl5eFBDnltdjxtPCURv_lFhUO8XBJGJnY_JU-unNM8Xt1NnPNfLDx6GMUwa3zqttF8uI5TcwbPWtFMoSSpTxG-9dkUdk50E7A=s600" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="447" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEic8GapzUNEDi5NXTsmSTgIDdQXg-uWCBkWKB93edN3b_uKSl1FM7nA5DOzFIi19__r33Fx7UNjgj8lipCDPYSsPY_w_pl5eFBDnltdjxtPCURv_lFhUO8XBJGJnY_JU-unNM8Xt1NnPNfLDx6GMUwa3zqttF8uI5TcwbPWtFMoSSpTxG-9dkUdk50E7A=w298-h400" width="298" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Manuel Cassola Fernández
(1837-1890)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, militar
prestigioso, director general de Artillería, antes de ser nombrado ministro de la
Guerra el 8 de marzo de 1887, “<i>llevaba mucho tiempo especialmente consagrado
al estudio del problema militar en todos los aspectos, los orgánicos del
Ejército, en primer término, y así no causó extrañeza que a los cuatro días de
posesión del</i> <i>cargo diera conocimiento al Consejo de Ministros del plan de
reformas a cuya suerte adscribía su gestión</i>”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sin descender a muchos detalles,
las reformas militares de Cassola contenidas en el Proyecto de Ley Constitutiva
del Ejército, consistían en la implantación del servicio militar obligatorio
sin posibilidad de redención o sustitución; en fijar los principios
fundamentales a los que debían ajustarse los ascensos y las recompensas<span style="color: #333333; line-height: 107%;">, basados en la
antigüedad en tiempos de paz de paz y por méritos en tiempos de guerra; en
precisar las atribuciones y especial misión de cada arma e instituto,
reorganizando sus plantillas en armonía con las necesidades del servicio,
abriendo las escalas cerradas en las armas especiales de Artillería e
Ingenieros y equiparándolas, por consiguiente, a las de Infantería o Caballería;
en modificar las competencias del Consejo Supremo de Guerra y Marina,
preservando sus atribuciones de orden judicial, pero eliminando las de orden
gubernativo y reglamentario y, en último lugar, en reconocer y dar rango legal
a los tribunales de honor, hasta entonces de carácter consuetudinario. Se
proponía, además, la creación de un Banco Militar de Préstamos para aliviar la
mala situación económica de muchos militares. Estos proyectos, escribe Palacio
Atard “<i>rigurosamente preparados y altamente coherentes entre sí</i>”,
tropezaron con una resistencia interna dentro del Ejército y también entre los
políticos civiles.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;">[4]</span></span></span></span></a></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnwELSN44YRnAyRo3MZV4Ea8MueP-dLug66PV075vRF-C8mVqNXZ_t-F3im5eI4BftQ4y8GVMVGU2_Vb7tyqg6B5lLbHWbRWTec3C9DizSgwl6zAYQihARWrDJNJ6l2Y8HgIvN9fmwPxlpi_RMMsQ4leDaRT_ZWfx5VncZi4Qoex5bsoWUJ6TIAbF5xw=s605" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="605" data-original-width="456" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjnwELSN44YRnAyRo3MZV4Ea8MueP-dLug66PV075vRF-C8mVqNXZ_t-F3im5eI4BftQ4y8GVMVGU2_Vb7tyqg6B5lLbHWbRWTec3C9DizSgwl6zAYQihARWrDJNJ6l2Y8HgIvN9fmwPxlpi_RMMsQ4leDaRT_ZWfx5VncZi4Qoex5bsoWUJ6TIAbF5xw=w482-h640" width="482" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Álbum Cassola, obra de Mariano Benlliure. Museo del Ejercito.</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">No hay duda que la medida más polémica fue la
supresión de la redención a metálico a la que se acogían muchos hijos de
familias burguesas, quienes podían librarse del servicio militar obligatorio,
entonces de tres años, mediante el pago de una cuota de 1.200 pesetas. Cassola
defendía no sin razón que este sistema era injusto pues favorecía a quienes
disponían de más dinero y cultura, pero en su contra tenia a gran parte de la
opinión pública, a los partidos de la oposición (conservadores y reformistas) e
incluso a generales y jefes tan ilustres como Martínez Campos, Primo de Rivera,
Weyler y otros.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgwf6mRmzT13SEylmSd0KlLixJspOv1G_0v_DqHGP0lUPf8Vcww6LnaCOMgsOCLndxEPBBWZ63cdAJNLuZLyXW9eV8UqBitK5cQBRzJEEoGGH7nrO0YY_1lTI5LE_2JijGCUiTdd4NQD7qR35XO04iErIDYYtcs8FtKi8b6sumsF_4SS8JezheevvMfCQ=s449" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="424" data-original-width="449" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgwf6mRmzT13SEylmSd0KlLixJspOv1G_0v_DqHGP0lUPf8Vcww6LnaCOMgsOCLndxEPBBWZ63cdAJNLuZLyXW9eV8UqBitK5cQBRzJEEoGGH7nrO0YY_1lTI5LE_2JijGCUiTdd4NQD7qR35XO04iErIDYYtcs8FtKi8b6sumsF_4SS8JezheevvMfCQ=w400-h378" width="400" /></a></div><br /><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">El proyecto de reformas militares de Cassola,
presentado en el Congreso en septiembre de 1887, no se discutió hasta la
siguiente legislatura, en febrero y marzo de 1888 y para presidir la Comisión
que había de dictaminarlo fue designado Canalejas que tenía bien ganada fama de
orador y que cumplió con el encargo con su peculiar elocuencia y conocimiento
de los asuntos. Sin embargo, entre los impugnadores del proyecto estuvo el
propio Cánovas, jefe de los conservadores quien manifestó que en caso de ser
aprobadas las reformas de Cassola, estas no sobrevivirían puesto que tan pronto
llegasen los conservadores al Poder (estamos en el “tranquilo alternar” de los
partidos sellado en el mal llamado Pacto de El Pardo) serían derogadas.
Combatió sobre todo el servicio obligatorio, sin posibilidad de redención a
metálico, por la reacción antimilitarista que ello supondrá en los jóvenes de
extracción burguesa y concretamente en los estudiantes</span><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">“</span><i style="color: #333333;">deseosos de volver a
sus libros; y la apertura de escalas, ya que las armas especiales o
facultativas representaban la técnica y la cultura</i><span style="color: #333333;">”.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">La oposición era tanta, ya no solo en el
Parlamento, sino en los cuartos de banderas, en las clases medias y hasta en el
propio Consejo de Ministros donde, salvo Moret y López Puigcerver, titulares de
Estado y Hacienda, respectivamente, los demás ministros no eran favorables a las
reformas propuestas por su compañero de gabinete, por lo que Sagasta, una de
cuyas artes como gobernante era capear temporales, tomó la decisión, refrendada
en Consejo de Ministros de 21 de octubre de 1888, de no seguir adelante con las
reformas si no obtenían el voto favorable</span><span style="color: #333333;">
</span><span style="color: #333333;">de las Cortes.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiaK98xSmSWvv6lF7mY5VVpWisVDhmdcfPSFle8LXGXZUJ2e3UR5F4NVz1u2CBcF-mjtFwby4_XQdpa0iARk6ftcuSKCNpD9f-HIWRaqMlth8MDkk1tfuL_Sttajv38vgbDDEhi4FmxRaSg5bkLpkiu6J1u35q11DVIbpKMZJUUEdt_BbPZoRjETh-IxQ=s952" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="952" data-original-width="620" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEiaK98xSmSWvv6lF7mY5VVpWisVDhmdcfPSFle8LXGXZUJ2e3UR5F4NVz1u2CBcF-mjtFwby4_XQdpa0iARk6ftcuSKCNpD9f-HIWRaqMlth8MDkk1tfuL_Sttajv38vgbDDEhi4FmxRaSg5bkLpkiu6J1u35q11DVIbpKMZJUUEdt_BbPZoRjETh-IxQ=w260-h400" width="260" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Martinez Campos</i></b></td></tr></tbody></table><br /><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">Así estaban las cosas, cuando el 14 de junio de
1889 se produjo la dimisión de Cassola, luego de un curioso incidente sucedido
en Madrid, durante la estancia de la Reina Regente en Barcelona para asistir a
los Juegos Florales. Los hechos fueron estos: Martínez Campos, capitán general
de Madrid, entendió que, ausente la reina, a él correspondía dar el santo y
seña de ordenanza y así lo hizo desde el primer día de la ausencia real.
Enterado Cassola, ministro de la Guerra, de jornada en Barcelona, telegrafió a
Martínez Campos ordenándole tomase el santo y seña de la infanta Eulalia dado
que se trataba de una prerrogativa real, pero Martínez Campos, que no se dejaba
avasallar fácilmente y que además era contrario las reformas militares de
Cassola, contestó altanero que sería el Segundo Cabo de la Capitanía General</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn1" name="_ftnref1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;">[5]</span></span></span></a><span style="color: #333333;"> quien en adelante tomaría
el santo y seña de la infanta lo que equivalía a presentar su dimisión. Reunido
el Consejo de Ministros se opinó que si se aceptaba la dimisión de Martinez
Campos también se debía aceptar la de Cassola y este, ya muy quemado por la larvada
oposición a sus reformas, aprovechó la ocasión para dimitir irrevocablemente
causando la crisis total del Gabinete.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh0aJQ5wT2r4NMRiDfcurRoHzlO0OFbNAimKq9-3UW-LEVTHMd3xpbWxpMc-HSoHXVjvSdyAewOj2TYVrUxYd6yAoEsfEPQiyhkaoGnDfEbFF8GSWm5Pn92hPlBYE1LazaGrIYLQXibUIoDFrsJiPguxI7VX8Q_trNLDE1-0jMVCHNjiAX748ct5dp7yw=s707" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="707" data-original-width="452" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh0aJQ5wT2r4NMRiDfcurRoHzlO0OFbNAimKq9-3UW-LEVTHMd3xpbWxpMc-HSoHXVjvSdyAewOj2TYVrUxYd6yAoEsfEPQiyhkaoGnDfEbFF8GSWm5Pn92hPlBYE1LazaGrIYLQXibUIoDFrsJiPguxI7VX8Q_trNLDE1-0jMVCHNjiAX748ct5dp7yw=w256-h400" width="256" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><i><b>Sagasta</b></i></td></tr></tbody></table><br /><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">Ese mismo día Sagasta, cuyos poderes le fueron
confirmados por la reina, reorganizó su Gabinete dando entrada, como dijimos,
a Canalejas, como ministro de Fomento, en lo que se quiso ver no solo a una
recompensa a los</span><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">méritos del joven
político, sino, en cierta manera un mensaje de apoyo al dimitido Cassola ya que,
recordemos, Canalejas había sido el mejor defensor de unas reformas que, de
todas formas, ya habían quedado un tanto demoradas por Sagasta hasta el punto
de que el nuevo ministro de la Guerra el teniente general Tomás O´Ryan y Vázquez
dimitió también por “</span><i style="color: #333333;">la resistencia pasiva de Sagasta a las reformas militares</i><span style="color: #333333;">”.</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn2" name="_ftnref2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;">[6]</span></span></span></a></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">A todo esto Cassola, quien además de puntilloso
debía ser todo un carácter, abandonó la familia liberal y sus partidarios las
filas conservadoras, (así de mudable era y es la política, antes y ahora), para
pasar a la crítica frontal al Gobierno del que el mismo había sido parte.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">En el siguiente gobierno de Sagasta, luego de
la crisis causada por las dimisiones de López Puigcerver, ministro de Hacienda
y O´Ryan, de Guerra, entró de nuevo Canalejas, esta vez nombrado ministro de
Gracia y Justicia. Y fue el nuevo ministro de la Guerra, el teniente general José
Chinchilla y Díez Oñate, quien tomó la iniciativa de prohibir a los militares
tratar en la prensa temas relacionados con el Ejercito. Según Fernández Almagro,
“</span><i style="color: #333333;">la intención era clara acabar con las polémicas y aun con los simples
comentarios a que venían dando ocasión las reformas de Cassola</i><span style="color: #333333;">”</span><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="color: #333333; line-height: 107%;">[7]</span></span></span></a><span style="color: #333333;">.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">El discurso de Canalejas</span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333; line-height: 107%;"></span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhByu58psVEeN607rYYbgISSVFQecyuNAPf24Fu8auxwEr6_0VgyGl55usg9b_94fFlsrGDTBoB1B5StszOIMOxpD4IUjokgh8le_eaGipAPW25NqFhOIbW3MVDhxIaHOAJkBXDOfZtkNxpinmuDsAEFQOOoPhJOQsGVVTRu5heC18USgJkqyRVuKP0vQ=s722" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="722" data-original-width="529" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhByu58psVEeN607rYYbgISSVFQecyuNAPf24Fu8auxwEr6_0VgyGl55usg9b_94fFlsrGDTBoB1B5StszOIMOxpD4IUjokgh8le_eaGipAPW25NqFhOIbW3MVDhxIaHOAJkBXDOfZtkNxpinmuDsAEFQOOoPhJOQsGVVTRu5heC18USgJkqyRVuKP0vQ=w468-h640" width="468" /></a></b></div><b><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span></b><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: x-large;">Y aquí enlazamos con la sesión celebrada el día
15 de enero de 1889 en el Congreso de los Diputados que vino precedida en días
anteriores de un debate sobre disciplina militar que debió resultar bastante
agrio en el que intervinieron los diputados Romero Robledo y García Alix, del
partido conservador y el propio general Cassola y en el que se vertieron
incluso insinuaciones personales de connivencia de Canalejas con determinada
prensa militar que fueron rechazadas enérgicamente por este.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; font-size: xx-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEie-VJ4KWdk_lTEFS5p2ZVtteOgBz2V8r5LAuSdYmk6Sa38IrYUKZ1AOj6zczDPmZN3PSUXgQjyaIijwOoBMxXVh9STp-5P2oGqw3r0hc2OsWMG4mUGnsavK0aHf9yfwnfilvLCY2nS78bKd_iM6MtKgMnkfrFx36XWcty-G9XRKQvKbszKAm3AITnB-Q=s441" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="441" data-original-width="263" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEie-VJ4KWdk_lTEFS5p2ZVtteOgBz2V8r5LAuSdYmk6Sa38IrYUKZ1AOj6zczDPmZN3PSUXgQjyaIijwOoBMxXVh9STp-5P2oGqw3r0hc2OsWMG4mUGnsavK0aHf9yfwnfilvLCY2nS78bKd_iM6MtKgMnkfrFx36XWcty-G9XRKQvKbszKAm3AITnB-Q=s320" width="191" /></a></div><span style="font-size: x-large;"><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Contestando ya a Romero Robledo, comenzó
Canalejas haciendo una defensa del régimen parlamentario y rechazando las
invocaciones a la influencia del Ejercito en el orden constitucional tachando
de rebeldes “<i style="color: #333333;">rebeldes irreflexivos, de generación espontánea, acaso poco peligrosos,
pero al fin rebeldes”,</i><span style="color: #333333;"> a los provocadores de esa situación lo que levanto
protestas de García Alix (“</span><i style="color: #333333;">que se diga quienes son los rebeldes</i><span style="color: #333333;">”) y del propio
general Cassola</span></span><span style="color: #333333; font-size: xx-large;">.</span></div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">Hizo Canalejas, a continuación, una decidida
defensa del Ejército. “</span><i style="color: #333333;">No es bien que a nosotros, partido gobernante y de
orden, nos suponga nadie enemigos y adversarios del ejército</i><span style="color: #333333;">” (Romero
Robledo había dicho en sesiones anteriores que el Gobierno aspiraba a
trasformar el ejército “</span><i style="color: #333333;">de nobles servidores de la patria”</i><span style="color: #333333;"> en un
ejército de mercenarios) afirmando luego con rotundidad y en directa referencia
a toda la Cámara que “</span><i style="color: #333333;">No hay nadie aquí, amante del bien de su país, nadie
interesado en la paz pública, ni monárquico ni republicano, que haya pretendido
divorciar el parlamento del ejército y que nos presente como enemigo de sus
derechos</i><span style="color: #333333;">”, advirtiendo seguidamente, con sutileza, a sus oponentes que
cuando se habla de derechos hay que hacerlo con sentido jurídico, de acuerdo
con la doctrina constitucional, pues de lo contrario “</span><i style="color: #333333;">se corre el riesgo de
que la temeridad propia suscite, dada la
mala disposición ajena, un conflicto al país, un conflicto la paz, lamentando
que esto no sea haya dado en el debate actual”.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">Pasando al asunto propio del debate, Canalejas
salió al paso de quienes ponían en tela de juicio su fidelidad a las reformas
militares “</span><i style="color: #333333;">a mí me duele, Sres. Diputados, que aquí y fuera de aquí se diga
que yo he abjurado de mis convicciones y sentimientos en punto al ejército</i><span style="color: #333333;">”
recordando que fue el quien, hace años, defendió “</span><i style="color: #333333;">solo o casi solo</i><span style="color: #333333;">” los
principios que figuran en el proyecto de ley, principios</span><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">que “</span><i style="color: #333333;">no están en litigio</i><span style="color: #333333;">”, si bien , a
punto seguido, el orador reconoció, lo que todos sabían</span><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">que “</span><i style="color: #333333;">la mayoría del partido liberal, no
estaba unánime en la aceptación de los principios generales que se contienen en
esos proyectos</i><span style="color: #333333;">” viendo “</span><i style="color: #333333;">con cierta desconfianza</i><span style="color: #333333;">” las complicaciones
de este problema, no obstante lo cual la mayoría, dando el más grande ejemplo
que puede dar una mayoría, hizo suyo un dictamen “</span><i style="color: #333333;">que a una parte de la
mayoría en su convicción y aun en sus intereses lastima</i><span style="color: #333333;">”.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333;">Descartando más comentarios sobre las reformas
militares, Canalejas pasó a examinar la circular, referida exclusivamente a los
militares, tanto los de vocación, los jefes, como a los soldados considerada
por unos como innecesaria, por otros injusta, por otros ineficaz, puntos que
fue rebatiendo uno por uno. “</span><i style="color: #333333;">No, no será ineficaz la circular; ningún
soldado después de haberla leído… puede escribir en un periódico, porque si
escribiese, será de aquellos soldados que, como decía con gran elocuencia el
presidente del Consejo de Ministros, merecería se les arrancase el uniforme</i><span style="color: #333333;">”.
Tampoco es innecesaria porque recuerda ciertas obligaciones “</span><i style="color: #333333;">singularmente
de aquellas en cuyo olvido puede caber la excusa legítima de la tolerancia
gubernamental</i><span style="color: #333333;">”; menos aún es una “</span><i style="color: #333333;">violación del derecho</i><span style="color: #333333;">” pues “</span><i style="color: #333333;">está
de acuerdo con las tradiciones del Gobierno y con los principios consignados en
las reformas militares y así resultará que no se ha violado ninguna Ley… lo que
hacemos ahora en España se hace en todas partes y no está en pugnan con el
régimen constitucional</i><span style="color: #333333;">”, </span><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">rematando
su argumentación con esta frase: “</span><i style="color: #333333;">Es evidente Sres. Diputados, que en
ninguna sociedad medianamente civilizada o disciplinada, pues algunas veces el
concepto de disciplina y el de civilización se enlazan, puede admitirse que un
militar escriba en los periódico contra sus compañeros, provoque discordias,
desautorice lo que hay más noble y de más autoridad en las categorías militares
y venga a amenazar al Parlamento, que está más alto que el ejército… hay</i><span style="color: #333333;">
[en el ejército] </span><i style="color: #333333;">un elemento ético, un elemento moral, un principio de
autoridad… sancionado por la práctica constante de los ejércitos que no puede
conmoverse sin peligro, que no puede discutirse sin temeridad y ese es el
principio de autoridad”</i><span style="color: #333333;">.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnlZXvvnmOaZKAubWii2tLzuClMufqMxF6EOZhUeuqcSd5MWWe5VHZns9-qfAP0F-gDIpJWs75bJHunK4lAq_Xm2PkRME6Z9Q7EERdo9bpdNWYay2n-scFrv8AbokitRhX6vw3eWTutFANOMEZD35p__Vvmk48aPpWOV4GmoKzx7d2tOtGSfccmg4Pig=s1067" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="800" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEhnlZXvvnmOaZKAubWii2tLzuClMufqMxF6EOZhUeuqcSd5MWWe5VHZns9-qfAP0F-gDIpJWs75bJHunK4lAq_Xm2PkRME6Z9Q7EERdo9bpdNWYay2n-scFrv8AbokitRhX6vw3eWTutFANOMEZD35p__Vvmk48aPpWOV4GmoKzx7d2tOtGSfccmg4Pig=w480-h640" width="480" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Estatua del teniente General Cassola en el Par<span>que del Oeste</span></i></b></td></tr></tbody></table><span style="color: #333333; font-size: xx-large; text-align: left;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><span style="color: #333333; text-align: left;">¿Qué pasó después? Hubo bastante polémica,
algunos, incluido el propio Cristino Martos, su jefe de filas, celoso de la
valía que había alcanzado su “discípulo”, interpretaron que Canalejas, con este
discurso, se había desmarcado un tanto de las reformas militares que el mismo
había defendido años atrás e incluso se pidió su cese (a lo cual contradice el
tenor del discurso que hemos comentado). </span><span style="color: #333333; text-align: left;"> </span><span style="color: #333333; text-align: left;">Independientemente de este anecdotario político,
lo cierto es que las reformas militares de Cassola, fallecido en 1890,
encallaron poco después, en 1893, cuando el general López Domínguez asumió el
ministerio de la Guerra y sus reformas no significaron ya otra cosa que una
restricción del gasto militar y una última consolidación de la autonomía
orgánica de las Armas, Cuerpos y servicios, que dificultó durante decenios la
acción del Ejercito como un todo.</span></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="color: #333333; line-height: 107%;"><span style="font-size: x-large;">¡Y en 1898 estalló la guerra de Cuba!<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;">© <b>Manuel Martínez
Bargueño</b></span><o:p></o:p></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size: large;">Marzo, 2022<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si quieres preguntar, aportar,
comentar, corregir o ampliar algo de lo escrito puedes dirigirte a mi dirección
de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás inmediatamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Difunde entre tus amistades
este blog.<o:p></o:p></span></i></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias Manuelblas</i> <span style="color: #333333; line-height: 107%;"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</p><div><!--[if !supportFootnotes]--><b><span style="font-size: large;">NOTAS<br clear="all" />
</span></b><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;"> <a href="https://manuelblascinco.blogspot.com/2014/01/canalejas-el-liberalismo-democratico.html">CANALEJAS,
EL LIBERALISMO DEMOCRÁTICO | Manuelblas. Historia y personajes
(manuelblascinco.blogspot.com)</a></span></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span>
Véase su biografía en <a href="https://dbe.rah.es/biografias/11260/manuel-cassola-fernandez"><span style="color: blue;">Manuel Cassola Fernández | Real Academia de
la Historia (rah.es)</span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span>
Melchor Fernández Almagro. “<i>Historia política de la España contemporánea. 2.
1885-1897</i>”. Alianza Editorial. Libro de bolsillo 117. Primera edición 1968,
pág. 47.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoFootnoteText">
</p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span>
Vicente Palacio Atard. “<i>La España del siglo XIX. Introducción a la España
contemporánea</i>”. Segunda edición, 1981, pág. 535.</span><o:p></o:p></p><p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftnref1" name="_ftn1" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a> El
Segundo Cabo era el siguiente en el orden jerárquico, equivalente a Comandante
militar.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftnref2" name="_ftn2" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Canalejas, ministro de Fomento y O´Ryan, ministro de la Guerra consiguieron, no
obstante, imponer, mediante Real Decreto, algunas de las medidas menos
contestadas en las Cortes, las cuales aprobarían luego una Ley adicional que se
limitaba a regular aspectos orgánicos, ascensos y recompensas, postergando las
medidas más polémicas y de mayor alcance propuestas por Cassola.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Un%20discurso%20de%20Canalejas.docx#_ftnref3" name="_ftn3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span face="Calibri, sans-serif" style="line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
Fernández Almagro escribe que esta prohibición estaba contenida en un Real
Decreto, pero en realidad se trataba de una circular. <o:p></o:p></span></p>
</div>
</div>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div style="mso-element: footnote-list;"><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-73899767496690442332021-12-09T08:16:00.000-08:002021-12-09T08:16:12.119-08:00ANÉCDOTAS PARLAMENTARIAS<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-kV13TA8QOHU/YbIo5-C1sLI/AAAAAAAAeKU/aZRl0WHo94U7H-yfTIZO5E8Uz7V-Eo0BACNcBGAsYHQ/s676/Congresodelos%2BDiputados.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="483" data-original-width="676" height="458" src="https://1.bp.blogspot.com/-kV13TA8QOHU/YbIo5-C1sLI/AAAAAAAAeKU/aZRl0WHo94U7H-yfTIZO5E8Uz7V-Eo0BACNcBGAsYHQ/w640-h458/Congresodelos%2BDiputados.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Las anécdotas son, lo hemos dicho antes alguna vez, la espumilla de la historia, lo que queda vivo y revoloteante
para el gran público entre las categorías y los conceptos aprehendidos
solamente por los estudiosos. La historia de las instituciones y de los
individuos es pródiga en sucedidos y anécdotas y son muchos los escritores que
han dedicado parte de su labor a coleccionar anécdotas extraídas de las vidas de
los personajes famosos cuando no directamente a inventarlas, a veces con tanto
más éxito como las reales, entrando a formar parte de su biografía…<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o de su leyenda.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-32o--gH38_Y/YbIpZjk9lJI/AAAAAAAAeKc/m9pYZX46Ng42dmDr7BlAlXoRUXyfb-fmACNcBGAsYHQ/s283/Ma%25C3%25B1anos%2B%2BGald%25C3%25B3sr.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="178" data-original-width="283" height="403" src="https://1.bp.blogspot.com/-32o--gH38_Y/YbIpZjk9lJI/AAAAAAAAeKc/m9pYZX46Ng42dmDr7BlAlXoRUXyfb-fmACNcBGAsYHQ/w640-h403/Ma%25C3%25B1anos%2B%2BGald%25C3%25B3sr.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Asterio Mañanés. Lectura de un proyecto de ley en el Salón de sesiones 1908</i></b></td></tr></tbody></table><b><i><br /></i></b><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Sobre el Parlamento, el templo de
la palabra, se cuentan multitud de anécdotas, recogidas por aquellos
periodistas y escritores que cultivaron el llamado género parlamentario En
España fueron cronistas parlamentarios, en alguna etapa de sus vidas, don
Benito Pérez Galdós, trabajando como redactor para el periódico “<i>Las Cortes</i>”
encargado de las sesiones del Congreso<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(en 1886 sería elegido diputado por el
distrito de Guayama, Puerto Rico, en el grupo parlamentario de Sagasta y posteriormente
durante las legislaturas de 1907 y 1910 sería diputado por Madrid dentro de la
Conjunción Republicano-Socialista ); Azorín, que reunió sus crónicas
parlamentarias<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>publicadas en prensa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en su libro “<i>Parlamentarismo español</i>”
(1904-1916) y Wenceslao Fernández Flórez que publicó una recopilación seleccionada
de sus crónicas parlamentarias escritas para el diario<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ABC en “<i>Acotaciones de un oyente</i>”
(1916-1918, dos series).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-df8OuicybMM/YbIpzCsUc1I/AAAAAAAAeKk/tC_r-71ytP009y4FWg7s82SGACPDBouMwCNcBGAsYHQ/s369/Luisde%2Btapia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="369" data-original-width="210" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-df8OuicybMM/YbIpzCsUc1I/AAAAAAAAeKk/tC_r-71ytP009y4FWg7s82SGACPDBouMwCNcBGAsYHQ/s320/Luisde%2Btapia.jpg" width="182" /></a></span></div><span style="font-size: x-large;">Menos conocido que los anteriores
fue el madrileño Luis de Tapia (1871-1937) que además de parlamentario
republicano (1931) fue escritor satírico y poeta e hizo famosas sus “<i>Coplas
del Día</i>”, publicadas en los periódicos liberales, alusivas a los
parlamentarios de su época, objeto tos de sus sátiras.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>He aquí un ejemplo que tiene como destinario
de sus dardos al conde de Romanones:<o:p></o:p></span><p></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Salvatella<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a> el
radical,<o:p></o:p></i></span></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>asistió al te liberal<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 2.85pt; margin-top: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">y hoy con el conde se
tima.<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;">El
que a buen árbol se arrima<o:p></o:p></span></i></p>
<p align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;"><i><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es director general.”<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En los años de la Transición
fueron cronistas parlamentarios Manuel Vicent, para el diario “<i>El País</i>”;
Cuco Cerecedo, para “<i>Diario 16</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
Víctor Márquez Reviriego cuyos “<i>Apuntes parlamentarios</i>” para la revista “<i>Triunfo</i>”,
recogidas en varios libros<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
le valieron ser reconocido como el cronista de la transición y Luis Carandell,
de quien hablaremos más adelante.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-lsTsCUK7wao/YbIqB3kxq2I/AAAAAAAAeKo/lHnblyb46kYwonzwzRenvXjDYWdY4LEHgCNcBGAsYHQ/s452/Se%25C3%25B1ores%2Bdiputados.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="452" data-original-width="300" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-lsTsCUK7wao/YbIqB3kxq2I/AAAAAAAAeKo/lHnblyb46kYwonzwzRenvXjDYWdY4LEHgCNcBGAsYHQ/w265-h400/Se%25C3%25B1ores%2Bdiputados.jpg" width="265" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En estos días precisamente han
caído en mis manos dos libros que podríamos incluir en este género de la
crónica parlamentaria. El primero de ellos se titula “<i>Señores Diputados… De
Canalejas a la 2ª República</i>” del que es a autor Enrique de Tapia Ozcariz,
conocido investigador de nuestra Cámara Legislativa, autor de varias obras interesantes,
algunas de las cuales tengo en mi biblioteca<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
El libro, bastante denso, crónica política y parlamentaria centrada sobre todo
en los personajes, abarca un extenso periodo que podríamos situar en dos
momentos históricos, el periodo alfonsino de auge del parlamentarismo y el
republicano desde 1931 hasta el fin de la guerra civil que el autor, dando muestra
de un claro talante conservador, juzga severamente (léase su juicio acerca de
La Pasionaria diputada)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.
<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Anécdotas en este libro hay
muchas, pero, por elegir una, me voy a quedar con esta, que en realidad poco
tiene que ver con la vida parlamentaria:<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">“<i>Según referencias de “El
Liberal”, de Barcelona, y de “El Mercantil”, de Málaga, cierta sociedad
excursionista de Barcelona, ferviente y apasionada de Prat de la Riba y del
Institut, se dirige en catalán, al presidente de una entidad análoga malagueña…
A la misiva, en catalán, de la sociedad excursionista barcelonesa, contesta la
entidad malagueña en idioma cañí: </i><i><span style="font-family: "Book Antiqua",serif;">Pre
andayo sin amari duquipen but baro premanai astisar diñar a ostre brudila.
Golipen to parne</span>. Con la traducción al castellano, va una nota que dice:
“No deben desdeñarse a los que han usado este lenguaje, pues el idioma gitano
es originario del índico y tiene conexiones con el sánscrito y con el Zend
frente al persa</i>”. La anécdota, situada en torno al año 1917 tiene relativa
gracia leída hoy día.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-x7KjrHa0MOk/YbIraLCVO_I/AAAAAAAAeLU/ANJrdozeROk4aCDcBJp76hi5LQhNQa9MgCNcBGAsYHQ/s320/Aza%25C3%25B1a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="320" data-original-width="225" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-x7KjrHa0MOk/YbIraLCVO_I/AAAAAAAAeLU/ANJrdozeROk4aCDcBJp76hi5LQhNQa9MgCNcBGAsYHQ/s0/Aza%25C3%25B1a.jpg" width="225" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Ahora que hablamos de la 2ª
República (1931-1939), quiero hace referencia a un artículo leído recientemente
en el diario El País, en la que su autor, el catedrático de Historia
Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, Juan Francisco Fuentes<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
llama la atención<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre “<i>la
fascinación<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que la Segunda República
producen la actual izquierda española</i>” que desconoce “<i>la autocrítica que
muchos dirigentes republicanos del Frente Popular hicieron tras la Guerra
Civil, de su labor política en aquellos años y de los defectos y errores en
que, a su juicio, incurrió el régimen republicano</i>”. El propio Azaña, -cito
al autor del artículo-, lamentaría que en los años treinta los españoles no
hubieran sabido “<i>levantar por asenso común un Estado dentro del cual puedan
vivir todos, respetándose y respetándolo</i>”. Dos consideraciones
complementarias, perdonen la digresión. Primera, ciertamente, la 2ª Republica
tuvo mucho de caótica y de claro enfrentamiento faccional entre los distintos
modelos en juego (Reforma democrática/ Reacción autoritaria/ Revolución Social)
pero nada de esto podría justificar y menos legitimar un golpe militar que
causó medio millón de muertos entre combatientes y población civil seguido de
largos años de represión en la posguerra. Segunda, la construcción del asenso
azañista (consenso, sería el término actual) sigue siendo una tarea pendiente
por parte de los políticos actuales que temo no tienen la categoría de aquellos
que en circunstancias tanto o más difíciles (y siempre distintas) que las
actuales supieron alcanzar pactos políticos que dieron un futuro de estabilidad
al país (Monarquía canovista, Transición). <o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-ChZ0TWHVPMk/YbIqL4s5w7I/AAAAAAAAeKw/vU3QGNrwZHETbBs0xPjx5ehNJMM9r1JKACNcBGAsYHQ/s720/Carandell.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="720" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-ChZ0TWHVPMk/YbIqL4s5w7I/AAAAAAAAeKw/vU3QGNrwZHETbBs0xPjx5ehNJMM9r1JKACNcBGAsYHQ/w400-h400/Carandell.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El segundo libro “<i>Se abre la sesión</i>”
(1998) es debido al periodista barcelonés Luis Carandell (1929-2002), bien
conocido de los lectores más veteranos por sus colaboraciones en la mítica revista
“<i>Triunfo</i>” (“<i>Silla de pista</i>”, “<i>Celtiberian Show</i>”, este
último publicado en 1970 y 1972, en forma de libro) y en distintos medios periodísticos
y audiovisuales.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En mi biblioteca tengo
algunos otros libros suyos, mínima parte de su extensísima obra, como “<i>Los
españoles”</i> (1968); “<i>Tus amigos no te olvidan” </i>(1975); “<i>El
Santoral de Luis Carandell</i>” (1996); “<i>Habas contadas</i>” (1997); <i>El
día más feliz de mi vida. Memorias </i>(2000)<i> </i>y “<i>La familia Cortés.
Manual de la vieja educación</i>” (2001).<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Luis Carandell fue cronista
parlamentario desde 1976 y durante toda la Transición<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y resultado de esa labor de observador
privilegiado es este libro que cito y algún como “<i>El show de sus señorías.
Antología de anécdotas parlamentarias”</i> 1986, escrito en un mismo tono de crítica
amable y desenfadada.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La experiencia de siglos, cuenta
Carandell, demuestra que la anécdota es consustancial a la actividad
parlamentaria desde el Senado romano hasta nuestros días y que estas no tienen
un color político determinado. Así puede comprobarlo el lector a lo largo de
las páginas de este libro en las que su autor, ha recogido, manejando crónicas
de anteriores cronistas y atento a la lectura del Diario de Sesiones, numerosas
anécdotas desde el primer constitucionalismo gaditano hasta la fecha de la
edición. Me quedo con estas tres, alguna de ellas muy repetida.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-6DGDwrJt6i0/YbIqYzIFxBI/AAAAAAAAeK4/gsG5FKOBITAIWMwS4VXV8UTDC0LhCXD4wCNcBGAsYHQ/s800/Nicolas%2BMaria%2BRivero.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="600" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-6DGDwrJt6i0/YbIqYzIFxBI/AAAAAAAAeK4/gsG5FKOBITAIWMwS4VXV8UTDC0LhCXD4wCNcBGAsYHQ/w300-h400/Nicolas%2BMaria%2BRivero.jpg" width="300" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><u>La primera</u>. “<i>Don
Nicolás María Rivero parecía haber sido hombre de gran ingenio…<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cuando era ministro de Gobernación con el
general Prim, en 1870, recibió un telegrama del gobernador de una provincia que
decía “En los horizontes d esta capital se han presentado grandes manchas
rojizas que tiene consternada la población. Dígame V. E. que precauciones debo
tomar.”<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>Respuesta de Rivero. “Las
manchas rojizas que se han presentado en los horizontes de esa capital se
llaman aurora boreal y suelen parecer poco antes de que los gobernadores
presenten la dimisión</i>”.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-uStdn1_4690/YbIqjPkacqI/AAAAAAAAeLA/N_Eydysrkx845zUCnoUtXV-2UwNSJaxSgCNcBGAsYHQ/s932/Francisco%2BSilvela.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="932" data-original-width="802" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-uStdn1_4690/YbIqjPkacqI/AAAAAAAAeLA/N_Eydysrkx845zUCnoUtXV-2UwNSJaxSgCNcBGAsYHQ/s320/Francisco%2BSilvela.jpg" width="275" /></a></div><br /><span style="font-size: x-large;"><br /></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><u>La segunda</u>. “<i>A don
Francisco Silvela se le atribuye, aunque se le ha colgado a otros, una de las
más famosas anécdotas del parlamentarismo español. Mientras un diputado
pronunciaba un aburrido discurso, un ujier se acercó a don Francisco, que estaba
sentado en la cabecera del banco azul como presidente del Consejo y murmuró a
su oído:<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">-Su Señoría está dormido.<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i><span style="font-size: x-large;">Replicó Silvela volviéndose:<o:p></o:p></span></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>-No estoy dormido, estoy
durmiendo, que no es lo mismo estar bebido que estar bebiendo</i>”.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-3uqIJwRcFxo/YbIqsYC7N4I/AAAAAAAAeLI/1edSXhKA8NYXdePU9O1aS-fRfFIy9J1hgCNcBGAsYHQ/s632/Ossorio.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="632" data-original-width="422" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-3uqIJwRcFxo/YbIqsYC7N4I/AAAAAAAAeLI/1edSXhKA8NYXdePU9O1aS-fRfFIy9J1hgCNcBGAsYHQ/s320/Ossorio.jpg" width="214" /></a></div><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><br /></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><u>La tercera</u>. “<i>En una
sesión del parlamento de la República, Ossorio y Gallardo describía la
situación política con negras tintas y se lamentaba del estado de cosas que se
vivía. En un momento de su discurso adoptó un tono más patético y exclamó: ¿Que
será de nuestro hijos? Del fondo del Salón se alzó una voz<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"><i>-¡Al de su señoría ya le hemos
hecho subsecretario!”</i><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Aparte estas lecturas casuales
quiero sugerir al lector de esta nota, y con ello la termino, que lea el
artículo de Manuel Vicent “<i>Aquella dicha lejana de la reconciliación</i>”
que quizás la haga añorar tiempos mejores o, al menos, más esperanzados, que
los actuales.<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">© </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: x-large;">Manuel Martínez Bargueño</span><o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Diciembre, 2021<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si te ha interesado esta
entrada y quieres preguntar o comentar algo puedes dirigirte a mi dirección de
correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás rápidamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Gracias. Manuelblas</i><o:p></o:p></span></p>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all" />
</span><hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Las crónicas parlamentarias de Galdós están recogidas en sus Obras inéditas
ordenadas y prologadas por Alberto Ghiraldo. Volumen 3. Política española.
Renacimiento, 1923. Hay edición digital en Biblioteca Virtual Miguel de
Cervantes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="http://www.cervantesvirtual.com/portales/benito_perez_galdos/obra/obras-ineditas-volumen-3-politica-espanola-i-970942/">Obras
inéditas. Volumen 3. Política española I / Benito Pérez Galdós ; ordenadas y
prologadas por Alberto Ghiraldo | Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
(cervantesvirtual.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Se refiere a Joaquín Salvatella y Gisbert (1881-1932) que fue ministro de
Instrucción Pública en un gobierno Romanones desde el 5 de diciembre de 1918
hasta su dimisión el 15 de abril de 1919 y de 7 de diciembre de 1922 y el 15 de
septiembre de 1923, en un gobierno García Prieto.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Manuel
Vicent “<i>Crónicas parlamentarias 1977-1978</i>” Ediciones Libertarias. 1984<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Victor Márquez Reviriego “<i>La tentación canovista</i>” (Editorial Saltés, 1978);
“<i>El pecado consensual</i>” (Editorial Argos-Vergara, 1979); “<i>Escaños de
penitencia”</i> (Editorial Argos-Vergara, 1981), publicadas conjuntamente por
el Servicio de Publicaciones del Congreso como “<i>Apuntes parlamentarios</i>”
(1987, con reedición en 2015) <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Enrique de Tapia “<i>Luz y taquígrafos (Un siglo de parlamento en España)”</i>
Editorial Aguilar 1961; <i>“Carlos III y su época. Biografía del siglo XVIII</i>”
Editorial Aguilar 1962; “<i>Las Cortes de Castilla 1188-1833</i>”. Revista de
Derecho Privado 1964; “<i>Señores Diputados… De Canalejas a la 2ª Republica</i>”.
Editorial Aguilar 1964; “<i>Oradores célebres. Ensayo sobre la elocuencia</i>”.
Editorial Aguilar 1965; “<i>Francisco Silvela. Gobernante austero”</i>.
Afrodisio Aguado S. A. 1968.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
… <i>quien capitanea de facto a la minoría parlamentaria es ella, Dolores Ibárruri,
conocida también con el apodo de La Pasionaria. Los gritos y las imprecaciones
de este Diputado, su estridencia al interrumpir y su odio vesánico se traducen
en frases de todos los calibres, desde slogans importados de las orillas del
Neva hasta incitaciones al asesinato</i>” (Señores Diputados ob. cit., pág. 227<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Juan
Francisco Fuentes. La republicanizarían del pasado. El País 20 de noviembre
2021 <a href="https://elpais.com/opinion/2021-11-26/la-republicanizacion-del-pasado.html">Juan Francisco Fuentes: La republicanización del
pasado | Opinión | EL PAÍS (elpais.com)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
El Senado convoca anualmente desde 2003 el premio Luis Carandell de periodismo
parlamentario para distinguir a las crónicas parlamentarias más destacadas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La última edición, XIII de las convocadas, se
adjudicó en junio de 2021. <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
La anécdota se atribuye también a Ríos Rosas y, más modernamente al senador
Camilo José Cela, quien empleó supuestamente las palabras “jodido” y “jodiendo”
en vez de “bebido” y “bebiendo”. Parece ser que en este último caso la anécdota
es falsa.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/An%C3%A9cdotas%20parlamentarias.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Manuel
Vicent. Desde el puente. “<i>Aquella dicha lejana de la reconciliación</i>”. El
País, 4 de diciembre de 2021<a href="https://elpais.com/cultura/2021-12-04/aquella-dicha-lejana-de-la-reconciliacion.html">Manuel Vicent: Aquella dicha lejana de la
reconciliación | Cultura | EL PAÍS (elpais.com)</a></span> <o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7338595086757387744.post-90422223612142546622021-11-06T10:02:00.001-07:002021-11-06T10:36:33.734-07:00Los Comuneros de Castilla (1520-1521)<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-A8OfuMNDuaM/YYaxuw4GsSI/AAAAAAAAd2c/U9P0b3yTHUkHCmMMVAYj8VEtZO4IuL6JQCLcBGAsYHQ/s1255/Comuneros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="870" data-original-width="1255" height="444" src="https://1.bp.blogspot.com/-A8OfuMNDuaM/YYaxuw4GsSI/AAAAAAAAd2c/U9P0b3yTHUkHCmMMVAYj8VEtZO4IuL6JQCLcBGAsYHQ/w640-h444/Comuneros.jpg" width="640"></a></div><br><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Pocos nos hemos dado cuenta, al
coincidir con el primer año de la pandemia, que en 2020 se empezó a conmemorar
el V Centenario del movimiento comunero en Castilla (1520-1521), una de las
insurrecciones más importantes del Antiguo Régimen y un evento capital en la
Historia de España. Entre los eventos organizados a tal fin podemos destacar la
exposición “<i>El tiempo de la libertad. Comuneros 500 años”</i>, organizada
por la Fundación Castilla y León en Valladolid, entre los días 22 de abril y 20
de septiembre de 2021<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
(8.500 visitantes en cinco meses) y las
exposiciones virtuales del Archivo General de Simancas “<i>La sentencia de los
comuneros en su contexto”</i> y “<i>El obispo Acuña. La espada comunera de Dios
o del diablo</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-JBnSTvBSKSA/YYayEFSJdgI/AAAAAAAAd2k/XOTe3YedHaIBYDgetx8GbUD1UfGcjya0wCLcBGAsYHQ/s465/Maravall.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="465" data-original-width="311" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-JBnSTvBSKSA/YYayEFSJdgI/AAAAAAAAd2k/XOTe3YedHaIBYDgetx8GbUD1UfGcjya0wCLcBGAsYHQ/s320/Maravall.jpg" width="214"></a></div><p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Reconozco de entrada que lo poco
que se de los Comuneros de Castilla, lo aprendí (y olvidé pronto) en las clases
de la materia correspondiente a la Historia Moderna de España de la Facultad de
Geografía e Historia de la UACM, allá por los años 70 del pasado siglo y en algunas
lecturas posteriores tan jugosas como el libro de José Antonio Maravall “<i>Las
comunidades de Castilla</i>” publicado por vez primera en 1962 por Revista de
Occidente<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn3" name="_ftnref3" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span></span></a>
o el de Joseph Pérez “<i>Los comuneros”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn4" name="_ftnref4" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></b></span></span></a></i>
algunos años posterior, sin olvidarnos de otras aportaciones como la luminosa
de Manuel Azaña “<i>Comuneros contra el Rey</i>”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn5" name="_ftnref5" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span></span></a>.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: xx-large;"><br></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-j5i2lNrmN5Y/YYayRJ0oq8I/AAAAAAAAd2o/VyJQRJ1RirsA7fe2qbWLzOcFtkZAqxNgwCLcBGAsYHQ/s499/Martinez.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="499" data-original-width="345" height="400" src="https://1.bp.blogspot.com/-j5i2lNrmN5Y/YYayRJ0oq8I/AAAAAAAAd2o/VyJQRJ1RirsA7fe2qbWLzOcFtkZAqxNgwCLcBGAsYHQ/w276-h400/Martinez.jpg" width="276"></a></div><br><span style="font-size: xx-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Una lectura nueva, de este mismo
año, es el libro de Miguel Martínez “<i>Comuneros El rayo y la semilla
(1520-1521</i>)”<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> a cuya
presentación organizada por la Librería Ícaro en el Real Sitio de San
Ildefonso, asistí el pasado verano.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Antes de comentar este libro, como
es mi devoción, me vais a permitir que resuma el “estado del Arte” sobre el “fenómeno
comunero”, auxiliándome en las fuentes citadas y en alguna otra. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">El estado del Arte<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Prescindiendo de visiones
“retrogradas” (Ledesma Ramos), aunque muy difundidas (desde Menéndez Pelayo a
Ortega y Gasset, pasando por Unamuno), que presentaban el movimiento comunero
como un episodio histórico de carácter regresivo en sentido inverso a la
modernidad que inauguraba el reinado de Carlos I (V de Alemania), tres son las
aportaciones científicas sobre los Comuneros de Castilla, que más interesa ahora
conocer como antecedentes: las de Julio Valdeón,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>José Antonio Maravall y Joseph<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pérez, cuyas posturas sintetizamos a
continuación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Julio Valdéon (1936-2009),
catedrático de Historia Medieval y especialista en Historia Bajo Medieval de la
Corona de Castilla, considera a las Comunidades de Castilla como “<i>la última
revuelta medieval”</i><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
dando a entender con este título que el movimiento de las Comunidades, si bien
respondía a una serie de manifestaciones específicas, adoptó numerosos
elementos que se habían manifestado en los conflictos sociales de los siglos
XIV y XV, esto es, actitud antiseñorial por parte de sectores de la nobleza
ciudadana (patriciado urbano) frente al fortalecimiento de la alta nobleza
(consolidación de la propiedad territorial feudal) que amenazaba a sus
intereses económicos y sociales y frente al fortalecimiento de la monarquía
centralizada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y de sus órganos de
gobierno.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">José Antonio Maravall
(1911-1986), catedrático, especialista en la Historia del Pensamiento y de las Ideas,
presenta en su conocida obra y en escritos posteriores, al movimiento comunero
como “<i>una primera evolución moderna</i>” que aspiraba a una ampliación del
círculo de los detentadores del poder, mediante la creación de un nuevo orden
político y social. A esta nueva forma de comunidad política la denomina
“protonacional” y responde por parte de las clases ascendentes a una pretensión
de ampliación del marco de movilidad social en el contexto de la época. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Joseph Pérez (1931-2020), historiador
e hispanista francés, hijo de emigrantes españoles, en su obra “<i>La
Revolución de las Comunidades de Castilla. 1520-1521</i>”, define el movimiento
comunero como preferentemente, aunque no exclusivamente, urbano y castellano
expresivo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del malestar del centro de
Castilla ante las crisis de los primeros años del siglo (desempleo como
consecuencia de los monopolios en la exportación de la lana, falta de materia
prima que impide el desarrollo de las manufacturas textiles, aumento de los
impuestos). Movimiento urbano al que no faltaron los apoyos del pueblo
campesino para convertirse en un movimiento popular y antiseñorial, como señaló
en su estudio de 1973, Juan Ignacio Gutiérrez Nieto<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
el cuarto de los antecedentes bibliográficos a tener en cuenta antes de
emprender la lectura de este libro . <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Miguel Martínez. Comuneros. El
rayo y la semilla (1520-1521)<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://1.bp.blogspot.com/-gxjJVjIDwG4/YYayna--UdI/AAAAAAAAd20/TJhgULJf3QsQy3h1yp249mMOr2d7d_p5QCLcBGAsYHQ/s400/Martinez%2B2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="400" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-gxjJVjIDwG4/YYayna--UdI/AAAAAAAAd20/TJhgULJf3QsQy3h1yp249mMOr2d7d_p5QCLcBGAsYHQ/s320/Martinez%2B2.jpg" width="320"></a></b></div><b><br><span style="font-size: x-large;"><br></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Miguel Martínez García (1980),
doctor en Estudios Hispánicos, es un joven investigador y profesor de la Universidad
de Chicago especializado en la historia cultural de los siglos XVI y XVII.
Aparte del libro que comentamos, es autor de otras obras interesantes como “<i>Prefacio
a Catalina de Erauso. Vida y sucesos de la Monja Alférez</i> (Castalia, 2021)”;
“<i>Front lines. </i><i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">Soldier´s
writing in the Early Modern Hispanic World</span></i><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;">” (2016) y “<i>Vidas de soldados. </i></span><i>La
escritura amotinada</i>” (2019)<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: EN-US;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a>,
entre otras aportaciones.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El libro de Miguel Martínez parte
de la lectura crítica de los clásicos antes citados y de la renovación
bibliográfica posterior centrada en ciudades y territorios comuneros<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
y demuestra una gran erudición con base en el estudio de las fuentes
tradicionales<a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>, en
compilaciones documentales como la de Manuel Danvila o los procesos publicados
contra los comuneros, lo que le permite, como señala en el prólogo Xavier
Domenech “ <i>una mirada que va mucho más allá del relato de los hechos</i>”
partiendo, y en eso se distingue de otras historias sobre lo mismo, de valorar
en el movimiento comunero el impulso “<i>de los de abajo</i>” “<i>las bases
sociales comuneras</i>”, el pueblo menudo cuyo papel ha sido muchas veces
ignorado o disminuido por otros autores.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El libro se estructura en una
Introducción del autor y siete capítulos, concluyendo con un epilogo, quizás lo
más opinable, titulado “<i>Un canto la esperanza</i>”. Siguen dos apéndices,
uno de “<i>Personajes”</i> y otro que contiene una “<i>Cronología mínima de las
Comunidades</i>”. La Bibliografía que aparece al final, es verdaderamente
exhaustiva y las notas finales suman 367. No hay duda de que estamos ante un
libro hondamente trabajado<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Resumen <o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-0ezdW0L8avI/YYay1mLdYmI/AAAAAAAAd24/kfNrDjKyWVYCFFtT7rJM-cmN0gWXsV5qACLcBGAsYHQ/s2048/Carta%2Bde%2BAdriano%2Ba%2BCarlos%2Bcontando%2Blo%2Bsucedido.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1464" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-0ezdW0L8avI/YYay1mLdYmI/AAAAAAAAd24/kfNrDjKyWVYCFFtT7rJM-cmN0gWXsV5qACLcBGAsYHQ/w458-h640/Carta%2Bde%2BAdriano%2Ba%2BCarlos%2Bcontando%2Blo%2Bsucedido.jpg" width="458"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Carta del regente Adriano a Carlos V dándole cuenta de los sucesos acaecidos en Castilla.</i></b></td></tr></tbody></table><b><br><span style="font-size: x-large;"><br></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">La revolución comunera, nos dice
Miguel Martínez en la Introducción a este libro, es una de las grandes
encrucijadas de la historia de España, una rebelión de unas dimensiones hasta
entonces desconocidas que aspiraba a trasformar la constitución política y militar
de Castilla y, además, vista con ojos actuales, nos parece un movimiento de una
modernidad sobrecogedora. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El levantamiento de las
Comunidades, según el autor de esta obra, en realidad alumbró dos revoluciones,
ambas vencidas, Por un lado, la que aspiraba a reformar el reino, a
racionalizar su administración, a someter al rey a la ley y la costumbre,
garantizar la representación política de las élites urbanas. Otra era la que
deseaba la destrucción del poder nobiliario, la participación de los muchos en
las decisiones colectivas, una fiscalidad más justa e igualitaria, unas
instituciones menos oligárquicas. Combatida, esta última, si cabe con mayor
virulencia.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El movimiento comunero de
1520-1521 no nace de nuevo, enraizaba en viejas tradiciones de protestas,
experiencias organizativas e institucionales de largo arraigo en las
comunidades urbanas y campesinas de la vieja Castilla a lo largo de los siglos
XIV y XV. Además, en varias ciudades castellanas, el común, llevaba varios años
luchando para lograr representación política en las instituciones municipales y
trasformar en la medida de lo posible un régimen de gobierno local casi
totalmente monopolizado por caballeros.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dos elementos confluyen como
protagonistas en esta revolución: la Junta de las Comunidades, autoridad
legítima de Castilla cuya línea oficial fue siempre más prudente y las masas
plebeyas que la apoyaban. Lo más interesante y novedoso del movimiento
comunero, al fin y a la postre un enfrentamiento entre el común con los
poderosos, es, a juicio de Miguel Martínez, el énfasis que pone el autor en el
carácter popular y democrático de la revolución. Fue el pueblo quien aupó a
lideres que estaban dispuestos a comprometerse con sus demandas y la nueva
institucionalidad comunitaria. Por su parte, la consolidación de liderazgos
nobles fue fundamental para que el pueblo albergara expectativas de éxito, que
a su vez son condición indispensable para que se arriesgaran a rebelarse en
primer lugar.<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-tLl5AanhBlA/YYazUmVEwPI/AAAAAAAAd3E/c0bZZbBceS070kK9DdYP_2RtQQKKiV1NQCLcBGAsYHQ/s2048/Sentencia%2Bcomuneros.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1461" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-tLl5AanhBlA/YYazUmVEwPI/AAAAAAAAd3E/c0bZZbBceS070kK9DdYP_2RtQQKKiV1NQCLcBGAsYHQ/w456-h640/Sentencia%2Bcomuneros.jpg" width="456"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Sentencia de condena a pena capital delos capitanes comuneros</i></b></td></tr></tbody></table><br><span style="font-size: x-large;"><br></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Otro aspecto importante hasta
ahora poco valorado por otros autores (salvo Gutiérrez Nieto), que destaca
Miguel Martínez en este libro es el papel del campesinado en la rebelión. En
este sentido, la revolución comunera supuso una violenta sacudida
democratizadora del campo castellano. El campesinado se adhirió masivamente a
la Comunidad para deshacerse los viejos yugos feudales, colaborando con los
trabajadores de la ciudad en su enfrentamiento con los grandes.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El éxito de la Comunidad, allí
donde lo tuvo, se basó, pues, en una agrupación interclasista, en una alianza
supraestamental. La identidad comunera se constituyó a partir del desborde de
las identidades sociales previamente constituidas y, seguramente tuvo su
principal combustible en “<i>una ambición de justicia que durante algunos meses
resultó creíble para el bachiller salamantino, para el cardador segoviano y
para el fraile dominico</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No parece que la fuerza del
movimiento se basara en un programa, sino en el propio horizonte trascendente, en
las expectativas o la posibilidad de participar en la construcción de un orden
nuevo, “<i>con mimbres del viejo, pero también con fragmentos de una poesía del
porvenir</i>”. Esta “<i>republica plebeya</i>”, dio lugar a experiencias
nuevas. El pueblo nombró a sus propios corregidores, por doquier, surgieron
asambleas de diputados populares elegidos democráticamente por sus vecinos de
barrios y parroquias que se llamaron congregación, consulta, junta o comunidad
y que mediaban entre las asambleas de barrio y las juntas locales de cada
ciudad.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El protagonismo de los diputados
populares en la vida política de las ciudades castellanas durante la revolución
es sin duda uno de los aspectos políticos más relevantes de las Comunidades.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">No es fácil identificar el pensamiento
comunero, pero los textos e ideas examinadas por el autor en torno a este
movimiento parece configurarse una tradición reconocible de pensamiento
democrático y antinobiliario en contacto con el republicanismo clásico que
forma parte del núcleo intelectual del movimiento comunero, varios de cuyos
dirigentes letrados se habían formado en la Universidad de Salamanca. Distintas
propuestas políticas comuneras – Ley perpetua de Ávila, Capítulos de Fray
Francisco de Ángeles- tienen un indudable carácter constitucional y representan
una concepción pactista del poder. El proyecto comunero aspiraba dotar al rey
de una nueva constitución política y material: Cortes fuertes, enmienda
administrativa y judicial, poder municipal, fiscalidad justa, reforma
eclesiástica. El movimiento comunero fue, como escribió Maravall “<i>una
disputa armada sobre la constitución política de España”</i>. De haber
triunfado podría haber sido el primer régimen parlamentario basado en la
soberanía nacional.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-size: x-large;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-Zvd-xJbwkIM/YYaz4SOFb9I/AAAAAAAAd3M/A-XWmCXx7fE_qqubBxVarmpNEolQ0I3-ACLcBGAsYHQ/s2508/Juan%2BBravo%2BWikipedia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2508" data-original-width="1254" height="320" src="https://1.bp.blogspot.com/-Zvd-xJbwkIM/YYaz4SOFb9I/AAAAAAAAd3M/A-XWmCXx7fE_qqubBxVarmpNEolQ0I3-ACLcBGAsYHQ/s320/Juan%2BBravo%2BWikipedia.jpg" width="160"></a></span></div><span style="font-size: x-large;">El mito de las comunidades figura
en el centro de la retórica política en distintos momentos de nuestra historia:
la Ilustración, el liberalismo gaditano, el Trienio Liberal y el liberalismo exaltado,
el romanticismo, el federalismo... En todos estos episodios históricos, la
revolución comunera se encadenó a una nueva realidad heredera de una larga
tradición liberal, democrática, popular, republicana y federal que encontró en
aquellos lejanos hechos su razón de ser histórica y su fuente de legitimidad. Todas
estas vetas interpretativas han contribuido a adensar el significado de ese
imaginario histórico y darle continuidad.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><o:p></o:p></span><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Al día de hoy la memoria comunera
parecería llamada a jugar un papel importante “<i>en la articulación
identitaria e institucional de la España de la plurinacionalidad, la
cogobernanza y las soberanías compartidas y, en tal sentido la experiencia
comunera debe ser uno de los principales refrentes históricos y simbólicos de
cualquier proyecto republicano para España</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;">Comentario<o:p></o:p></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="font-size: x-large;"><br></span></b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b></b></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://1.bp.blogspot.com/-PQcDMEAeemA/YYa0FIbr1AI/AAAAAAAAd3Q/g8GH991fe9cWomBKiJUDQpoBzVhzMFzCwCLcBGAsYHQ/s1738/Perdon%2Bgeneral.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1738" data-original-width="1230" height="640" src="https://1.bp.blogspot.com/-PQcDMEAeemA/YYa0FIbr1AI/AAAAAAAAd3Q/g8GH991fe9cWomBKiJUDQpoBzVhzMFzCwCLcBGAsYHQ/w452-h640/Perdon%2Bgeneral.jpg" width="452"></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><b><i>Perdón General de Todos los Santos a los comuneros</i></b></td></tr></tbody></table><b><br><span style="font-size: x-large;"><br></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">En la revolución comunera debemos
distinguir entre los hechos, su significado y el mito.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Los hechos están definidos por la
historia durante un breve periodo (1520-1521). Arrancan con el motín de Toledo
en abril de 1520 y terminan no con la derrota de los comuneros en Villalar y el
ajusticiamiento de sus líderes (23 y 24 de abril e 1521) sino con la rendición de
Toledo, el último baluarte comunero un año más tarde el 3 de febrero de 1522. A
finales de octubre de ese mismo año, el emperador Carlos, de vuelta a España desde
el mes de julio, promulga el Perdón de Todos los Santos que amnistiaba, en
principio, a todos los comuneros, excepto a 293 cabecillas, entre ello a la
viuda de Padilla, María Pacheco, huida a Portugal.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">El movimiento comunero, lo
reconoce el autor, es complejo, plural y cambiante. Tuvo, aparte de individualidades,
dos protagonistas colectivos: la Junta de Comunidades, autoridad legítima de Castilla,
dominada por la burguesía urbana y cuya línea de pensamiento fue siempre moderada
y las masas populares que la apoyaban y sin su concurso hubiera sido imposible
la rebelión. Ambas fuerzas, burguesía y pueblo, se necesitaban recíprocamente.
La mayor aportación de Miguel Martínez a la bibliografía sobre las Comunidades,
en la línea apuntada por Gutiérrez Nieto, es haber subrayado la importancia de la
participación popular, de las “bases” comuneras en el movimiento. “<i>Acuerdos
y alborotos forman parte de la práctica revolucionaria de los comuneros. Los
alborotos forzaban los acuerdos mientras que la institucionalidad emergente
sirvió en muchos casos para limitar la violencia de los motines</i>”.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Lo que me parece ya más discutible
es que esta “semilla comunera”, el mito comunero tan usado y abusado a lo largo
de nuestra historia en momentos puntuales, tenga un valor justificante y legitimador
en los momentos actuales para lo que el autor y su prologuista <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>columbran<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>como la necesaria “<i>articulación identitaria e institucional de la
España de la plurinacionalidad, la cogobernanza y las soberanías compartidas</i>”,
esto es una España republicana, aspiración que sin dificultar “podemos” situar
en algunos partidos políticos del arco parlamentario. Una vez más debemos poner
mucho cuidado en no extrapolar los hechos fuera de su contexto histórico y en
no confundir el pasado con el presente y un futuro, mas o menos posible o deseable. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: x-large;">Dejando aparte esta supuesta
intencionalidad, es un libro interesante, documentado y muy bien escrito, a
partir de ahora indispensable en el estudio y tratamiento de esta página del fenómeno
comunero, con cuya lectura hemos aprendido un poco más. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal"><span style="font-size: x-large;"><span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">©</span> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Manuel Martínez
Bargueño</b></span><o:p></o:p></p>
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<p class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;">Noviembre,
2021<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><i>Si te
ha interesado esta entrada y quieres preguntar o comentar algo puedes dirigirte
a mi dirección de correo </i><a href="mailto:manuelblas222@gmail.com"><i>manuelblas222@gmail.com</i></a><i>
con la seguridad de que serás rápidamente atendido.<o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-padding-alt: 0cm 0cm 1.0pt 0cm; padding: 0cm; text-align: justify;"><i><span style="font-size: large;">Gracias.
Manuelblas<o:p></o:p></span></i></p>
</div>
<div style="mso-element: footnote-list;"><!--[if !supportFootnotes]--><span style="font-size: large;"><b>NOTAS</b><br clear="all">
</span><hr align="left" size="1" width="33%">
<!--[endif]-->
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a href="http://milquinientosveintiuno.es/exposicion">Exposición | EL TIEMPO DE
LA LIBERTAD (milquinientosveintiuno.es)</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
<a href="https://www.culturaydeporte.gob.es/cultura/archivos/novedades/2021/v-centenario-comuneros.html">V
Centenario de la Guerra de las Comunidades de Castilla | Ministerio de Cultura
y Deporte</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Otras ediciones de este libro en Alianza editorial 1979, primera edición y
2021, con prólogo de José Álvarez Junco<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Publicado por vez primera en Francia por el Institut d´Etudes Ibériques et
Ibero-Americaines de l´Université de Bordeaux, 1970 y traducido al español en
1977 por Siglo XXI con el título “<i>La revolución de las Comunidades de
Castilla 1520-1521</i>”<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Manuel Azaña. “<i>Comuneros contra el rey</i>” en “<i>Plumas y Palabras</i>”
1935. Edición moderna en El reino de Cordelia 2021<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Miguel Martínez García “<i>Comuneros. El rayo y la semilla</i>” Prólogo de
Xavier Doménech. Hoja de Lata. 2021<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Julio
Valdéon<i>. ¿La última revuelta medieval?</i> Los comuneros. Historia 16,
número 24. Abril 1978.<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Juan
Ignacio Gutiérrez Nieto “<i>Las comunidades como movimiento antiseñorial: la
formación del bando realista en la guerra civil castellana de 1520-1521</i>”.
Barcelona. Planeta, 1973<o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a> Se
pueden descargar los PDF de estas y otras obras de este autor en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><a href="https://chicago.academia.edu/MiguelMartinez">Miguel
Martinez | University of Chicago - Academia.edu</a><o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
Citamos solo los nombres de las ciudades y autores: Toledo (Fernando Martínez
Gil); Alcalá de Henares (Ángel Carrasco Tezanos); Valladolid (Beatriz Majó
Tomé); Madrid (Carlos Cambronero y Juan Manuel Castellanos Oñate y Tierra de Campos
(Luis Fernández Martín). Una completa bibliografía de fuentes en el libro de
Miguel Martínez, págs. 323 a 340 <o:p></o:p></span></p>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<p class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;"><span style="font-size: large;"><a href="https://d.docs.live.net/cfbed249abaed6b9/Documentos/Los%20comuneros.docx#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 107%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
“<i>De la audacia de aquellos días quedaron afortunadamente numerosos
testimonios</i>”. Entre los adversarios a las Comunidades, los más destacados
son los de Pedro Mártir de Anglería, Fray Antonio de Guevara, Francisco López
de Villalobos y los cronistas, “<i>más o menos parciales</i>” como Pedro Mexía,
Pedro de Alcocer, Alonso de Santa Cruz o Prudencio de Sandoval. Mas cercanos al
sensibilidad de los insurgentes son los testimonios de Alonso de Castrillo o
Gonzalo de Ayora.</span><o:p></o:p></p>
</div>
</div>manuelblashttp://www.blogger.com/profile/17769922585358901002noreply@blogger.com0